Querida “amiga” – Capítulo 15: Lo que está por venir

Traducido por Kiara

Editado por Ayanami


Enderecé mi espalda.

—En realidad, me ofendió mucho cuando dijiste “cómo te atreves” en ese momento, pero me contuve porque Su Alteza estaba allí. Mira, incluso ahora. Si quisieras conocerlo, ¿no deberías, al menos, preguntarme cortésmente? No estoy aquí para decir que sí a todo lo que quieres de mí.

— ¿Qué clase de tontería es esa? ¡Somos amigas! —Replicó Dorothea.

Gracias a Dorothea, sentí como si la definición de amigo que tenía en mi mente, estuviera a punto de romperse por completo.

¿Qué es lo que significa la amistad para Dorothea? No esperaba que ella dijera algo particularmente agradable, incluso si le preguntaba, así que decidí cerrar la boca.

No fue difícil adivinar qué saldría si seguimos.

—Paremos aquí Rothe. Estoy un poco cansada en este momento.

Había terminado de dejar pistas, de todos modos. El hecho de que bailé con Xavier antes, y que me iba a comprar un pañuelo nuevo, sería más que suficiente para encender sus celos. No había más razones para continuar con esta interacción tan estresante.

—Disfruta tu tiempo aquí, Dorothea —dije al despedirme. Con eso, me di la vuelta. Podía escuchar a Dorothea continuar llamándome.

— ¡Marie!

Ugh, en realidad, me voy a cansar de ese apodo.

No importa cuán desesperados eran los gritos de Dorothea detrás de mí, seguí alejándome.

♦ ♦ ♦

— ¡Oh mi Dios! ¿Ya regresaste, mi señora?

Florinda me saludó calurosamente cuando crucé la puerta. Le dediqué una sonrisa muy diferente a cuando estaba con Dorothea, y me dirigí a ella.

— ¿Has cenado, Florinda?

—Por supuesto, mi señora. Ya es muy tarde —Florinda me quitó el chal de los hombros. —Pero, volviste mucho antes de lo esperado, ¿no?

—Supongo que estas en lo correcto.

La mayoría de los nobles regresan alrededor de la medianoche, aunque también hay muchos que no regresaron hasta mucho después. Los más atrevidos volverían a la mañana siguiente. Considerando todo eso, las 8 de la noche es bastante temprano.

— ¿Ya regresaron mamá y papá? — Pregunté.

—Escuché que acaban de partir.

— ¿Qué pasa con Mar…?

Justo en ese momento, la campana sonó desde afuera. Instintivamente, supe que Martina era la que estaba al otro lado de la puerta principal.

Pronto, el mayordomo abrió la puerta. Martina, que estaba hermosamente vestida, me brindó una brillante sonrisa tan pronto como entró en la puerta y lanzó un grito.

— ¡Marie!

Ah, el mismo apodo, diferente efecto. Una sonrisa se extendió naturalmente en mis labios, y abracé a Martina, mientras corría hacia mí con una sonrisa cegadora.

—Bienvenida de nuevo, Martina. Has vuelto temprano, ¿verdad? —Dije.

— ¡Si! Pero también regresaste muy temprano —señaló.

—Estoy un poco cansada.

— ¿Cansada? Oh.

Martina se rió, parecía haber recordado algo. Podía adivinar qué pensamiento acababa de cruzar su mente y se sonrojó.

No fue una sorpresa. Cualquiera en el salón de banquetes no podría evitar pensar que era extraño que bailara con Xavier, y mucho menos Martina, o incluso el Conde y la Condesa Bellefleur.

Martina me dio una mirada tímida.

—Bien, Marie. ¿Cómo te fue con Su Altez…?

—Ma…Martina, ¿qué tal si hablamos en mi habitación? —Tartamudeé. Aturdida, rápidamente, cubrí la boca de Martina y la arrastré escaleras arriba. Los ojos de Martina se arrugaron con diversión, incluso bajo mi control. Ella seguía riéndose. Finalmente, suspiré de alivio, mientras la arrastraba a mi habitación.

Solté mi mano y me volví hacia ella.

— ¿Lo has visto?

— ¿Mirar qué? —Preguntó Martina, sonriendo furtivamente. — ¿Qué estabas bailando con Su Alteza?

Sí, ella lo vio.

— ¿Cómo terminaste conociendo a Su Alteza? Cuéntame todo, Marie. ¡Ni siquiera puedes imaginar lo sorprendida que estaba de verte a ti y a Su Alteza juntos!

—Caray, en realidad, no es mucho. Siéntate primero.

Llevé a Martina a la mesa del té y me senté.

— ¿Hablaste con él primero? —Preguntó, sus ojos todavía brillaban.

Más precisamente, él fue quien me habló primero. Xavier fue el primero en decirme que se me había caído algo. Sacudí mi cabeza.

—Bueno, no hablé exactamente con él.

—Vaya, ¿en serio?

—Nos encontramos por casualidad y una gema cayó de mi vestido. Hablamos primero porque él la había recogido. No sé lo que estás pensando, pero…no hubo ningún evento romántico.

— ¡No puede ser! ¿Cómo podrías haber terminado bailando con él si no se trata de eso?

Señor, ¿cómo se supone que explique esto?

No es un problema contarle todo honestamente, pero la historia sería demasiado larga y lo más importante, es posible que Martina sospeche de mí.

—Bien…

Voy a inventar una vaga excusa por ahora.

—Accidentalmente, ensucié su chaqueta cuando me topé con él. Me preguntó mi nombre por eso…y, de alguna manera, terminamos bailando también.

—Genial, pero ¿eso es todo?

— ¿Qué esperabas? —Le sonreí y continué. —Mi pañuelo también se ensució porque traté de limpiar su chaqueta con él. Entonces, se ofreció a enviarme un nuevo pañuelo. Eso es lo que pasó.

—Excelente, todavía tienes la oportunidad de bailar con Su Alteza.

—Realmente, no es mucho.

— ¿No es mucho? ¡Hay tantas damas en el palacio que solo desean bailar con Su Alteza! ¿Tienes idea de lo envidiosas que estaban las damas a mi alrededor cuando bailabas con él?

Por supuesto, también debe haber habido muchas personas que hablaron muy mal de mí. No tengo que escucharlo para saberlo.

— ¿Qué pasa si mi hermana realmente se convierte en la Princesa Consorte de Su Alteza? —Dijo Martina con entusiasmo.

Ahora, eso fue realmente gracioso. La risa salió de mi boca, a pesar de mi esfuerzo por contenerla.

Oh, para, hermanita mía. ¿Cuántos rivales de amor crees que habría? Además, no son otros que la heroína de la historia original y la villana.

—No estoy interesada en cosas como esas. Solo quiero vivir en paz y morir en paz —dije con desdén.

— ¿Por qué hablas como un viejo ermitaño? Si alguien más te escuchara, pensaría que eres una vieja abuela a la que no le quedan muchos días de vida.

—Una posición como esa suena agotadora.

Sacudí mi cabeza firmemente. Martina me miró en silencio, por un momento, antes de pasar a otra pregunta.

— ¿Tuviste la oportunidad de conocer al duque, Marie?

—No lo creo

Quiero decir, podría haberlo visto, pero ni siquiera reconocí al Príncipe Heredero. No había forma de que hubiera reconocido al duque. Hasta donde sé, el duque Escliffe tiene el cabello castaño y rubio mezclado, lo cual, es increíblemente común en este Imperio.

De hecho, el color del cabello del Príncipe Heredero es más único, pero, aun así, no pude reconocerlo. Incluso si me hubiera topado con el duque, habría pasado de largo sin siquiera darme cuenta de que era él. Bueno, dado que es supuestamente guapo, podría haber considerado que era guapo mientras pasaba.

—No lo vi.

Martina hizo un puchero.

—Ah eso es muy malo. Aun así, podrás verlo la próxima vez. No te decepciones demasiado.

— ¿Cuándo dije que estaba decepcionada? Tú, te ves más decepcionada que yo.

—Eso es realmente cierto. ¡Deberías haber visto lo guapo que es el duque Escliffe, Marie!

—Bueno, supongo que lo veré algún día.

Le respondí con indiferencia. Justo entonces, una persona diferente apareció en mi cabeza.

Odelette, que me había dicho que quería ser mi amiga. Me preguntaba si Martina también sabía sobre Odelette. De repente, sentí curiosidad por la opinión de Martina sobre ella, y decidí explorarlo sutilmente.

—Martina, ¿conoces a Lady Odelette?

—Por supuesto. Es la única hija del marqués Trakos, ¿verdad?

—Sí, esa es ella, —le dije asintiendo.

— ¿Es una buena persona?

—No la conozco personalmente…pero la hermana de mi amiga es buena amiga de lady Odelette. Por lo que he escuchado, parece una buena persona. Ella dice todo lo que necesita decir, y siempre tiene confianza, pero ¿por qué te interesa lady Odelette tan de repente?

—No es nada —dije evasivamente. Si confesara lo que estaba tramando a Martina, definitivamente, no estaría satisfecha con eso.

Desde el viaje en carruaje de regreso, había estado planeando que Xavier se reuniera con Odelette. El resultado, en sí mismo, sería básicamente el mismo que la historia original. Allí, Xavier tomaría a Odelette como la Princesa Consorte.

Sin embargo, el proceso sería diferente. Como Xavier se enamoró de Dorothea a primera vista en la novela, no tenía espacio para Odelette en su corazón. Pero, ¿y si llega a conocer a Odelette primero? Había una buena posibilidad de que él quisiera que ella volviera. Odelette es una mujer segura y hermosa, tanto por dentro como por fuera.

Lo más importante, no hay mejor venganza contra Dorothea. Xavier solo había hecho de Dorothea su concubina porque la amaba, además, no sentía deseos de estar con Odelette como con Dorothea.

Solo como referencia, la mayor razón por la que Xavier se casó con Odelette en lugar de su amada heroína, fue porque Dorothea recibió la aprobación de la nobleza central y por porque su padre, el Emperador, no era particularmente aficionado a Dorothea, algo acerca de que ella parecía tóxica y malvada.

En la novela original, el autor describió al rey Enrique XIV como malvado, ya que se opuso activamente al matrimonio de Xavier con Dorothea. Sin embargo, ante mis ojos, Henry XIV tenía razón.

La sabiduría de un adulto nunca falla, después de todo. Si me acerco al Príncipe Heredero, ¿no sería más fácil para mí presentarle a Odelette?

Quizás, parece simple, pero ese era mi plan. Solo era posible, para mí, pensar de esta manera, porque no sabía lo que estaba por venir.

4 respuestas a “Querida “amiga” – Capítulo 15: Lo que está por venir”

  1. No sé pero el príncipe ya se fijó en ella….tal vez se empareje a Odelette con el Duque 🤷‍♀️🤷‍♀️🤷‍♀️🤷‍♀️

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