Traducido por Bee
Editado por Lucy
Se había predicho que el verano de este año sería más fresco que el del pasado, pero en realidad, la temperatura seguía siendo igual.
En estos momentos, Tsubaki ya estaba harta del calor de esta estación.
—Qué calor… —expresó, abanicándose el rostro.
En la residencia de la familia Asahina, la sala de estar del segundo piso está limitada sólo a parientes. En ella, estaba acostada boca abajo sobre un sofá de una manera desagradable.
Como sabe que solo sus parientes y los sirvientes de la casa estarían allí, estaba actuando sin pretensiones.
Y disminuyó aún más su inexistente dignidad.
—Oye, actúa correctamente. Además, qué pasa con ese lenguaje. ¿Es así como se supone que debe actuar una heredera de la casa de Asahina, cabeza hueca? —dijo Kyousuke.
—Me comporto de forma correcta fuera de la casa, así que está bien relajarme un poco, ¡deja de golpearme el trasero! Eso es acoso sexual, ¿sabes? ¡Sexual! ¡A-co-so! —indicó Tsubaki.
—¡Tsubaki! ¿De dónde aprendiste esa palabra? ¿Alguien te ha hecho eso? ¿Quien? Dime —pregunto Kaoru.
—Kaoru, no es ahí que se supone que le sigas el juego —comentó Anna.
En la sala de estar del segundo piso, Tsubaki escupiendo lenguaje abusivo hacia Kyousuke después de que él tocó su trasero debido a su comportamiento inapropiado, y Anna, quien estaba señalando con calma la broma fuera de lugar de Kaoru.
Como la habitación de la planta baja también servía de sala de estar, era más adecuado para la familia reunirse en la del segundo piso cada vez que los visitaban.
—Dios mío, he venido aquí por el regalo de bebé de mi tía, pero pensar que esto es lo que tengo que ver. ¿Cómo es que te comportas tan diferente en casa y en la escuela? Mantenga ese acto propio de la escuela en casa también, ¿de acuerdo? —se quejó Kyousuke.
—No hay manera — dijo Tsubaki.
—¡¿Una respuesta instantánea?!
La niña cree que está bien para ella actuar así, ya que nunca se ha portado mal en público. Además, sus padres nunca han dicho nada sobre su comportamiento en casa.
Podrían pasar por alto su comportamiento actual ya que sabe cómo comportarse correctamente en público.
Además, su madre aún se siente culpable por descuidarla en su infancia. Y en casa, su padre también tiene una parte de él que lo hace poco confiable, pero siempre puede demostrar ser un hombre capaz si está en público. Es por eso que no puede advertir fuertemente a Tsubaki debido al precedente que ha establecido.
Anna se contuvo de lanzar una broma a la conversación de Tsubaki y Kyousuke, y luego miró hacia Kaoru, quien todavía estaba molesta por las palabras “acoso sexual” que la chica había dicho, y habló sobre el tema que fue el motivo principal de su visita.
—Por cierto, Kaoru Oji-sama. ¿Ya has decidido el nombre del bebé? —preguntó Anna.
—Ah, sí. Decidimos llamarlo Itsuki —respondió.
La semana pasada, Yuriko dio a luz a su tercer hijo, Itsuki.
Igual que Sumire, tenía una complexión delgada. Y por su aspecto, sería mejor decir que su perfil se parecía mucho a la abuela de Asahina.
Como era su primer hijo, los padres de Tsubaki estaban muy emocionados y casi chocaban entre ellos para cuidarlo.
Sumire se sentía sola por eso, así que Tsubaki la estaba cuidando durante las vacaciones de verano.
En el tiempo actual, la muchacha se sentía en el cielo, ya que la bebé se había convertido por completo en la chica de su hermana mayor.
En cuanto a esa Sumire, estaba tomando una siesta por la tarde, por lo que no estaba en la sala de estar con ellos. Por lo tanto, Tsubaki estaba actuando perezosamente.
Frente a su hermana, siempre mantenía una actitud correcta y adecuada. Todo para ser respetada y admirada.
Comprobando la hora, Tsubaki se giró para mirar el reloj que colgaba de la pared. Eran como las 2 y media de la tarde.
Dado que comenzó a sentirse un poco hambrienta, quería pedirle al cocinero que le hiciera algo, pero luego recordó algunas frutas variadas que les habían regalado por el nacimiento del bebé.
—Eso es correcto. ¡Hagamos una fiesta de panqueques de verano! —expresó Tsubaki.
Habiendo ideado de repente un plan, se levantó del sofá y corrió hacia la cocina para contarle al cocinero sobre su plan.
—Mizushima. Eso es lo que llaman imprudencia —dijo Anna.
—¿No tiene demasiadas tareas para perder el tiempo? —preguntó Kyousuke
Ignorando lo que los dos habían dicho, se apresuró a la cocina de abajo, abrió la puerta con un estruendo y habló con la persona que estaba adentro.
—¡Cocinero! ¡Es una fiesta de panqueques de verano!
—Panqueques, ¿verdad? Tenemos todos los ingredientes aquí. Pero aún así, eres tan espontánea como siempre, señorita Tsubaki —contestó el chef.
Sin siquiera retroceder ante la repentina solicitud, el cocinero asintió con calma después de confirmar que tenían todo lo que necesitaban. Como se esperaba de un profesional.
Luego guardó el periódico que estaba leyendo y sacó los ingredientes necesarios.
Confundido por Tsubaki que todavía lo estaba mirando, el cocinero le habló.
—Tsubaki, los traeré una vez que terminen pero…
—¿Eh? Estoy completamente lista para hacerlos después de que termines de preparar los ingredientes.
—¿Eh?
—¿No puedo?
Hablando de panqueques de verano, planeaba hacerlos ella misma, así que estaba bastante sorprendida por lo que dijo.
Serán mucho más sabrosos si los cocino yo misma, también dado que el chef está aquí para supervisar el proceso, el color del hotcake a lo mejor se volverá de un hermoso marrón claro, pensó con entusiasmo.
Mientras tanto, su padre, que había ido tras ella a la cocina, había llegado antes de que los dos se dieran cuenta y llamaran al cocinero.
—Lo siento, pero ¿puedes sacar la sartén grande? Llamaré a otros para echar una mano también, y dado que los tres son niños inteligentes, estoy seguro de que no harán nada peligroso.
—Si eso es lo que dice el maestro, obtendré el sartén listo enseguida.
Después de escuchar lo que dijo Kaoru, el cocinero sacó el sartén de un estante y lo puso sobre la mesa.
Luego lo lavó, limpió el agua y la volvió a poner, luego encendió la ornalla para calentarla.
Mientras esperaba que el sartén se calentara, comenzó a poner los ingredientes uno tras otro en un recipiente con movimientos naturales.
¿Lo hace mientras realiza las mediciones solo con los ojos? Eso es increíble, pensó fascinada mientras observaba el trabajo.
Después de un rato, los otros sirvientes que su padre había llamado entraron a la cocina.
Mientras el cocinero estaba mezclando la masa, Tsubaki comenzó a batir la crema fresca a su vez con Kyousuke y Anna que habían llegado a la cocina.
—¡Tsubaki! ¿Me estás escuchando?
De repente llamada por Kyousuke, la niña dejó de batir y lo miró.
—¿Qué pasa?
—Eso es suficiente, la crema ya está hecha espuma, ¿acaso no la ves?
—Cierto. Me estaba concentrando demasiado y no me di cuenta de eso.
Tsubaki tratando de aligerar el ambiente extraño, sin embargo, Kyousuke todavía la miraba a la cara con una mirada inquisitiva.
Pensando que había algo en su rostro, lo tocó para confirmarlo.
Sin embargo, al no sentir nada esperó lo que Kyousuke quería decir.
—¿Hay algo que te preocupe? Has estado tan distraída este último tiempo. —preguntó el niño
—Me pregunto si incluso podría llamarse problemas.
—Deja de mentir. No creas que puedes engañar mis ojos.
Eso es lo que dijo, pero a ella le resultaba difícil confiar con una expresión tan seria como esa.
¿De verdad soy tan fácil de leer? Pensó.
—Es Tsubaki después de todo, las cosas que le preocupan son en su mayoría triviales, ya sabes —intervino Anna.
—La conozco más tiempo que tú, Yakumo. Por eso la conozco mejor —afirmó Kyousuke.
—Está bien, entonces. Si te equivocas, todas tus fresas serán mías. ¿Trato? —apostó Anna.
—Si tengo razón, tú me darás tus fresas. De acuerdo, Tsubaki, habla.
En contraste con Anna, quien dijo que no tendría sentido escuchar las preocupaciones de ella, Kyousuke se jactaba de su larga asociación con Tsubaki desde que tenían cuatro años.
Con las fresas como apuesta, el niño la instó a hablar de prisa sobre sus preocupaciones.
De hecho, estaba preocupada, y esa preocupación ya no era algo que debía posponerse.
Sin embargo, pensando que podría sacar algo de la consulta, comenzó a hablar en serio.
—La verdad es que se trata de Sumire.
—¿Sumire? ¿Hay algún problema con ella?
—No lo llamaría un problema, pero podría comenzar a hablar en poco tiempo, ¿cierto? A pesar de que apenas está imitando sonidos como “Rumm Rumm” para un automóvil o “Nyan Nyan” para un gato, es solo cuestión de tiempo antes de que ella hable con fluidez, ¿verdad? Así que estoy preocupada.
—¿Sobre qué? —siguió Kyousuke instándole a ir sin rodeos al grano.
Tsubaki quería decir “La gente odia a los hombres impacientes, ya sabes”, pero como definitivamente desviaría su conversación a otro tema, decidió ignorarlo.
—Oye Kyou, ¿cuál crees que sería mejor? Que Sumire se dirija a mí como “Nee-sama” u “Onee-sama”? Como todavía no puede hablar bien, sería bueno que se dirija a mí con “Nee-shama” o “Nee-tama” también, ¿no te parece? Pero, es difícil decidir eso por ahora ya que ella crecerá y comenzará a llamarme con “Onee-sama” de una manera adulta también. Y una vez que crezca, podría decirme como “¡Mou! ¡Onee-sama, eres mala!” ¡Solo con imaginar eso, ni siquiera puedo resistir la ternura…! Entonces, Kyou, ¿cuál sería la mejor manera?
—¡Esto es más estúpido de lo que pensaba!
—¡Sí! ¡Fresa obtenida! —exclamó Anna con triunfo.
—Estoy en verdad preocupada, ¿sabes? No puedo llegar a una respuesta en absoluto, ¿de acuerdo? Me gustan todas las opciones así que no puedo despedirme de ninguna. —agregó.
Además, al escuchar a Kyousuke decir que sus preocupaciones eran estúpidas, se enfureció y comenzó a quejarse con él.
—¿No está bien con lo que sea que ella te diga? —dijo el muchacho con ligero fastidio.
—¡No está bien! ¡No está bien en absoluto! Es el primer y único nombre por el que me llamará mi ángel, ¿sabes? ¡Por supuesto que es de vital importancia! —refutó.
—Ah, pon el arándano y algo de frambuesa también. Además, muchas cremas frescas, por favor.
Al mirar a Tsubaki y Kyousuke, quienes comenzaron a discutir, Anna le dijo al cocinero su pedido de los ingredientes de su panqueque, que había terminado de hornear.
Al escuchar eso, la otra niña le pidió al cocinero que la cubriera también con “¡Mucha miel para mí!” en la misma entonación que tenía mientras discutía con Kyousuke.
Con la pelea alargandose, el niño se dio por vencido y comenzó una discusión unilateral donde Tsubaki siguió presionando, y comenzó a hablar de manera informal.
—Bien, ¿qué tal si se dirige a ti con “Nee-sama” por ahora y comienza a cambiar a “Onee-sama” cuando ingresa a la escuela secundaria? —dijo Kyousuke
—¿Eres acaso… un genio? —lo miró sorprendida Tsubaki
¡Que buena idea! ¡Con esto, ambas condiciones se cubren! Pensó alegremente, mientras que, por otro lado, el niño se sintió exhausto y se sentó en una silla.
—Te lo dije. Los problemas de los que está dispuesta a hablar son en su mayoría cosas triviales —dijo Anna.
—Ah, lo entiendo. Esto no sucederá la próxima vez —concordó él.
—Entonces Mizushima, ¿cómo te gustaría que Sumire te llamara?
Cuando Kyousuke estaba a punto de responderle a Anna, Tsubaki lo interrumpió.
—Si quieres que se dirija a ti con “Ani”, tienes que derrotarme primero.
—¿Qué tan cerrada y celosa puedes ser?
—Por cierto, ya la convencí de que dejara a Sumire llamarme “Anna-chan”.
—Ya sabías sobre esto, ¿verdad? ¡Devuélveme mis fresas!
Tsubaki miraba a Kyousuke molestar a Anna con una cálida mirada mientras ella comenzaba a cortar su panqueque cubierto con un montón de bayas, untarlo con crema fresca y comenzar a comerlo.
En contraste con Tsubaki y Anna que estaban disfrutando de sus panqueques, Kyousuke estaba siendo consolado con una palmadita en la espalda por Kaoru que había visto su discusión desde el principio.