Traducido por Lugiia
Editado por Yonile
Ahora que el “divertido picnic” ha terminado, he regresado nuevamente a mi vida cotidiana. Lo que significa… que vuelvo a trabajar por la mañana. Sin embargo, puede que esos días se acaben pronto, escuché que pronto le otorgarán un nuevo secretario a mi padre.
A la hora del almuerzo, como siempre, la bestia sagrada viene a recogerme.
—He venido a recogerte… ¿Qué tienes en la cabeza?
—Es Kou.
—Hmm, es hijo del espíritu del volcán Rayde.
—¿Puedes notarlo?
—Sí, por el olor.
—Tío, ¿quién eres? —le pregunta Kou a la bestia sagrada.
—¿Tío…?
La bestia sagrada acaba de recibir un golpe crítico con la palabra “tío”. Lo siento, mi nuevo hijo es algo…
—Kou, llámalo bestia sagrada. Es un espíritu muy importante.
—¡Sí!
Oh, Kou es un niño obediente y bueno.
En el camino, le cuento a la bestia sagrada sobre el picnic que tuvimos ayer… bueno, el casi “picnic”. Me dice que le hubiera gustado ir también. Hmm, pensé que no podía sacarlo del castillo por mi propia conveniencia, pero parece que ocasionalmente sale a pasear.
—Realmente solo coleccionas herejes. ¿Es a propósito?
—No, solo sucede.
—Hmm, te daré también mi protección una vez que tu poder mágico se estabilice.
—¿Eh? Muchas gracias.
—Eres bastante divertida. He tomado un gran interés en tu destino.
—Entonces, estaré a tu cuidado durante muchos años.
Mientras hablábamos de eso, llegamos al lugar habitual donde… ¿Eh? Rudolf también está esperando.
—Hola, señorita.
—Oh, ¿cómo está, señor Rudolf? ¿Necesita algo?
—Perdón por entrometerme en su cita amorosa. Solo tomará un momento y luego me retiraré. —De reojo, pude ver que Dirk estaba en un dilema después de escuchar las palabras “cita amorosa”. Quise acariciar su cabeza, pero lo soporté. Aunque luzca de esta manera, soy capaz de leer el estado de ánimo a mi alrededor—. Señorita, la daga que extrajo del dragón estaba maldita. Era la abominable maldición de la locura. No es de extrañar que el dragón estuviera desenfrenado. ¿Se siente bien después de tocarla?
—Fufu~ El poder mágico de Magchelia está unido a Rosarin, así que tocar una maldición de ese grado no es nada.
Antes de darme cuenta, Sui está sentado en mi hombro diciendo esas palabras. Nos explica que Magchelia le da su poder mágico a aquellos que ayudan a cuidarla, haciendo muy difícil que los maldigan. Al parecer, ese regalo que me dio en mi cumpleaños resultó ser maravilloso. Hoy le daré mis bocadillos a Sui como agradecimiento.
La locura es un tipo de maldición donde aquellos que se ven afectados pierden su identidad y se convierten en una bestia desenfrenada. Al parecer, la daga maldita no solo causó el dolor de Kou sino también su acto violento.
—Realmente estás fuera de la norma, señorita…
—Para ser más exactos, creo que es mi entorno el que no es normal. En especial, Sui. Él fue quien me trajo la Magchelia.
—Pero tienes suerte de no haber acabado con Kou.
—Sí, me alegro de que este adorable niño no tuviera que morir.
—Eso no. Si Kou hubiera muerto, sería una catástrofe. El espíritu del volcán Rayde y el dragón con el que se emparejó se enfurecerían y causarían estragos.
—Oh… eso estuvo cerca entonces, ¿no?
Eso me recuerda, el pueblo de Rayde era un pueblo fantasma que tenía un evento de la etapa final del juego… ¡No me digas que fue destruido por esto!
¡Me da mucho gusto que Kou esté a salvo! ¡En efecto, el bien que haces por los demás es bueno para ti mismo también!
—Hmm, pero ¿quién fue el que le clavó la daga? ¿Puedes recordar algo, Kou?
—Él… ¿olía como un perro?
—¿Un perro?
—No, creo que era un hombre bestia mitad lobo… Lo siento, estaba durmiendo y me asusté por el dolor, así que no recuerdo si era un lobo o no…
Le transmito a Rudolf la conversación entre la bestia sagrada y Kou y dice que se retirará para continuar la investigación.
Después de servir el almuerzo, le digo a Dirk:
—Parece que va a ser un problema…
—Sí. Después de todo, no conocemos al culpable.
—Estarás más ocupado ahora, ¿verdad?
—¿Hmm? Sí. Más de lo habitual.
—Ya veo…
—¿Sucede algo? —pregunta él, preocupado por mi melancolía. Sin embargo, si le digo lo que quiero, definitivamente se forzará a conceder mi deseo…
—Rosarin quiere invitarte a una cita, pero después de escuchar que estarás ocupado, está dudando si hacerlo o renunciar a esa petición.
—¡B-Bestia sagrada, estaba deliberando si hacerlo o no!
—Planeo darte mi protección. Los poseedores de mi protección tienen el deber de encontrar la felicidad. Además, no deberías sentirte mal si Dirk es el que te está invitando a salir.
—Ah, sí. Rosarin, ¿podrías…? No, señorita Rosarin, ¿le gustaría tener una cita conmigo? —pregunta, con una tímida expresión que atraviesa mi corazón. Mientras lo hacía, fue un poco más respetuoso que de costumbre al combinar sus palabras con la reverencia de un caballero. ¡No puede ser, es demasiado genial!
—¡Me encantaría incluso si fuera hasta los confines de la Tierra!
Mi respuesta es inmediata. ¿Quién podría rechazar una invitación tan maravillosa? Definitivamente, nadie.
—Entonces, ¿te parece bien en mi próximo día libre?
—¡Sí!
¿Quizás debería haberme contenido un poco con mis palabras?
Decido preparar los bocadillos favoritos de la bestia sagrada para mañana, para demostrarle mi gratitud.