Traducido por Yue Liang
Editado por Sharon
Mu Yi entrecerró los ojos, haciéndolo parecer un zorro astuto y traicionero. Todos los espectadores se estremecieron. Solo Gu Yun no fue afectada y mantuvo la mirada fija en sus ojos.
¿Quiere refutar? ¿Enojado? ¡No me hagas reír! Si se atreve a vestir ese tipo de ropa ¡Tiene que estar preparado para que la gente hable!
Inesperadamente ella no se dejó intimidar.
¡Interesante!
La frialdad en sus ojos fue reemplazada por el interés. Esto realmente hizo que el cabello de Gu Yun se levantara. Este hombre era realmente problemático. Ella era demasiado perezosa para seguir mirándolo y rápidamente le dijo:
—Su Ren, mañana, una vez que el sol salga, ve al valle del cuervo a explorar el terreno.
Estaba a punto de irse cuando la arrogante voz de Su Ling, la cual contenía una fría furia, se escuchó.
—No es tu lugar dar órdenes. Ahora, ¡regresa a la casa del General!
Ella estaba seriamente indisciplinada y fuera de control. Fue tan lejos como para seguir al Ejército a la ciudad de Pei, ¿que quería hacer exactamente?
Los pasos de Gu Yun se detuvieron, y se giró lentamente.
—General Su, pienso que estas malentendiendo este problema. No tengo ningún interés en ordenar a tu ejército. Además, no tienes porque mirar sobre mis problemas —respondió con una sonrisa dulce y empalagosa, completamente falsa.
Despues de decir esto, tomo a Bing Lian y se alejo.
—¿Bing Lian? —Con ojos sorprendidos Mu Yi miró a Su Ling.
Inesperadamente él le dio Bing Lian a esta chica, no me digas…
—¡¿Quién te permitió tocar esa espada?! —rugió Su Ling como Mu Yi esperaba. Con sus dos brazos cruzados sobre su pecho, Mu Yi observo la situación; ahora estaba seriamente interesado en esta mujer.
Con su mano agarrando la cortina y sin girar la cabeza, agitó a Bing Lian arrogantemente al responder.
—Ahora, esto es mío, si tienes las capacidades, ¡Ven y tómalo! Estaré esperándote. —Desde el momento en que decidió tomarla, supo que no la dejaría ir tan fácilmente.
Cuando la oscura sombra desapareció ante la tienda, las personas restantes se quedaron con el hombre a punto de explotar.
—La noche ya no es joven, este viejo subordinado se retirará primero —dijo Lou Mu Hai rápidamente. No entendió lo que sucedió, pero ser un oficial honesto también era tarea difícil. Lo mejor sería no hundirse en esa agua fangosa.
Lou Mu Hai escapó exitosamente, y Su Ren también sonrió apresuradamente.
—Cierto, cierto, cierto, es realmente tarde. Hermano mayor, no te molestare más en tu tiempo de descanso.
Querido cielo. Él sabía que Qing Mo era fuerte. Sin embargo, ¡nunca notó que su habilidad para hablar podía volver locas a las personas! ¿O era solo excepcionalmente espinosa cuando confrontaba al hermano mayor?
Durante este tiempo, lo mejor sería desaparecer rápidamente.
—Este subordinado… ¡este subordinado también se retira!
Justo cuando Su Ren salió de la tienda, Yu Shi Jun recuperó su mente, y pidió irse.
Dentro de la gran tienda, justo después de que Qing Mo saliera, los demás se escabulleron dejando la habitación completamente despejada. Mu Yi sacó una flauta de jade, tocando con sus dedos. En este momento, solo él se atrevería a tocar a un tigre enojado. Sin miedo a la muerte sonrio con burla.
—¿Por qué siento que alguien esta celoso? —El antiguo poder y prestigio del General ya no existia mas.
—¡Sal de aquí maldición!
Jajajajajajajajaja