No quiero ser amada – Capítulo 81: Cena con Igor

Traducido por Maru

Editado por Sharon


La boca de Basil cayó al suelo, los ojos llenos de sorpresa.

—¡Mi señora! Dios mío, ¿recuerda todo eso?

Rihannan rio ligeramente, una mano cubriendo su boca.

—Sí. Recuerdo. Lo escondí en secreto y lo comí lejos de los ojos de mi madre. Ella nunca me daba golosinas. Pensaba que mis dientes se pudrirían si lo hiciera.

—Era joven. Pensé que no lo recordaría en absoluto, Su Majestad.

—Basil, solo tenía diez años en ese momento. Por supuesto que recordaría muchas cosas. Jeje…

—No, no. Pocas personas tienen recuerdos claros de su juventud. Es inteligente…

—¿Cuánto tiempo se quedarán allí?

La voz de Igor sonó desde atrás. Rihannan y Basil se pusieron rígidos ante su repentina aparición. Habían llegado a la puerta del salón y no entraron, hablando casualmente.

Basil tosió y se inclinó con cortesía.

—Me iré, mi reina.

Cuando la figura de Basil se desvaneció en el fondo, la risa en el rostro de Rihannan se desvaneció rápidamente y habló con nervios.

—Estaba hablando con Basil. Le he faltado el respeto. Lo siento.

Rihannan se inclinó. Igor abrió los labios y levantó la mano, pero rápidamente la dejó y miró hacia otro lado.

—Ven.

Al entrar en el salón, notó muchos cambios. En particular, las decoraciones interiores que no se podían ver desde el exterior eran particularmente notables. En lugar de simples pinturas que colgaban de la pared, los tapices, los mosaicos y otras decoraciones insinuaban más un ambiente característico de Crichton que el de Arundell.

Era como si la hubieran transportado a su habitación en Crichton.

Igor la miró con los ojos suaves.

—Rihannan… pensé que el entorno con el que estás familiarizada sería mejor para ti y así podrás adaptarte.

Ella asintió ante sus palabras.

—Realmente se ha preparado para la princesa. No tengo dudas de que estaría profundamente impresionada con su devoción.

Igor se mordió el labio y suspiró. Él retiró la silla de la mesa y la llamó por su nombre.

—Ven. Siéntate, Rihannan.

La joven asintió y se sentó frente a él. No esperaron mucho. Los sirvientes sirvieron los platos en la mesa de manera eficiente y comenzó su comida tranquila. El silencio era algo familiar para Rihannan porque Igor nunca le había hablado en el pasado.

—No te ves muy bien. ¿Hay algo mal? —dijo Igor de la nada.

Rihannan se tocó la cara. La duquesa y Basil nunca habían mencionado su tez pálida. Ella pensó que se veía bien, pero parece que este no era el caso.

—Supongo que podría tener que ver con los problemas para dormir que tuve anoche con el cambio de ambiente.

Sí. Eso era verdad. En un ambiente familiar se sentía segura, pero cenar aquí o desayunar… no sería sorprendente engañarse a sí misma y pensar que había regresado al pasado.

—Entiendo. No te preocupes, mejorará con el tiempo —dijo Igor suavemente.

Rihannan asintió rápidamente. Ella pensó que Igor la malinterpretó al encontrar el palacio incómodo.

Él la miró. Cortó una rodaja de carne y la puso en su plato.

Ella lo miró con los ojos muy abiertos.

—No solo comas verduras. Ten un poco de carne también —dijo Igor, sorprendiéndola con su comportamiento, diferente de lo que sabía. Estaba haciendo cosas que nunca hizo.

Rihannan miró su plato. Le gustaban más las frutas frescas, las verduras, el pescado y el pan que la carne.

—Oh… no me gusta mucho la carne.

—Vas a terminar teniendo un cuerpo débil —respondió Igor.

Rihannan cerró la boca antes de responder:

—¿Estás diciendo que soy quisquillosa?

—Eso… no es…

—No sé por qué tengo que escuchar cosas suyas por las que mi tío y mi primo nunca me molestaron —dijo Rihannan con frialdad.

—Solo… me estaba asegurando de que estás comiendo bien —dijo con suavidad, bajando la mirada, en un tono muy bajo para que ella le oyera.

Rihannan no dijo nada más y miró a Igor rotundamente.

Igor parecía estar pensando en algo, su semblante algo rojo. Luego recuperó la carne en su plato.

—Yo… no te estoy obligando a comer… solo que me gustaría que tuvieras una dieta equilibrada. Si no puede comerlo, también está bien.


Maru
Vaya, Rihannan sacando las garras e Igor achantándose. Cómo han cambiado las cosas…

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