¡No es tu hijo! – Capítulo 12

Traducido por Usagi

Editado por Yusuke


Luismond estaba sorprendido sin embargo haciendo uso de sus años de experiencia en ocultar sus sentimientos se mostró calmado mientras miraba el cielo.

Unos ojos afilados y fríos como el hielo seguían todos sus movimientos esperando por una respuesta pero eso no ejercía ninguna presión sobre él, habían pasado muchos años desde que tuvo que lidiar con los políticos y los nobles que parecen zorros a la espera de una presa.

Era beneficioso ser el príncipe heredero y ser el corazón del imperio desde el día de su nacimiento gracias a esto era capaz de mantenerse de pie y enfrentar la helada mirada de Sheyman, una mirada que podría intimidar a alguien de clase inferior.

Este chico es perspicaz.

Lentamente subió la copa de cristal a sus labios mojándolos con el whiskey y pudo oler la fragancia predominante del licor que dominaba todos sus sentidos.

No sabes que Kalia está dejando todo atrás…

Eso significaba que la decisión de Kalia era más repentina de lo que se imaginó.

¿Una familia? ¿Qué significa eso?

Existía una leyenda muy famosa que toda la nación conocía.

Una pobre niña huérfana que no tenía nada rescato a un noble de un secuestro y eventualmente se convirtió en un héroe de guerra que salvó al imperio… una conmovedora historia.

Una joven huérfana sin un solo centavo, se dice que fue abandonada a una edad temprana sin poder recordar quien la tiró a las calles.

—No creo poder encontrar nunca a mis padres biológicos.

No habían sido pocos los que se dieron a la tarea de encontrar a los padres biológicos de Kalia, ambos Sheyman y el príncipe incluso la misma Kalia trataron de seguirles la pista pero no lograron encontrar ninguna pista.

¿Seguirán siendo una pareja?

Luismond miró a Sheyman quien seguía frente a él con una apariencia fantasmagórica mientras los ojos dorados le sostenían la mirada pidiendo una explicación.

Después de escuchar las palabras de Kalia estaba en tal shock que perdió la fuerza de intentar cualquier cosa o hacer algún movimiento. ¿Qué pasaría si Sheyman se entera de esto? Es posible que el monstruoso mago de las leyendas emerja…

Pensando un poco, sus dedos temblaron y un dolor de cabeza comenzó a hacerse presente, su mente estaba por todos lados y su corazón cargado de sentimientos por primera vez en toda su vida, la expresión de Sheyman no cambió a pesar de la expresión culposa de Luismond.

—¿Es acerca de Kalia? ¿Qué está pasando? Dímelo.

El interrogatorio de Sheyman parecía querer ahogar la mente de Luismond que se encontraba llena de contemplación dejándolo sin respuestas, todo esto por tener una cita con Kalia unas horas atrás.

Luismond tenía sentimientos encontrados acerca de todo lo que escondían sus pensamientos.

—Sí, he recibido una propuesta de matrimonio de Eton, ellos piden la posición de emperatriz como recompensa por su apoyo en la guerra.

Durante la última guerra Eton invadió Rojas pero rápidamente se rindieron después de un poco de persuasión y cabildeo Eaton entregó y ofreció la paz en Rojas deseando ser un aliado en lugar de enemigo eso los guió a soltar el dulce sabor de la victoria.

A pesar de ser cedida rápidamente Rojas ignoró ese hecho porque no había una alianza que lo afectara directamente.

—Tú esperas casarte con esa aburrida.

—Yo sé, yo sé, pero no puedo ayudar, solo compartir contigo la amargura.

—No importa que tan difícil sea, yo sé que no vas a negarte —dijo Sheyman.

Luismond sonrió y se bebió el vino de una sola vez, los ojos de Sheyman estaban fijos en su primo mientras susurraba.

—Si realmente lo odias entonces no lo hagas y si no lo haces de todos modos tu reputación está en mis manos.

Luismond se rió casualmente de las palabras de Sheyman siempre es así, incluso cuando en el exterior pareciera frío en el interior era cálido, un hombre que como si fuera algo insignificante se sacrifica.

Sheyman era frío y despiadado con el enemigo, pero cálido y afectuoso con los que amaba y un tanto despistado y anticuado.

Encontramos que el desalmado soy yo.

No fue Kalia con su espada ni Sheyman con su magia, pero Luismond el que los dirigía a los dos.

—Gracias por las palabras pero no las necesito para evadir mis deberes no quiero traer el deshonor a mi primo.

—Afortunadamente —respondió Sheyman con indiferencia y regresó al tema central.

—¿De qué hablaste con Kalia?

Que hombre tan problemático.

Luismond tragó profundamente cuando entendió que el interrogatorio no había terminado, incluso él sabía que Sheyman amaba a Kalia.

—Bueno fueron algunos… problemas menores sobre la milicia y sus derechos.

Si luego se descubre su pequeña mentira su garganta terminará rebanada a la mitad poniendo fin al único príncipe heredero del imperio.

Podría causar una revolución.

No, estoy seguro, estallaría la revolución.

Sheyman cortaría mi cabeza, no aun peor es capaz de estallar el palacio.

—¿Un pequeño problema con los derechos militares? Entonces ¿solo es eso?

—¿No hablaron de nada más?

Luismond miraba fijamente a su primo con la mano en el cuello, sus ojos expresaban duda, si no importa cuán cálido fuera el corazón de Sheyman sería estupido pensar que su actitud no cambiará en un toma relacionado con Kalia.

En ese momento imaginó el encabezado del periodico imperial que hablaría sobre ese incidente.

“Mago psicópata vuela en pedazos el palacio real y al príncipe heredero”.

De ninguna manera.

Después de esa rápida pero terrible imagen Luismond tragó en seco y sus expresiones faciales cambiaron un poco, nunca debe saberlo entonces habló formándose a sonar irritado.

—Sheyman por el amor de Dios si tanto quieres saber de Kalia y cada uno de sus movimientos, ¿por qué no solo haces una mini Kalia con tu magia y te distraes con eso?

—¿Una mini Kalia?

—Dios mio, ¿no sería eso adorable?

Sheyman miró a Luismond agradecido y con los ojos abiertos de par en par como si hubiera dado con el descubrimiento del siglo, después pensó acerca de algún hechizo mágico de bajo nivel que pudiera cambiar el tamaño de una persona.

Luismond estuvo apunto de revelar el secreto de Kalia a Sheyman quien parecía empeorar con cada segundo que pasaba, mirando a Sheyman pensó que debía cuidar muy bien su cuello.

No, él es un mago y si fuese a disparar bolas de fuego y rayos cuando se moleste, no solo el palacio imperial estaría en peligro, si no la capital entera volaría en pedazos.

Tengo que ordenar que refuercen la defensa contra ataques mágicos.

El duque del imperio, un mago especializado en magia de fuego y un príncipe que estaba cada vez más ansioso de que la capital volará en pedazos.

¿Qué voy a hacer con esta situación tan desastrosa?

Él había pensado en eso anteriormente pero nunca imaginó que su adorado primo pudiera ser una potencial amenaza para el país porque Sheyman y Kalia mostraron gran dedicación y apego por el imperio para construir su reputación actual.

Además fueron esos dos quienes más apoyo mostraron hacia el príncipe Luismond para ganar la batalla entre los ancianos, más que el emperador o sus hermanos el apoyo de esos dos lo ayudó a conseguir la posición en la que está.

—Bueno todo estará bien mientras no vuelvas a hablar tengo que irme porque hay un asunto urgente que atender.

—Sheyman —lo llamó apresuradamente sin siquiera darse cuenta, cuando se dio vuelta un último atisbo de consciencia y duda lo asaltaron.

—¿De verdad es lo mejor terminar así?

—Después, mucho después ¿no te arrepentiras de la última vez que tuviste esta posición?

—Hey, acerca del viaje de negocios de mañana.

Como si estuviera escuchando, Sheyman asintió con la cabeza.

Luismond abrió los labios con una cara inexpresiva intentando esconder sus pensamientos y luego la cerró haciendo una mueca.

En ese momento fue porque la sonrisa de Kalia apareció en su mente, esa sonrisa, fue la primera vez que Luismond la vió con las mejillas sonrojadas y proyectando olas de felicidad.

Su caballero más confiable y escolta quien le salvó la vida innumerables veces y el guerrero que peleó hasta que se convirtió en su sombra.

 ¿Por qué no lo cancelas?

Quiso decir, pero se tragó las palabras y sacudió la cabeza con una suave risa dejando atrás las palabras como si hubiera tragado veneno.

—Ten un buen viaje, me aburriré sin ti.

—Que dulce.

Sheyman le sacó la lengua y sonrió mientras decía adiós.

La puerta fue azotada.

Luismond se quedó contemplando la puerta cerrada y descansó la cabeza en su escritorio.

Dios por qué lo haces tan difícil.

Por primera vez en su vida quería llorar, deseaba tanto correr abrir esa condenada puerta y gritar ¡Kalia se va! ¡No la dejes ir!

Pero no podía, lo único que quedaba era llorar en silencio.

Kalia, Kalia.

Cerró los ojos imaginando el cabello color ámbar que siempre estaba frente a él, su corazón estaba contrariado, pero sus dudas se calmaron y terminó aceptándolo.

Al día siguiente el cielo estaba claro y ocho magos liderados por el ministro de magia, Sheyman, partieron a un viaje de dos semanas para inspeccionar el campo de defensa contra la magia.

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