Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 4: El plan para mejorar las condiciones de vida de mi Madre

Traducido por Lugiia

Editado por Yonile


Ahora bien, como el tutor privado de mi hermano, viene después del mediodía, le pido que trabaje duro y me despido. Me invitó a estudiar con él, pero tengo otras cosas de las cuales ocuparme, así que me negué. Sin embargo, tengo la intención de estudiar juntos en algún momento.

Lo que quiero hacer ahora es mejorar los hábitos alimenticios de mi madre. Si la sigo obligando a comer algo que no le guste como hice al mediodía, acumulará un estrés considerable. En su lugar, podría dejarla comer algo delicioso.

Martha también quiere hacer algo con sus hábitos alimenticios. Le he dicho seriamente que tengo una idea y me ha traído a la cocina.

Dan, el chef principal de nuestra casa, es un hombre de mediana edad con buenos músculos y rápidamente entiende mi idea, la cual es:

Si ella las odia, escóndelas. 

Mezclar verduras finamente picadas en la hamburguesa. Disolverlas en la sopa y hervir a fuego lento hasta que su forma original sea irreconocible. Rallarlas en cremas de verduras y en pasteles.

Parecen ser recetas inusuales para este mundo, así que termina haciendo varios prototipos sólo por lo que le conté. Cuando los pruebo, todos están deliciosos, así que terminan siendo aceptables.

Además, le pido que cocine sólo en ollas de hierro para mi madre, ya que está algo anémica.

Dan está de acuerdo y me promete que con mi idea, hará que ella, que odia las verduras, se las coma. Los sirvientes de nuestra casa son bondadosos además de ser competentes.

Confiándole la comida a él, decido preguntarle luego a mi hermano si no ha oído hablar de algunas buenas hierbas para reforzar aún más la Operación Salud de Madre.

Tengo que hacer que ella, que está en reposo todo el día, haga ejercicio. Me dirijo entonces a su habitación y me doy cuenta que tiene un leve olor a antisépticos…

Es similar a la habitación en la que viví durante 25 años en Japón.

Está leyendo un libro en una cama en el centro de la habitación.

Ha… La belleza anormalmente frágil que mira un libro sobre la cama es realmente pintoresca.

—Madreh, po favo, jega conmigo.

Ella inclina su cabeza, pero sonríe.

—Está bien, ven aquí —dice, dando golpecitos a su cama.

¿Tiene la intención de seguir leyendo? A mí también me interesa su lectura, pero el objetivo es que haga ejercicio.

—Hoy, mi hemano mayor me enseñóh las fores en el jadin. También, voy a enseñárselash a Madreh.

—Oh Dios~ Eso suena divertido.

Las cosas han ido bien hasta ahora. Sin embargo, la situación ha encontrado un desarrollo inesperado: mi madre no tiene resistencia. Es mucho más baja de lo que esperaba.

No, no importa cuán débil sea tu constitución, ¡¿cómo se agotan todas tus fuerzas antes de llegar a la entrada?! ¡¡Tú!! ¡¿Cómo te mueves normalmente?!

Sus ejercicios tienen que comenzar desde el nivel de rehabilitación. Decido hacerlos de forma constante.

El objetivo actual es tener suficiente fuerza muscular para poder dar un paseo por el jardín.

Cuando repito eso en mi mente… el objetivo es tan bajo, que me dan ganas de llorar.

Hoy… lo dejamos en ejercicios que puede hacer desde la cama.

2 respuestas a “Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 4: El plan para mejorar las condiciones de vida de mi Madre”

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