Te equivocaste de casa, villano – Capítulo 5: Me convertí en la vecina de al lado de la heroína (2)

Traducido por Shroedinger

Editado por Hime


—El casero me dijo que mi casa tiene buena suerte. Todos los propietarios se  han marchado sin falta.

—¿El propietario dijo eso?

—¡Sí! Y me dio buenos consejos.

Me mantuve en silencio.

—Pero ¿sabes? Me sorprendió mucho cuando el vecino que conocí hace un rato de repente empezó a hablar de fantasmas.

¿Acaso compró la casa sin saberlo…?

Bueno, ella tenía una hermana pequeña; no había ninguna razón para que ella tomara una casa con un rumor tan aterrador.

Aparte de eso, ¿qué es esa falacia sobre ”una casa con buena fortuna”? ¿O eso de que “todos los propietarios de la casa se marchan sin falta”? Si vas a mentir, al menos hazlo de manera sensata. Este propietario… En serio.  Sin embargo, si dijo todo eso y vendió la casa, entonces el precio no bajó. Obviamente, el viejo propietario extorsionó a la heroína.

Sin siquiera notar lo ocurrido, Anne-Marie esbozó una sonrisa tan radiante como el cielo despejado.

—Ahora veo que debe haber algún tipo de malentendido. Creo que el vecino estaba preocupado por mí y por eso me contó esa historia. Cuando lo vuelva a ver, será mejor que le haga saber que estaba equivocado.

¿Estará bien la heroína?

Por supuesto, no había ningún fantasma en esa casa, así que ella podía vivir tranquilamente. Pero aparte de eso, no pude evitar preguntarme si lograría sobrevivir en este mundo cruel habiendo sido engañada con tanta facilidad.

Ah, cierto. Hubo un chico que sacó a relucir los aspectos positivos de la protagonista y que resaltó el hecho de que algunas cosas estaban únicamente destinadas para ella. Para el final de la novela, habría encontrado a su rica abuela materna, obtendría su herencia y su vida florecería de nuevo.

Entonces no importa.

—Me alegra que gente tan agradable viva en mi vecindario. Estaré a tu cuidado de ahora en adelante.

Mientras mi mente vagaba entre mis pensamientos, curvé los labios al igual que la mujer alegre frente a mí, dedicándole una leve sonrisa.

—Sí, lo mismo digo.

♦ ♦ ♦

—Hmm, ¿debería mudarme a otro lugar…?

Esa noche, pensé en ello con seriedad mientras miraba la puesta de sol fuera de la ventana. Al principio, había decidido no preocuparme por eso, pero cuanto más digería mi encuentro con la heroína, más incómoda me sentía; aunque no sabía el por qué.

Debido a las experiencia que he tenido hasta los momentos, no era prudente ignorar mis instintos…

En ese momento, un sonido se escuchó debajo de mis pies, interrumpiéndome, pero lo ignoré. La imagen de la mujer de pie frente a la puerta de mi casa antes quedó grabada en mi mente. Ahora que caía en cuenta, era la primera vez que pensaba en Coco en mucho tiempo. ¿Cuándo fue la última vez que me puse sentimental a causa de algo que recordara mi vida pasada?

Desde que perdí mis emociones en el instituto, incluso cosas como el apego o el anhelo se habían debilitado. Mi sentimiento actual era similar a como me sentí cuando conocí a Lakis Avalon y recordé la muerte de mi personaje favorito.

Quizás era por eso que, inesperadamente, me agradó un poco la heroína, pero…

—¡Mph! ¡Mmmphh…!

—Señor, guarde un poco de silencio. No puedo pensar.

Estaba absorta en un leve sentimentalismo, pero fui arrastrada de regreso a la realidad.

Parecía que la persona debajo de mí ahora estaba completamente consciente; los ruidos que se clavaban en mis tímpanos se habían vuelto más intensos.

Miré hacia abajo, dándole un vistazo a la persona sobre la que estaba sentada.

El hombre, que colgaba en el aire enrollado en un capullo de hilos blancos, se retorcía de miedo. Me irritaba, así que seguí sentada sobre su espalda con las piernas cruzadas y moví los hilos que unían su cuerpo al techo. Cuando este comenzó a balancearse hacia adelante y atrás mientras seguía suspendido, el hombre profirió un ruido muy agudo y a continuación aspiró con fuerza. El sonido reverberó en la habitación desolada.

—Tiene una casa bonita, señor. El techo es alto, la insonorización también es buena.

—Mmp…

—¿Cuánto cuesta una casa como esta? Debería costar al menos cinco mil monedas de oro, ¿verdad?

El hombre, que había dejado de luchar en algún momento, dejó escapar un débil gemido. Este lugar era utilizado como mansión y capilla, y la distancia del techo al piso era de unos diez metros. Entonces, a menos que él tuviera una tremenda mala suerte, no moriría incluso si se caía, pero estaba haciendo demasiado alboroto. ¿Quizás le tenía miedo a las alturas?

—¿Ve? Si simplemente me hubiera escuchado antes, no habría razón para estar así ahora.

Bueno, no era asunto mío, así que me balanceé hacia adelante y hacia atrás en el aire sobre el cuerpo del hombre suspendido y disfruté del paisaje de la ardiente puesta de sol más allá de la ventana.

De un vistazo, parecía una escena muy tranquila y relajada, pero la situación de abajo no era la misma. Las personas que intentaron proteger al hombre de mí estaban tiradas en montones, inconscientes, en el suelo ensangrentado.

Pero, por favor, no me malinterpreten.

Fuera lo que fuera, justo ahora estaba en medio de un trabajo. No tenía la afición de convertir en un deporte la caza de personas que no participaban. Mi propósito hoy era obtener algún tipo de información de este hombre, pero…

—Ah, esto se ha vuelto un poco molesto…

En realidad, acepté esta solicitud porque ofrecía mucho dinero, pero este tipo de peticiones eran un poco molestas.

Comencé a reducir lentamente la cantidad de hilos que se pegaban al techo.

—¿Debería aceptar el pago por adelantado y cancelarlo como una solicitud fallida?

A medida que más hilos se rompían, el cuerpo del hombre descendía cada vez más, y al mismo tiempo, su respiración se tornaba más inestable. Por fin, cuando solo quedaban unos pocos hilos pegados al techo, miré casualmente la cara pálida del hombre y pregunté:

—Señor, ¿qué piensa de morir ahora mismo de manera rápida y sencilla? No es necesario que me diga lo que le pedí.

Ante esas palabras, mi columpio comenzó a retorcerse con ferocidad de nuevo.

—¡Mph! ¡Mph…!

La forma en que me miraba era un poco diferente a la anterior. ¿Entendió mis verdaderos sentimientos cuando dije eso? Supongo que finalmente estaba pensando en hablar. A continuación retiré la cuerda que bloqueaba su boca.

—Los… Los documentos están ocultos en… —Tembló cuando respondió a la pregunta que le había hecho antes.

En realidad, había decidido dejar que mi cliente acabara con este hombre al final, así que, francamente, no tenía intenciones de matarlo yo misma. Pero él no lo sabía, así que se encontraba agitado.

El resplandor del sol poniente se hundía a través de la gran ventana que ocupaba un lado de la pared, proyectando un brillo rojizo que llegaba hasta donde yo estaba.

Parecía que hoy podría irme temprano a casa; el hombre era más cobarde de lo que pensaba.

♦ ♦ ♦

No mucho después, recorría en soledad el estrecho callejón que conducía a mi casa.

Mientras mi mente vagaba, me di cuenta de que aún no había cenado. Debería prepararme algo al llegar a mi morada.

Entonces, de repente, noté que una anciana caminaba delante de mí llevando una carga pesada. No vi a nadie más alrededor, por lo que cambié de dirección y caminé hacia la anciana.

—Abuela, déjame ayudarte con eso.

—Oh, vaya, esto será pesado.

No lo encontré tan pesado porque mi cuerpo había sido fortalecido en el instituto de investigación. Y de ser necesario, podría extender un hilo de mi mano para soportar el peso. Era capaz de manipular la longitud y el grosor de cualquier hilo que extendía.

—Gracias, cariño. Llegué aquí rápidamente gracias a ti. Aquí tienes algo para comer.

Gracias al corazón cálido de la anciana, obtuve dos inesperadas manzanas.

—Gracias, abuela.

Honestamente, lo que hice no fue porque sintiera un gran respeto por los mayores o porque tuviera una alta moral o ética.

Siempre que aceptaba una solicitud, intentaba hacer algo bueno, aunque fuera algo pequeño. A pesar de ganarme la vida con mi trabajo, sabía que no era exactamente bueno. Siendo esto lo que decidí para balancear las cosas. Sin embargo, no podía decir que me sintiera culpable por hacer este tipo de encargos.

♦ ♦ ♦

Algún tiempo después, regresé a casa y me preparé una cena tardía. Iba a comer un sándwich simple hecho con el pan integral comprado por la mañana, lechuga fresca, tomates, salsa y tocino.

En realidad, después de los experimentos en el instituto, mi cuerpo pudo sobrevivir sin una ingesta constante de nutrientes, pero de todas formas comía las tres comidas del día, siempre que me fuera posible.

Saqué mis provisiones en la cocina y estaba a punto de comenzar a cocinar —sé que realmente no se le puede llamar cocinar— cuando, de repente, recordé algo y estiré mi mano hacia la ventana.

Un hilo blanco translúcido se extendió a mi voluntad y la punta de este se hundió en la cortina.

Hice un leve gesto y el hilo se movió, bajando las cortinas de la ventana. Eran cortinas opacas, confeccionadas bajo pedido, por lo que mi casa se sumergió de manera instantánea en la oscuridad.

A continuación, envié un hilo en la otra dirección y encendí la luz. Por supuesto, no había electricidad en este lugar, así que la luz no era real. Esto fue algo que hicieron los alquimistas del este.

Los alquimistas orientales le dieron vida a los artículos para el hogar, entre estos se encontraban: simples refrigeradores para congelar y almacenar alimentos, o calentadores para alimentos, similares a una estufa de gas. Por supuesto, estos elementos se veían muy diferentes de los que conocía, los cuales lucían mucho más modernos, pero sus usos eran similares.

Eran muy fáciles de usar y sus efectos eran semipermanentes, por lo que, incluso si los alquimistas los hubieran vendido a un alto precio a un noble, habrían ganado el premio gordo.

Sin embargo, el primer alquimista que fabricó estos artículos, los hizo en abundancia y los distribuyó a bajo precio.

Gracias a eso, era común ver tales artículos entre ciudadanos comunes como yo. Solo como referencia: ese gran alquimista era uno de los protagonistas masculinos de la novela.

Por supuesto que lo era. ¿Tendría sentido si no tuviera tanto peso en la novela cuando era tan genial? Los artículos que salieron al mercado tenían grabado “DS”, una abreviatura de su nombre.

Él no era mi personaje favorito en la novela, por supuesto, pero gracias a él la vida se hizo más fácil. Así, después de elogiarlo un poco, regresé a mi sándwich.

Mientras tanto, los ingredientes que estaban ensartados en el delgado hilo plateado bailaron solos en el aire.

No me tomó mucho tiempo rociar salsa sobre los ingredientes picados y cuidadosamente apilados sobre la lonja de pan para luego cubrirlos con otra.. Después de eso, recogí los hilos enredados descuidadamente frente a mí.

En un minuto, la cena estaba lista.

Con eso terminado, recogí mi bandeja y me trasladé a la habitación de mi casa que gozaba de la mejor vista del atardecer. Había un río que corría detrás de la casa, lo que hacía que el paisaje se viera brillante y amplio. También era la razón por la que el alquiler de la calle Grey Ferret era tan caro.

Dejé la bandeja en el marco de la ventana, me senté en el sillón más acogedor frente a la ventana y miré hacia afuera. Una rica ola de tonos dorados brillantes se desvaneció ante mis ojos.

Qué pacífico.

Mi corazón, que se había inquietado debido al encuentro con la heroína, se calmó de nuevo. Así, disfruté de una cena tranquila mientras contemplaba la puesta de sol. Luego, me levanté en lo que terminaba.

Mis pies golpearon algo y miré hacia abajo. Un brazo liso de madera tallada entró en mi campo de visión.

Había varios muñecos de maniquí desplomados y esparcidos por toda la habitación en la que me encontraba. Debido a que los había hecho a propósito para que parecieran personas reales, había momentos en los que incluso yo me sorprendía cuando entraba a esta habitación en la oscuridad.

Trabajaba como empleada de una cafetería durante el día y por la noche, usaba mi habilidad para trabajar en el inframundo. Mi habilidad como Arachne era bastante útil, así que ocasionalmente recibía solicitudes y me pagaban por resolverlas.

Estas muñecas también eran objetos que había preparado como parte de eso. El rumor sobre un fantasma que vive en la casa de al lado surgió porque fui un poco descuidada al usar el poder de Arachne cuando recién me mudé a la calle Ferret. En ese momento, estaba usando hilos para mover cosas y manipulando muñecas para que actuaran como personas en la casa vacía de al lado, y un vecino lo vio… Gracias a eso, surgieron tontos rumores sobre fantasmas que vivían en este barrio.

Sin embargo, dado que alguien se había mudado a la casa de al lado, era probable que los rumores cesaran.

Pateé de nuevo el brazo de la muñeca que estaba en el suelo y lo empujé hacia un rincón.

Correcto. No hay ninguna razón para que me involucre con los personajes de la novela. Puedo continuar con mi vida como lo he hecho hasta ahora.

Eso fue lo que pensé para mí con bastante serenidad, en ese momento.

Ni siquiera sabía que mi dulce paz se vendría abajo por completo en menos de medio año, después de convertirme en la vecina de la heroína.

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