No quiero ser amada – Capítulo 77: La duquesa besa su mano

Traducido por Maru

Editado por Sharon


—Si se preguntas por qué, mi reina, no es porque le deba a Su Majestad, sino por el contrario, Su Majestad me lo debe a mí .

Los ojos de Rihannan temblaron.

—Mi esposo y yo apoyamos al joven rey cuando nos vimos obligados a elegir un bando. Convencí a mi esposo, que no podía decidir si respaldar a la reina o al joven rey en ese momento. Una vez fui jefa de la noble sociedad. En una palabra, podría influir en la decisión y los pensamientos de los aristócratas. Vi el potencial del rey. Mis ojos son a menudo precisos, mi reina. El rey conoce bien esta fuerza mía. Después de la muerte de mi esposo, Su Majestad me pidió que me quedara en la capital, pero me negué. Me fui al campo con la esperanza de pasar el resto de mi vida en una soledad tranquila. Y luego, como predestinado… Regresé a la capital…

La duquesa sonrió brillantemente con una felicidad creciente, al igual que se abría una flor de primavera. Rihannan se dio cuenta de que provenía del fondo para iluminar sus ojos y extenderse a cada fibra de su ser.

—Mi reina, tenía curiosidad. La mujer que había hecho que el rey estuviera tan ansioso por darse prisa y preparar todo de acuerdo con sus planes… Tenía curiosidad. Los rumores se extendieron por todo el reino de que Su Majestad no estaba interesado en las mujeres, sino en los hombres. También nos preparamos para ello, preparados cuando llegara la declaración y él le anunciara su preferencia. Pero… —la duquesa se rio entre dientes—, este no fue el caso. En cualquier caso, el rey parecía angustiado y agobiado, preguntándose si su reina encajaría bien, pero parece que Su Majestad no debe preocuparse. Es fuerte, mi reina. Dado el coraje de hacerme esa pregunta tan pronto como llega, no tengo dudas de que podrá navegar a través de la maldad de muchos aristócratas con pensamientos maliciosos.

Maru
Buajajajajajajaja. Igor en un universo BL. Me encanta que todo el reino pensara que era gay.

La duquesa reflexionó por un momento, sus ojos parpadeantes brillaban de emoción.

—Pero, mi reina, no confía en mí y no sé nada de usted. Entiendo. Entonces, ¿qué tal esto…? ¿Por qué no pasar el resto de este mes antes de la boda para conocerse? ¿No es esta una buena idea?

—Princesa, no me conoces. ¿No tienes curiosidad por saber la persona amable que soy, verdad? Entonces, ¿por qué no pasar el resto del tiempo conociéndonos?

Rihannan dijo palabras similares a Helena después de cepillarle el cabello platino. Helena solo estaba acostumbrada a las personas que le pedían su confianza incondicional o su expresión contundente de que seguirían a la princesa hasta el fin del mundo. La oferta de Rihannan era fresca. Ninguno le había dicho a Helena que experimentara y juzgara por sí misma. Y ahora, la duquesa le había hecho a Rihannan la misma oferta.

—Ha estado lejos de Arundell por un tiempo y las cosas han cambiado. Navegará por lo desconocido, mi reina, y necesitará ayuda, si no me elige. Una vez que me haya juzgado de manera confiable, me quedaré a su lado, mi reina. Si no, nos separaremos.

Rihannan pensó que era una suerte que ella pudiera ver a través de la sinceridad de Helena. La duquesa debía haber pensado lo mismo. Gracias a Helena, Rihannan había aprendido muchas cosas, de lo contrario, nunca tomaría la propuesta de la duquesa de manera positiva.

Sonrió suavemente y extendió su mano. La duquesa notó su significado y besó el dorso de su mano.

—Por favor, cuídame bien de ahora en adelante, duquesa.

Ella dejó escapar una sonrisa suave, y las dos se dirigieron al palacio juntas.

♦ ♦ ♦

Lo primero que vio la mañana siguiente fueron pinturas antiguas colgadas en las paredes, un marcado contraste entre los crichtonianos que disfrutaban decorando sus paredes y techos con otros artículos además de pinturas.

Rihannan se levantó y suspiró aliviada. Por un momento, pensó que había regresado al pasado para experimentar las pesadillas con sus ojos completamente despiertos de nuevo.

Miró por la ventana. Era temprano en la madrugada. Se sacudió y se dio la vuelta en su cama hasta altas horas de la noche, cuando se durmió. Tenía problemas para dormir, temerosa de regresar a esa prisión fría y temblorosa. Asustada de que tal vez… todo esto fuera una ilusión… Rihannan se acurrucó en la cama y se llevó las rodillas a la frente.

¿Fue porque no pudo tomar su medicina, que tenía tales pensamientos? ¿O era el nuevo entorno? Temía sus sueños, sus pesadillas. Anoche vio la cara de Igor y sintió su frialdad. Pero Rihannan estaba acostumbrada a esto. Estaba bien. Y entonces vio la cara de su padre y Leticia aferrada a él, con la espalda hacia ella como si hubiera sido abandonada…

Su corazón se desmoronó y se despertó de su sueño llorando de dolor, pensando que había regresado al pasado… afortunadamente, no era así.

A medida que el sol salió gradualmente, la habitación se iluminó. Sonó un golpe desde el otro lado de la puerta, y las criadas entraron cuando ella respondió.

—Su Majestad, ¿le gustaría lavarse el rostro, o preparamos un baño?

Rihannan examinó los rostros de sus damas de honor a quienes no tuvo tiempo de mirar adecuadamente anoche. Ninguna de ellas la había atendido en el pasado. Parece que la gente en el palacio había cambiado drásticamente más de lo que ella esperaba.

—Lavarme el rostro será suficiente.

—Sí, su Majestad. Lo prepararemos de inmediato.

—¿Y la señora Cesley?

—Ella estará aquí pronto, Su Majestad.

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