No quiero ser amada – Capítulo 17: Dimitri Priebius

Traducido por Maru

Editado por Sharon


Un día, ante la presión de las sirvientas, Rihannan se sentó en el jardín y miró las florecientes flores y los frondosos árboles verdes; los pájaros y las mariposas revoloteaban alegremente entre las plantas.

Escuchó una plácida canción desde atrás.

[Lo que a ella le gusta es un conejo regordete,

Pero la mejor cosa en el mundo es la carne del conejo.

Jo, jo.

¡Tan delicioso!

Rihannan saltó de su asiento y miró alrededor.

Era su primo, Dimitri. Cantó la canción para ella.

Recordaba que solía molestarla cuando iba a Crichton cuando era niña. Mientras se aventuraba en el bosque con sus primos, inconsciente de qué era la caza del conejo, sus capaces familiares atraparon uno pequeño y blanco.

La pequeña Rihannan estaba asombrada por la nobleza y lindura del conejo. Era la primera vez que veía uno. Cuando siguió a sus primos al filo del agua, vio una escena de horror; el fuego abrasador y chispeante consumiendo al animal.

Rihannan estalló en lágrimas y su malicioso primo comenzó a hacer canciones mientras ellos se divertían de ella, por supuesto, mientras apaciguaban a la pequeña y linda Rihannan.

—¡Dimi!

Dimitri Priebius, uno de sus primos de Crichton, tenía una afición a la malicia. Incluso ahora estaba sonriendo.

Era genial verlo otra vez en estos días, pensó Rihannan.

Aunque no era un miembro de la familia real era, después de todo, un noble de sangre de Crichton. Los príncipes murieron uno tras otro tras la epidemia, y de repente se encontró a sí mismo en el trono real como el príncipe coronado de Crichton.

Por supuesto, él fue a visitar a Rihannan.

Dada su posición, podría hacerlo por todos los medios.

—Hermosa y noble reina Rihannan, no puedo creer que todavía recuerdes esa humilde canción…

Antes de que Dimitri pudiera terminar su cómico y exagerado acto, Rihannan corrió y saltó hacia él en un fuerte abrazo. Sorprendido por la cálida bienvenida de su prima, que fue más intensa de lo que esperaba, Dimitri estalló en una carcajada.

—Por Dios, Rhia, ¿tanto me echabas de menos? La última vez que nos encontramos, dijiste que no me hablarías de nuevo.

—¡Eso fue porque dibujaste una barba en mi muñeca favorita!

—¡Porque pensé que si hacía eso no te irías hasta que todas las muñecas estuvieran arregladas!

—¿Por qué estás aquí ahora…? ¿Me olvidaste todo este tiempo?

Rihannan estalló en lágrimas en sus brazos. Era como si hubiera vuelto a su infancia feliz.

Aunque Dimitri no había pasado en el palacio mucho tiempo, sonrió un poco.

—Sí, lo siento. Rhia, lo hice mal —consoló a su prima. Recordaba que ella siempre fue llorosa, suave y compasiva desde que era joven. Dimitri acarició su delgada espalda con su mano y besó su mejilla, algo que hacía regularmente desde que eran niños para calmarla—. Es duro, ¿verdad? Si sigues llorando así, colapsarás. Deja de llorar. ¿Eh…?

Después de dirigirse a Rihannan, Dimitri levantó la vista. Desde un lugar del jardín, el rey y sus sirvientes los miraban con miradas firmes.

Fue solo entonces que Rihannan sintió algo extraño y apartó su cara del pecho de Dimitri. Inmediatamente se congeló en cuanto vio la mirada dura como el acero y fría de Igor.

No la había visto en estos últimos días, pero ahora aparecía de repente sin notificarlo.

—Su Excelencia…

Igor se aproximó a la nerviosa Rihanann. Su cara estaba llena de una elegante y refinada sonrisa. Recibió a Rihannan con una amistosa bienvenida y agarró su mano con firmeza.

Rihannan estaba nerviosa y consciente de sus movimientos.

Dimitri saludó a Igor primero.

—Felicidades, Su Alteza. Cuando vine al palacio por asuntos de Lexington, de repente tuve la urgencia de ver cómo mi prima lo estaba haciendo. ¡No la había visto en mucho tiempo! No esperaba que nos encontráramos así.

Lexington era un pequeño estado conectado entre Arundell y Crichton. Era un estado independiente, pero en realidad, estaba bajo el control de ambos países.

Un conflicto reciente estalló, involucrando a Arundell y Crichton. Aparentemente la causa era una comisión hecha por el rey de Crichton.

La expresión de Igor cambió súbitamente en cuanto oyó el nombre del estado.

—Es… impresionante cómo es lo primero que oigo sobre el enviado que viene aquí respecto a los Principios de Lexington.

—Oh, es con la reina, y eso ya…

Dimitri pronto se dio cuenta de su error y cerró rápidamente su boca. Dimitri era un hombre inteligente y tenía buen ojo para las cosas. Era rápido para juzgar la situación y rápidamente se dio cuenta de que el joven rey había sido excluido del trabajo.

—Quizás la reina no quería que Su Majestad se preocupara de asuntos triviales.

—¿Eso crees?

—Sí. Todos sabemos que la reina cuida mucho de su hijo, Su Majestad. Le dio su trono.

—Sí. Me siento muy agradecido de corazón por la gratitud de mi madre. Todo el mundo me lo recuerda.

Su conversación era noble y llena de gracia, pero debajo se escondía un velo delgado de fría tensión que no parecía romperse nunca.

Rihannan se dio cuenta de que estaba construyendo otro malentendido con él porque había visto con sus propios ojos la escena del encuentro con el enviado de Crichton, del que no sabía que estaba al tanto.

Debía pensar otra vez que estaba conspirando con la reina por adelantado, fomentando su desprecio hacia Rihannan.


Maru
Este niño paranoico que no se para a pensar las cosas ni investigarlas me caga, me enfada mucho. ¿Cómo vas a volver a acercarte a él de nuevo Rihannan? Si es imbécil.

6 respuestas a “No quiero ser amada – Capítulo 17: Dimitri Priebius”

  1. No entiendo cómo pueden querer a este estúpido rey, en los comentarios que leí lo amaban. Lo único que siento ahora es un gran desprecio, difícilmente eso va a cambiar, joder si la amas no la trates así, un mal entendí no justifica tu trato deplorable

  2. Ya no quiero ni que lo salude de nuevo… esos tipos de carácter obsesivo y paranoico son los que primero muestran su parte salvaje cuando no obtienen lo que desean.

    Gracias por su trabajo!

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