¡Me convertiré en la villana que pasará a la historia! – Capítulo 45

Traducido por Yonile

Editado por Lugiia


Cuando llego a la casa del abuelo Will, veo a Gilles de pie en la esquina de la habitación.

El alivio revolotea a través de mí cuando me doy cuenta de que ya no parece sentir dolor.

—¿Qué estás haciendo por allá? —llamo y Gilles se gira lentamente para mirar en mi dirección.

Tiene el cabello castaño oscuro despeinado y ojos grises. A pesar de que el color gris es profundo y hermoso, su belleza se ve opacada por su apariencia vacía. Parece alguien que se está hundiendo en las profundidades de la desesperación.

—Soy Alicia —anuncio, aunque él no muestra ninguna reacción; solo me mira sin comprender.

¿Qué pasa? ¿Está pasando por una fase rebelde? ¿Los niños de seis años tienen ese tipo de fases?

—Él ha cerrado completamente su corazón.

—¿Incluso para ti, abuelo Will?

—No, él no es así cuando solo soy yo…

Entonces, cueste lo que cueste, haré que se abra a mí. Después de todo, una villana no puede permitirse quedarse atrás.

—Gilles le tiene miedo a la gente —me explica el abuelo Will.

Bueno, eso tiene sentido. Por el contrario, hubiera sido raro para él haber experimentado eso y no tener miedo.

A pesar de que había tanta gente a su alrededor mientras lo golpeaban, todos fingieron no verlo… porque ellos mismos conocen su debilidad y temor.

Solo las personas que carecen de confianza en sí mismas intimidan a los débiles.

Una verdadera villana no se rebajaría a algo tan vil como eso.

—Si eres tú, Alicia, deberías poder hacer que te abra su corazón.

Aunque no hay fundamento fáctico para lo que acaba de decir el abuelo Will, sus palabras aún me dan confianza.

Sin embargo, no soy una santa. No sé cómo predicar sobre la esperanza y la bondad de la humanidad, y de todos modos detesto ese tipo de palabrería hipócrita. Por lo tanto, encuentro toda esta situación bastante preocupante.

Si fuera Liz, estoy segura de que tendría a Gilles charlando alegremente con ella en cuestión de minutos.

Espera, si eso es algo que Liz puede hacer, ¡entonces yo también necesito poder hacerlo…! ¡Para poder intimidar a Liz, no puedo permitirme ser inferior a ella en ningún aspecto!

Golpeo mis mejillas, animándome y enfocando mi mente.

Pondré toda mi ambición malvada en la tarea que tengo entre manos.

—Escucha, Gilles. ¿Crees que la gente da miedo? No me hagas reír. Si es así, ¿por qué no estás muerto…? —Ante mis palabras, Gilles continúa mirándome sin comprender—. Por temor a las personas, no quieres tener nada que ver con ellos. Entonces, ¿no hubiera sido mejor morir? Este mundo en el que vives está plagado de personas, pero ¿qué vas a hacer al respecto? ¿Vivir el resto de tu vida en esta habitación, acurrucado en ese pequeño rincón?

Ahora, enójate conmigo. No me sigas mirando con esos ojos de pez muerto.

—Podrías haberlo tenido tan fácil, ya que, en ese momento, estabas muriendo a causa de la fiebre alta y la sangre fluyendo de tu cabeza… No habrías sobrevivido si no lo hubieras querido. Porque lo deseaste, lo necesitaste, estás aquí. Claro, es posible que te haya proporcionado algún medicamento, pero solo estaba tratando de lograr algo de autosatisfacción. Tú fuiste el que eligió tragarlo y el que luchó por seguir respirando.

Una pequeña emoción aparece en sus ojos, lo suficiente como para que pueda dirigirme una mirada.

Realmente podría ser una genio en enfurecer a la gente.

—Luchaste hasta que volviste del borde de la muerte, pero ¿ahora vas a huir de todo? ¿A pesar de que elegiste sobrevivir?

—No… —murmura Gilles en voz baja.

¡Logré que hablara! Desearía que Liz estuviera aquí para frotarle mi victoria en la cara.

—¿No? Creo que no te escuché bien.

—¿Qué sabes tú? Eres una noble… —escupe Gilles con todas las emociones sobre querer sobrevivir en sus ojos.

—Ciertamente, no sé nada porque los mundos en los que vivimos son completamente diferentes~ —me burlo con una voz cantarina, menospreciando deliberadamente su dolor.

Y con eso, Gilles se ve lo suficientemente furioso como para querer matarme.

—Pero, salvé tu vida. Eso significa que ahora también soy responsable de ti.

—¿Qué?

—Aunque, quizás cometí un error. Tal vez realmente querías morir… Si ese es el caso y te salvé en contra de tu voluntad, entonces solo di la palabra. Estaré feliz de matarte ahora si quieres —declaro, mirando a Gilles con ojos grandes y amenazantes.

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