Pronto, utiliza el rostro del demonio – Arco 9: Capítulo 4 (1)

Traducido por Shiro

Editado por Meli


Zhou Yunsheng despertó con un dolor agudo, como si algo se arrastrara por sus extremidades, devorando su carne con avaricia. Habiendo atravesado tantos peligros, la autopreservación se había convertido en un instinto. Canalizó su poder espiritual, envolviendo su corazón y otros órganos vitales, aliviando el dolor de manera instantánea.

No estaba en el espacio entre mundos. En el momento de su muerte, una fuerza extremadamente poderosa lo envolvió y lo arrastró hacia un flujo de espacio-tiempo distorsionado. A pesar de la violencia de esa fuerza, no sufrió ningún daño, más bien calmó y sanó en parte su alma herida.

Zhou Yunsheng descubrió que se encontraba en una habitación casi vacía, sin ningún tipo de decoración ni muebles. Solo un cojín de sofá debajo de él. Entonces, recuerdos fluyeron deprisa, como una marea en su mente, y el dolor resonó en su alma herida, haciéndole emitir gemidos de dolor.

Inexplicablemente, había regresado al mismo mundo con la identidad de Bai Mohan, los protagonistas ya habían renacido y el destino seguía su curso. Los dos protagonistas habían escuchado que una unidad militar se preparaba para escoltar al doctor Bai a la Base B, por lo tanto, se infiltraron como la fuerza principal de dicha unidad.

Eliminaron a todos los que habían traicionado a Lei Chuan en la vida previa y se preparaban para atacar al doctor Bai, quien había quedado bajo su protección.

Justo el día anterior, Guo Zerui se había encargado de la aniquilación de la unidad militar que escoltaba al doctor Bai. En ese momento, pudo eliminarlo con un tiro, pero el odio era tan profundo que no le permitió otorgarle una muerte rápida. Entonces, en silencio dejó caer algunas semillas de hiedra sanguinolenta en la comida del joven doctor.

La hiedra sanguinolenta era una planta que parecía hilos de sangre, con un diámetro máximo de unos pocos milímetros y algunas incluso más delgadas que los vasos sanguíneos humanos. Acechaban en la tierra, y cuando un animal o humano pasaba, penetraban la piel silenciosamente y se infiltraban en el torrente sanguíneo, extendiéndose por todo el cuerpo y alimentándose de la sangre del huésped hasta que lo drenaban por completo y lo dejaban como una cáscara seca antes de fundirse en la tierra y buscar otro huésped.

Si se cortaba esta planta, no moría, sino que se regeneraba en dos nuevas plantas. Su capacidad de reproducción era extrema y solo podía ser erradicada por el fuego. El huésped parasitado debía ser despojado de inmediato por un usuario de habilidades del elemento madera para evitar una muerte segura.

Desde luego, los investigadores podían eliminar incluso a los zombis, y esa planta, aunque aterradora, también tenía sus contramedidas. Se inventó un elixir que hacía que la sangre emitiera un olor repelente para la hiedra sanguinolenta; al ingerirla, la planta no se acercaba y, si ya estaba dentro, saldría por la garganta.

El inventor de este elixir no era otro que Bai Mohan, pero lamentablemente, el tiempo había retrocedido y, por lo tanto, aún no se había creado.

Zhou Yunsheng repasó repetidas veces los recuerdos de Lei Chuan y Guo Zerui en su mente, por fin confirmando que ambos habían renacido y odiaban profundamente a Bai Mohan.

Sin lugar a dudas, sus miradas hacia Bai Mohan siempre están llenas de intenciones asesinas.

Entonces, Lei Chuan de verdad sufrió muerte cerebral y no supo de la vacuna antizombi. De lo contrario, alguien tan considerado no habría intentado atacar a Bai Mohan.

¡Maldición! ¡Todo mi esfuerzo fue en vano!

Zhou Yunsheng frunció el ceño con fuerza. Su tarea seguía siendo la misma que antes: salvar al mundo. Sin embargo, la dificultad había alcanzado el rango S. Primero, debía eliminar la hiedra sanguinolenta de su cuerpo para salvar su vida, luego tenía que conseguir una muestra de sangre de Lei Chuan y, finalmente, escapar a la Base B mientras era perseguido por los dos protagonistas, para repetir el proceso y desarrollar la vacuna.

El último paso era fácil para él, pero los tres primeros eran difíciles al extremo.

Él no era un usuario con habilidades del elemento madera como para controlar a la hiedra sanguinolenta ni podía pedir ayuda al resto del equipo, ya que la mayoría eran subordinados de Guo Zerui y Lei Chuan, los cuales esperaban ansiosos su muerte. Lo único que podía hacer era expulsar al parásito de su cuerpo con el poder de su alma.

No obstante, eso implicaría que su alma, que acaba de ser remendada, resultara de nuevo herida, y eso traería como consecuencia el estancamiento de sus habilidades psíquicas. El poder del alma influía en cuán fuertes llegaban a ser las habilidades, lo que indicaba que el alma y la mente estaban intrínsecamente conectadas. Con su alma herida, incluso si activaba sus habilidades, serían débiles. Y absorber núcleos de cristal no haría diferencia alguna, serían como rocas que se hunden en el mar sin dejar rastro.

Hasta donde él sabía, en ese mundo no existía un objeto que pudiera reparar directamente el alma, lo que lo convertía en un mortal indefenso. Y era imposible para un hombre ordinario escapar del cerco de tantos usuarios con habilidades de alto nivel y obtener con éxito una muestra de la sangre de Lei Chuan.

Guo Zerui y Lei Chuan, habiendo renacido, habían estado acumulando provisiones, armas y conexiones durante mucho tiempo. Además, como conocían de antemano el secreto de los núcleos de cristal, cultivaron en secreto. Debido a esto, a pesar de que el apocalipsis había comenzado hacía apenas medio año, ya habían alcanzado el nivel cuatro, dándoles esto una ventaja de cinco o seis años sobre los demás. Incluso los practicantes de habilidades más destacados no podrían hacerle ni un rasguño a Lei Chuan.

Podría decirse que en ese momento, matar a quien quisieran sería tan fácil como mover un dedo.

Después de innumerables reencarnaciones, Zhou Yunsheng sintió que esta era la más frustrante. Sin importar qué, debía encontrar una manera de completar su tarea para obtener suficiente energía y reparar su alma.

Con esa idea en mente, comenzó a canalizar el poder de su alma para expulsar la hiedra sanguinolenta de su cuerpo. Las reservas que había obtenido en el espacio-tiempo distorsionado finalmente se agotaron, y la hiedra sanguinolenta se acercaba a su garganta. Por fortuna, había protegido sus órganos vitales como el corazón, de lo contrario, incluso si la expulsaba, no habría sobrevivido mucho tiempo.

Sin embargo, el daño que le ocasionó al devorar su carne y sangre seguía siendo significativo. Sentía como si su cuerpo hubiese sido arrollado por un camión, y el familiar sabor dulce y metálico fluía de entre sus dientes.

En ese preciso momento, la puerta de la habitación se abrió de golpe y una figura alta se abalanzó sobre él como un vendaval, gritando con voz ansiosa:

—¡Doctor, ¿qué le sucede?!

Las gafas de Bai Mohan se habían roto durante la huida, pero su vista aún no era tan mala como para no ver. Cuando la figura se encontraba a solo uno o dos metros de distancia, Zhou Yunsheng por fin reconoció su identidad y su estado de alerta se disipó al instante.

Empujó lejos al hombre que intentaba abrazarlo, se inclinó en el suelo y comenzó a vomitar con dificultad. La sangre escarlata goteaba en el suelo, formando un charco que se retorcía con criaturas diminutas parecidas a gusanos que se agitaban y se extendían en dirección a la criatura cercana.

—¡Aléjate, es hiedra sanguinolenta! —Tosió mientras retrocedía deprisa con el hombre.

Al escuchar esto, el hombre se sorprendió y de inmediato activó sus habilidades para formar una barrera metálica, bloqueando los tentáculos de la hiedra sanguinolenta que se agolpaban rápidamente como una telaraña. No se podía enfrentar a esa planta cortándola; cuanto más se cortaba, más se reproducía. La única manera de escapar de sus garras era mediante un ataque de fuego.

Sin embargo, en la habitación solo estaban ellos dos. ¿De dónde vendría un practicante de habilidades de fuego?

El hombre aún no había alcanzado el nivel donde podía convertir su cuerpo por completo en metal, solo lograba crear una capa alrededor de sus piernas, por lo que tomó al doctor en sus brazos y salió corriendo hacia la puerta.

Se encontraban en una suite de tres habitaciones y una sala de estar. Bai Mohan estaba alojado en la habitación más interna, mientras que las otras eran ocupadas por los subordinados de Lei Chuan y los sobrevivientes rescatados por el camino.

Guo Zerui y Lei Chuan habían informaron a sus subordinados que Bai Mohan era un malévolo científico que realizaba experimentos con seres humanos, el culpable del fin del mundo, y les ordenaron no preocuparse por la vida o muerte de este sin importar lo que escucharan.

Por otro lado, los supervivientes estaban aterrorizados por los zombis y no se atrevían a moverse a menos que fuera absolutamente necesario. En consecuencia, nadie salió a investigar incluso cuando se escucharon golpes en la puerta.

El hombre, con el doctor aún tosiendo sangre en sus brazos, continuó corriendo. A pesar de ser un militar afiliado a la Base B, no había formado parte de la unidad que escoltaba al doctor Bai. Sin embargo, cuando renació, por fortuna estaba recolectando suministros en un lugar cercano a la ubicación en la que se encontraban, y se dirigió hacia allí a toda velocidad en un jeep militar.

La zona era un vecindario exclusivo con medidas de seguridad sólidas, que Lei Chuan adaptó para albergar a los sobrevivientes y seleccionar a sus subordinados. Esta vez, estaba construyendo su propio poder y el talento humano era indispensable.

El jefe del equipo de seguridad, después de quitarse el uniforme militar, ponerse ropa casual y tras un gran esfuerzo, logró ingresar haciéndose pasar por un sobreviviente común.

Había oído que el joven doctor estaba siendo escoltado por una fuerza especial liderada por Lei Chuan y Guo Zerui, ambos practicantes de nivel cuatro que conocían el secreto del uso de los cristales. Eso lo dejó preocupado.

Su condición de renacido le permitía observar cómo la realidad se desviaba de sus recuerdos. Esa misma noche escogió una habitación con vistas directas a la del doctor Bai tras lo que, equipado con un visor de infrarrojos, se dedicó a observarlo. La imagen de este, postrado en el suelo y tosiendo sangre sin cesar le trajo a la memoria sus últimos momentos en la vida anterior y, presa del pánico, no dudó en acudir a su lado para prestarle ayuda.

Mientras que Lei Chuan y sus hombres albergaban oscuras intenciones hacia el doctor Bai, la mayoría de los supervivientes lo veneraban como al más eminente médico de la nación. Su viaje a la Base B tenía como objetivo la investigación de una vacuna contra el virus zombi. En él depositaban la esperanza de un futuro mejor para China, por lo que no tolerarían que le ocurriera ningún daño. Además, varios grupos armados de otras bases acechaban en las sombras con la intención de capturarlo.

Precisamente ese fue el motivo por el que Guo Zurui recurrió a la hiedra sanguinolenta para eliminarlo en secreto.

Una vez que saque al doctor Bai de esta habitación, Lei Chuan no se atreverá a atacarlo frente a tantos testigos; entonces tendré tiempo para planear cómo escapar con él.

El hombre pensó en muchas estrategias, pero solo tardó unos pocos segundos en actuar. Corrió fuera de la habitación llena de hiedra sanguinolenta, dispuesto a acelerar, pero se detuvo bruscamente, mostrando un profundo terror en sus ojos.

Lei Chuan bloqueaba su camino, sus ojos inyectados en sangre y reflejando una luz roja en sus pupilas; parecía tan aterrador como una bestia sin control. Entonces, fijó la mirada en el hombre que tosía sangre de forma constante y sintió cómo las venas de su cuello palpitaban y su mandíbula se tensaba. Su apariencia era como la de una escultura, lo cual demostraba que estaba al borde de la furia desenfrenada.

Exhalando un aura terrorífica y ferviente, Lei Chuan habló con seriedad:

—¡Entrégamelo!

Zhou Yunsheng agarró con fuerza el cuello del hombre, su mirada oscura mostraba precaución.

¿Está Lei Chuan planeando actuar personalmente después del fracaso del intento de asesinato?, se preguntó en su interior.

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