Campo de azucenas – Capítulo 19: Piedra de vibración

Traducido por Sharon

Editado por Nemoné


—Kuu… Fuuu… Ahh…

Dos fríos dildos fueron introducidos en mi cuerpo. Vibraban profundo en mi interior, estimulando suavemente mi estómago.

Me dijo que separara mis piernas a la altura de mis hombros.

—Todavía falta. Aquí también.

Tenía dos hilos con piedras pequeñas colgando y ondeándose al final.

Kanade ató el hilo a mis pezones, después de endurecerlos al pincharlos ligeramente.

— ¡Ahhh!

Mi pezón siguió parándose con la vibración del hilo estimulándolo. Era imposible removerlo, y sólo pude protestar al sacudir mi cabeza en silencio con lágrimas en los ojos.

Kanade sonrió.

—Por favor, usa esta ropa interior también.

La ropa interior que me extendió eran unas bragas blancas normales. Intenté usarlas como me dijo, pero ya tenía dos círculos debajo de mi vagina y ano para cuando me enderecé.

—Y para el toque final ♪.

Kanade tiró la piedra de vibración en un bolsillo que las bragas tenían en el frente.

— ¡Ahh…! ¡Nnn! ¡Nnnn! ¡Haaa…!

Cuando sacó su mano, la ropa interior se pegó a mi piel y se presionó contra mi clítoris.

— ¡Increíble! ¡Tan increíble, Anne Rose! Vamos a mostrarles el rostro de placer de Anne Rose a todos.

— ¡Imposible! ¡N-No puedo… ni siquiera pararme! ¡Ahh! ¡Nnnnn! ¡Nooooo! ¡Me vengo!

Tan pronto como dije ‘Imposible’, Kanade tomó los dos palos cilíndricos que sobresalían de la ropa interior y comenzó a empujar alternándolos.

A penas pude mantenerme en pie mientras le rogaba perdón. Me sostuve a ella sintiendo mi cuerpo temblar.

—Lo lamento… Hiyaaa… ¡Ahhh! ¡Perdóname! ¡Lo haré! ¡Apropiadamente! ¡Haaa! ¡Auuu! ¡Nooooo! ¡Me vengoooo!

Alcanzando el clímax, mis pies se rindieron y cayeron. Kanade me sostuvo. Nunca había experimentado algo como esto, así que me agarré a ella con fuerza.

— ¿Estás bien? Lo que digo es absoluto, ¿sí? ¿Lo entiendes?

—Sí…

Al parecer la medicina que le puse en el desayuno para desestabilizar su espíritu está funcionando. En este estado, ella se volverá obediente a mis deseos. Aunque la Anne Rose rebelde de ayer también estaba bien… De cualquier forma, ella es LINDA.

—Entonces, por favor apresúrate a tu cuarto y atiende las clases como siempre.

Como un ciervo recién nacido, regresé a mi cuarto para prepararme.

♦ ♦ ♦

— ¡Buenos días, señorita Anne Rose!

— ¡Buenos días!

—Buenos días, todos.

Como siempre, Leia, Jessica y yo fuimos juntas a la escuela.

Regresé el saludo al conserje, que me dio los buenos días.

—Estaba enferma en la mañana, pero ahora estoy bien.

—Hermana, no te presiones demasiado…

—En serio… En serio no es nada.

Hay dos tipos de herramientas mágicas. En una la persona debe otorgarle poder mágico regularmente, como una batería. En el otro se necesita dejar conectada la fuente de poder. El primero debe estar siempre cerca de la fuente de poder para que pueda afinarse apropiadamente y ser de uso.

La piedra de vibración parece ser de este tipo, porque mientras más lejos estoy de Kanade, la vibración disminuye. Casi se está por detener ahora. Si la vibración hubiera continuado por más tiempo, no creo que hubiera podido manejarlo.

No, debo hacerlo.

Si uno dice que no puede, entonces no podrá hacerlo.

—Nnn… Fuu…

Acercándonos a las escaleras, cada vez que doy un paso, la piedra atada a la punta de mi pezón se ondea.

Y cada vez que levanto mi pie, me vuelvo más consciente del dildo en la vagina y el ano.

Soportando tales pruebas, finalmente alcancé el corredor que lleva a la clase. Pero aquí comienza la prueba más grande, porque Kanade está en este cuarto. Cada paso que doy hacia él sólo aumenta el poder de la piedra vibratoria.

— ¿Todavía no te sientes bien? —preguntó ansiosa Jessica.

Aparentemente, mi ritmo es lento.

—E-Estoy bien.

No estaba bien, pero aumenté la velocidad.

Para el momento en que alcancé la puerta de entrada, la vibración había aumentado al máximo y yo estaba alcanzando mi límite.

—Oops lo lamento…

En el momento en que abrí la puerta, alguien apareció desde el otro lado y nos chocamos. Quizás se trataba de uno de los chicos de la escuela, porque la voz de disculpa que escuché llegaba desde arriba.

Pero yo estaba en el límite.

—Ah… ¡Ah…!

El dildo en mi vagina se empujó hacia el fondo y llegó hasta mi uretra.

Rompí mi límite.

De alguna manera me las arreglé para no dejar escapar mi voz, pero me sostuve del chico mientras me sacudía con la fuerza de mi orgasmo.

Él se interrumpió por mi abrazo inesperado. Intenté levantar mi cabeza para mirarlo, pero de alguna forma todavía sentía el efecto del clímax.

—L-Lo lamento, miraré mis alrededores con más cuidado…

El chico frente a mí tenía una expresión tensa. Es inevitable ya que lo abracé de repente.

—Eso… de Anne Rose… ¿Eso significa…? No puede ser…

El chico estaba murmurando algo.

Todo el espectáculo fue visto por la clase, pero sólo hubo una persona que lo disfrutó.

¿En qué clases de problemas se metió…? Aun así, ¿no puede ver él que esa no es la Anne Rose de siempre? Fufufu… Ah, ese chico va a hacer algo. 

Entonces el chico que estaba en silencio hace unos momentos respiró profundamente como si estuviera preparando su resolución.

— ¡¡Vamos a cenar juntos la próxima vez!! —gritó finalmente.

Repentinamente me invitaron a salir. No sé qué pasa con eso, pero no estoy interesada en su deseo.

Aunque sería rudo rechazarlo sin razón.

—No me importaría…

La clase comenzó a hacer un escándalo.

—Lo hizo…

— ¡No puede ser! ¡Salir con un hombre…! ¡Es mentira!

—Yo también quiero abrazar a la señorita Anne Rose…

Todos parecen estar comentando algo, pero Kanae me observa mientras muerde un pañuelo.

¿Hice algo extraño?

♦ ♦ ♦

Cuando me senté en la silla, el dildo se introdujo más profundo.

Pasé toda la clase en ese estado, pero no me vine ninguna vez.

O quizás debería decir que no podía.

Cuando parecía que estaba por hacerlo, el suplemento de magia de la piedra vibratoria se debilitaba. Por otro lado, cuando el profesor me señalaba, esta aumentaba y la vibración se volvía más fuerte. Este ciclo estuvo repitiéndose varias veces.

Al principio estaba determinada a no venirme, pero lentamente fui perdiendo mi resolución. Sólo quería sentirme bien.

Cada vez que me siento, el dildo en mi trasero se introduce más adentro, pero el de mi vagina no se mueve. Si lo muevo con mi mano se vería innatural y podría no ser capaz de controlar mi excitación.

Me encontré pensando sobre cómo podría sentirme bien.

Mi asiento estaba junto a la ventana, anteúltimo en la fila. Y detrás mío estaba Kanade.

Aunque levante mi cintura arriba y abajo un poco, nadie más que ella sabrá lo que estoy haciendo. Y Kanade se sentirá feliz viéndome incapaz de soportarlo.

Levanté levemente mi cintura para empujar el dildo en mi trasero con mi ropa interior. Y bajé con fuerza.

—Nnn… Haaa♡

Se sintió tan bien que no pude evitar suspirar. Al parecer las personas a mi alrededor no son conscientes de lo que hago.

Levanté mi cintura y bajé.

Una y otra vez.

Una y otra vez.

A pesar de que mi trasero no es tan sensible como mi vagina, repetí el proceso sin parar. En la clase, continué jugando con el dildo anal y finalmente alcancé el clímax.

—♡♡♡

Cuando el tan esperado orgasmo me recurrió, alivio llenó mi cuerpo. Pero si lo dejo de esta forma, mis ropas terminarán empapadas y dejará una mancha.

Como eso sería malo, metí mi mano en el bolsillo de mi falda para tomar un pañuelo y limpiarme. Después de dejar todo como estaba, devolví el pañuelo a mi bolsillo.

La tela cálida y mojada tenía un fuerte olor.

Estimuló mi vejiga, dándome unas grandes ganas de orinar. No sé qué hacer. Si dejo la clase es probable que no llegue al baño. Es improbable que el pañuelo pueda absorber más agua, y quedaré avergonzada si lo hago en clase.

Cuando me giré para pedirle ayuda a Kanade, ella estaba sonrojada, respirando con dificultad y una mano moviéndose en su entrepierna.

Al parecer se está masturbando mientras me ve.

Saqué el pañuelo mojado y se lo di. No parece que Kanade esté consciente de la situación, pero lo tomó y me dio una toalla de mano.

Mi rostro estaba quemando por la vergüenza después de ver mis jugos de amor goteando, pero no tengo tiempo para eso. Puse rápidamente la toalla en mi bolsillo para cubrir mi abertura.

—Nnn…

Presionando ligeramente, el pis salió de inmediato.

De alguna forma la toalla se las arregló para absorber toda la orina a pesar de que era bastante. Cuando la removí, se había vuelto ligeramente amarilla y pesaba bastante.

Además, el olor se está extendiendo.

Al darme la vuelta, vi la mano extendida de Kanade y se lo di.

♦ ♦ ♦

Visité el cuarto de Kanade cuando terminó la lección.

—Por favor, levanta tu falda.

Enrollé la falda y le mostré mi ropa interior como pidió. Es la misma de esta mañana, pero absorbió diversos jugos y estaba empapada.

Kanade me la quitó lentamente, rodándola hasta mis tobillos para sacar el dildo de mi vagina.

E introdujo un dedo dentro.

—Tan ridículamente caliente… Tu vagina parece estar derritiéndose. ¿Quieres esto? ¿O prefieres detenernos por hoy?

Usando su delgado dedo, Kanade extendió mi vagina mientras jugaba con mi clítoris que se convirtió en mi pene, usando magia para sacarme la ropa.

No es suficiente. Esto no es suficiente. Quiero algo más grueso y largo.

Intenté decírselo mientras me acostaba en la cama.

—Más grande… Más grueso… Quiero… un pene… ¡Kyaaa! ¡Ahh! ¡Ah! ¡Ah!

Antes de poder terminar, sin advertencia, ya estaba penetrando en mi interior con fuerza. Sé que no importaba lo que dijera, este sería el resultado.

Y el dildo anal que había dejado de vibrar volvió a hacerlo.

— ¡Kuuuu! ¡Las vibraciones alcanzan mi pene! ¡Ahh! ¡No puedo contenerlo más!

— ¡Tu ano, tu vagina! ¡Increíble ♡!

No sólo mi vagina se sentía bien, sino mi trasero. Mi cabeza está enloqueciendo.

—Hiyaaaaaaaaaaa♡♡

Mi cuerpo tembló en agonía en la cama. Las vibraciones desde mi trasero no se detuvieron, y no dejé de venirme.

—Haa… Haa… ¿Anne Rose?

Kanade me dijo algo, pero estoy tan exhausta que comencé a adormecerme.

—No habrá clases mañana, así que puedes dormir aquí.

Y ahora estoy moviendo mi cintura de nuevo. Aunque lo más probable es que haya perdido la cabeza.

—Hablando de eso, tengo que castigarte por aceptar la invitación de ese chico sin mi permiso.

Pensé que se había olvidado de eso.

Mejor dicho, yo me había olvidado por completo…

Como mañana es fin de semana, dos voces hicieron eco hasta el alba.

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