Prevenir un Harem – Capítulo 40: El príncipe frío y su esposa tsundere

Traducido por Akirie

Editado por Sakuya


Los soldados entraron al campamento y detuvieron a todos por separado. Ye Zhizhou fue «muy afortunado» de disfrutar una prisión privada. Miró alrededor de la discreta carpa ubicada en la esquina del campamento. Su mirada se movió de la resina ardiente a la alfombra en el suelo, luego aterrizó en el tazón de fideos y el plato de frutas cortadas en la pequeña mesa.

Se inclinó para tocarlos. Muy bien, los fideos aún están calientes.

Se sentó directamente, recogió los palillos y comió los fideos.

— ¿No tienes miedo de que estén envenenados?

Rodó los ojos, no estaba de humor para mirar a la otra persona. —Estoy comiendo lo que me serviste. —De todas maneras no moriré, ¡el sistema de venta de medicamentos de Tongtian es el mejor!

Yan Mingyong se quedó sin palabras. Se acercó al lado de Ye Zhizhou, un poco infeliz. Se sentó y se presionó cerca de él, envolviendo su mano alrededor de su cintura. —Más tarde, no tienes permitido alejarte de mí por más de un día.

Ye Zhizhou cubrió su boca con un pedazo de melón y luego continuó ocupándose de sus fideos. El drama orquestado por el emperador y Yan Mingyong lo molestó toda la noche. Él estaba cansado y hambriento y no tenía la mente para entretener al mocoso con sus excentricidades.

Yan Mingyong mordió el melón, parecía un poco aturdido como si quisiera escupirlo. Sin embargo, al recordar que esta es la primera vez que Le’er le da de comer melón, lo tragó obedientemente. Su cabeza se inclinó al ver a Ye Zhizhou engullendo su comida, sintiéndose un poco angustiado. Sus brazos se apretaron alrededor de él, — ¿No dormiste en toda la noche? ¿O comiste cualquier cosa?

Ye Zhizhou solo lo miró cuando estaba limpiando su boca después de haber comido hasta el último bocado de fideos y sopa. Hizo una mueca, —Debiste haber actuado deliberadamente ayer, enojandome, así que volveré a casa. ¿Qué es esta obra que estás actuando con el emperador? ¿Qué pasa con los otros príncipes?

—Mis hermanos mayores, el tercer y quinto príncipe están atrapando a los espías plantados por mi séptimo hermano en la capital, mientras que el primer y segundo príncipe están limpiando el ejército privado del séptimo hermano. Las tropas traídas por Lord Lei ahora están bajo la administración de Lei Baofei, después de esta noche, todas las fuerzas del séptimo hermano serán limpiadas. Seremos capaces de casarnos y vivir nuestras vidas. —La tez rosada de Yan Mingyong en la que había dedicado tanto esfuerzo para cultivar, volvió a tener un color pálido, el cansancio apareció en su rostro. —Después de esto, la lucha por ese puesto ya no tendrá nada que ver con nosotros. No importa quién llegue al poder al final, la casa de Zhen Guo permanecerá como está ahora. Le’er, puedes descansar tranquilamente.

Ye Zhizhou observó las sombras oscuras bajo sus ojos, y en un instante toda la furia dentro de él se disipó. Suspiró mientras abrazaba de lado a Yan Mingyong y acariciaba su largo cabello. —Porque aún eres tan joven, creí que podrías crecer lentamente conmigo a tu lado… —Al final, él todavía recibió el cuidado y cariño de su amante… se sentía tan inútil.

—Ya he crecido. —Yan Mingyong sonrió porque finalmente logró que Ye Zhizhou le prestara atención. Se acercó íntimamente al pecho del otro y se encorvó en su abrazo. —Le’er, eres tan bueno. Eres mío, solo mío. ¿Cómo puedes ser tan bueno? Me gustas mucho.

Ye Zhizhou no pudo evitar sonreír al ver a su amante comportarse así. Acomodó gentilmente su cabello y palmeó su espalda. —Muy bien, vamos a dormir por ahora, estoy a tu lado.

Entre sus brazos, Yan Mingyong asintió hacia su pecho y felizmente cerró los ojos, durmiendo rápidamente.

♦ ♦ ♦

En una villa fuera de la capital, abrió de una patada la puerta de la prisión y comandó a los soldados de élite. Él ordenó, —Cuenten cuántas personas están encerradas y confirmen sus identidades, uno por uno, registren sus nombres y llévenlos al ministro de justicia.

Todos los soldados respondieron “sí” al unísono y revisaron las celdas una por una.

El hombre detenido en la parte más profunda de la prisión se movió repentinamente, rápidamente se arrojó al frente de la celda y gritó, — ¿Eres el hermano Lei? ¡Hermano Lei! ¡Soy yo, An Chengjie! ¡El séptimo príncipe me encerró aquí y me ha torturado por mucho tiempo! ¡Por favor, libérame! ¡Hermano Lei, sálvame!

¿An Chengjie? Lei Baofei estaba aturdido, pero aun así se acercó. Se agachó y examinó al desaliñado hombre dentro de la celda de la prisión, y preguntó sorprendido, — ¿Por qué estás aquí? ¿Acaso no le pedí a alguien que te enviara al noroeste?

Las manos maltratadas de An Chengjie sostuvieron fuertemente la puerta de madera. Presionó su rostro contra la abertura. Su expresión estaba distorsionada por la emoción, —Hermano Lei, ¡el séptimo príncipe no puede morir pacíficamente! ¡Quiero que sufra!

Lei Baofei inconscientemente se retiró, y sus cejas se fruncieron profundamente al ver los ojos enloquecidos del otro hombre.

[La probabilidad de que Lei Baofei se enamore del protagonista ha caído al 0%. Felicitaciones al anfitrión por remover la segunda bandera, por favor mantenga sus esfuerzos persistentes.]

Ye Zhizhou hizo una pausa mientras se vestía. Su cabeza se inclinó para mirar a Yan Mingyong, quien lo observaba desde las mantas, y preguntó, — ¿Dijiste que Lei Baofei se está haciendo cargo de las tropas de Lei Shihong ahora? ¿Qué van a hacer?

—Se están deshaciendo de los artesanos que hicieron esas bombas para el séptimo príncipe. —Yan Mingyong le respondió obedientemente. Se movió un poco más cerca y rodeó su cintura, su tono comenzó a descender. — ¿Le’er, te gusta mucho Lei Baofei? ¿Por qué estás tan interesado en él?

¡¿Cómo podría recuperarse solo un poco antes de recaer?! Ye Zhizhou le dio un manotazo en la cabeza y abrió sus manos, luego le advirtió seriamente, — ¡Ponte celoso al azar otra vez y me aseguraré de que te mantengas virgen toda tu vida!

Yan Mingyong estaba acostado boca abajo sobre la manta, cuando lo escuchó se puso rígido, después, se sentó con una expresión realmente aterrada, volviéndose bien educado.

—Quiero casarme. —Solo después de casarse podrían tener su noche de bodas.

Ye Zhizhou se acercó a su oído, y rechinó los dientes con tristeza, — ¿De qué estás hablando?

Yan Mingyong se giró y le mostró la espalda, revelando una rara muestra de su infantilismo adolescente.

Justo después de la hora Wu[1], los príncipes que habían recibido órdenes de limpiar las fuerzas del séptimo príncipe regresaron al campamento y un cuarto de hora después, Lei Baofei llegó con planos y cartas para mostrárselos a todos. Yan Mingyong salió de la tienda, y revisó las cosas traídas antes de encender una bengala.

Yan Mingli estaba obligando al emperador a escribir un decreto que lo nombrara príncipe heredero en la tienda principal cuando la bengala lo alarmó.

Cuando salió para revisar, Lei Shihong lo atacó por detrás, y rápidamente lo ató y lo arrojó frente al emperador.

—Ustedes… todos ustedes. —Yan Mingli se sorprendió al ver a Lei Shihong de pie detrás del emperador una vez más y al emperador de Yan, quien ahora había recuperado su realeza habitual. Su expresión se distorsionó, — ¡Ustedes colaboraron para engañarme! ¡Lei Shihong, traidor!

— ¡Hijo desleal, guarda silencio! —El emperador de Yan lo pateó despiadadamente en el pecho, sin encubrir su odio y enojo, — ¡Bastardo cruel e inmoral [2]! Realmente pensaste en matar a todos tus hermanos y tomar el trono por la fuerza. ¡Cómo puede ser tan vicioso mi propio hijo! Guardias, agarren a esta bestia. ¡Pónganlo en la prisión real, fijen una fecha y córtenle la cabeza!

Yan Mingli cayó al suelo con un amortiguado gemido de dolor. Luchó salvajemente después de escuchar esas palabras, — ¡No! ¡No puedes! ¡No te queda ningún otro hijo! ¡El cuarto y el sexto no se curarán de sus heridas; tarde o temprano morirán! ¡No puedes matarme!

— ¿Quién dijo que solo me quedas tú? —El emperador de Yan sonrió sombríamente. —Ten la seguridad de que todos mis hijos vivirán bien, excepto tú. —Agitó su mano hacia los soldados que entraban, no quería mirar a la persona en el suelo por más tiempo.

Yan Mingli fue arrastrado mientras gruñía. El emperador de Yan cerró los ojos, la máscara fría y dura que tenía, se desmoronó, revelando una cara con un rastro de fatiga, —Mi súbdito Lei, ¿he hecho algo mal?

Lei Shihong se mantuvo en silencio. No se atrevía a opinar sobre los asuntos de la familia imperial.

La farsa llevada a cabo en la cacería de otoño, terminó. El séptimo príncipe y sus subordinados fueron eliminados tan rápido que los ministros no pudieron reaccionar apropiadamente. El malestar de la corte se calmó gradualmente y el gran pastel dejado por el séptimo se repartió entre los otros príncipes, quienes inmediatamente siguieron peleando.

Un mes después, el séptimo príncipe fue ejecutado y la última bandera fue retirada.

El invierno de ese mismo año, cuando la frontera pidió apoyo, Lei Baofei se ofreció para liderar el ejército y enfrentarse al enemigo. An Chengsheng abandonó su carrera académica y se unió al ejército a pesar de la objeción del primer príncipe, y gradualmente salió de su círculo interno.

Yan Mingyong alcanzó la edad de catorce años cuando se acercaban al año nuevo. El emperador Yan le otorgó el título de Rey Xiaoyao[3] en su cumpleaños y también aprobó su matrimonio con el segundo hijo del duque Zhen Guo, An Chengle. La familia Zhen Guo debatió mucho sobre la fecha del matrimonio, pero terminaron fijándola en el invierno de cuatro años después, exactamente cuando Yan Mingyong cumpliera los dieciocho años.

Los funcionarios de la corte parecían perplejos, todos los príncipes estaban desconcertados y Yan Mingyong, quien escuchó la palabra «matrimonio», rompió la copa que sostenía. Ye Zhizhou felizmente sonrió hasta que se entrecerraron las esquinas de sus ojos.

Al día siguiente, después de que se emitió el decreto matrimonial, Ye Zhizhou regresó a la residencia de Zhen Guo porque «la futura pareja no puede verse antes de la boda». Sin embargo, se unió al ejército y se fue a la frontera junto a las tropas de reserva. Yan Mingyong quien lo persiguió para traer a su esposa de vuelta regresó con las manos vacías, además, fue recibido por los fríos ojos de su futura suegra, por lo que se sintió muy malhumorado.

La lucha en la frontera continuó durante tres años y Yan Mingyong corrió alrededor de la frontera durante todos esos tres años.

En esos tres años, Ye Zhizhou fue como una locha[4] deslizándose entre sus manos sin dejar rastro. No podía atraparlo, y mucho menos tocarlo, ¡echarle un vistazo era un gran lujo!

Después de llegar a la frontera, Ye Zhizhou se unió de inmediato a la logística y se le encomendó la tarea de establecer a los heridos en una ciudad vecina. Cuando Yan Mingyong llegó a la ciudad, Ye Zhizhou había ido a las llanuras centrales para comprar medicamentos, y una vez que llegó a las llanuras, Ye Zhizhou ya había regresado a la ciudad. Luego simplemente esperó en la frontera, pero al final, incluso después de alejarse olas tras oleadas de ataques enemigos, nunca vio la sombra de Ye Zhizhou, y en el momento en que se fue, Ye Zhizhou volvió corriendo ansiosamente a la frontera.

Yan Mingyong sospechaba que alguien de su lado filtraba su paradero a Ye Zhizhou, después de investigar de arriba a abajo, al final hizo un movimiento por su cuenta, sin embargo, Ye Zhizhou fue capaz de evadirlo completamente. Él ni siquiera pudo tocar un solo cabello de la cabeza de su querido.

Así que, el hombre anteriormente llamado octavo príncipe, y actualmente conocido como el Rey Xiaoyao finalmente se rindió en atrapar a una persona. Volvió seriamente a la capital y comenzó a ganar una buena opinión de sus suegros, también envió un regalo tras otro a la frontera.

Pasó un año más. El descontento y malhumorado Yan Mingyong del pasado, había dejado de ser un mocoso y había madurado lentamente hasta convertirse en un joven bellamente construido… Eh, no, no, en un hermoso hombre joven de ocho chi [5]. Mientras más lejos estaba Ye ZHizhou, menos palabras decía Yan Mingyong. Más tarde, el emperador lo había visitado, sin embargo, Yan Mingyong miró su libro todo el tiempo y ninguna palabra salió de su boca. El emperador Yan lo maldijo, diciendo que era un hijo no filial.

Los príncipes restantes continuaron peleando en secreto. No obstante, tenían un acuerdo tácito de dejar a Yan Mingyong fuera de eso. Este hombre, quien amaba a un hombre más que a un país entero y tenía el control de un extraño ejército de soldados privados, no se atrevían a provocarlo, y no tenían necesidad de comenzar una pelea con él. Lo más importante para ellos era aprovechar al máximo la situación actual y mejorar sus propias fuerzas.

Las personas de la capital estaban muy interesadas en la historia de amor del rey Xiaoyao. Año tras año los rumores se extendían, e incluso estaban más preocupados por el día en el que el segundo hijo del duque Zhen Guo volvería, que por el mismo rey.

♦ ♦ ♦

Con la llegada del año nuevo, Ye Zhizhou, quien se había divertido lo suficiente estando fuera, finalmente regresó a la ciudad capital. Se detuvo en un pueblo a pocos kilómetros de la puerta de la ciudad, observando a un mendigo acurrucado al costado del camino con una expresión algo complicada.

La noche de la rebelión del séptimo príncipe, An Chengjie fue capturado por Lei Baofei, pero se las había arreglado para escaparse en medio del caos. Ye Zhizhou siempre lo había estado buscando, sin embargo, no había esperado encontrarse con él a las afueras de la capital.

—Solo yo puedo transmigrar… solo yo, solo yo… —Un mendigo de edad desconocida murmuraba para sí mismo, sus ojos estaban desenfocados mientras que sus manos llenas de cicatrices rascaban el piso sin rumbo fijo. Sus uñas eran moradas y se veía muy extraño.

Ye Zhizhou suspiró. Bajó del caballo y se acercó al mendigo, pero no tenía idea de qué debería hacer con el hombre. En esos pocos años se había cuestionado si fue demasiado excesivo en bloquear el camino del protagonista. SI le hubiera dejado un margen para subir, ¿el protagonista no se habría vuelto un loco incendiario que plantaba bombas?

Desafortunadamente, todos esas eran especulaciones, qué pasaría si, lo que debería o no debería haber hecho ya había sucedido. Anteriormente, tuvo curiosidad por saber si la otra persona lo había reconocido como un transmigrador y acerca de esa explosión cerca de Chuan Yue… más tarde se había enterado que Yan Mingyong había manipulado los rumores para hacerle creer a An Chengjie que el dueño de Chuan Yue había muerto en la explosión, para que su atención se alejara de An Chengle.

El mendigo que estaba recostado en el suelo finalmente notó al hombre parado frente a él. Ladeó un poco la cabeza y lo miró… antes de arrastrarse y acurrucarse con miedo. Él roncamente gritó, — ¡Fantasma! ¡Es un fantasma! ¡No me persigas, no quise matarte! ¡No quise matarte! ¡Vete… Vete!

Ye Zhizhou se detuvo y dudó, luego, metió la píldora antídoto de Tongtian en una bolsa de raciones que llevaba y la dejó frente a An Chengjie. Escuchó que el séptimo príncipe había envenenado a An Chengjie en el pasado. Al mirar su apariencia actual, el veneno en él aún no debe haber sido eliminado… Esperaba que este antídoto no fuera demasiado tarde.

Ye Zhizhou volvió a mirar al hombre que se atiborraba de las raciones mientras montaba su caballo. Pensando en su propio estado, azotó su caballo y se alejó de An Chengjie.


[1] 11 am ~ 1 pm, la hora del caballo.

[2] Originalmente dice: corazón de lobo y pulmones de perro.

[3] Xiaoyan: ‘libre y sin restricciones.

[4] Pez de agua dulce de hasta 30 cm de longitud.

[5] Un chi es aproximadamente 0.3 metros, varía según la dinastía.

Akirie
Por alguna extraña razón este capítulo me hizo sentir triste. Pd. Lo traduje mientras estudiaba para mi examen final de inglés, así que ¡disfruten!

4 respuestas a “Prevenir un Harem – Capítulo 40: El príncipe frío y su esposa tsundere”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido