Traducido por Shiro
Editado por Meli
Romeo había obtenido el primer lugar en dos episodios consecutivos, y su rápido ascenso había despertado la envidia de los otros concursantes; lo aislaron aún más, pero a él no le importó en absoluto. Comía cuando tenía hambre, dormía si tenía sueño y entrenaba cuando necesitaba hacerlo; llevando así una vida despreocupada. Aparte, le hablaba solo a Ivanna, a nadie más prestaba ni un segundo de atención.
Al ver que sus acciones eran en vano, los demás participantes se olvidaron de él.
Una mañana, un concursante encontró una nota en el televisor que decía:
Se necesita mucho coraje para pisar la pasarela, ¿lo tienen?
¿Qué significa esto? ¿Se trata de otro desafío en el que pondrán nuestro coraje a prueba?
Mientras el resto se dejaba llevar por la angustia, Zhou Yunsheng preparó dos bocadillos, tomó dos botellas de leche y se dirigió al autobús con Ivanna para esperar la salida.
Una vez todos subieron, el conductor preguntó:
—¿Están todos?
Los aludidos se miraron entre ellos y descubrieron que Emily y Hayden no estaban. Asumieron que se habían quedado dormidos por haber estado de fiesta la noche anterior, pero en lugar de sacarlo a relucir, asintieron:
—Sí. Ya podemos irnos.
El conductor era el único que conocía la ubicación donde se realizaría el desafío. Emily y Hayden, sin acceso a portátiles ni teléfonos, no tendrían manera de llegar.
A medida que la competencia se hacía cada vez más feroz, nadie estaba dispuesto a ayudar a sus oponentes.
Zhou Yunsheng tampoco quería decirle nada al conductor, pero se suponía que estaba «enamorado» de Hayden, por lo que no podía ser desalmado con él. Estaba a punto de hablar cuando Ivanna le tapó la boca. Ambos forcejearon por unos momentos, hasta que él pudo liberarse de las ataduras y gritó con fuerza:
—Por favor, espere, señor conductor. Hayden y Emily no están aquí. Subiré un momento a llamarlos.
El conductor miró su reloj y advirtió:
—Date prisa, tienes diez minutos. —Y repitió haciendo énfasis—: Diez minutos. Si no has regresado para entonces, tendré que irme y te quedarás sin participar en el desafío del día de hoy.
El equipo del programa había previsto que alguien llegaría tarde, pero debían mantener el rigor y la equidad del programa.
—Está bien. Gracias, señor. —Romeo de inmediato se bajó y corrió hacia la villa
Los concursantes que permanecieron en el autobús se quejaron de su necedad.
—Sí, Romeo es un tonto, pero prefiero a un amigo así a uno que me apuñale por la espalda cuando estoy en aprietos. —Enfadada, Ivanna lo defendió—. Incluso con sus enemigos es franco y justo. Sería maravilloso que en el mundo hubiesen más tontos como Romeo, sería un lugar mejor.
Los concursantes, acostumbrados a las traiciones y manipulaciones de sus supuestos «amigos», se quedaron en silencio, de pronto sintiendo envidia de Ivanna.
Romeo, de manera incondicional había guiado y cuidado de Ivanna, mientras que ella, a su vez, lo defendía sin reservas.
De los once concursante, Romeo era el único puro, pese a tener una lengua afilada, nunca había perjudicado a nadie. Sin mencionar que cada vez se había vuelto más silencioso, reticente a confiar en alguien que no fuese Ivanna.
En el autobús reinó el silencio.
Zhou Yunsheng corrió a toda velocidad hacia la villa.
Romeo parece frágil, pero tiene el cuerpo y la resistencia de un atleta. Siendo tan talentoso y con tan buen físico y carácter, ¡es de verdad perfecto! ¡Mi ídolo es el mejor!, pensó Jonh, mientras jadeaba.
—¡Emily, Hayden, despierten! Si no han subido al autobús dentro de diez minutos, perderán el desafío del día de hoy y tendrán diez puntos menos que los demás concursantes desde el inicio de la ronda. Podrían quedar eliminados —exclamó Romeo, al tiempo que llamaba a la puerta.
Los dos saltaron de la cama, abrieron la puerta y corrieron deprisa al baño a lavarse los dientes. Mientras Emily se vestía, vio las cosas de su novio sobre la mesa y una descabellada idea surgió en su mente. El camarógrafo estaba siguiendo a Romeo y Hayden, nadie le prestaba atención a ella. El armario y el escritorio eran un punto ciego de la cámara de seguridad.
¡Hazlo! ¡Te desharías de dos oponentes de un solo golpe! ¡No, tal vez incluso tres! ¡Date prisa! ¡No hay tiempo!
Instada por el diablillo que habitaba en su interior, Emily apretó los dientes y sin demora, tomó el collar de cruz de diamantes que estaba sobre la mesa y lo escondió en el bolsillo trasero de unos vaqueros de Hayden, los cuales luego arrojó al rincón más profundo del armario.
—Romeo, Hayden no ha terminado de empacar su mochila, ¿puedes ayudarlo? —gritó, ansiosa.
Zhou Yunsheng corrió hacia la habitación y miró a su alrededor, buscando los artículos de Hayden, pero faltaba el collar que su abuela le había dejado, uno con una cruz de diamantes, valorado en medio millón. Antes de cada desafío, Hayden besaba el collar para que le diera buena suerte; de lo contrario, se sentía intranquilo.
Al instante comprendió el plan de Emily. Abrió la función de escaneo de su IA para buscar el collar. Un pitido salió de la 007, solo su maestro lo oyó y luego proyectó un holograma de cuatro dimensiones, señalando en él la ubicación del collar con un punto rojo.
Emily es digna de ser la heroína, es muy astuta, suspiró Zhou Yunsheng para sus adentros, pero por fuera, mostró ansiedad mientras abría la mochila de Hayden y metía en ella todos los objetos esparcidos sobre la mesa.
Luego de lavarse la cara, Hayden entró a la habitación para encontrarse con esta escena. Entonces, fulminando a Romeo con la mirada, agarró su mochila y llevó a Emily escaleras abajo.
John, quien había estado grabando esta escena sin pausa, no pudo evitar decirle al torpe joven:
—Eres un estúpido. —Tiró de él y ambos salieron corriendo.
Subieron al autobús en el último segundo. Ivanna, quien tenía su largo cuello estirado fuera de la ventana, lo retrajo y golpeó varias veces a Romeo en cuanto este estuvo a su alcance.
Media hora más tarde, el autobús se detuvo en el edificio más alto del País A, y a continuación, Miss Jeffrey condujo a los concursantes al interior con una extraña sonrisa. El ascensor subió al último piso y se detuvo, y luego de un breve «ding-dong », las puertas se abrieron para revelar a Bonnie y al señor Atchison, uno al lado del otro, bajo una cúpula transparente de cristal.
—Hola, queridos. El desafío de hoy puede que sea un poco difícil. —Bonnie sonrió, al tiempo que ajustaba la cámara en su mano.
El señor Atchison también llevaba una alrededor de su cuello. Parecía que ambos serían responsables de tomar las fotografías de los concursantes.
Acto seguido, bajo las instrucciones de Miss Jeffrey, todos fueron hasta una sala vacía. Una de las concursantes gritó aterrorizada. Tanto el domo como el piso, estaban hecho de vidrio templado; podían ver claramente al tráfico y a la multitud bulliciosa cientos de metros debajo; parecían hormigas. La sensación de caída libre, hizo que les hormigueara el cuero cabelludo.
A Hayden las rodillas le flaquearon, y no se podía poner en pie.
—Bonnie te está mirando, tipo duro, ¿quieres que te ridiculice? ¿Quieres que ponga una foto tuya junto a la definición de cobarde en el diccionario? Levántate rápido y no mires hacia abajo —susurró entre dientes Emily, avergonzada.
Hayden luchó por levantarse, y levantó la barbilla tanto como pudo. Tenía la sensación de que el desafío de ese día sería imposible para él.
Maldición, ¿por qué los desafíos siempre tienen que ser a grandes alturas? ¿Lo hacen deliberadamente por mí?, ponderó, frustrado, Hayden.
En efecto, Gustav lo había organizado para él. Se sintió satisfecho cuando el minino frunció el ceño al ver la lamentable figura de Hayden.
Míralo, cariño, ¿acaso este tipo cobarde se merece tu amor? Citando a Ivanna: «Te ruego que abras bien los ojos».
Zhou Yunsheng había estallado a carcajadas en su interior, pero por fuera mostró una expresión de preocupación y desilusión, y sus ya magníficas dotes interpretativas fueron, una vez más, sublimadas por el trabajo del equipo del programa.
Cuando los concursantes por fin se adaptaron al piso transparente, Bonnie comenzó a hablar:
—En el desafío de hoy, los señores Atchison, Serrall, Becket y mi persona, seremos sus fotógrafos, cada uno en un punto cardinal. Lo que llevarán puesto, lo que harán y cuál de los cuatro puntos les corresponderá, lo descubrirán tras reunir tres notas, atadas a las vigas. Tengan cuidado y recuerden siempre conservar el garbo que adoptarían al modelar en una pasarela mientras lo hacen. Bien, ¿quién será el primero?
Los concursantes mostraron expresiones horrorizadas al ver el pasillo circular que debían recorrer. No había barandillas, y el piso también era de vidrio templado. El viento era muy fuerte, pudiendo empujar con facilidad a una persona. Si alguien se cayera de ahí por accidente, quedaría destrozado.
¡Dios mío, el equipo del programa quiere asesinarnos!, exclamaron los concursantes.
—Oh, vamos, no soy tan cruel —añadió Bonnie luego de ver las expresiones, distorsionadas del miedo—. Habrá personal que se encargará de protegerlos. Les atarán una cuerda de seguridad y tirarán de ustedes de manera automática si llegasen a resbalar. Pueden pensar en este desafío como si fuesen a hacer puenting.
¿Quién rayos quiere hacer puenting? ¡Tú puedes hacerlo si tanto quieres!, se quejaron los concursantes en sus corazones, tras lo que, retrocedieron un paso (a excepción de Romeo e Ivanna, los dos bichos raros).
—¡Bien! Aparecieron los valientes. Ivanna, Romeo, ¿cuál de ustedes irá primero?
—Yo —contestaron al unísono Zhou Yunsheng e Ivanna, ambos levantando la mano.
—Romeo, ¿por qué no empiezas tú? No es necesario dar prioridad a las damas en este momento.
Bonnie sonrió, le dio unas palmaditas al joven en el hombro y notó que su jefe ya había caminado hasta el recorrido circular, y se encontraba explicándole algo al personal.
Gustav había confirmado que no hubiese ningún problema con las medidas de seguridad antes de permitir que ataran a su minino.
—¿Tienes miedo a las alturas? —le preguntó Gustav a Romeo en voz baja.
—No —contestó y negó con la cabeza.
—Entonces, ¿a qué le temes?
—A la soledad.
Una ráfaga de viento casi se llevó con ella sus palabras, pero Gustav consiguió escucharlas, y sintió una punzada de dolor en su corazón.
—Ve.
Nunca estarás solo, siempre estaré contigo.
Bajo el escrutinio de las cámaras, no era capaz de expresar sus pensamientos más íntimos en voz alta, pero sí le dio al joven un abrazo alentador.
Zhou Yunsheng le sonrió y salió con paso largo. No se enfocó en la que había bajo sus pies, solo en las vigas de la parte superior. Luego de recorrer medio círculo, vio una nota adherida a una de las vigas de acero. Intentó alcanzarla, pero se dio cuenta que no podía, por lo que tuvo que saltar para poder romper la cuerda que la ataba.
Una fuerte ráfaga de viento sopló en ese instante, su cuerpo, suspendido en el aire se balanceó; estuvo a punto de caerse.
La escena aterrorizó a los otros concursantes, haciendo que se cubrieran el rostro y gritaran. Hayden, quien se había apartado de todos, se encontraba pegado a la pared junto al ascensor, donde el piso era de mármol sólido.