Traducido por Sharon
Editado por Tanuki
Corregido por Maru
Había algo implacable en las lecciones de Marywa cuando volvieron a comenzar.
Ya me leí todos los libros en la biblioteca de mi padre. Fue por la simple curiosidad que tuve hasta que cumplí los cinco, y toda la información estaba almacenada apropiadamente en mi cabeza. Sin lugar a dudas, también había muchos libros sobre las Artes Liberales.
Tuvimos un retraso en lo que podríamos llamar preparativos, que tomaron todo un día de lecciones para completarse.
Era una velocidad de progreso que sugirió que ella podría tener problemas en la cabeza. Como una genio, de alguna forma pude mantenerme al ritmo, pero una persona normal tendría dolor de cabeza luego de absorber tanta información. La lección misma estaba compuesta por completo de contenido, y estaba comenzando a sentirlo como una clase de castigo.
El día después de que sobreviví a esta tortura, decidí reportárselo a mi mejor amiga.
—¡Entonces, como decía, Marywa debe ser un demonio como pensaba!
Veinte minutos después de dejar el carruaje. Ese es el tiempo que necesité para llegar a su morada, ya que también vivía en la Capital Real.
Fue una visita repentina sin aviso, pero la familia me invitó felizmente adentro. Durante los últimos dos años, los sirvientes llegaron a reconocer mi rostro, permitiéndome pasar por las puertas tan pronto como me veían. Por supuesto, siempre le avisaba a Mishuli por adelantado para que no se preocupara al no verme.
Así que ella me despidió con alegría cuando me fui. Su rostro tenía una sonrisa brillante sin una sola sombra que la apagara.
Luego de que me condujeron por la mansión hasta que ambos estuvimos solos en un cuarto, comencé con esta conversación de un solo lado.
—Definitivamente es una forma de vida que salió del Purgatorio. Es la única explicación que tengo para su completa falta de decencia. Dijo algo sobre aumentar la velocidad porque no tenemos suficiente tiempo, pero ¿no quedan cinco años hasta que deba entrar a la Academia Real? No son cinco semanas, o meses. ¡Son cinco años, cinco!
El sujeto de mis quejas, las cuales escupo como una oleada furiosa, no era otra que Marywa.
A través de lecciones interminables que sufrí bajo su tutela, mi resentimiento acumulado creció. Después de todo, ella era dura.
Dicen que un profesor excelente sabía cómo usar la zanahoria y el palo, pero Marywa nunca me elogiaba, ni siquiera un poco. No importaba cuánto lo intentase, la única vez que se dignó a alabarme en los pasados dos años fue cuando dijo: “Te volviste más habilidosa al fingir inocencia.”
Tengo más paciencia que las personas normales, pero incluso yo tengo límites.
Así que no pude evitar escupir todas mis quejas a la persona silenciosa frente a mí.
—Sabes, cinco años es más tiempo que el que tomaría entrar a la Academia Real y graduarme. Es ridículo que diga que no alcanza. Además, ¡incluso demandó que haga tarea para mañana! Bueno, soy una genio, así que pude terminarla. ¡Pero si sigue a este ritmo, ni hablemos de la Academia, tendré suficiente educación para pasar un examen universitario! ¡Oh, soy increíble! ¡Soy un genio!
Mientras hablaba noté el límite de mi inteligencia y me elogié por un momento. Podré entrar al instituto de educación más alto del país. Después de graduarme de la Academia Real, que aceptaba a todos los nobles y a algunos civiles de clase alta, sólo unos pocos talentos podían inscribirse en la Universidad.
Probablemente fuera solo yo, pero parece que mientras mi espíritu escaló con un fervor apasionado, mi amigo frente a mí pareció verse más frío.
En cualquier caso, la persona frente a mí es uno de los pocos casos raros a quienes decidí mostrarles mi verdadero yo. Alguien que entendía, una persona de mi edad que determiné como mi digno rival.
—Creo que tomaré el examen para la Universidad en su lugar. Si puedo inscribirme en ella en lugar de en la Academia Real a los catorce, ¡habré conseguido un gran logro! ¡Recibiré la maravillosa distinción de ser la más joven en la historia! Pensar en ello me motiva… Hey, ¿qué piensas?
Tenía el sentimiento de que me desvié del asunto en algún punto, pero no importaba. No quería escuchar su opinión, sólo pedí por su aprobación.
Mi mejor amigo estuvo leyendo un libro desde que llegué y no levantó la mirada ni una vez, pero ahora finalmente levantó la cabeza.
—¿Qué piensas, huh?
Con un ruido sordo, cerró el libro sin terminar. Una chica con cabello castaño y una expresión molesta me miró. Sus ojos caoba me miraron fijamente cuando habló.
—No sé por qué, pero hay un fallo de señorita malditamente desagradable en mi cuarto.
Las palabras que salieron de Surfania Calibrachoa, mi mejor amiga y rival por dos años, fueron más frías de lo que pensaba.
Por cierto, en los últimos dos años Charles fue degradado a número dos.

Decime…¿y a mi que me importan tus problemas familiares?- la amiga xd