Prometida peligrosa – Capítulo 109

Traducido por Herijo

Editado por YukiroSaori


—Está bien. De todos modos, te hice esperar afuera… Te esperé en vano, así que me ocupé de unos asuntos urgentes antes de regresar.

—¿Ah, sí? No le vi volver.

—Es porque tú entraste por el primer piso, mientras que yo por el  segundo. ¿Crees que solo hay una puerta en este espacioso estudio?

Había unas cuantas puertas más, como dijo, pero Ober no lo creía en absoluto.

No solo alrededor del escritorio de Eckart, sino en todo su estudio, Ober no pudo encontrar ninguna evidencia de su ajetreo. Olió algo raro porque Eckart primero le señaló que había llegado tarde y que Kloud los interrumpió abruptamente.

Ober pensó que Eckart había estado observando descaradamente sus acciones mientras estaba sentado allí en su estudio. Debió haberle dado alguna instrucción al sirviente con antelación, esperando a que Ober regresara en un ataque de ira después de que se le agotara la paciencia. Y entonces, justo en el momento en que se dio la vuelta, Eckart lo llamó a su estudio.

—Entonces, ¿por qué me llamó?

—¿No recuerdas que te dije que pagaría mi deuda de gratitud contigo?

Le preguntó casualmente y tomó una taza de té del escritorio.

—Me angustiaba pensar qué tipo de premio darte. Todo el mundo en la capital sabe que eres muy exigente. Como creciste viendo y poseyendo solo lo mejor, no podría salvar mi reputación si te diera un regalo común y corriente.

Ober lo miró sin responder, sin siquiera dar muestras de que aceptaría con gusto algún regalo del emperador.

—Así que decidí darte lo que solo yo puedo darte.

Eckart no reclamó por su falta de respeto, sino que vació la taza de té y la dejó. El medicamento, que olía a hierba, le llegó a la garganta con la fragancia del té de flores.

—Seguro que has oído hablar del incidente de Roshan. Fue terrible.

Su voz grave le oprimió el corazón. Cuando dejaba de hablar, su ira intensa brillaba como una llama.

—Aunque el cardenal dijo que fue una prueba que Dios me dio para preparar un milagro, soy solo un ser humano. Ni siquiera te imaginas lo doloroso que fue cuando me desgarraron la carne y los huesos.

Ober encontró en sus ojos azules y en su voz grave una maraña de emociones que resultaba difícil describir. Era como un horror terrible, o sus verdaderos sentimientos con un espíritu asesino, haciéndolo cuestionar su carácter.

¿Cuándo empezó el emperador a expresar sus sentimientos de esta manera?

Incluso cuando las reuniones programadas del gabinete se cancelaban sin motivo alguno, o cuando incitaba a los alcaldes provinciales a ignorar sus edictos, Eckart nunca mostraba su enojo. Cuando se dio cuenta de que el reconocimiento de sus debilidades podría ser abusado por sus oponentes, no lloró ni siquiera en los funerales del difunto emperador y emperatriz.

Ober no podía entender en absoluto por qué esa misma persona ahora hablaba amablemente de su derrota y tragedia.

—Muchas personas que quedaron en la capital oraron por el  regreso sano y salvo de su majestad y de la señorita Marianne expresando su preocupación por su seguridad. Lamento no haber podido ayudarles en medio de esa confusión.

—Vaya, eres un excelente ejemplo de un servidor leal. Entiendo por qué el difunto emperador te valoraba, Chester.

Mientras Ober trataba de encontrar excusas plausibles, Eckart se burlaba de él con fingidos halagos. Incluso le dirigió una leve sonrisa.

—Tu madre también me dijo que creía que parecía haber gente involucrada y personas responsables del accidente, pero dijo que era difícil sacar conclusiones claras.

—Creo que probablemente lo dijo porque nunca podría saber la causa exacta del accidente sin una investigación exhaustiva.

—Puedes apostar. Creo que es un asunto complicado y difícil. Entonces, el gran duque, jefe de los Caballeros Eluang, pidió formar un equipo de investigación independiente, pero me negué a su solicitud.

—El gran duque es un hombre íntegro, por lo que hay muchos caballeros que lo siguen. Si alguien forma un equipo de investigación, creo que él sería el candidato perfecto.

—Bueno, pensé que había otro hombre más adecuado para lidiar con este accidente.

Eckart sonrió suavemente mientras bajaba las cejas. Su sonrisa, que a sus fans les habría parecido exultante, a Ober le pareció una burla espantosa.

—¡Investiga en mi nombre lo que pasó en Roshan!

—¡Su Majestad!

Ober mantuvo cara seria, pero Eckart no le dio la oportunidad de responder.

—Quiero que investigues y averigües con claridad si realmente fue un accidente o una rebelión,  para que puedas aliviar la preocupación del imperio y realzar tu honor.

—¿No quería darme un premio…? Es una tarea demasiado honrosa para mí. Creo que puede encontrar un candidato mejor.

—No solo eres un servidor fiel para mí, sino también para Marianne. Entre los heridos en el accidente del Roshan estaba la señora Chester, por lo que serás prudente al tratar con ella. Como eres el más joven e inteligente de los cinco miembros principales del gabinete, puedes comenzar la investigación de inmediato. Como mi difunto padre y emperador valoraba mucho tus talentos, ¿quién puede ser  mejor candidato que tú?

—Además, es una gran tarea descubrir las raíces de la traición, cuyo mérito no se puede comparar con ninguna otra tarea. Es por eso que te voy a dar la oportunidad de obtener el mayor honor y crédito esta vez.

Después de terminar de instruir a Ober, Eckart le hizo una seña a Kloud, quien se acercó con una pequeña placa de oro colocada en el borde del escritorio.

—Esta  placa te otorga plena autoridad y respeto sobre la investigación especial.

Aunque Eckart había terminado, Ober no se movió durante un rato. Eckart tampoco lo presionó.

Un silencio absoluto invadió la habitación. Solo se oía el sonido del aire que entraba por la ventana entreabierta. Después de una larga vacilación, Ober tomó el sobre dorado de la bandeja dorada. Como si estuviera reflexionando sobre algo, había una extraña calma en su rostro inexpresivo.

—Si no piensa retractarse de su intención, aceptaré con gusto su pedido.

—Espero que no traiciones mi profunda confianza en ti.

Eckart sonrió mientras lo animaba. La sonrisa en su rostro era la más satisfactoria y agradable que Ober había visto jamás. Después de encontrarse con el emperador, Ober abandonó el estudio inmediatamente. El tacón de sus zapatos hizo un ruido agudo, como si pudiera dañar el piso del pasillo.

¡Bastardo arrogante! ¿Vas a usarme como perro de caza?

El sobre dorado que tenía en la mano se arrugó miserablemente cuando apretó su agarre sobre él. No tenía miedo en absoluto, incluso después de haber arrugado el mandato del emperador.

Incluso en ausencia de este tipo de mandato, Ober siempre gozó de un poder comparable al del emperador. Se trataba simplemente de un trozo de papel que podía quemar inmediatamente.

No sé por qué me has asignado esta tarea, pero es un error de cálculo si crees que seguiré tu voluntad. Te habría derrocado si no fuera por la emperatriz Alesa…

Ober aceleró el paso, chasqueando la lengua como si estuviera extremadamente disgustado.

La esquina del sobre arrugado le pinchó la palma de la mano.

Ya sabía quién era el responsable del accidente, concretamente el duque Hubble. Pero no había ninguna posibilidad de que el duque Hubble dejara ninguna prueba útil relacionada con el accidente, y no le interesaba en absoluto el honor supremo que el emperador le había prometido. Tampoco lo era su venganza personal por su madre, ni su compromiso de buscar la justicia o la verdad.

En otras palabras, mientras Ober estuviera a cargo de la investigación, era seguro que no se llevaría a cabo una investigación adecuada. Incluso el emperador, que le confió esa tarea contra su voluntad, probablemente lo sabría.

¿Por qué me dejó esta investigación?

Ober estaba entre las tres figuras de las que más sospechaba el emperador. ¿Cómo se atrevería a confiarle a Ober todo el poder de la investigación? Fue una apuesta demasiado peligrosa desde el punto de vista del emperador.

Era una especie de apuesta apuntando a una manzana de oro que causaría la división interna de la facción de Ober. Pero si su apuesta salía mal, significaba que su enemigo tendría la ventaja sobre él.

Por eso Ober se sintió más incómodo. La razón por la que aceptó la petición del emperador fue porque quería prepararse para el astuto truco sucio del duque Hubble, pero no había posibilidad de que el emperador se enterara de esto. Incluso Ober, que tenía una vasta red de espías en la capital y en cada región, simplemente tomó la decisión de hacer frente al truco de Hubble.

¿Hubo alguna otra línea de información que no capté? ¿O tuve suerte esta vez? Si no…

Mientras caminaba, perdido en sus pensamientos, Ober se detuvo lentamente. Caminaba tan rápido que ni siquiera se dio cuenta de que ya había salido del edificio principal del palacio.

La brillante luz del sol se derramaba sobre las escaleras de mármol. Cubriéndose los ojos con las manos para evitar la luz, miró a su alrededor cuando vio que alguien se dirigía hacia él cruzando el jardín central.

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