Un día me convertí en una princesa – Capítulo 100

Traducido por Tsunai

Editado por Sakuya


—Así pues, ¿hay alguien más aquí aparte de ti?

Preguntó la chica, como si yo me comportara de un modo extraño.

Jadeo. ¿En este momento me estaba viendo? ¡Pero nadie habló conmigo! ¿Mi magia desapareció sin que me diera cuenta?

—Oh, pero no estás usando un uniforme. ¿Eres una intrusa que simplemente está ahí sentada?

—Sí.

Terminé respondiendo. Uh, aunque técnicamente, me colé. Pero, afortunadamente, parecía que a los extraños se les permitía estar sentados durante las conferencias. Me sentí aliviada por la comprensión de la chica.

—Oh. Pensé que eras una estudiante porque me resultas muy familiar. Oh, espera, ¿estás en el último año?

—N-no.

E-esta era una situación incómoda. ¿Por qué se había desvanecido la magia de repente? No había ninguna razón por la que lo hiciera. Ah, ¿era realmente algo bueno que desapareciera en este momento?

—Vale… así que, me iré primero.

Ella inclinó la cabeza, pensando que era algo extraña y se dio la vuelta.

Entrecerré los ojos inquisitivamente. Por lo tanto, esto podría significar que de repente podría no ser capaz de teletransportarme, si mi magia no funcionaba. Entonces, ¿cómo se suponía que iba a salir?

Pero luego, de repente, se detuvo en el marco de la puerta y giró la cabeza hacia mi.

—¡Aahhh!

Salté sorprendida ante su grito de conmoción.

—¡La princesa desaparecida de Obelia!

—¡Ugh!

—¡Sí! ¡Te vi en la piedra de visión!

Los ojos de la estudiante se abrieron de par en par al comprenderlo. Me quedé ahí, congelada, sin poder hablar.

La estudiante caminó hacia mí sin poder creerlo. Cada vez que sus zapatos golpeaban el suelo, me estremecía.

—Estoy en lo cierto, ¿verdad? ¿Eres la princesa de Obelia?

—¡M-me confundes con otra persona!

—¡Ah, espera!

Inmediatamente intenté teletransportarme. ¡Magia, por favor, hazme caso esta vez!

¡Whoosh!

Afortunadamente, la chica comenzó a volverse borrosa y cuando volví a abrir los ojos, estaba justamente de pie en un campo de hierba.

Rayos.

¡Pensé que el corazón se me iba a salir del pecho! Dios mio, ¿quien era realmente esa persona para poder reconocerme de este modo? ¿No dijo algo de una piedra de visión? ¿Las piedras de visión que mandó Claude ya llegaron a Atlanta?

Debido a que estaba tan conmocionada, me encontraba temblando. Me agarré la cabeza y grité.

¿Iba esa chica a notificar inmediatamente al palacio que me encontraba aquí? Pero, como me había visto desaparecer justamente ante sus ojos, no importaba. Ahora me encontraba en este campo.

Maldición, estaba muy sorprendida porque era la primera vez que alguien reconocía mi rostro con tanta rapidez. W-Wow, que emocionante.

Me acosté en la hierba para calmarme de algún modo.

Pensé que podría quedarme en Atlanta por un tiempo, pero me atraparon más rápido que nunca.

Oh, entonces, ¿dónde se suponía que debía ir? No tenía que volver, ya que simplemente tenía que hacer dinero.

Continué pensando en la hierba y moví de nuevo mi dedo.

♦ ♦ ♦

—Ugh, el profesor me encargó hoy 4 tareas.

—3 para mí. ¿Está tratando de matarnos?

Suspiré, sintiendo la brisa en mi pelo. Parecía diferente mirando el sol desde la azotea.

En este momento, me encontraba en la escuela de antes.

Después de todo, el transistor no se encendía por sí mismo, así que si la gente de Atlanta descubría que me encontraba ahí, este era el último lugar donde mirarían, si esa chica decía que me vio aquí.

¿No les resultaría extraño pensar que volvería aquí? Si no, no importaba. Ahem.

Estaba observando cómo se movían todos, con mi magia de invisibilidad, desde la azotea. Pero volvía a tener esta extraña sensación de antes.

¿No le diría esa estudiante a los otros que me vio? Estaba tranquilo no solo en la escuela, sino también fuera.  Y tampoco era como si la seguridad se hubiera vuelto más estricta.

—Hm.

Observé a los estudiantes que estaban abajo.

Quería cambiar mi ropa por el uniforme y caminar descaradamente, pero pensé que sería de mala educación, así que no lo hice. Sí, usar un uniforme a mi edad no estaba bien. Ugh.

Así que decidí volver a donde me alojaba, después de la puesta de sol y continuar mirando. Ah, eso fue agradable.

—Cough, cough.

¿Hm? Escuché a alguien que parecía fingir toser…

—Uh, lamento hablarte tan de repente. Pero es un poco peligroso estar ahí. Podrías resbalarte porque ayer llovió…

Miré hacia la dirección del sonido. Y grité por la cercanía de la cara.

—¡Ack!

Retrocedí y de repente, ¡mi cuerpo comenzó a deslizarse hacia abajo!

—Um, espera un minuto. No se lo diré a nadie. Tampoco le he contado a nadie sobre lo que ocurrió en la sala de conferencias.

La miré con sospecha, pero parecía estar diciendo la verdad. Y tampoco parecía estar planeando algo a escondidas.

Pero, ¿podía confiar en ella? Lo mejor seria que no me teletransportara ahora, porque mi cuerpo podría no ser capaz de soportarlo, después de usar tanta magia.

Finalmente, con dudas, volví a bajar la mano. Entonces, la chica dio un paso atrás, como si me ayudara a sentirme más a gusto. Puse distancia entre nosotras y me apoyé en la ventana.

Pero, como me dirigía hacia donde brillaba el sol, exclamó, mirándome a la cara.

—Ah. Pensaba que esos ojos eran fascinantes. Debe ser porque son los ojos de la realeza, de los que escuché hablar.

Me estremecí ante lo que dijo.

¡Crash!

Pero, entonces, la puerta se abrió de golpe. La chica y yo nos sobresaltamos ante el sonido.

—¿Qué estás haciendo aquí?

Era un chico, estudiante, con el pelo plateado. Eso fue extraño. El pelo plateado no era tan común, así que, ¿cómo es que las dos primeras personas que conocí de esta escuela, tenían el pelo plateado? ¿Tener el pelo plateado no era tan extraño en Atlanta?

¡Un momento! ¡¿También fui atrapada por este estudiante?! ¡¿En serio?!

—E-Erich. ¿Desde cuándo estás aquí?

—¿Por qué tartamudeas como una idiota?

Pero el estudiante continuó hablando con la chica, sin ni siquiera mirarme.

—¿Crees que tengo tanto tiempo libre como para estar persiguiéndote? Cuando estaba pasando, te vi entrar aquí.

Ella resopló y miró a su alrededor.

—Pero aquí no hay nadie. Me pareció escuchar a gente hablar. ¿Qué estás haciendo aquí tú sola?

Me quedé desconcertada al instante. ¿Qué? ¿Estaba diciendo que no había nadie más en esta habitación, a pesar de que yo estaba justo aquí? Vi los ojos de la chica que estaba de pie a mi lado, también llenos de signos de interrogación.

Arrugó la nariz y se mantuvo pensativa por un momento, ocultando completamente la sorpresa de su rostro, para hablar con naturalidad al estudiante.

—No tienes que saber lo que estaba haciendo. Solo sigue tu camino.

—Si no te vas ahora, llegarás tarde a la conferencia. Y el Profesor Thonton es el responsable.

—Me las apañare. Si no quieres meterte en problemas, márchate primero. Ah, y gracias por tu preocupación.

Luego, las cejas del chico se fruncieron y habló con voz fría.

—¿Preocupación? No me hagas reír. ¿Quién está preocupado? Si te metes en problemas o no, no es asunto mío. Solo lo dije porque podrías manchar el nombre de la familia Ernst si llegas tarde. Aún quedan 5 minutos, decide si vas a venir o no.

Puso una mueca de enfado y se dio la vuelta para salir del almacén.

— ¿Q-qué acaba de pasar? ¿Era un tsundere? Aunque su tono era frío, parecía que lo dijo porque estaba preocupado. Y hasta le dijo que quedaban 5 minutos.

En realidad, ¿no se parecen un poco los dos? Sus ojos eran diferentes, pero ambos tenían el pelo plateado. Y tenían una extraña aura sobre ellos que los hacían similares.

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