¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 136: Ella y su determinación

Traducido por Lucy

Editado por Nemoné


Los sonidos metálicos reverberan sin cesar. En el camino de regreso de la casa de la señora Delris, fuimos atacados de repente por un grupo de asesinos y, sin tener tiempo de estar sorprendida por los cuchillos arrojados, fui protegida por Freed. Así de simple comenzó la batalla con una razón poco clara. 

Mientras me protege a sus espaldas, Freed está cortando de forma intensa a los enemigos sin dudarlo. A su alrededor han caído muchos hombres con ropas oscuras. Incluso ahora evita los golpes de los asesinos y acribilla con tranquilidad a los enemigos.

—¡Guh!

Levantando una voz apagada, otro se desploma en el suelo. Cuánta gente ha matado ya. La zona se llena del espantoso hedor de la sangre.

Freed repele de inmediato los cuchillos que de vez en cuando le lanzan desde algún lugar, su fuerza no pierde ante los rumores. Por eso, incluso rodeada de tanta gente no estoy ni un poco ansiosa. Al principio me preocupaba lo que pudiera pasar, pero ahora me siento aliviada.

—Lidi, ¿estás bien? ¿No te sientes disgustada?

Como era de esperar, su aliento al llamarme ni siquiera se alteró. Asentí con la cabeza a Freed, que miró hacia atrás mientras seguía con la espada preparada. Si no puedo hacer nada, al menos no quiero perturbar su lucha.

—Estoy bien. No te preocupes por mí.

—Estoy siendo cuidadoso, pero Lidi también, no te alejes de mi espalda. Es el lugar más seguro.

—Sí. Está bien. Estoy bien detrás de ti.

Lo único que puedo hacer ahora es obedecer sus instrucciones para facilitarle la lucha. Al verme asentir una vez más con cara de firmeza, su rostro parecía de disculpa.

—Lo siento. Parece que el objetivo soy yo después de todo. Si hubiera sabido que esto pasaría, habríamos regresado de inmediato.

Después de todo el Príncipe Heredero debe ser apuntado por varios enemigos. Por su tono parece que está acostumbrado, creo que no es la primera vez. Pero no es que él tenga la culpa. Mientras negaba en silencio con la cabeza, Freed sonrió un poco y volvió a mirar al frente. En cuanto lo hizo, esquivó un cuchillo que volaba hacia él. En ese momento, otro hombre levantó su espada. La pelea continúa sin un final a la vista, no tengo más remedio que contener la respiración y quedarme callada. De verdad, cuántas personas han sido…

—Sería fácil si pudiera usar la magia…

Freed derribó a otro enemigo y blandió su espada para limpiar la sangre coagulada. Las palabras que refunfuñó me recordaron que había oído que lucha usando magia con su espada.

—¿No puedes… usar magia?

Mientras me preocupaba por estorbar en la lucha, Freed observó con agudeza los alrededores y respondió:

—Parece que hay alguien entre los enemigos que tiene una herramienta mágica que absorbe la magia y las artes mágicas. Desde el principio, cada vez que he intentado invocar la magia, he tenido la sensación de que el poder mágico era absorbido. Creo que podría usarla si me forzara, sin embargo como no sé qué herramienta mágica están usando, es más seguro evitarla.

—Es cierto.

—No puedo permitirme hacer cosas llamativas en la ciudad. Además, no perderé aunque solo use la espada.

—Sí.

Es Freed quien acaba de mostrar con libertad su poder divino. Incluso con la restricción de que no se puede usar la magia, no parece haber ningún problema en particular. Sin embargo, no escatimaron en investigar a Freed. Por eso tenían preparada la herramienta mágica. Derribó a otro enemigo. Está en desventaja luchando solo contra muchos, además mientras me protege. Seguro quiere matarlos de un solo golpe. No hay un ápice de piedad en la espada de Freed. La sangre salpica delante de mí. Incluso con semejante escena teniendo lugar ante mis ojos, no he dicho nada, solo he apretado los dientes y he aguantado con paciencia. Está luchando para protegerme. No puedo sentir miedo. No puedo lanzar un grito. Ahora solo quiero una cosa. Que termine de forma segura para que no salga herido. Eso es todo. Puede que sea una mujer cruel para pensar así. Porque no me importan los hombres que se desploman, perdiendo la vida.

—Freed…

—Sí, está casi terminado.

Antes de que me diera cuenta, el entorno quedó en silencio. Los incesantes sonidos de metal golpeando metal, que han continuado hasta hace un rato, se han calmado. La pelea estalló de repente en el centro de la ciudad, pero ningún residente salió. Seguro se han quedado en sus casas por no querer involucrarse. Creo que es una opción correcta no meterse de forma inútil.

Freed exhaló con alivio. Como era de esperar, incluso sin que me lo dijeran, entiendo que no es un alivio que no haya más enemigos, sino que ha conseguido protegerme a la perfección. Aun así Freed preparó su espada una vez más. Me quedé perpleja, ya que no podía entender por qué tomó tal acción.

—¿No has terminado…?

—He acabado con los matones en su mayor parte… Pero está el tipo que lanzó los cuchillos al principio. Todavía no me he ocupado de él. Además, aunque no lo parezca, quedan múltiples presencias. Lidi, no te desconcentres..

—S-sí.

Por supuesto, era consciente de que una sola persona lanzaba cuchillos. Asentí con rostro firme tras confirmar que yo también percibía su existencia.

Mientras buscaba de forma frenética por todas partes con una sensación de tensión, dos hombres salieron delante de nosotros. Todo su cuerpo está cubierto de ropas oscuras. No parecen ser usuarios de cuchillos. Seguro ambos son magos. Uno de ellos lleva un jarrón bajo el brazo, y el otro murmura algo detrás de él. Una gran formación mágica flota con debilidad sobre su cabeza. Al ver eso, la complexión de Freed cambió de repente.

—¿Freed?

—Eso es malo… Pretenden usar un arte de la llama en medio de la ciudad. Además, es un arte mágico con un área de efecto demasiado amplia… Supongo que las otras personas han estado ganando tiempo para que él complete el arte mágico.

Tal vez habiendo comprendido la fórmula de la formación mágica flotante, Freed chasqueó la lengua, pareciendo nervioso. Mi mirada se alternó entre Freed y el hombre que hacía flotar la formación mágica.

—¿No has dicho que las artes mágicas son inutilizables…?

—Hay otra persona que sostiene el jarrón. Es eso. Ese jarrón está tomando el poder mágico desde la dirección de su boca. No afecta al mago que está detrás de él. Tal vez ha estado apuntando hacia aquí todo este tiempo desde la distancia.

—¿Por qué han aparecido?

—Quieren matarme. Cuanto más cerca está, más fuerte es el efecto de la herramienta mágica, y es más fácil corregir su dirección en caso de emergencia. Si está frente al mago así, no hay posibilidad de que por accidente absorba su poder mágica.

Sólo con escuchar que era un arte mágico de fuego, percibí el peligro.

—¿Qué harás, Freed?

Cuando le pregunté cómo se enfrentaría a ese arte mágico, la expresión de Freed se nubló un poco. Por instinto, supe que el método que pensaba utilizar no sería muy bueno.

—¿Freed?

—No quiero hacerlo… Pero esa forma mágica es un arte mágico de fuego de alto rango que convertirá el área dentro de cien metros en un mar de fuego. Evitarlo o repelerlo significará dañar a los ciudadanos de los alrededores. Para que el efecto no se extienda así, suprimiré el arte mágico. Después, antes de que se invoque el siguiente arte mágico, los derribaré. Me pregunto si eso funcionará…

—¿Cómo diablos lo suprimirás…?

Cuando le pregunté con una desagradable premonición, Freed permaneció en silencio. Sentí que respondía a todo.

—¿Freed? Cuéntame.

—Lidi, aléjate de mí… En la medida de lo posible… Está bien. Tengo una aptitud bastante alta para las artes mágicas de fuego. Incluso si por casualidad lo estropeo, no moriré.

No dijo de frente lo que haría. Sin embargo, de alguna manera percibí lo que estaba tratando de hacer. Lo entendí. En última instancia, lo que estaba diciendo era que recibiría el arte mágico solo a propósito, para que no se extienda y dañe los alrededores. Por reflejo, grité.

—¡No puedes!

—Lo siento. Pero es la única manera. No puedo usar magia o artes mágicas. La formación mágica de allí está casi completa, no hay tiempo para detenerla. Si se detiene mal, hay riesgo de descarga espontánea. Y hay casas de ciudadanos alrededor. No puedo dejar que sufran un daño innecesario… También es mi deber como miembro de la realeza.

Abrí los ojos de par en par cuando Freed lo declaró. No había ni una pizca de duda en sus ojos. No importaba lo que diga, será inútil, lo entendí por el fuerte destello de determinación en ellos.

—Lidi, retrocede.

Guarde silencio.

—Te lo ruego. No me gustaría que Lidi saliera herida.

Ante esas palabras que no permitían ninguna negativa, como abrumada, retrocedí varios pasos. Al confirmarlo, sin más, se giró hacia el mago. Su espalda transmitía su determinación. Sólo podía mirarla sin decir nada. Cuando dijo que era su deber real, no tuve más remedio que retroceder. Es frustrante que no haya nada que pueda hacer. ¿Hay algo, cualquier cosa, que pueda hacer por él…? Desde el principio no podía usar magia o artes mágicas. Tampoco he tocado nunca una espada. Si estoy a su lado, sólo seré un estorbo. Eso lo sé. Pero, detesto que sólo me protejan. Aunque esté luchando, aunque sepa que saldrá herido, odio no poder hacer nada más que mirar su espalda. También quiero ayudarlo.

—Ah…

Vi al mago frente a mí disparar el arte mágico completado. Una gran bola de fuego salió de la formación mágica teñida de carmesí intenso. Freed dio un paso adelante en respuesta. No había vacilación ni agitación en su figura, para detener el arte de la llama solo, preparó en silencio la parte plana de su espalda. Su figura se destacó frente a las llamas ardientes. Vi al mago que disparó el arte hacer una mueca de desprecio.

—Freed…

Apreté mis puños. No, no, no… Sólo esa palabra daba vueltas en mi cabeza.

Estaba tratando de recibir ese arte mágico solo. No había manera de que salga ileso. No importaba cuán fuerte sea, ni cuanta habilidad poseyera, no había forma de que la herida que reciba sea leve. No podía dejar que eso ocurriera. ¿Cómo puedo ayudarlo? ¿Cómo puedo reducir su carga? Incapaz de escapar, ejercité de manera frenética mi cerebro, cuando de repente las palabras de la señora Delris cruzaron mi mente como una revelación.

—Eso es…

Por fin, recordé. Lo que puedo hacer. Lo que solo yo puedo hacer.

—Neutralización… mágica.

Eso es. ¿No lo había dicho la señora Delris? Tengo un poder para neutralizar el poder mágico. Por eso no puedo usar bien la magia. Ahora que por fin recordé la magia que había olvidado por descuido durante mucho tiempo, pensé en usarla. Ya que puedo neutralizar el poder mágico, pensando en ello debería ser capaz de extinguir las llamas. Valía la pena intentarlo. ¿Cómo explicó el método de invocación de la magia de neutralización…? Ella dijo que había “toque” e “intención”.

Recordando eso asentí con la cabeza. Era la primera vez que lo activaré con propia intención, pero no había tiempo para vacilar. En la práctica lo invocaba por Caín, además creo en la señorita Delris. Si ella decía que podía invocarlo así, podía hacerlo. Entonces no había nada de qué preocuparse. No era necesario ni el encantamiento ni la construcción de una formación mágica. Puedo invocarlo sólo con mi determinación. Puedo proteger a Freed.

—¿Lidi?

De espaldas a él, me puse delante de Freed, que estaba a punto de recibir el arte mágico. Ante mis ojos había una gran masa de llamas hecha con artes mágicas. Sentí su calor, pero mientras se dirigía hacia aquí, fijé mis ojos en él sin apartar la mirada. Que miedo, no diré eso pase lo que pase. No considero el fracaso. No tengo ninguna razón para quedarme quieta si puedo salvarnos a los dos con esta acción. Cuando de repente me puse delante de él, resonó el grito desgarrador de Freed.

—¡¿Qué estás haciendo?! ¡¡Te he dicho que te apartes!!

Volví a mirar a Freed, que me agarró del hombro e intentó apartarme de un empujón, y mirándole a los ojos, dije.

—Te lo explicaré más tarde. Por eso, confía en mí ahora.

—¡Lidi! ¿Qué estás haciendo?

Ya no había tiempo. Se lo explicaré a Freed más tarde. Con todas mis fuerzas me sacudí la mano que Freed intentaba apartarme, y empujé mi mano hacia la enorme bola de fuego que se acercaba a mis ojos. El calor abrasador se acercaba. Estuve a punto de retroceder ante las llamas por instinto, pero me animé. Escapar estaba fuera de toda duda. He decidido hacerlo. Protegeré a Freed. Es por eso que…

—¡Desaparece!

¡Eres innecesario! Grité con tal sentimiento. Al momento siguiente…

Como si respondiera a mis sentimientos, la bola de fuego se dispersó y desapareció.

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