Traducido por Ichigo
Editado por Sharon
La capital de Qiong Yue estaba muy concurrida. Había edificios de tres niveles a ambos lados de la calle, las tiendas eran abundantes y las voces humanas estaban por todas partes. El camino pavimentado con cuarcita era suave y plano, mostrando débilmente la prosperidad del país. Probablemente debido al próximo evento de celebración, todos los lugares estaban cubiertos de seda roja y linternas. Mirando este lugar desde lejos, se veía algo estridente.
El sol de otoño no era tan cálido como el de verano, especialmente al mediodía cuando la luz del sol cegaba a las personas. La gente de Qiong Yue poseían una mente bastante abierta; habían muchas mujeres caminando solas por las calles. Sin embargo, dentro de la colorida escena, había un obvio color negro.
Esta era la primera vez que Gu Yun caminaba por las calles de la capital desde que llegó a este mundo hace cuatro o cinco meses. Si no estaba entrenando a los soldados, se encontraba compitiendo. Si no se encontraba investigando un caso, estaba luchando contra los rebeldes. Ahora que estaba ociosa, no sabía qué hacer. En unos pocos días, sería el día de la boda de Qing, y necesitaba encontrar algo para ella. Desafortunadamente, incluso después de caminar por más de dos horas, no fue capaz de encontrar el regalo correcto.
No muy lejos de allí, había una tienda bastante concurrida. Frente a su entrada, había dos jades pixiu [1]. Toda la tienda estaba decorada con adornos únicos y simples, pero elegantes. Había cuatro palabras escritas en un gran letrero de jade negro en donde se leía “Jin Yu Liang Yuan” [2]. Los labios de Gu Yun se levantaron ligeramente. Al encontrarse con una tienda de tan buen nombre, debería ir y echar un vistazo. Al entrar, un empleado vestido de azul fue a saludarla de inmediato. Observó en secreto a Gu Yun y sonrió.
—Señorita, por favor venga por aquí. Esta tienda vende muchos tesoros, usted podría seleccionarlos.
Gu Yun miró por las cuatro esquinas. En cada esquina, había una estatua de jade de media altura humana que se veía muy grande. En el medio, había una vitrina en forma de anillo. Había muchos adornos de jade en la exhibición. Gu Yun no entendía realmente el jade, así que solo los miró. Nada era elegante. Cuando se preparó para irse, el vendedor se adelantó y sonrió.
—¿Qué estilo le gusta, señorita? Este humilde ayudante le recomendará algunas cosas buenas para que las vea.
Esta señorita se veía muy simple, pero su aura no era ordinaria. Miró la grandeza de la tienda que estaba llena de cosas buenas, pero solo echó un vistazo rápido, como si nada le llamara la atención. En su opinión, que había pasado tantos años atendiendo a los clientes, esta mujer no era tan desaliñada como su aspecto.
¿Habrá una habitación más en el interior?
En ese momento, ella no podía pensar en otro lugar al que ir, así que decidió echar un vistazo al interior.
—Quiero algo jubiloso o exquisito —dijo Gu Yun casualmente.
—¿Quiere enviarlo como un regalo, señorita? —especuló el hombre.
—Sí.
La decoración del cuarto interior era más cómoda que la del exterior, con asientos acolchados alineados a dos lados de una mesa de madera cuadrada. Había unos cuatro juegos de mesa y asientos. La distancia entre un juego y otro era bastante grande, haciendo que parecieran espacios independientes. Dos mujeres de cuarenta años estaban seleccionando los productos. Detrás de ellas, había otro empleado con uniforme azul.
—Por favor, espere, señorita —le pidió, y fue a buscar las cosas. Gu Yun eligió el asiento más cercano a la puerta para sentarse.
Apoyando sus mejillas con las palmas de sus manos, Gu Yun esperó allí. Suspiró en secreto. Un día tranquilo como este era realmente aburrido. Ayer, había dormido en la Mansión del General todo el día. Hoy, después de pasar medio día, ya se sentía aburrida hasta la muerte. No muy lejos, dos mujeres casadas estaban chismorreando. Parecía que seleccionar los bienes era su objetivo secundario, mientras que chismorrear era lo principal al venir aquí. El cuarto interior era mucho más tranquilo, así que aunque Gu Yun no quería escuchar a escondidas, vagamente sentía sus voces.
La mujer que estaba de púrpura bajó la voz, fingiendo ser misteriosa.
—¿Has oído? Una hija de la familia Fang se ahorcó anoche.
—¿Qué? ¡No puede ser! —dijo ansiosamente la mujer de amarillo a su lado—. He visto a esa chica. Era gentil y tranquila. También era sensata y se comportaba bien. ¡¿Cómo pudo colgarse?!
—¿No lo sabes? Te lo diré, pero no puedes divulgarlo.
—¡Cálmate, cálmate! No soy esa clase de persona. Sólo dilo —aseguró su acompañante, golpeándose el pecho.
Gu Yun se quedó atónita. ¿Estaban hablando en este lugar pero querían mantenerlo en secreto? Tenía miedo de que estas dos mujeres estuvieran ansiosas de pasar el chisme más ampliamente.
La mujer de púrpura miró a su alrededor, y luego con una expresión y tono exagerados, habló.
—Hace algún tiempo, el padre de la señora Fang murió debido a una enfermedad. La señora Fang trajo a Yi Jun para que asistiera al funeral. Querían pasar una noche allí y volver rápidamente al día siguiente. ¡Quién iba a decir que se encontrarían con un accidente por la noche!
—¿Qué pasó?
—¡Conoció a un ladrón de flores [3]! —respondió la mujer de púrpura, acercándose.
—¡Ah! —gritó la mujer de amarillo—. ¡¿Cómo pudo pasar esto?! ¿Dónde lo conoció?
La mujer de púrpura hizo un movimiento silencioso y suspiró.
—¡Por favor, baje la voz! Cincuenta millas fuera de la capital. He oído que el hombre era un hábil artista marcial. Siete u ocho luchadores no podrían hacerle frente. Rápidamente secuestró a esa niña. Cuando los criados la encontraron de nuevo, esa niña…
La mujer de púrpura suspiró y no continuó.
Como si hubiera sido una narradora, todos entendieron lo que había sucedido después. Gu Yun, que había visto muchos crímenes malvados, no necesitaba adivinar lo que había pasado después. Sabía el resultado.
Por supuesto, la mujer de amarillo también lo supuso.
—¿Se arruinó? —susurró.
—¡Puede que sí o puede que no! Quién sabe qué pasó, pero su ropa estaba rota y estaba desnuda en el desierto, ¡desmayada! Afortunadamente, no murió. Sin embargo, siendo una mujer que no está casada, ¿cómo puede vivir después de encontrarse en tal situación? Anoche, ella terminó con su vida.
Gu Yun frunció el ceño. Si había sobrevivido, ¿por qué se suicidó? Se enfadó un poco. Coincidentemente, el personal se acercó con una bandeja de adornos de jade.
—Son adecuados para los cumpleaños, así como para regalos de boda. Por favor, eche un vistazo.
—De acuerdo. Déjelo ahí. Cuando vea algo que me guste, le llamaré —respondió algo impaciente.
—Sí.
Al ver que Gu Yun no tenía una buena expresión en su rostro, el dependiente no se quedó a su lado sino que se retiró al lado de la puerta. La muchacha jugó con las cosas de la bandeja, algo distraída. Sin embargo, sus oídos seguían escuchando los diálogos de las mujeres.
—¡Verdaderamente malvado! Esta familia Feng es famosa por su amabilidad. Cada mes, trataban a los pacientes gratuitamente durante cinco días. Varios pobres se salvaron porque donaron medicinas. ¿Cómo se pudieron encontrar con tal problema? ¿Cómo puede ser esto real?
—¡¿Quién no quiere que sea falso?! Esto es lo que la señorita Wang me dijo personalmente. La esposa de su hermano menor es la esposa del hermano mayor de Yi Jun. ¡Este asunto no puede ser falso!
—Bueno, la celebración se acerca. ¡Cómo pudo la capital volverse tan inestable!
Después de escuchar varias frases, Gu Yun estimó que ya no dirían nada bueno. Estaba lista para concentrarse en la selección de regalos cuando la mujer de púrpura volvió a hablar con ansiedad.
—Escuche que el asesino es un extranjero. ¡Su cabello es blanco!
—¿Pelo blanco? ¡Sólo escuchar eso hace que la gente se asuste!
¿Pelo blanco?
Gu Yun sostenía una horquilla. No sabía por qué, pero su mente pensó de repente en una hebra de plata en los ojos de una figura solitaria. Entonces lo pensó de nuevo, sintiéndose ridícula. La gente como Ao Tian, aunque matara personas, no haría tal cosa. Esos fríos ojos arrogantes no miraban a ninguna mujer.
—Señora, ¿cuál quiere elegir realmente?
Gu Yun seguía pensando cuando una voz femenina clara y contundente entró en sus oídos.
Recuperó sus pensamientos y vio una elegante belleza de pie frente a ella. En el rostro claro, un par de ojos brillantes estaban mirándola fijamente. Emitía un aura suave.
—Fu, no seas grosera —habló otra mujer detrás de la joven. La chica hizo un puchero, pero no se atrevió a hablar más.
Viendo un pequeño conflicto entre las damas, el dependiente se adelantó rápidamente y sonrió.
—Señorita Yu. Estos artículos han sido presentados a esta señorita para que elija. Su humilde servidor encontrará otros accesorios para usted. ¡Nuestra tienda acaba de recibir nuevos productos!
Gu Yun vio el “reordenamiento” de los adornos de jade que hizo en la bandeja… desordenado. Un poco avergonzada, sonrió.
—No importa, realmente no sé cuál elegir. Si hay algo que le gusta a la señorita, sólo tómalo.
La mujer no tomó nada, sonrió ligeramente.
—Señorita, usted quiere elegir un regalo para alguien, ¿no?
Si lo eligiera para ella, siempre que le gustara, lo habría cogido. No necesitaba ser tan cuidadosa. Viendo su mirada despistada, debe querer enviarlo como regalo.
—Sí —asintió Gu Yun. Esta mujer era sorprendentemente observadora.
—En un banquete de boda, podrías entregarles tus deseos dándoles desde un vaso de colores hasta un regalo de felicitación. Si es para la familia o un amigo cercano, podrías enviar un peine de jade o una horquilla de oro —le recomendó luego de ver la bandeja.
¿Peineta de jade?
Gu Yun sintió que era bastante bueno. Ella y Qing eran iguales en el sentido en que raramente usaban joyas. Un peine de jade sería a la vez atractivo y práctico. Gu Yun tomó un brillante peine de jade blanco y sonrió.
—Gracias, señorita, por su sugerencia. Me llevaré este peine de jade.
—¿Quién daría un solo peine? Solo los amantes lo harían. ¡Un regalo de felicitación debería ser un par! —dijo la chica, Fu, detrás de ella con una risa.
Aunque bajó la voz deliberadamente, todos pudieron oírla con claridad.
—¡Fu! —La señorita la miró fijamente antes de enfrentarse a Gu Yun y disculparse—. Las lecciones de su casa no fueron estrictas. Por favor, no le preste atención, señorita.
Gu Yun presumió que una belleza debería ser así. Incluso mientras la miraba, seguía siendo hermosa.
—No importa —dijo, despreocupada. Al encontrar otro peine de jade en la bandeja, Gu Yun se lo entregó al vendedor a su lado—. Ayúdame a envolver este par.
—Sí.
El dependiente tomó los peines y salió.
En ese momento, la mujer tomó un pedazo de jade tallado de la bandeja. Un loto medio abierto había sido tallado en él. Esta debía ser la pieza que ella estaba mirando antes.
¡Qué mujer tan amable!
Gu Yun sonrió suavemente.
—Perdóneme, ¿puedo saber su nombre, señorita?
Esta mujer no solo era hermosa, sino que también tenía un aura suave que hacía que los demás se sintieran cómodos al estar a su alrededor. Gu Yun no pudo evitar querer saber su nombre.
La mujer levantó la vista lentamente antes de responder.
—Yu Han Dan [4].
Gu Yun levantó suavemente su frente y sonrió.
—Me llamo Qing Mo.
—Señorita Qing —asintió amistosa.
En ese momento, el personal regresó con un delicado estuche bien envuelto.
—Señorita, lo he envuelto para usted. El total es de ciento ochenta Liangs.
—Oh.
Cuando Gu Yun salió esta mañana, Su Yu le pidió al tío Ming que le diera una bolsa de taels de plata. A pesar de que había estado aquí durante meses, sólo podía reconocer monedas y billetes. No sabía cómo configurar un tael de plata para los liangs.
—¿Son suficientes? —le preguntó, dándole la bolsa al dependiente.
—Aún te faltan 30 liangs —respondió el hombre, algo avergonzado por ella, aunque Gu Yun sólo frunció el ceño, sin preocuparse.
—Sólo traje esta cantidad hoy. ¿Qué tal si me lo guardas y mañana vuelvo con el dinero? —preguntó después de pensar. El hombre hizo una expresión difícil.
—Tenemos una regla de no retener la mercancía. Este par de peines de jade son una pareja. Me temo que mañana cuando la señorita vuelva, los habremos vendido.
—Entonces, no podré decir nada. No tengo suficiente dinero ahora. Si mañana se agotan, entonces se agotan —sonrió Gu Yun.
Después de eso, tomó el bolso y estaba lista para irse. La mujer de antes habló en voz baja.
—A decir verdad, señorita, podría darles un depósito y dejar que lo envíen a su casa. En ese momento, puede pagar la cuenta restante.
Los ojos de Gu Yun brillaron y miró al vendedor.
—¿Podría hacer eso?
—Sí —asintió él.
Gu Yun se sintió aliviada y sonrió.
—Bueno, lleva estas cosas a la Mansión del General.
Cuando lo escuchó, el vendedor se sorprendió y la mujer se quedó un poco aturdida por un momento.
—¿Es la Mansión del General ZhenGuo [5]? —preguntó con cuidado.
—Eso creo. Es Su Ling, la casa del General —respondió Gu Yun luego de pensarlo.
Si se dirige hacia el General Su de manera casual, debe ser pariente suyo.
Al escuchar a Gu Yun preguntando cuánto debía depositar, el dependiente se apresuró en contestar.
—Veinte liangs serán suficientes.
Gu Yun abrió su bolso y sacó un billete de la misma cantidad.
—Definitivamente le enviaré esto a la señorita esta tarde —aseguró, tomando el dinero.
—Gracias —asintió Gu Yun.
El hombre se inclinó de nuevo.
—No se preocupe.
Mirando a la mujer de pie en silencio, Gu Yun sonrió.
—Gracias a usted también, señorita Yu.
—De nada —sonrió la mujer.
Su tono era más distante que antes. Aunque Gu Yun no entendía por qué, viendo que no quería hablar con ella de nuevo, solo dijo:
—Me iré primero.
Y salió.
Esperando a que esa figura negra saliera de la tienda “Jin Yu Liang Yuan”, la pequeña sirvienta abrió rápidamente la boca.
—Señorita, ¿la Mansión del General Zhen Guo tiene mujeres? Pero entonces, mirando su vestido, no es realmente una mujer. No es de extrañar que pueda quedarse.
—¡Qué pedazo de boca! Algún día ofenderás a alguien —se rió la mujer, advirtiéndole.
La niña se encogió de hombros, no parecía tener miedo.
Su ropa negra, su alto moño, su sonrisa casual y su comportamiento fresco. Este tipo de mujer, ni siquiera ella podía evitar querer acercarse un poco más, ¿verdad? Yu Han Dan miró a la calle intentando adivinar.
¿Cuál podría ser su posición en la Mansión del General?
[1] Animal mítico chino que parece un león/tigre.
[2] JinYu significa tan valioso como el oro y el jade. LingYuan significa feliz coincidencia. Esto se puede interpretar como una preciosa pareja feliz.
[3] Ladrón de flores: Violador
[4] Yu = Jade, HanDan = Loto.
[5] Es un título: Zhen=guardia, Guo=nación.