¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 137: Ella y su parecido como dos guisantes en una vaina

Traducido por Lucy

Editado por Nemoné


Silencio. La zona quedó sumergida en un silencio abrumador.

No teníamos ni idea de lo que había pasado. Con eso escrito en sus rostros, los magos se quedaron observando estupefactos. No podía ver su cara ya que estaba detrás de mí, pero tal vez Freed también esté sorprendido. Supongo que es natural. Porque, aunque fui yo quien intentó hacerlo, soy la más sorprendida.

Resultó demasiado bien… A pesar de que soy una inútil en la práctica de la magia regular, logré la magia de neutralización en el primer intento. Ahora que lo pensaba, de manera inconsciente sobre Caín. Mientras nadie se movía del susto, grité de forma brusca su nombre. Ahora era su oportunidad.

—¡Freed!

—¡Sí!

Al pronunciar su nombre, se recuperó en un instante y corrió junto a mí con la espada en la mano. En un abrir y cerrar de ojos alcanzó a los magos, y al momento siguiente cortó a ambos. Tras confirmarlo, dejó escapar un suspiro. Después de todo parecía que estaba muy tenso. Rompió el jarrón con el mango de su espada, y cuando volvió a estar tranquilo, le pregunté:

—¿Y el usuario del cuchillo…?

Freed negó con la cabeza. Limpió la sangre de su espada y la envainó. El sonido metálico que reverberó al hacerlo se sintió muy mal.

—Cuando inspeccioné el lugar, la presencia ya se había ido, debe haber huido. Sólo nosotros nos movemos aquí ahora.

—Ya veo… ¿Se acabó?

—Sí… ¿Estás bien, Lidi?

Al decir que se acabó, las fuerzas abandonaron mi cuerpo. A toda prisa, Freed me atrapó, que perdió la fuerza en sus brazos.

—Ja, ja… La fuerza dejó mi cuerpo.

Freed me abrazó con fuerza y se rió con cara de pena.

—Me alegro de que estés a salvo…

—¿Freed?

La voz de Freed temblaba, su segundo brazo también me abrazó.

—De repente te presentaste ante mí… Qué miedo tenía en ese momento. Nunca había experimentado tanto miedo, ni siquiera estando en primera línea de guerra. Pensando que podría perder a Lidi, sentí que mi corazón se detendría…

Al oír el sonido de la pena, agaché la cabeza.

—Lo siento…

—Nunca más hagas eso. No importa cuántas vidas tengas, no es suficiente… ¿Estás ilesa?

—Sí, estoy bien.

—Me alegro…

El aliento de alivio que dejó escapar junto a esas palabras hablaba de lo mucho que temía perderme. Aun así, en ese momento no tenía otra opción. No quería verlo herido de todos modos. Cuando me aferré a él con mis sentimientos a flor de piel, me levantó sin más. Sostenida en sus brazos, en el llamado “acarreo de princesa”, me puse nerviosa. Lo hacía en su habitación a menudo, pero ahora estábamos fuera. Como era de esperar, era vergonzoso.

—¿F-Freed? Bájame.

—No. En primer lugar, no puedes estar de pie, ¿verdad? Sé obediente.

—Ugh.

Me quedé sin palabras al adivinar que no sólo me abandonaba la fuerza, sino que incluso me flaqueaban las rodillas. No servía de nada ponerse en plan valiente. Con resignación rodeé su cuello con mis brazos. Freed sonriendo como si dijera que lo había hecho bien, se veía demasiado feliz. Estando a esta corta distancia, me apetecía mucho observarlo fascinado hasta la saciedad, pero comprobar cómo estaba era prioritario.

—¿Freed, y tú? ¿Alguna… herida?

Cuando le toqué la mejilla, la frente y demás, Freed se rió avergonzado.

—Ninguna. Porque Lidi me protegió… De verdad, fue nada menos que una imprudencia. No esperaba en absoluto que utilizara la magia de neutralización allí.

Después de todo lo que sabía, lo pensé al expresar su sorpresa. Era una magia rara que no era muy conocida, pero si es él no es extraño que la conozca. Me sentí aliviada de haberme ahorrado la molestia de explicarlo. Siendo sincera, me costaría explicar algo que no entiendo bien.

—Porque pensé que Freed saldría herido si no lo hacía…

—¿Te pusiste delante de las llamas y diste lo mejor de ti sólo por eso? ¿Por mi bien?

—Sí.

Cuando asentí de que era así, diciendo que estaba derrotado miró al cielo.

—Es mi completa derrota…

—¿Qué?

—Nada. Sólo pensé que me había enamorado de Lidi de nuevo. ¿Y? ¿Puedes hablarme de esa magia de neutralización?

Mis ojos se desviaron mientras Freed decía con suavidad una cosa espantosa.

—Sí, hasta donde yo entiendo.

Si se había llegado a esto, no voy a mantener nada en secreto. Ya que había sido expuesta, lo más rápido será explicarlo de manera adecuada. Además, no creo que las cosas se vuelvan raras si se lo cuento a Freed.

—¿Puedo contárselo a Alex, Will o Glenn?

—Creo que está bien que lo hables con las personas que quieras… Pero si es posible, por favor, no menciones a la señorita Delris.

—¿Delris? ¿La bruja?

—Sí. Ella es la que me aconsejó que era mejor mantener la magia de neutralización en secreto.

Cuando le dije eso, después de reflexionar un rato, Freed asintió.

—Bien. También me lo advirtió la bruja. Incluso mi padre guarda silencio sobre el encuentro con una bruja. Desde el principio son seres así, la pasaré por alto con habilidad. Solo que la bruja también lo dijo, pero como mi padre es amigo de la Bruja Conectadora, podría sospechar algo. Suponiendo que pregunte, ¿podría decírselo en ese momento?

—Sí, está bien. Gracias.

No quiero difundir el asunto de la señora Delris a mi antojo, así que me alivió escuchar eso. Está bien hacer una excepción con el Rey. Parece que tiene relaciones amistosas con una bruja para empezar. En cuanto al punto principal que me concierne… lo que sea. Siento que he olvidado por descuido la magia de neutralización hasta ahora. La señorita Delris aconsejó que era mejor no revelarlo a los demás, pero esto era una fuerza mayor. No había ningún problema en particular si lo sabían las personas con las que me relaciono.

—Escucharé sin prisa los detalles sobre la magia de neutralización después de que regresemos. En cualquier caso, volvamos al castillo ahora… Mira, los guardias vinieron corriendo.

Cuando seguí su mirada, vi a varios soldados con uniformes de guardia corriendo hacia aquí.

—¡Su Alteza! ¡Princesa Consorte! ¿Están ustedes a salvo?

Debe ser el capitán de los guardias el que levantó una voz impaciente. Es el único que llevaba una gorra de otro color, y estaba corriendo al frente de la unidad.

—Incluso si tomamos los pasajes que sólo los lugareños conocen, son demasiado lentos…

—¿No dijiste que hoy no habría seguridad a tiempo completo?

Mientras fruncía las cejas, pregunté si no se podía evitar. Pero, Freed no tenía intención de ir a lo fácil con ellos.

—Aun así, el sistema de seguridad debería haberse puesto en marcha. Tendré que interrogarlos más tarde.

Mientras se quejaba de que las cosas habrían sido diferentes si hubieran llegado un poco antes, le informé de lo que tal vez era el caso.

—Tal vez, no podían venir aunque quisieran. La señora Delris debe haber confundido a los guardias. ¿No es por eso que tardaron en encontrarnos?

He oído antes que ella hacía cosas como esa. Esta vez solo salió convenientemente mal. Solo puedo decir que el momento fue malo. Antes de que los guardias nos encontraran, el otro lado nos encontró primero.

—Es por eso que Alex dijo que a menudo perdió de vista a Lidi en la ciudad…

—Mantenlo en secreto para mi hermano mayor, ¿de acuerdo?

—Lo sé. Lo he prometido. No hablaré de la bruja.

Cuando dijo que entendía la razón, así que estaba bien, esperamos la llegada de los guardias. A pesar de que la noche se estaba haciendo tardar, no importaba como se mirara, se podían discernir los cadáveres dispersos. Al ver los rastros de la feroz batalla que había tenido lugar, el semblante del capitán cambió. Todos los miembros de la guardia se arrodillaron e inclinaron la cabeza.

—¡Me disculpo! Llegamos tarde. No tenemos ninguna excusa…

—Te escucharé más tarde. Quiero llevarla a casa lo antes posible. ¿Está bien dejarle este lugar a usted?

—¡Sí! Eso es lo que hay que hacer.

—Un asesino con cuchillo escapó. Puede que sea inútil, pero organiza un grupo de búsqueda por si acaso. No te olvides de enviar a algunos miembros de la División de Magos y haz que busquen rastros de artes mágicas.

—¡Entendido!

Mientras estaba en los brazos de Freed, escuché de manera distraída el intercambio entre él y el guardia. Me pregunto si el cansancio me invadió, ya que me asaltó con brusquedad la somnolencia. Mientras me adormecía, Freed me dijo de manera tierna que estaba bien dormir.

—Sí…

Aceptando su oferta, me entregué a los cómodos brazos de Morfeo y bajé los párpados. Pero, cuando estaba a punto de cerrar los ojos, vi algo en el borde de la visión. Muy molesto, levanté con lentitud los párpados.

—¿Nn…?

Desplacé sólo mis ojos hacia el lugar que me llamaba la atención. En un lugar un poco alejado. En un discreto rincón a la sombra de las casas se encontraba la figura de un joven.

—Eh…

Incapaz de creer lo que había visto, me levanté dentro de los brazos de Freed. Mi somnolencia ya había desaparecido. Freed puso cara de perplejidad cuando me reanimé de la somnolencia.

—¿Lidi?

No tenía margen de maniobra para responder. Miré a esa figura. Un hombre alto y delgado con el pelo negro. Quizá lleve gafas. No podía ver su cara desde aquí. Sin embargo, es parecido, de manera aterradora, a él.

Sólo por un instante, sentí que él miró hacía aquí y nuestros ojos se encontraron. Sin prestarme atención a mí, que tenía el aliento cortado, se apartó con facilidad. Cuando volví en mí, no había nadie.

—¿Lidi? ¿Qué pasa, Lidi?

—Es… nada.

Aturdida, sacudí la cabeza ante las palabras de Freed. ¿Qué era eso de ahora? ¿Me habían engañado mis ojos? No, era demasiado para que mis ojos me engañen… Pero, pero eso no puede ser. No puede ser él. No puede ser eso.

Porque él es…

—¿Lidi? ¿Algo te parece extraño?

A la tercera pregunta de Freed, esta vez respondí.

—Solo me sorprendió ver a alguien que se parecía un poco a mi conocido…

Así es. No podía ser él. No pude ver bien su cara, así que podría ser una impresión equivocada. El parecido accidental es una historia común. Pensando en ello con cuidado, tuve la sensación de que era un poco mayor que él. Es una persona diferente, no hay que equivocarse… Concluí un poco forzada, aún así respiré aliviada.

—Ya veo, entonces está bien.

Tal vez porque no era una mentira, no investigó más. Por fin, dejando a los guardias en el lugar, se había decidido que Freed y yo regresemos al castillo…

Después de haber recibido varias impresiones de sorpresa, en cuanto volví a la habitación, parece que me dio fiebre y me desmayé. Me sorprendió saber que, cuando me desperté, era en realidad la mañana de tres días después.


Lucy
Como odio cuando las novelas se quieren hacer las interesantes diciendo que había alguien ahí pero no diciendo el nombre, osea, si es interesante, me voy a sorprender aunque me lo digas xd. Pero bueno.

Una respuesta en “¡No quiero ser Princesa! – Capítulo 137: Ella y su parecido como dos guisantes en una vaina”

  1. Pelo negro con gafas, no será el estratega exnovio de lidi de la anterior vida? Pero a el ya lo revelaron porque tanto misterio a menos que sea el tercer principe del reino militar que quiso llevarse a lidi por la fuerza, que estaba disfrazado, o el sacerdote ass esi no que tiene rivalidad con la sombra de lidi

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