Solo soy la hija “normal” de un duque – Capítulo 54: La oficina del primer ministro en la actualidad

Traducido por Lugiia

Editado por Yonile


Cuando el adorable Jendo se despertó, estaba completamente desnudo. Aunque su transformación en bestia es linda, es preocupante su desnudez.

Ya que mi padre me había llamado, me despido de Dirk y vuelvo a su despacho. Por su parte, la bestia sagrada fue a dar un paseo.

—Llegas tarde.

—Participé en el simulacro de batalla de la Orden de Caballeros y salí victoriosa.

—Ya veo.

—No, no, ¡¿qué está haciendo durante su descanso para comer, señorita?!! —interviene Arc al escuchar mi explicación. En mi mente, tiene algo de razón sus palabras, pero…

—Bueno, cuando fui a buscar a la bestia sagrada, me informó de los simulacros de batalla, y el señor Rudolf me invitó a participar… El resto solo sucedió, pero fue divertido.

—¡No estaba preguntando por sus impresiones! En serio, cada vez que le quitamos los ojos de encima, hace algo indignante, señorita.

Arc suspira y aprieta su frente como si tuviera dolor de cabeza.

—Eh~ No sucede a menudo, ¿verdad…?

—El Bosque de los Elfos…

—¡Fue a causa de una fuerza mayor…!

—Umm…, creo haber oído que el Asesino de Aventureros del Bosque de los Elfos fue derrotado… —interviene uno de los secretarios tímidamente.

Esta persona es un ser incondicional que ha estado trabajando en la oficina de mi padre desde hace medio año. Aunque es tímido, para mi sorpresa, es muy audaz. Bueno, tener esa cualidad como secretario del primer ministro es obligatorio.

Debe ser fácil acordarse de él, ¿verdad? Es el oficial civil que entregó los documentos en mi primer día en el castillo cuando tenía tres años. Su nombre es Jack.

—Fue derrotado en su mayor parte por la señorita.

—¿Eh…?

—¿Qué…?

Como era de esperar, incluso el segundo secretario reacciona ante esas palabras.

—¡E-Eso está mal! ¡Dirk también cooperó conmigo!

—Como cebo… Aquella que incapacitó al oponente y lo cortó por la mitad… fue usted, señorita.

—Sí…

—¡Asegúrese de entregar información precisa! ¡No la omita solo porque le parezca molesta! Además, la omitió a propósito, ¿no es así?

—Eso es solo tu imaginación.

—¿Qué hay del asunto con Yggdrasil?

—Era demasiado problemático de explicar.

—¿Qué hay sobre cortar por la mitad de un solo golpe al Asesino de Aventureros?

—No estaba mintiendo.

—Tampoco estaba diciendo la verdad, ¿no…?

—Te-he.

—¡¡¡Ahh!!! ¡¡¡Sea sincera!!!

—No, no podía hablar de ello en ese instante con mi hermano mayor presente.

—Hablemos de ello más tarde entonces.

—Entendido~

—Al final, ¿la señorita Rosarin derrotó al Asesino de Aventureros? —pregunta el tímido Jack de nuevo. A pesar de tener esa cualidad, tiene muchas agallas.

—Así es…

El silencio en ese instante fue tan incómodo, que el otro secretario decide retomar su trabajo; supongo que es algo normal en una persona desinteresada en las cosas.

—Lo he pensado desde que era pequeña, pero usted, señorita Rosarin, realmente se sale de la norma —dice Jack con una mirada gentil, pero distante. Por favor, vuelve a la realidad.

—No, soy bastante normal.

—¿Dónde?

Las voces de Arc, Jack, e incluso del otro secretario, Rada, se superponen.

—R-Rada, ¡eres demasiado cruel! ¡Actuabas como si no tuvieras interés!

Expreso mi descontento mientras doy una palmada en el escritorio. Rada, quien me mira con la barbilla levantada y quien normalmente no puede ver debido a su flequillo, desvía la mirada.

—No, es la verdad…

—¡Oye!

—¡¿Eh?!

Con la ayuda de Rosalia, termino levantando el flequillo de Rada.

En esa cara suya, obviamente confundida, se encuentran varias escamas desde su frente hasta sus mejillas; son unas relucientes escamas plateadas que se ocultan tras su duro cabello plateado como el alambre. Veo que el color de sus ojos es azul claro.

—S-Suélteme…

—Qué bonito…

—¿Qué…?

—Ahh, perdona.

Rápidamente lo suelto. Me lo esperaba, pero es un joven bastante guapo, así que no hay necesidad de ocultar su cara con el flequillo.

—¿No tiene problemas con los hombres bestia serpiente, señorita Rosarin?

—Ah, ¿eres una serpiente? Pensé que podrías ser un dragón o algo así.

—¿Dragón…?

—Uno de mis espíritus es mitad dragón, ¿sabes?

Los dos secretarios intercambian miradas y dicen con voces superpuestas:

—Señorita Rosarin, usted es demasiada extraña.

—¡¿Qué les sucede?! ¡Kou y yo nos conocimos por casualidad!

—Ni siquiera el concepto de llegar a conocerlo es posible por sí mismo… —me dice Rada sin rodeos.

—En primer lugar, por lo general, solo se vería algo así durante una subyugación, así que estallaría una pelea en el momento en que se lo encontrara, ¿vale? Los soldados lucharían con sus vidas en juego, así que mantener una conversación o domarlo sería imposible —explica Jack.

—Ugh…

Parece que realmente soy extraña.

Cuando observo a Arc y a mi padre, los observo riéndose.

Ugh~ No se rían. De cierta manera, es algo chocante ese hecho para mí…

—Bueno, si los dragones son normales para la princesa, entonces los hombres bestia serpiente no son gran cosa.

—Pero tú eres genial, Rada. ¿Hay algún problema con tu origen?

Ya que no entiendo a qué se refiere, pido una explicación.

De acuerdo con Rada, a las mujeres, y a los niños especialmente, parece no gustarles los hombres bestia de la familia de los reptiles.

Me siento algo triste que hayan pensado que incluso a mí, que soy famosa por no discriminar a los hombres bestia, me desagradarían, y que esa era la razón por la que Rada escondía sus escamas.

Lo siento, Rada, noté tus escamas desde el principio. Más bien, pensé que las escondías porque me tenías miedo.

—Lo siento, Rada… Ciertamente me asustaría si tuvieras cuatro cabezas divididas con entrañas que actuaran como tentáculos saliendo de tu abdomen, pero el espíritu que puede transformarse en una serpiente (Quetzalcóatl para ser precisos) también es mi amigo, así que estoy bien con los reptiles. Además, las escamas son tan atractivas que me gustaría acariciarlas.

—Siendo que me he esforzado por nada… ¡Voy a cortarme el cabello!

¿¡Rada se volvió loco!? Justo cuando hace esa declaración, sale corriendo y vuelve con el flequillo cortado. Bueno, ahora se ve mucho más guapo; ese flequillo le estaba estorbando.

—¿No te dije que la señorita lo entendería? Fue un esfuerzo inútil.

Arc ríe entre dientes, mi padre asiente con la cabeza y Jack sonríe con calma.

—Bienvenido de regreso. Tu flequillo luce fantástico. Te sienta muy bien.

—Hmm, no está mal.

—Bueno, el trabajo se ha amontonado, saben~ Ayudaré con la parte del joven Rada —añado.

—Sí… Me encargaré del trabajo que retrasé.

Rada ríe con una cara renovada. Enseguida tomo asiento y comienzo a trabajar.

Creo que la oficina del primer ministro por fin ha conseguido una ayuda adecuada. Gracias a ellos, la carga sobre mi padre y Arc ha disminuido. Es bueno que ambos sean competentes.

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