Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 6 – Capítulo 5

Traducido por Shiro

Editado por Meli


Una canción en inglés llamada «Stronger», comenzó con un excitante solo de guitarra eléctrica, tras las entradas de la batería, el bajo y otros instrumentos, haciendo que el tempo se tornara más y más rápido; más y más intenso.

Zhou Yun Sheng mantuvo los ojos cerrados, bailando al ritmo de la música, cuando por fin los abrió, las llamas de su ira se habían extendido hasta sus iris ahumadas y profundas, encendiéndolas. Entonces, su voz, deliberadamente baja y con textura acerada, se escuchó llena de disgusto y desprecio.

Incluso las personas que no entendían inglés podían percibir su arrebato cortante y burlón al ver su cuerpo estremecerse y su sangre hervir; y aquellos que podían entender, estaban atónitos.

—Sabes que la cama es más cálida,

»durmiendo aquí solo.

»Sabes que sueño en color,

»y hago las cosas que quiero.

»Crees que conseguiste lo mejor de mí,

»crees que reíste al último,

»apuesto que crees que todo lo bueno ha desaparecido,

»crees que me dejaste destrozado,

»crees que volvería corriendo otra vez,

»cariño, tú no me conoces ¡y no sabes lo equivocado que estás!

»Lo que no te mata te hace más fuerte,

»pon la cabeza en alto,

»no significa que no tenga a nadie cuando estoy a solas.

»Lo que no mata crea a un luchador,

»de pasos aún más ligeros,

»que te hayas ido no significa que esté acabado.

»Lo que no te mata te hace más fuerte, fuerte.

»No significa que no tenga a nadie cuando estoy a solas…

El apuesto joven usó su voz penetrante, llena de poder, y ojos destellantes para transmitirle a la audiencia que, incluso sin Lin Si Qing, se haría más fuerte, más poderoso, hasta que nadie pudiera vencerlo.

La canción era una clara declaración de guerra contra Lin Si Qing, diciéndole sin rodeos: «En comparación a mí, no eres nada».

La mayor parte de la audiencia eran fanáticos de Lin Si Qing, pero, en ese momento, nadie conseguía articular palabra para defender a su ídolo. Al final, eran entusiastas de la música y podían discernir que esa canción tenía todo lo que se necesitaba para convertirse en un éxito a nivel mundial, con un potencial sin igual, y la cautivadora voz de Ou Zi Nan que le brindaba la mejor interpretación.

Querían cubrirse los oídos y los ojos, resistirse al encanto omnipresente del joven, pero se dieron cuenta de que estaban indefensos. Aparte de mirarlo con los ojos abiertos, no podían hacer nada.

Cuando la canción fue alcanzando el clímax, la voz fría y acerada del joven comenzó a mostrar rastros de ronquera y jadeos —como cuando una gota cae sobre aceite caliente— haciendo que su fogosa interpretación, ya intensa, alcanzara temperaturas aún más volátiles.

Su encanto dejó a los miembros de la audiencia, más cercanos al escenario, casi reducidos a cenizas. Estaban empapados en sudor, su cabello pegado a sus frentes y mejillas, su apariencia lamentable e incómoda. Y aunque en sus rostros era evidente su resistencia, oleadas de emoción inundaban sus ojos.

Querían seguir los movimientos del joven, gritar —uno más animoso que el otro— y clamar: «Más y más fuerte». Pero no podían traicionar a su verdadero ídolo, por lo que continuamente se recordaban a sí mismos que debían resistir.

Shiro
Creo que esta es una pequeña modificación que la autora le hace a la letra de la canción, por eso está entre comillas. Con esto imagino que está implicando dos cosas: que la audiencia quiere cantar «cada vez con más fuerza» la letra que interpreta Ou Zi Nan.

Sin embargo, la voz del joven sacudió, atravesó, apuñaló y desgarró las almas del público; triturándolas hasta dejarlas hechas polvo.

Para soportar la situación, muchos apretaban los dientes, algunos contenían las lágrimas, otros temblaban —al borde de perder el conocimiento—. Fue en ese momento que, buscando una manera de calmarse, alguien presionó de manera accidental la barrita de luz en su mano. Así, entre la multitud, previamente dominada por la oscuridad, destelló un luz tenue que, poco a poco, fue expandiéndose por todo el lugar.

La voz y la presencia escénica del joven eran más adictivas que la más potente droga, anegando al público, conduciéndolo a la locura. Para cuando la canción terminó, Zhou Yun Sheng estaba jadeando y sudando profusamente, pero peor era el estado de la audiencia, cuyas miles de miradas, desafiantes y ávidas, estaban clavadas en el foco de todas las luces del escenario.

—La próxima canción se titula «Rolling in the Deep». Se las dedico —dijo sin pausa.

¿Qué demonios? ¿Qué hacer cuando solo el nombre de la canción hace que tu sangre hierva? ¿Qué hacer cuando tu cuerpo no quiere escucharte y dejar de seguir el ritmo de la música? ¿Qué hacer para que tu cabeza te obedezca y deje de sacudirse?

Todos se miraron los unos a los otros, avergonzados, pero esto duró solo un breve instante, porque la cautivadora voz los arrastró a un dolor interminable de amor y odio, y no pudieron pensar en más nada.

—Una llama se está encendiendo en mi corazón

»Alcanzando un punto tan álgido que me está sacando de la oscuridad

»Finalmente te puedo ver tan claro como el cristal

»Adelante, véndeme y yo expondré tus mentiras

»Mira cómo me llevo cada uno de tus pedazos

»No subestimes las cosas que haré

»Una llama se está encendiendo en mi corazón

»Alcanzando un punto tan álgido que me está sacando de la oscuridad

»Pero sé de tus andanzas y eso te enloquecerá

»Piensa en mí cuando más desesperado estés…

Esta era una canción de venganza, y el joven la interpretaba sonriendo, feroz y despectivamente, como si le estuviera anunciando al mundo que no dejaría escapar a quienes lo traicionaron y vendieron. Tal y como decía la canción, dejaría que ardan, en la ruina, y sumergidos en la más profunda desesperación, solo podrán mirar a las alturas y apreciar su gloria.

Aún enfrentados a tal malicia, los fanáticos de Ling Si Qing no podían enojarse con Ou Zi Nan. Habían enloquecido, se balanceaban al ritmo de la música, gritando y clamando, incapaces de contener el vértigo que les ocasionaba la canción llena de odio al invadir sus almas.

Después que la canción terminó, el público sintió un estallido de fatiga, y pensó que habría un descanso para el cambio de ropa, o cantar una canción lenta para ajustar el estado de ánimo. Contrario a sus expectativas, vieron a Ou Zi Nan limpiarse el sudor de la frente y jadear:

—Ahora, para ustedes, cantaré «Rock». Espero me acompañen y se entreguen al ritmo de la música.

¿Qué ocurre? ¿Cómo puede mi cuerpo emocionarse si hace unos instantes estaba exhausto? ¿Me inyectaron sangre de pollo? 

Shiro
Usualmente traduzco estas cosas, pero lo de la «sangre de pollo» me da demasiada risa. xD Esta era una terapia de la pseudomedicina que afirmaba entre sus beneficios se encontraban hacer «más agresivo y fortalecer» al paciente.

¡Hey, les está saliendo humo por la cabeza!

Que alguien me traiga rápido una botella de agua, ¡sería un problema si luego no puedo gritar más!

Personal de allí, ¿no tienen otros artículos luminosos aparte de estas barritas? ¡No brillan lo suficiente!

¿No tienen pulseras luminosas? ¿Carteles? ¿Pancartas?

¿Son o no son personal de Zi Nan-sama? ¡Qué poco profesionales!

El público bebía agua y se tomaba fotos, pero en cuanto vieron al personal, se apresuraron en interceptarlos para solicitarles más artículos de apoyo. El área de la audiencia, antes a oscuras, irradiaba luz.

Zhou Yun Sheng, insertó el micrófono en el soporte y tomó una guitarra eléctrica. Sus dedos hicieron resonar algunas notas al azar, y el ruidoso público se calmó de inmediato. Tal era el silencio que se podría escuchar el sonido de una aguja al caer. El joven, en apariencia satisfecho con la audiencia, sonrió en dirección a la cámara más cercana.

Su hermoso rostro apareció en la pantalla, y esa cautivadora sonrisa embriagó a todos los presentes. Sin embargo, antes de que la audiencia pudiera apaciguar sus frenéticos corazones, los dedos de Zhou Yun Sheng comenzaron a moverse sobre las cuerdas a una velocidad que el ojo humano no podía seguir. Abandonó el aire casual de momentos antes y, con las notas —chocando, estallando y convergiendo— dio origen a una sensacional reacción química alucinógena.

Con mejillas ardientes y miradas embriagadas, el público se balanceó de forma involuntaria al ritmo de la música. Las barritas luminosas fueron elevadas al unísono, a las que luego acompañaron carteles luminosos y otros artículos de apoyo; todos meciéndose de un lado a otro.

El joven en el escenario estaba cantando a todo pulmón una nota alta, hasta quedar ronco. Detrás de él había una cascada de fuegos pirotécnicos y frente a él una ola ondulante de luces, el escenario era deslumbrante. Tal y como había prometido, él solo iluminó el escenario, el cielo estrellado palidecía en comparación, convirtiéndose en la existencia más resplandeciente del planeta.

La audiencia había perdido la cabeza por él, embriagados, olvidando por completo las intenciones originales con las que habían asistido al concierto. Las canciones eran tan intensas y apasionadas, que no tuvieron oportunidad alguna de tomar un respiro, sintiendo continuamente que eran elevados por las alturas, para luego ser lanzados al abismo. Incapaces de escapar de este tormento, felizmente aceptaban el agotamiento y la angustia a la que estaban siendo sometidos.

Sin que lo notaran, el tiempo transcurrió en un abrir y cerrar de ojos, y pronto el joven se acercaba a un piano que emergía lentamente en el escenario.

—La última canción —jadeó—, «Because Of You». Espero todos la escuchen en silencio.

¡¿Cómo puede ser esta ya la última canción?! ¿No acaba de empezar el concierto?, pensó la audiencia, sorprendida. Entonces, miraron sus relojes y descubrieron que eran las once en punto.

—¡Noooo! ¡No pares, sigue cantando! ¡Te apoyamos! —aulló alguien.

—¡Otra! ¡Sigue cantando! —gritó otro.

—¡Ou Zi Nan, eres el mejor! ¡Te apoyamos! —añadió un tercero.

—¡Canta hasta que amanezca! ¡Canta hasta el final de los tiempos! ¡Siempre te escucharemos! —exclamó un cuarto.

Los gritos de apoyo se convirtieron en un clamor, acompañado de un estruendoso aplauso. Su talento había conquistado a la audiencia.

—Gracias, pero desafortunadamente tenemos un contrato con Star Pavilion. Si nos quedamos más del tiempo estipulado, nos veremos enfrentados a una gran multa. —Zhou Yun Sheng sonrió levemente hacia la cámara frente a él y continuó—: Esta es la versión original de «Because Of You». Por favor, hagan silencio. —Llevó un delgado dedo hacia sus rosados labios, su apariencia deslumbrante.

Una ola rosada surgió entre la audiencia, pero al fin se calmaron. Esa era la canción que había enviado a Ou Zi Nan al infierno y a Ge Meng Shu a los cielos. Quién tenía razón y quién no, todos querían saber.

De sus dedos fluyó una melodía, como un arroyo, en cuanto estos hicieron contacto con las teclas. La presentación fue increíble, la celestial voz era fascinante y la profundidad de la letra provocó una emoción intensa.

—No cometeré

»los mismos errores que tú cometiste

»no permitiré

»que mi corazón experimente la misma miseria.

»No me vendré abajo como tú lo hiciste

»la manera en la que caíste fue muy dura

»he aprendido por las malas

»a nunca dejar que llegue tan lejos.

»Gracias a ti

»aprendí a ir sobre seguro para no lastimarme

»gracias a ti

»me resulta difícil confiar no solo en mí, sino en todos los que me rodean.

»Gracias a ti

»tengo miedo

»perdí mi camino

»y al poco tiempo me lo señalas.

»No puedo llorar

»porque a tus ojos eso es una muestra de debilidad

»me veo obligado a fingir

»una risa, a reír todos los días de mi vida.

»mi corazón no puede romperse

»cuando ni siquiera estaba completo, para empezar

»Gracias a ti

»nunca me alejo demasiado de la acera

»gracias a ti

»aprendí a ir sobre seguro para no lastimarme

»Gracias a ti

»me resulta difícil confiar no solo en mí, sino en todos los que me rodean.

»gracias a ti

»tengo miedo

»Te vi morir

»te escuché llorar todas las noches mientras dormías

»yo era tan joven

»debiste saber que apoyarte en mí no era la solución

»Nunca pensaste en nadie más

»apenas ahora reconoces tu dolor

»y ahora yo lloro en medio de la noche

»por la misma maldita razón.

»Gracias a ti

»aprendí a ir sobre seguro para no lastimarme

»gracias a ti

»hago todo lo que puedo para olvidar

»Gracias a ti

»ahora no sé dejar entrar a nadie más

»gracias a ti

»me avergüenzo de mi vida vacía

»Gracias a ti

»tengo miedo

»gracias a ti

»gracias a ti…


Shiro
¿Al menos son canciones y no poemas? QAQ Como info adicional, las canciones de este capítulo son: Rolling in the Deep de Adele y Stronger (What Doesn\'t Kill You) y Because Of You de Kelly Clarkson.

Una respuesta en “Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 6 – Capítulo 5”

  1. Ahhhhh ando llorando leí esta parte con cover masculinos para entrar en escena y me llegó al corazón Zhong Yun Zhen es el mejor ya quiero más.

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