No quiero hacer trampa – Vol 2 – Capítulo 3

Traducido por Lugiia

Editado por Yusuke

Corregido por YukiroSaori


[POV Mira]

Han pasado días desde que hablé con la princesa en el cenador del parque. Ahora nos encontramos en el sexto mes, donde el cielo sigue impecablemente azul y despejado. Si estuviéramos en Japón, daría comienzo la temporada de lluvias, trayendo consigo un ambiente húmedo y caluroso. Sin embargo, el Reino de Fimeria no tiene ese tipo de temporada.

No obstante, viene en camino una ola de calor. De momento, es soportable abriendo las ventanas, pero este mundo no tiene la comodidad de la civilización: el aire acondicionado. Ah, cuánto lo deseo.

Con un rostro inexpresivo, miro el caluroso paisaje más allá de la ventana, pero no puedo seguir huyendo para siempre de la realidad. Regreso a mirar las obras de arcilla en mi mano. Entonces, inclino la cabeza.

—Hmm, algo está mal.

Miro el conejito tallado en madera, la obra maestra de mi hermano mayor, que traje como modelo e inclino la cabeza en otra dirección.

Estoy en medio de una clase de arte electiva. Sin importar la clase social, el número de participantes para cada una de las electivas: artesanía, música, pintura o baile, está limitado a 60 personas. Si el número de aspirantes es mayor a esto, entonces se sortea después de la escuela. Si tienes suerte, puedes tomar la clase que quieras, pero si no, te toca tu segunda opción. Si la clase de tu segunda elección ya está completa, entonces te toca tomar tu tercera opción y así hasta la cuarta.

Por cierto, la primera elección para los plebeyos es artesanía. La siguiente es pintura. Pocos toman música o baile. La razón de esto es porque los estudiantes de primer año de la escuela primaria tienen pocas prácticas de magia, sin contar el campo de entrenamiento, en las artesanías puedes hacer productos usando magia de tu propio maná. Para los estudiantes que tienen pocas oportunidades de practicar, la clase de artesanía es perfecta.

Para los nobles, es todo lo contrario. El número de aspirantes para música y baile es numeroso, y sólo unos pocos piden artesanía. Dicho esto, lo que elegí, aún siendo tan torpe, fue artesanía.

Siento haberle robado la oportunidad a alguien más… Después de todo, pienso que esta es mi mejor opción.

No puedo tocar ningún instrumento en la clase de música, y bailar es, a mi pesar, una prueba de resistencia. Para rematar, esas clases me convertirían en el centro de atención. ¿No me estoy adelantando si digo que terminaré petrificada de los nervios? Sobre mi talento artístico para la pintura… sé por mi vida pasada que no existe, así que eso queda rechazado. Si se trata de artesanía entonces estimo que tal vez puedo manejarla, así que la elegí.

Y el tema de hoy es la arcilla.

—¿Tal vez las orejas están muy pequeñas?

Cubriendo mis manos con magia Terra Formans [1], pellizco las orejas del conejito, y suavemente las alargo.

Gai, que está sentado diagonalmente a la izquierda frente a mí, le da forma a la arcilla con sus propias manos. Si en el futuro logra usar piedras mágicas, entonces podrá ser capaz de castear Terra Formans con una piedra mágica de tierra.

—Ahora son muy largas…

Una vez más, comparo cuidadosamente el conejito de madera, que me regalaron mis hermanos en mi cumpleaños, y el conejito de arcilla en mi mano, y suspiro.

Si bien soy torpe, mis hermanos son demasiado hábiles. Ha… ¡¿Es esta la diferencia de talento?!

—O más bien, parece haberse convertido en un conejito de orejas caídas. ¿Pero este tipo de conejos existen aquí? Al menos, no recuerdo haber visto nunca uno cuando vivía en la aldea Ilga.

Mientras hablo conmigo misma, pongo en práctica mi segunda idea. Intento doblar por el medio las orejas.

Cuando termino cancelo el Terra Formans. Como si hubiera estado esperando ese momento, el profesor, viendo la hora en el reloj floral, da un veredicto despiadado.

—La lección terminará en 15 minutos. Ya que las obras terminadas decorarán el estante detrás de cada clase, hagan su mayor esfuerzo.

Las obras hechas en clases usualmente se usan para decorar las estanterías, ¿pero quién imaginaría que incluso este mundo tiene este tipo de costumbres?

Eh… ¿Mostrarán esta cosa al público?

Miro mi conejo artesanal y, gracias a mi cuestionable habilidad, aparto los ojos de él. Veo a Keina, quien parece satisfecha con sus obras.

—Hmm~ Creo que quedó bien~

La obra de arcilla que tiene en su mano, es como un gato de la fortuna… o más bien, la figura de un gatito aseando su cabeza con su pata izquierda.

—Eres realmente hábil, Keina —le digo.

—Jo, jo, jo. Gracias~ No tiene nada de magia, pero se puede decir que esto ha sido mi especialidad desde hace un tiempo~ Si lo pinto al secarse, lo puedo colocar en la tienda cuando regrese a casa en las vacaciones de verano~

Sí… su familia dirige un restaurante en una aldea de aguas termales, así que un gato de la fortuna será perfecto. Un gato levantando su pata izquierda significa que atraerá más personas.

—¡También terminamos~!

Sentados al otro lado de la mesa están los amigos de la infancia de Keina, subordinado A o Arthur y subordinado B o Bertha. Nos muestran su obra de arcilla completada.

El de Arthur es un gato sentado levantando sus dos patas. Parece como si estuviera a punto de caer sobre algo. Estoy segura que un gato de la fortuna con su pata derecha en alto atrae suerte financiera. Y entonces, este pequeño levantando sus dos patas, ¿atraerá tanto a las personas como a las buenas finanzas? Aunque levantar sus dos patas también puede verse como símbolo de rendición.

Miro el trabajo de Bertha: es un gato acurrucado, durmiendo.

—¿A todos les gustan los gatos?

Viendo que los tres hicieron gatos, intento preguntarles, pero me dan respuestas inesperadas.

—Si me preguntas si soy una persona de gatos o de perros, entonces te diré que prefiero los perros~ —dice Keina.

—Ah, a mí también me gustan los perros~ —responde Arthur.

—A mí los gatos~ —responde Bertha, siendo el único que le gustan los gatos.

Bertha parece desconcertado ante los gustos de Keina y Arthur. También inclino la cabeza.

—Si te gustan los perros, ¿entonces por qué haces un gato? —pregunto.

—Sabes~ Es difícil decidir la pose de un perro. Tampoco odio a los gatos, y si es para promover bienes, es mejor un gato~ —dice Keina.

—Ya que donde vivo hay una hermana mayor que le gustan los gatos, si hago uno y se lo doy, gano un poco de dinero~ —dice Arthur.

—¡Oye~! —dice Bertha.

Bertha se sorprende al escuchar esto ya que es la primera vez que lo dice aún si son amigos de la infancia.

—Entonces, ¿a Mira le gustan los conejos?

La princesa, que está sentada a mi izquierda, mira el conejo en mi mesa y me pregunta. Por cierto, su obra es un pájaro. No es un pájaro tipo cisne con cuello largo, sino más bien uno tipo pato de pico puntiagudo.

—Sí. Me gustan los animales pequeños que son suaves y esponjosos.

Me gustan los conejos y los pájaros pequeños también. No me canso de su redonda silueta cuando su pelaje se abomba. Sólo con verlo, mi corazón se vuelve cálido y esponjoso. Sucumbiría al impulso de envolver mi mano alrededor de un pequeño hámster redondo. Sin embargo, ya que me morderá, no lo haré.

—Pero hiciste el conejo observando el que te había dado ese hermano, es sólo una copia, ¿verdad?

Gai dio justo en el blanco. Mis ojos comienzan a apartarse nuevamente.

—Ah, sí… es verdad —digo.

Por cierto, la obra de Gai es…

—Esto es… ¿un lagarto? —pregunto.

—Nop. Un Devorador de Maná —responde Gai.

¡Este niño! ¿Por qué haces algo así? ¿No hará que termines recordando esa escena?

—Ah, también pensaba que era un lagarto~

—Lo he visto en el libro de Ilustraciones de Monstruos, ¿pero es algo como esto~?

—¡¿En serio?! ¿Qué parte de esto parece un lagarto? ¡Por favor, díganme para poder arreglarlo!

Cuando Arthur y Bertha también dicen que parece un lagarto, Gai hace una sincera petición.

—Tiene más forma de cocodrilo~ —dice Arthur.

—Tiene colmillos, ¿pero puedes hacer que se vean más~? —dice Bertha.

Comienzan a turnarse para expresar sus opiniones a Gai.

En mi opinión, el Devorador de Maná que hizo Gai es pequeño ya que está hecho de arcilla. Debido a eso puede parecer un lagarto. Sí, no se lo diré.

—Si es para mostrar los colmillos, ¿entonces qué tal si abre su boca como diciendo Grrr?

—No soy un mago de tierra, así que un cambio tan grande tomará mucho tiempo. Es imposible.

El chico sentado al final de la clase, escucha su conversación y se une, pero Gai agita su mano hacia los lados para rechazar su consejo. Con Gai en el centro, el círculo de personas dando su consejo se vuelve cada vez más grande.

—Ah… Keina. ¿Los Devoradores de Maná son populares entre los chicos? —pregunto.

Honestamente, me es difícil comprender esto.

—Lo llaman la primera bestia mágica, ¿quizás creen que es genial? Aunque, no es como si quisieran encontrarse con uno~

—Eso es verdad. —Coincido con Keina mientras el profesor aplaude.

—Está bien, pueden consultar entre ustedes, ¿pero ya terminaron sus propias obras?

Ante la advertencia los chicos vuelven a sus asientos.

—Además, vayan terminando sus obras que les quedan cinco minutos.

Cinco minutos…

Miro la obra en mi mano. Si me preguntas si está terminada, mi respuesta será sí, pero la calidad es baja. De alguna manera esto me deprime. Es frustrante que no pueda reproducirlo aunque tenga un ejemplo.

¿Qué hago? Inclino mi cabeza a ambos lados cuando escucho a Gai hablando consigo mismo.

—Hmm. Las escamas no lucen muy bien, pero no puedo hacer nada. Si pudiera usar Terra Formans, entonces podría crear las partes pequeñas, también…

—Sí, tienes razón —le respondo.

—¿Mira? —pregunta Gai.

Mis preocupaciones se van debido a que los murmullos de Gai son como una revelación divina. Este lugar es una escuela de magia en un mundo mágico. Además, el tema de hoy tiene como objetivo entrenar la precisión de Terra Formans. Ya que está bien usarlo durante la lección, debo practicar más con él, ¿verdad? Sí.

—Mira, ¿estás bien?

—¿Sucede algo malo?

Perdida en mis pensamientos, le había dicho a Gai que tenía razón. Incluso Keina y la princesa me preguntan preocupadas si me sentía bien. Por ello, les respondo a todos con una sonrisa.

—¡Lo haré de nuevo! —digo.

—¡¿Qué?! —preguntan todos.

—¿Harás nuevamente el muñeco? —pregunta la princesa.

—Sí.

Tan pronto como respondo, vuelvo a invocar mi magia.

—Guno, Terra Formans.

Guno, que está de pie en la parte posterior, recibe mi mana y luego mis manos son cubiertas por la luz de la magia de Terra Formans.

—¡Ah…!

Con un grito, golpeo la arcilla con la palma de mi mano y la aplasto en el escritorio.

—¡Mira!

—¡¿Qué estás haciendo, Mira~?!

—Mira~ Sólo quedan cinco minutos, ¿sabes?

—Mira, no puedes caer en la desesperación…

Debido a mi acción inesperada, Gai y Bertha gritan, mientras que Arthur, Keina y la princesa me responden nerviosos.

O mejor dicho, princesa, has sido cruel involuntariamente. ¿Es porque el conejo de hace un momento era lamentable? ¿Realmente es por eso?

Quiero preguntar, pero no hay tiempo. Reprimo muchas cosas que quiero decir, y cierro los ojos para concentrarme.

—Esfera.

Imagino una pelota tan grande como una de softball, y lentamente levanto mi mano. Cuando abro los ojos para verla, hay un círculo mágico en la parte superior de la mesa. En el centro hay una bola redonda de arcilla.

Muy bien, una forma simple es fácil.

El cilindro que había hecho durante el campo de entrenamiento también era algo así, pero para una forma más simple, no hay necesidad de que mi mano le dé forma ya que puedo imaginarla claramente. Sin embargo, no importa cómo se mire, presentar una pelota como mi obra de arte es demasiado sutil.

Envuelvo la bola de arcilla con mis manos y grabo la imagen del conejo de mi hermano en mi mente antes de cerrar los ojos otra vez. Dejando de lado que la madera y la arcilla son diferentes, recuerdo la imagen del conejito como el objetivo.

—Conejo.

La forma de la arcilla cambia en un abrir y cerrar de ojos. No pienso en el proceso para ello. Sólo imagino la forma completa. Cuando me concentro en no oír las voces que me rodeaban y me sumerjo profundamente, llega una Transmisión de Pensamientos de mi espíritu a mi mente.

—Maestra.

La imagen de Guno sonriendo flota en mi mente.

—¿No es suficiente?

Con su aviso, termino la magia, y luego lentamente abro mis manos. La bola de arcilla se convirtió en una copia perfecta del conejito de madera.

—¡No puede ser~!

Keina no puede creer lo que ve y se acerca para verlo de cerca. Hay esporádicos aplausos viniendo desde mi izquierda y desde mi asiento delantero.

—Wow, la absurda acción de Mira funcionó~

—Siempre es así, ¿verdad? Si no puede lograrlo con sus manos, entonces usa su imaginación~ Es algo tan común en Mira~

—Sí, si es Mira, entonces puede lograrlo.

No sólo Arthur y Bertha piensan así. La princesa también tiene el mismo razonamiento de: “Ya que es Mira, puede lograrlo”. Estoy acostumbrada a ser tratada como alguien que rompe el sentido común, pero es un poco solitario. Mientras pienso en ello, delante de mí, veo a Gai asentir con ojos brillantes.

—Oye, Gai. ¿Qué pasa ahora? ¿Por qué estás asintiendo?

¿Puedes decírselo a tu hermana?

—¿Hm? Sobre lo increíble que eres siempre.

—¿Gracias…?

Pierdo la compostura cuando pienso que incluso mi amigo de la infancia termina tomando la misma actitud de la princesa, pero resulta ser algo diferente. Desde el momento en que usé magia por primera vez, Gai siempre me ha elogiado honestamente, y esto me hace sentir avergonzada. Siento haber dudado de ti, ¿vale?

—Profesor… casi termina la lección, ¿verdad?

—Eh, ah, es cierto.

Mientras el profesor está mirando mi mesa atónito, se sorprende al ser llamado por otro estudiante, antes de anunciar que la clase ha terminado.

♦ ♦ ♦

Con la clase electiva de arte terminada, siendo la última del día, debemos volver a nuestras aulas para colocar nuestras obras de arcilla. Como la sala de práctica vocacional está en el segundo piso del edificio central y no está conectada con mi aula en el edificio oriental, tomará bastante tiempo llegar allí, pero no se puede evitar. Tampoco se puede evitar que deba bajar escaleras en el camino.

Por fortuna mi aula esta en el primer piso. Sin embargo, cuando me convierta en estudiante de segundo año, terminaré en el segundo piso.

Si mi acrofobia no mejora ni un poco y termino separada de la princesa o del grupo de Keina debido al cambio de clases, estaré en problemas ya que no estarán conmigo las personas que suelen darme una mano. Nuestro horario cambiará aunque estemos en el mismo curso de magos, ya que las clases serán diferentes. Las únicas que permanecerán igual son las clases combinadas y las electivas.

Está bien, cuando llegue el momento, tendré a Guno y a otros para ayudarme. Doy la vuelta y observo a los que caminan un poco detrás de mí y olvido mi pesimista resolución. Vuelvo mi mirada al obstáculo que tengo delante de mí.

Le doy mi conejo de arcilla a Arthur mientras Bertha lleva el Devorador de Maná, que parece un lagarto. El conejito de madera está dentro de una bolsa teñida junto con mis notas y plumas. Esa bolsa justo ahora está colgando de la mano de Keina.

Con mis manos ahora libres, tomo con una la mano de Gai mientras coloco la otra en las escaleras. Todas las preparaciones están listas. Lentamente comienzo a bajar las escaleras hasta al fin llegar al primer piso, siento como si hubiera sobrevivido a una prueba.

—Arthur, Bertha, Keina, gracias por sostener nuestras cosas —les digo.

—No hay problema~ —responde Arthur.

—Algo como esto no es gran cosa~ —dice Bertha.

—Es cierto~ Algo como esto no puede ser considerado como mucha ayuda. Si tanto te preocupa, ¿qué te parece comprarnos un jugo~? —dice Keina.

—Entonces, ¡les compraré uno para almorzar mañana! —respondo.

Estamos bromeando cuando Keina me entrega mi bolso, así que también les hago una promesa divertida.

—Ah, qué bien. Entonces yo quiero jugo de manzana~ —dice Keina.

Keina gira su cuerpo alegremente y comienza a caminar hacia el salón de clases. Entonces, la seguimos.

—Entonces, yo quiero de naranja~

—Yo también quiero uno de naranja~

Asiento a las peticiones de Arthur y Bertha antes de dirigir mi mirada en dirección a la princesa y Gai.

—¿Qué te gustaría tomar, princesa? Tú también, Gai.

—¿También me vas a dar algo? —dice Gai.

—¿A mí también? —pregunta la princesa.

Hago un movimiento con mi cabeza como diciendo por supuesto ya que me miran perplejos.

—Sí, la princesa y Gai me han ayudado antes en muchas ocasiones.

—Hmm. En mi caso… tú ya sabes que me es normal ayudar a alguien que trato como una hermana pequeña.

Parece no querer agradecerme por haberlo salvado en el campo de entrenamiento. Tal vez es el orgullo de un hombre… o tal vez no, ¿verdad? Gai es un niño que dará las gracias cuando sea el momento de darlas. La madre de Gai, Ina, es estricta al enseñar disciplina.

¿Entonces por qué? ¿Quizás no se siente tan en deuda conmigo?

Hmm… no lo entiendo.

—Tampoco necesito ningún agradecimiento. Es natural ayudarte, Mira.

—Muchas gracias. Pero princesa, por favor, déjame tratarte aunque sea un poco.

Incluso insisto un poco más para hacer que ella lo entienda.

—Ah… ya veo, es por eso. Entonces tomaré un jugo de granada.

—Sí, lo que quieras. —Como se esperaba de la princesa, se dio cuenta.

Los motivos para ofrecerme a comprarles un jugo al grupo de Kenia, aun cuando somos amigos, es para no sentirme menos por haber sido ayudada. Al beber el jugo, puedo pagar mi deuda. Es algo así.

Sin embargo, si Gai y la princesa, que me han ayudado en muchas más ocasiones que el grupo de Keina, no quieren recibir nada a cambio diciendo que es natural ayudar a un amigo, entonces eso significa que el grupo de Keina está siendo tacaño al pedirle a un amigo una compensación por todo lo que han hecho.

—Gai, por favor, piensa en qué te gustaría beber mañana, ¿te parece?

Él inclina su cabeza en respuesta. Cuando llegue el momento, capaz se deje llevar por el estado de ánimo y me pida algo. Si esto no sucede, entonces puedo obligarlo a aceptar algo, cualquier cosa sirve.

Después, continuamos hablando sobre muchas cosas hasta que llegamos a la sección de la escuela primaria en el edificio este.

—Hemos llegado~ —digo.

Desde nuestra perspectiva, la clase 1 y la 2 están alineadas, mientras que la 4 de Gai, está en el medio del edificio.

—Entonces, colocaré mi obra.

—Entonces nosotros también. Después de hacer eso, encontrémonos de nuevo~

Gai corre rápidamente hacia la clase 4, mientras que el grupo de Keina se dirige a la 2.

Justo después de la escuela, los estudiantes que trabajan a tiempo parcial deben limpiar las aulas. Mientras que los de primer año de primaria como no tenemos actividades extracurriculares somos parte del club de regresar a casa, además solo estorbaríamos en la limpieza del aula si seguimos dentro de ella.

Incluso para volver a casa, tenemos un carruaje esperándonos mientras que el grupo de Keina son alumnos internos, así que el camino hacia la puerta principal de la escuela es corto. Sin embargo, cuando nuestro horario coincide, regresamos juntos a casa.

La princesa y yo entramos en la clase 1 y nos dirigimos hacia los armarios en el fondo.

Las cosas que no caben en la mesa se guardan aquí. Sin embargo, la escuela no ha preparado ningún candado, por lo que su uso es bajo tu propio riesgo.

Nuestros compañeros de clase que también vinieron, colocaron sus obras sobre el armario y se fueron a casa a medida que terminaban. Nosotras también los colocamos y luego caminamos hacia el pasillo.

—Lady Filseria, Mira, que tengan un buen día.

—Que tengan un buen día, chicos.

—Que tengan un buen día…

Cuando mis compañeros de clase se despiden, la princesa y yo también respondemos de la misma manera.

Así que este es el saludo entre las nobles señoritas. La princesa parece estar familiarizada con él y hace el intercambio de manera cortés. Sin embargo, todavía no me acostumbro. Cuando llego al pasillo, me encuentro con Keina que me sonríe complacientemente.

—¿Lo escuchaste? —pregunto.

—Sí, lo hice~ ¿Aún no superas tu timidez, Mira~?

—Después de todo, creo que no combina conmigo. Debería decir sólo adiós… ¿verdad?

Si bien el estatus social no importa en la academia, no tengo el valor para saludar de esa manera. Aunque me avergüence, no tengo otra opción que responder “que tengas un buen día”.

Y entonces escucho una voz que no parece tener este complejo.

—Gai, nos vemos mañana.

—Sí, ¡hasta mañana!

Un chico noble se despide con la mano y Gai le responde informalmente.

Ugh, ¡no estoy para nada celosa!

♦ ♦ ♦

Nos reunimos con Gai y los seis caminamos hacia la puerta este ya que está más cerca del edificio oriental que la puerta principal y también más cerca del dormitorio.

La academia tiene cuatro puertas. Una de ellas está en el lado norte, hacia la gran llanura que lleva a la Montaña Yggurd. Las otras tres puertas están situadas en el lado sur. La puerta principal es la que está en medio de ellas, mientras que las otras situadas a su derecha e izquierda se llaman puerta este y puerta oeste. La principal es la más grande de todas. Los invitados que llegan con un carruaje pasan por allí y les cuidan sus caballos y carruajes.

Los que vienen a recoger a los estudiantes, esperan en un lugar abierto frente a la puerta principal. Se supone que es así… Sin embargo, frente a la puerta este, hay un carruaje mirando en dirección opuesta al castillo.

—¿Hmm? ¿No es ese el carruaje de la realeza~?

—Tiene el escudo de la familia real, así que tal vez lo sea. ¿No es así, princesa~?

Arthur inclina su cabeza mientras Bertha asiente con la suya. La princesa confirma sus sospechas.

—Sí. Ese es el escudo de nuestra familia.

El emblema de la academia que se asemeja a una estrella es una copia del que usa la familia real. Un escudo pentagonal azul índigo con borde plateado, dentro del cual se despliegan alas de un dragón blanco para proteger una estrella de plata. Este es el escudo de la familia real. No es algo que pueda ser usado sin permiso.

—Bienvenida de regreso, lady Filseria.

Cuando nos acercamos, notamos que los cocheros no eran los mismos de siempre. Sin embargo, su apariencia y la refinada y profunda reverencia a la princesa es algo con lo que estoy familiarizada.

—¿Qué le sucedió a los que suelen venir? —pregunta la princesa.

—Si bien es vergonzoso decirlo, su salud empeoró.

—¿Es así? Por favor, dígales que se recuperen pronto.

—Transmitiré sus palabras. Creo que estarán honrados de que la princesa se preocupe por ellos.

Con el cochero dando su mano, la princesa sube al escalón del carruaje. Mientras lo hace, también doy un paso al escalón.

Entonces me arrojan con brusquedad hacia el sofá y el carruaje comienza a correr.

—¡¿Qué le están haciendo a Mira?! —grita la princesa cubriéndome con su cuerpo. Mientras el hombre la apunta con una espada pequeña, desecha su fachada de cochero y hace una sonrisa malvada.

—¡No se muevan!

Ah, sí, sí. Es el secuestro cliché en un mundo de fantasía, qué cosas, ¿no?

¿Por qué no lo sospeché ni siquiera un poco? ¡Realmente soy idiota!

—Resistirse es inútil. ¡Siéntense allí!

Obedeciendo la orden del secuestrador, me siento al lado de la princesa. Tal vez debido a que el carruaje se agita violentamente al correr a alta velocidad y el mismo desprende un olor horrible, comienzo a sentir náuseas…

Aunque el exterior es idéntico al carruaje de la familia real, el interior tiene un terrible olor. En cualquier caso, me siento mal. ¿Para qué se usa este carruaje? ¿Quizás sufre de una versión del síndrome del edificio enfermo [2]? ¿O tal vez llevan sustancias químicas o mágicas?

¡Qué ganas le echaron a este secuestro! Creo que este carruaje es falso. Pero por qué necesitan engañarme.

—Mira, tu rostro está pálido. ¿Ya te has mareado debido al carruaje?

—¿Qué es esto? He oído que eras débil, pero ya estás enferma… En ese caso, entonces no había necesidad de comprar el costoso repelente de espíritus.

Heeey.

Apenas me ve y ya me está menospreciando. Eso me molesta. O mejor dicho, no queda nada refinado en su conducta. ¿Cuánto tiempo lleva esta persona actuando como si fuera inofensivo?

¿Un desperdicio de dinero? Pero repelente de espíritus es una frase que he oído antes en alguna parte.

—¿Repelente de espíritus?

Cuando murmuro esto, el hombre resopla orgullosamente.

—Un incienso que los espíritus odian. Si sellamos la magia, el único medio de resistencia que queda será el Fortalecimiento Físico. Sin embargo, un fortalecimiento usado por un mocoso normal no es gran cosa. —Mientras dice eso, el hombre me mira y sonríe ampliamente—. He estado pendiente de una mocosa que tiene el poder mágico de la raza demoníaca de los cuentos, pero para que te marees por un carruaje y ni siquiera sepas usar reforzamiento físico…

¡¿Quééé?! ¡Qué irritante! ¡I-rri-tan-te!

—¡Con un carruaje tan apestoso, cualquiera se enfermaría! —murmuro desafiante. El hombre me mira de forma extraña.

—¿Apestoso? —pregunta el secuestrador.

—Mira, ¿este carruaje tiene olor?

—¿Eh?

¿Aunque apeste tanto no puedes olerlo? Princesa, ¿te has resfriado?

—Quizás… ¿estás oliendo el repelente de espíritus?

Por las palabras del hombre, me doy cuenta rápidamente que ambos no están resfriados. Aunque sería bueno que lo estuviera, así el secuestrador se desplomaría por ello… En un término más simple, entonces la sensación de sentirme mal es por culpa de esa sustancia mágica.

En ese momento, noto una voz familiar, haciendo que la princesa y yo nos miremos.

—¡Demonios, esperen!

Es Gai, a quien deberían haber dejado atrás en la academia, persiguiéndonos.

—¡Mierda! ¿Qué demonios pasa con ese mocoso? ¿Tiene otro atributo aparte de fuego?

No, es su único atributo. Solo está concentrando su maná para fortalecer instantáneamente sus pies, mas no pienso explicarle eso.

Gai no posee piedras de maná, y no puede usarlas tampoco. Ya que necesita aprender a manejar su propio maná hasta cierto punto, para poder utilizarlas. Como no puede interferir con el viento, está recibiendo todo el peso de la resistencia del aire, pero aun así corre como si no le importara. En primer lugar, ya es rápido con sus pies para ser un niño, pero ahora, corre como un atleta profesional.

Sin embargo, en lugar de perseguirnos, deseo que pidas ayuda.

Ah, aún así, quizás Keina y los demás informen al profesor o contacten con la guardia de la capital.

—¡Libera a Mira y a la princesa!

—¡Tú! ¡Idiota! ¡¿Por qué demonios no te ocupaste de ese mocoso?!

—¡¿Cómo voy a saberlo?! ¡Si hubiera sabido que ese mocoso puede perseguir un carruaje, lo habría cortado en el acto!

Los secuestradores dentro y fuera del carruaje se pelean.

Ah, ¿por eso me secuestraron?

Si me hubieran dejado sola, con mi magia de trampa les habría dado una paliza para rescatar a la princesa. Por eso me metieron en el carruaje donde no puedo usar mi magia para defenderme.

Ah… Finalmente tengo un sujeto de prueba para mi magia eléctrica e incluso estará bien si su corazón se detiene. Que lástima. Al tener un repelente de espíritus, no puedo usar la magia que usa a los espíritus como intermediarios.

En cuanto al Fortalecimiento Físico que puede realizarse incluso sin ellos… Si persisto, entonces tal vez podría usarlo, pero con una espada corta apuntándome como ahora, no debo hacer un movimiento descuidado. Además, mi condición física es la peor. Dentro del pequeño y confinado carruaje, dudo que pueda desatar el poder suficiente para abrumar a un hombre adulto.

Si fallo, aún si soy un objetivo de estas personas, podrían matarme. Sin embargo, al menos, quiero que la princesa escape. Nunca me imaginé que el repelente me influenciaría tanto.

Los gritos furiosos de Gai hacen que las personas en el camino se volteen, informando a los alrededores que el carruaje no es normal. Como es de esperar, no hay nadie que se arriesgue a detenerlo, pero al menos pueden informar a las autoridades.

—¡Una flecha! ¡Dispárale!

Puedo oír pasos en el techo del carruaje. Parece que uno de los secuestradores en el asiento del conductor se ha movido a la parte superior.

—Incluso vas a disparar una flecha, ¡detente!

—Princesa.

Abrazo a la princesa por detrás para detenerla ya que se iba a acercar al secuestrador. Es demasiado peligroso acercarse a un hombre con un arma letal mientras se está desarmado.

—Todo estará bien. Nunca le dará Gai

—¡Pero!

—No lo hará. Simplemente no puede golpearle.

—¿Qué? ¿De qué estás hablando? —pregunta el secuestrador.

La espada corta destella frente a mis ojos. Miro fijamente al hombre que pregunta por el significado de mis palabras.

—Mis espíritus no dejarán que lo lastimen.

Tal vez debido al olor del repelente, no pueden acercarse mucho al carruaje. Sin embargo, Rufi ha estado persiguiéndolo desde el momento en que arrancó de repente.

Aprendí a sentir sus presencias en el campo de entrenamiento. Debido a que mis ojos pueden verlos sin problemas, fue difícil para aprenderlo. Seguramente, es porque confiaba demasiado en mis ojos. Sólo puedo sentir a mis espíritus contratados. Sin embargo, eso me alivia.

Seguramente vendrán a ayudarme.

Incluso separados, es posible mantener una conversación. Si Rufi entiende la situación, entonces los otros espíritus también lo sabrán. El problema es cómo pueden informar a los humanos, pero como Guno sabe escribir, lo lograrán de alguna forma.

Una voz furiosa viene del techo del carruaje.

—¡Maldición! ¿Qué está sucediendo? ¡La flecha se rompió a mitad de camino!

Al oír el grito de su compañero, el hombre que está delante de mí golpea sus labios.

—Así que es un espíritu superior.

Comúnmente, sin el maná del mago, los espíritus inferiores sólo pueden usar magia menor. Es porque usan la mayor parte de su maná para mantener su propia existencia. Sin embargo, los espíritus superiores son diferentes. Son capaces de usar magia mayor de forma independiente.

Si Rufi no se hubiera convertido en uno superior, entonces le sería imposible volar tras este veloz carruaje o bloquear las flechas que dañarían a Gai.

Aunque en lugar de bloquear, parece que prefiere cortar las flechas. Quizás… está bastante molesta, ¿verdad? Seguramente lo está.

—Es mejor para ti detener este secuestro. En especial para las personas fuera del carruaje. Necesitan rendirse rápidamente. El espíritu de viento va a atacar —le digo.

—¿Qué estás dicien…?

—¡Ahhhh!

Hubo un grito y luego el arquero cayó.

—Parece que lo dije muy tarde.

—Esa cosa de ahora… —dice el secuestrador.

—¿No es sólo un Globus Ventus? Si se cayó del carruaje a esta velocidad, seguramente se rompió un hueso o dos.

Cuando hago un comentario despreocupado, él agarra con fuerza la espada corta.

—Tus espíritus contratados no pondrán en peligro a su amo.

Este tipo… ¿Tiene la intención de amenazar a mis espíritus tomándome como rehén?

—Mira…

La princesa ya le había gritado antes al secuestrador, pero ahora está temblando de miedo. Agarra con fuerza mi túnica con sus delgados dedos.

Está bien. Te protegeré, princesa.

Debido al repelente, los espíritus no pueden acercarse y he sido fuertemente afectada por su olor, así que no puedo usar Fortalecimiento Físico… quizás esto era lo que el tipo había pensado. Ya que actualmente me está subestimando, es mi oportunidad.

Cuando se dé la oportunidad de saltar al arma del criminal…

¡Comenzaré el Fortalecimiento Físico!

Sin perder la distancia entre el criminal y yo, me concentro para poder usar mi armadura de maná en cualquier momento.

Nunca pensé en someter a estas personas. Mi objetivo era escapar de este lugar.

Seguramente en poco tiempo, los guardias de la capital vendrán. Y ya que esto es un intento de secuestro a la realeza, también vendrán los caballeros de la guardia real.

Cuando los criminales sean rodeados por los caballeros, huiremos para evitar ser rehenes. Entonces con su cooperación, arrestaré a estos tipos.

¡No creas que podrás escapar!


[1]Terra Formans: Earth Forming: Formación de Tierra.

[2] El síndrome del edificio enfermo (SEE), se conoce también como Sick Building Syndrome (SBS). La Organización Mundial de la Salud lo define como un conjunto de enfermedades originadas o estimuladas por la contaminación del aire en estos espacios cerrados.

2 respuestas a “No quiero hacer trampa – Vol 2 – Capítulo 3”

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