Problemática hija del Duque – Capítulo 10: Hablemos de mis recuerdos recuperados (3)

Traducido por Kiara

Editado por Sakuya

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—Lo siento mucho, Francesca-sama. El marfil negro que se ordenó desde el este, de nuevo, parece que fue transportado a otro país.

— ¿Sabes a qué país fue transportado?

—Como el error en la entrega fue causado por la falta de comunicación, es bastante complicado descubrir en dónde podría estar.

Era el décimo otoño de Francesca di Rosenthal. En los últimos dos años desde que recuperó sus recuerdos, ahora estaba completamente preparada en conocimientos de medicina y farmacología. Estaba comenzando a desarrollar la poción para curar la muerte por mancha negra. Según el conocimiento que tenía del juego, Marianne lo contraería durante el próximo invierno. Afortunadamente tenía el bosquejo de la receta de la poción para estudiarla, aún había tiempo de sobra. Debería haber más que suficiente.

O eso pensó.

—Es serio, Francesca-sama. Por favor, no te enojes.

— ¿Malas noticias?

—Ha habido un gran incendio en el jardín de hierbas medicinales de la ciudad real. Es posible que la investigación no pueda continuar a este ritmo.

Cuando Francesca comenzó a trabajar en la poción, como si el destino hubiera desnudado sus colmillos, habían surgido varios problemas. Si ella intentaba obtener materiales raros del extranjero, los piratas atacaban los barcos o serían llevados a otro país por error. Por el contrario, cuando intentaba conseguirlas en su país, cosas peores pasarían, como el jardín medicinal real siendo quemado, ahora también le resultaría difícil, incluso, obtener hierbas comunes. Igualmente, si intentara comprarlas en otro jardín de hierbas, no podría obtenerlas. El suministro de este año fue muy escaso debido al clima frío que llegó antes de tiempo.

—Entonces, la investigación no puede continuar ¿qué podemos hacer ahora?

Francesca estaba preocupada. Sin embargo, una mano amiga vino de un lugar inesperado.

—No hay problema… también hay un jardín de hierbas medicinales en nuestra casa.

El padre de Francesca, Ashley di Rosenthal. Hace dos años, había hecho un jardín de hierbas dentro de las instalaciones de la mansión para su hija. Para cuidar las hierbas, había contratado a un experto. Ashley, él mismo, parecía haber anhelado siempre una huerta casera, secretamente cultivaba tomates o berenjenas en una esquina. Ocasionalmente aparecían en la mesa del comedor y eran bastante buenas.

Al usar las hierbas medicinales en el jardín de su familia, Francesca pudo obtener una mínima cantidad de las hierbas que necesitaba. Mientras solucionó este incidente, otro ocurriría. Francesca recibió un laboratorio ubicado en una esquina de la Academia Real de Medicina, pero se produjo una explosión en la casa de al lado, muchos de los prototipos de pociones y materiales se perdieron. Aunque se mudó a otro compartimiento después del accidente, hubo muchos casos de robo. Ninguna de las hierbas medicinales utilizadas podría ser un producto defectuoso, incluso si pedía más, difícilmente llegarían.

—Francesca di Rosenthal, tienes que venir conmigo.

Ciertamente, incluso los secuestros ocurrirían. El espía de otro país notó el talento de Francesca e intentó arrebatársela.

—Mi hija no es algo que tú puedas tomar. No pienses que puedes salir vivo de este país.

Su padre, Ashley, había llegado justo a tiempo. Los soldados de servicio aprehendieron rápidamente y hábilmente al espía.

Y entonces, Francesca estaba a salvo, pero comenzó a tener dudas.

—Todo iba bien hasta ahora, ¿por qué tan súbitamente…?

Tan pronto como ella comenzó a desarrollar la poción para la muerte por mancha negra, varios problemas ocurrieron uno detrás del otro. ¿Qué significaba esto?

—Parece que el mundo está en mi contra.

Francesca involuntariamente dejó que sus quejas se derramaran, refunfuñando para sí misma.

— ¿Eh?

—Francesca-sama, ¿lo sabías? El mundo tiene un rumbo fijo: una existencia llamada destino.

Había dicho, un joven que se desempeñaba como asistente de Francesca en ese momento. Su nombre era Ludwig Bern. Tenía el pelo morado oscuro y exudaba una atmósfera un tanto misteriosa y tranquila.

—Hay un dicho en mi ciudad natal, no vayas contra el destino. Incluso si lo intentas, siempre se corregirá a sí mismo. Ese es el poder que existe en este mundo. Quizás el desarrollo de la poción no está yendo bien porque no es lo que el destino tiene reservado. Si seguimos investigando, en el futuro, es posible que suceda un desastre peor que un secuestro… ya que es así, ¿por qué no considerar congelar la investigación?

El discurso de Ludwig fue como un profeta sereno tratando de transmitir las palabras de un Dios. Francesca casi asiente ante sus palabras que fueron muy persuasivas en cuanto a la realidad de lo que estaba ocurriendo.

Pero ella no podía permitirse aceptar la idea de Ludwig. Si dejara atrás su investigación, sería lo mismo que abandonar a su madre, Marianne.

—Continuaré con el desarrollo de la poción. Si no me doy por vencida, mis sueños definitivamente se harán realidad. Incluso si es el destino del mundo, puedo cambiarlo si me lo propongo.

—Entiendo.

Ludwig se inclinó con una mirada impresionada en su rostro.

—Entonces yo, Ludwig, ayudaré a Francesca-sama a desafiar el destino. Una vez más, por favor cuide de mí.

—Oh, está bien ¿Hay algo mal? ¿por qué cambiaste opinión tan rápido?

—No hay ninguna razón, solo quiero apoyar a Francesca-sama.

A pesar de que hubo muchos problemas en el camino, Francesca logró curar con éxito la enfermedad de muerte por mancha negra, lo había logrado en el último minuto. Fue terminado durante su onceavo cumpleaños. Era en invierno, y en ese mismo día, su madre, Marianne, contrajo la enfermedad de muerte por mancha negra y fue llevada al Royal Hospital.

— ¡Ludwig! ¡Entrega esto a mi madre! ¡Por favor!

—Entendido.

La enfermedad de muerte por mancha negra progresó rápidamente. El primer día, todo el cuerpo se paraliza, y en el segundo, estaría en estado de coma, y ​​al tercer día perdería la vida. Si la poción no se bebía lo antes posible, podría ser demasiado tarde.

Durante este tiempo, Francesca estaba en el límite de la ciudad real, dentro de un laboratorio prefabricado. El día anterior, una segunda explosión ocurrió en la academia y el laboratorio que ocupaba quedó inutilizable.

Francesca de alguna manera pudo completar una única poción y se la confió a Ludwig. Subió a un caballo y cabalgó hacia la capital real a gran velocidad.

—Ludwig, mantente a salvo. Todavía tenemos tiempo, ¿verdad?

Había suficiente tiempo, aún podían hacerlo, pero Ludwig no pudo hacerlo.

—Lo siento mucho, mi señora, ladrones me atacaron a mitad de camino y robaron la poción…

Tal vez era alguien que apuntaba a los resultados de la investigación de Francesca. Ludwig fue emboscado por hombres enmascarados, después de que lo golpearon, le robaron la cura para la enfermedad.

Francesca inmediatamente comenzó a refinar una segunda poción, cuando se completó, el estado de su madre ya había progresado a un punto irrecuperable. Al igual que el original, Marianne perdió la vida. Fue en la misma fecha que recordaba que sucedería en el juego.

Desafortunadamente, ese no fue el final. Sintiéndose responsable de la muerte de Marianne, Ludwig renunció y desapareció.

Había más. Para empezar, la poción inventada por Francesca fue un fracaso. Aunque podría aliviar los síntomas de la enfermedad, aun así, perderían sus vidas.

¿Es porque la receta de la poción fue diferente que en el juego? Pero ella no pudo encontrar otras recetas. Debería haber sido la cura perfecta.

Todavía había otra causa, al final, tenía que aceptarlo, lo que Ludwig había dicho, sobre el destino. La heroína debía inventar la cura para la muerte por mancha negra. Es por eso que Francesca no pudo completarla por completo.

—Esa es la única posibilidad.

Si el destino está presente. Entonces, absolutamente nada cambiará. Este mundo es tremendamente fuerte.

Y así, Francesca se alejó de todo.

♦ ♦ ♦

El esfuerzo no siempre dará frutos. Hacer lo mejor no garantiza una recompensa.

No importa cuánto luches, el resultado es el mismo.

Por lo tanto, seguramente …—Voy a ser abandonada por León.

Francesca, de quinces años, había murmurado en voz alta. Entonces, Leonhart, que había dormido como si estuviera cubriendo a Francesca, movió su cuerpo con algunos crujidos, y la abrazó con fuerza. Él colocó sus labios cerca de su oreja y susurró con voz baja que la hizo sentir un hormigueo.

—No te abandonaré. No hay razón para abandonarte. Mi linda Francesca.

No tengas expectativas. No sueñes con cosas inútiles. Sin embargo, ¿Por qué mi corazón late tan rápidamente?

—Te amo. Me perteneces. No te entregaré a nadie ¿Lo entiendes?

Las palabras de Leonhart la llenaron de felicidad, Francesca asintió con comprensión. Ella durmió pacíficamente, sintiendo la temperatura de su cuerpo a su lado hasta la mañana.

A la mañana siguiente. Francesca que fue a la escuela se encontró con una escena muy impactante.

—Disculpa, pero yo… perdí el camino… hacia los dormitorios.

En el patio de la escuela. Había una chica con cabello esponjoso y rizado, color caramelo con una expresión preocupada. No recordaba su nombre, pero Francesca sabía quién era. Ella era la heroína del juego.

Pero, es extraño. Todavía no es tiempo de que aparezca la heroína.

—Lo siento, ¿podrías guiarme…?

La heroína estaba hablando con nada menos que Leon. A quien originalmente le corresponde esta escena, esto es el prólogo del juego. La heroína que se perdió en la escuela, sin saber que Leonhart era un príncipe, le pediría indicaciones. Aunque descortés al principio, Leonhart se enamoró de la heroína a primera vista y felizmente la guió.

— ¡Ah!

Francesca sintió que se estaba ahogando… Anoche hice grandes esfuerzos para atarnos, pero, me descartará. No lo quiero. Ese tipo de cosas, no lo quiero.

—Leon.

Sin querer, ella llamó su nombre. Entonces, en ese momento, vio a Leonhart mirar en su dirección. Se volvió hacia la heroína y le habló.

—Lo siento, pero tengo prisa. Hoy te estoy encomendando que acompañes a esta joven dama.

— ¡S-sí!

Leonhart agarró a un alumno que caminaba cerca y lo convirtió en el guía de la heroína. Esto no fue para nada como el acto original. Francesca podía ver bien, su vista es perfecta. Entonces, ¿qué estaba pasando?

—Eh, hm, esto es diferente a la situación original…

Aunque la heroína rápidamente entró en pánico, Leonhart la ignoró y se dirigió hacia Francesca.

—Buenos días, Fran. Lo siento, hablé con una mujer que no eres tú. ¿Me perdonas?

—Eh… um… —ella aún estaba sorprendida ¿Que estaba ocurriendo?

Leonhart levantó la barbilla de Francesca y la besó. No solo eso, él puso su lengua entre sus dientes y empujó, hasta que ella la abrió. La lengua que estaba dentro de su boca de Francesca estaba acariciando cada rincón, explorando, degustando. El dulce placer le generó un calor que la recorrió hacia sus caderas, e involuntariamente se desplomó.

— ¿Qué… qué estás haciendo?

—Es para demostrar nuestro amor. No estoy interesado en nadie más que tú. Quiero que lo entiendas.

Leonhart se rio, es frustrante, pero su refrescante sonrisa me cautivó.