Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 37: Quiero dormir contigo

Traducido por Lugiia

Editado por Yonile


La convencional pelea de almohadas termina y llega el momento de ir a la cama. También regreso a mi habitación, pero me pongo a leer un libro para matar algo de tiempo.

Una hora más tarde, me lanzo silenciosamente un hechizo de invisibilidad. Así, deslizándome fuera de mi habitación, me escabullo en la habitación donde Dirk se está quedando y lanzo un hechizo a nuestro alrededor para que no puedan oírnos. Por si acaso, coloco de nuevo el seguro de su habitación.

Dirk parece estar dormido en su cama. Justo cuando estoy a punto de tocarlo suavemente, mi campo de visión se voltea, él inmoviliza mis manos y coloca un cuchillo en mi cuello. Me horrorizo ante su fría mirada.

—¿Quién eres…? ¿Eh? —Dirk se congela al ver a quien está inmovilizando—. ¿Rosa… rin?

—Buenas noches.

—¿Eh?

Mientras me empuja, Dirk, quien no puede entender la situación actual, solo es capaz de decir en todo ese tiempo “¿Eh?” y mi nombre.

—¿Eh?

—Estoy aquí para dormir contigo.

—¿Qué?

Cuando le comunico mis asuntos, cambia de “¿Eh?” a “¿Qué?”. No, ya que es una fiesta de pijamas, ¿lo normal no sería dormir juntos? En el sentido normal de la palabra.

—¿Dormir juntos?

—Traje mi almohada, pero, si es posible, me gustaría usar tu brazo como almohada. ¿Considerarías guardar el cuchillo ya?

—¡Perdón!

Dirk rápidamente guarda el cuchillo y comienza a comprobar si hay una lesión en mi cuello.

—Ah…, eso hace cosquillas.

—Aguanta… Espero que no haya ningún corte.

Diligentemente hace un viaje de ida y vuelta alrededor de mi cuello con sus duros dedos. Dirk es muy hábil con la espada, así que la piel de las manos que me tocan es gruesa y dura.

Intento distraerme, pero no puedo evitar sentir cosquillas. Acariciando suavemente por debajo de mi barbilla, continúa en busca de heridas.

—Pareces estar bien.

—Ah…

Entonces, dejo salir una voz extraña cuando me acaricia. Dirk también se da cuenta de lo que ha estado haciendo hasta ahora. Sus orejas y su cola se erizan y se tensan; en un instante, su rostro se vuelve de un color rojo brillante.

—Ah… Ah…

—Soy demasiado joven, pero parece que me has agredido sexualmente, ¿no?

Como pensé, es imposible hacer un chiste para ocultar mi propia vergüenza por  dejar salir una voz tan extraña.

—¡Ahhh!

Estaba en lo cierto al lanzar magia para que no pudieran oírnos por toda la habitación.

—Ah… Ah…

Sus orejas y su cola comienzan a caer mientras tiemblan. Desconcertado, se acurruca en una esquina de la habitación con lágrimas en sus ojos.

—L-Lo siento, Rosarin. No quise hacer nada atrevido…

—No, realmente no me importaría si lo hicieras.

—¿Eh?

—¿Quieres hacerlo?

Inclino la cabeza a un lado. Bueno, depende de la extensión de ese “atrevimiento”; sin embargo, Dirk no haría nada que me disgustara.

—¡¿Q-Qué?! ¡N-No haré nada de momento!

Dirk niega con la cabeza con lágrimas en sus ojos. Ah, ¿estás diciendo que no tengo encanto? Convirtiéndome en la Rosalia de dieciséis años, me acerco a él.

—¿No soy atractiva?

Presiono fuertemente mi pecho contra su brazo. Hmm, esta es una técnica imposible de lograr para Rin… ¡No estoy para nada triste por eso! ¡No, no!

—¡Lo eres! Eres tan atractiva que podría volverme loco, así que por favor, ¡detente de una vez!

—Eh… ¿qué debería hacer~?

Esto se ha vuelto muy divertido. Cuando me froto contra su mejilla mientras aún me aferro a su brazo, se sobresalta pero no se aparta. Cuando le doy una palmada en el regazo, se sienta tímidamente con las piernas cruzadas. Subiendo sobre su regazo, me pego a él aún más fuerte.

Coloco mi oreja en su pecho y escucho los latidos extremadamente rápidos de Dirk. ¿Está bien? No obstante, me siento feliz de que se sienta nervioso por el contacto conmigo.

—Dirk, tu corazón está latiendo muy rápido.

—¡C-Cualquiera estaría de esta manera si la chica que le gusta estuviera pegada así de cerca! —grita medio desesperado. Ser llamada “la chica que le gusta” hace que mi corazón brinque.

—Je, je, te amo, Dirk —digo mientras me acurruco cerca de su cuello.

—Oh, yo también, te amo, Rosarin.

Un pequeño beso es plantado en el rabillo de mi ojo. Sorprendida, levanto mi mirada y veo a Dirk con los ojos llorosos y sonrojado como de costumbre; sin embargo, siento que mi corazón brinca de nuevo por su virilidad. Entierro mi rostro cerca de su cuello otra vez para ocultar mi vergüenza.

—Dirk, hueles bien.

—¡¿Eh?!

¿Qué fue ese chillido? Nunca lo he dicho porque no sé si podría soportar que las personas pensaran que soy una pervertida, pero Dirk no huele a bestia, y huele tan bien que ocasionalmente lo huelo en secreto cuando hago mofumofu con él.

—Dirk, siempre hueles bien.

De forma evidente, lo olfateo.

—¡N-No me huelas!

—Pero, tú siempre lo haces conmigo, ¿no es así?

—Ah…

No sé si es algo de la naturaleza de los hombres mitad bestia o si es porque Dirk tiene algún fetiche por los olores, pero lo hace muy a menudo.

—Por eso, creo que debería estar bien que yo también lo haga.

—Y-Yo lo hago porque es algo así como un hábito de los hombres mitad bestia, así que no puedo evitarlo, ¡pero tú eres humana, Rosarin!

—¿No eres también medio humano? Eso no es justo.

—Ah…

Dirk, quien no es un oponente para mis respuestas, baja sus orejas con lágrimas en sus ojos. No pudiendo soportar la vergüenza, sella mis labios con su mano. La cola que ha estado bajo mi falda desde hace un tiempo me hace cosquillas en mi entrepierna.

—Por cierto, ¿de qué hábito hablabas?

—Ah…

¡Obviamente dije algo innecesario!, logro comprender eso de la mirada de Dirk mientras se congela en el lugar. Es algo descuidado con sus palabras. Sin embargo, como en verdad no conozco ese hábito, pregunté eso.

—Dime…

Inclino mi cabeza con ojos de cachorro. El tembloroso Dirk es demasiado lindo…

Lo veo murmurar algo parecido a: “¿Está intentando ser linda a propósito?”.

Hmm, supongo que necesita un empujón más.

—¿No puedes…?

Cuando me muestro abatida, Dirk entra en pánico.

—¡N-No es que no puedas saberlo! Aunque me encanta tu olor, Rosarin, también compruebo el olor de otros hombres, y como los hombres mitad bestia tienen una marca para su compañera, solo me aseguro de que mi olor sigue estando… en ti.

Su cara se pone aún más roja y su voz se vuelve casi un susurro a mitad de sus palabras.

Ahora que lo pienso, una persona de la unidad de hombres bestias me dijo: “ustedes dos son tan apasionados”. Un día, cuando le pedí que me dejara hacerle mofumofu también, me dijo que se sentiría mal por Dirk… ¡¿Entonces era por eso?!

—Una marca… ¿Quieres decir que, con mi olor, estoy declarándole a otros hombres mitad bestia que soy tu compañera?

—S-Sí.

—Ohh, estoy feliz de escuchar eso.

Me ama, muestra un deseo de monopolizarme… Quiero declararles a otras personas que soy su compañera. Que él es mío.

—¿Eres feliz?

—Lo soy. Por favor, monopolízame durante toda tu vida, ¿de acuerdo?

—¡Oh, Dios! —exclama, abrazándome con fuerza.

—Ah, Dirk.

—¿Eh?

Dirk reacciona a la extraña voz que dejo salir una vez más. ¿Debería decirle pronto que me hace cosquillas? Lo está haciendo inconscientemente después de todo.

Poco a poco, me subo la falda hasta mi entrepierna.

—Espera, ¿q-qué?

Dirk se cubre los ojos con las manos en pánico, pero parece echar un vistazo a través de los huecos entre sus dedos.

—Tu cola me hace tantas cosquillas que dejo salir una voz extraña.

—¡¡¡L-Lo siento!!! —responde, retirando rápidamente su cola.

—No, ha estado entrelazada en mi entrepierna desde hace un tiempo, pero sabiendo que es un comportamiento de cortejo, me sentí feliz, sabes.

—¡Espero que mis instintos se mueran! —exclama cayendo de rodillas y… ¡Oye, no estrangules tu cola! ¡Eso debe doler!

Me apresuro a detenerlo.

—Ya no puedo soportarlo… Estoy tan avergonzado que quiero morir…

—¿De verdad?

—Sí. Inconscientemente me alegré tanto de que te aferraras a mí, que quise mimarte…

Oh, no, ¿de verdad acaba de decir eso? Ya veo, así que tenía un gran significado. Dirk parece sentirse deprimido.

Me siento en la cama y extendiendo mis brazos, lo llamo.

—Ven, Dirk. Consiénteme. Vamos a dormir juntos esta noche.

Vuelvo a mi habitual apariencia de cuatro años. Como pensé, tengo sueño. Me sostiene en sus brazos y me cubre con una manta. Además, me deja usar su brazo como almohada, tal como le pedí.

—¿Dirk, te transformarías?

—¿Sí?

—Hoy es un día especial. Puedo hacer todo lo que quiera, ¿verdad?

En ese momento, desabrocho los botones de su camisa. Una piel suave y… oh, abdominales marcados. Son bastante duros… Ah, también visualizo una pequeña cicatriz.

—¡¿Qué?! ¡Espera!

—Dirk, transfórmate —suplico de nuevo mientras juego con sus abdominales.

—¡Ahhh, no puede ser!

Sus abdominales y su pecho desnudo se vuelven de un pelaje oscuro. Lo abrazo con fuerza.

—Ha, qué felicidad este mofumofu… Además, Dirk, ¡eres demasiado lindo! ¡Dirk, Dirk, te quiero!

—Haz lo que quieras…

Él se rinde y me deja hacer lo que me plazca. Sin embargo, defiende la base de su cola hasta el final. Qué mal.

—Estoy satisfecha…

—Y-Ya veo…

Una yo satisfecha de mofumofu y un Dirk completamente exhausto… Qué día tan perfecto.

—Eso me recuerda, este anillo tiene el estampado de la Flor de Riccar, ¿verdad? —pregunto, mostrando el anillo que él me había dado.

—Sí.

La Flor de Riccar es una flor inusual de un vívido color azul que florece durante el invierno, por eso también se le llama la Flor de Lapislázuli.

—¿Me diste esto sabiendo su significado en el lenguaje de las flores?

—Sí…

—Dilo…

—Ugh…

Superado por mi persistente mirada, me dice las palabras que deseo.

—Feliz cumpleaños, Rosarin. “Te amaré por toda la eternidad”.

En el lenguaje de las flores, Riccar significa amor eterno. En este mundo, es una flor famosa para dar a tu pareja.

—Sí, yo también.

Me duermo de inmediato en los brazos más confiables del mundo.

2 respuestas a “Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 37: Quiero dormir contigo”

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