Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 19: El traje tang

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


—No, no lo harás —Tang Feng inclinó levemente la cabeza para evitar el toque del otro. Aunque la mano de Albert estaba fría y en realidad era bastante cómoda para él, ya que tenía algo de fiebre.

—¿Por qué estás tan seguro? —Albert volvió a abrazarlo de igual manera, generando esa  sensación que hizo que la gente tuviera la ilusión de que estaban enamorados.

Pero, era solo una ilusión.

Debía ser el mediodía, el sol de otoño entraba por las ventanas. Una brisa fresca soplaba las cálidas cortinas amarillas y estas se mecían ligeramente. El viento frío a veces fluía hacia sus mejillas, trayendo frescor.

En una gran cama blanca, yacían dos hombres acostados.

—Porque eres Albert y confío en ti. —declaró de forma suave, girando lentamente para observar al hombre con cabello rubio brillante y ojos verdes frente a él. Tang Feng extendió una mano del edredón y acarició la frente del otro—. Al menos, no en este momento.

Inconscientemente, al hombre se le curvaron un poco las comisuras de sus labios. Se acercó al enfermo y le dejó un leve beso en los labios, sin ninguna lujuria.

—Descansa bien y te veré más tarde.

Tang Feng lo observó pararse e irse con tranquilidad.

Un santurrón siempre piensa que su amor también es puro y leal. No sé si esta es la ventaja de Albert, ¿o este hombre me desechará después de aburrirse de mi? 

En la actualidad, el actor no sabía la respuesta a esta cuestión, y probablemente el rubio tampoco esté seguro.

Tang Feng durmió durante todo un día, y ya era a la mañana siguiente cuando se despertó, lo que significaba que no había comido por todo un día y una noche.

Su cabeza ya no estaba mareada y su cuerpo no se sentía incómodo. Su cuerpo no estaba pegajoso por el sudor sino muy fresco, alguien debió haberlo lavado mientras dormía. Aunque estaba seguro de que esa persona definitivamente no era Albert, no encajaba con su personalidad.

Ahora lo único que sentía era hambre.

Una criada abrió la puerta con suavidad y cuando vio que el hombre en la cama se había despertado, se fue rápidamente. Tang Feng no le tomó mucha importancia.

Mientras estaba buscando ropa, la puerta se abrió de nuevo. Al igual que la antigua familia real, la cual disfrutaba de privilegios y servicios, una hilera de criadas jóvenes de aspecto delicado entró sosteniendo agua, toallas, un cepillo de dientes y se pararon frente a él en una fila.

—Puedo hacerlo yo solo.

El actor se apresuró a tirar de las sábanas para cubrirse, la situación lo incomodó un poco. No quería estar desnudo frente a chicas tan jóvenes. En su opinión, estas criadas de poco más de veinte años, o quizás menos, eran solo niñas.

Aunque, de hecho, su cuerpo tiene poco más de veinte años, el propio Tang Feng a menudo se olvida de esto.

—El maestro nos ha pedido que le sirvamos, señor, por favor no nos avergüence —dijo la sirvienta que las encabezaba en un tono suave e inclinando la cabeza, lo cual era difícil de rechazar.

—Está bien, entonces las estaré molestando.

A veces no es bueno rechazar demasiado. Cuando Tang Feng aún era un Fiennes, una vez fue a la India a rodar una película, donde conoció por casualidad a una estrella de Bollywood y tuvo el honor de visitar su casa.

En India, las grandes estrellas que pueden salir a actuar son a menudo las llamadas castas altas ahí y solo yendo a India en persona puedes conocer la magia de ese lugar.

Los padres de las estrellas de Bollywood también son de casta alta y sus casas están llenas de sirvientes, algo que le sorprendió cuando entró en contacto con ellos por primera vez.

Levantarse cada mañana era parecido a su situación actual. Apenas abría los ojos, veía a un esclavo arrodillado frente a su cama listo para servirlo. Fiennes una vez se negó, pero su amigo de Bollywood le dijo que si rechazaba el servicio se consideraría que el esclavo no era lo suficientemente bueno y lo expulsarían, dejándolo sin trabajo.

Después de eso, dejó de negarse y se olvidó del asunto.

Lo que es bueno para los demás a sus ojos también puede convertirse en un daño impredecible si se coloca en otras circunstancias y con los individuos equivocados.

Sin la capacidad de cambiar el entorno, solo podemos adaptarnos para mejorar los resultados.

Tang Feng descubrió rápidamente que había muchas sirvientas viviendo en la isla, y algunas de ellas eran en realidad las esposas de los guardaespaldas o jardineros de la isla. Como Albert a menudo estaba ausente, su trabajo habitual era limpiar la casa y recortar las flores, sentarse juntas al sol y plantar flores, vivían una vida pacífica y tranquila.

No se resistieron a conversar con Tang Feng y él no sabía si esto estaba autorizado por Albert o si siempre fue así.

Sin embargo, la conversación con estas encantadoras chicas hizo que supiera mucho sobre Albert.

Por ejemplo, aunque él ordenó que todos aquí deben seguir ciertas reglas, como arrodillarse al verlo, trataba bien a los sirvientes, tienen sus propias vacaciones y generosas recompensas. También cuentan con su propia residencia en la isla.

Cuando Albert está ausente, el ama de llaves preside la casa. Ocasionalmente, este les permite celebrar una fiesta o salir de paseo en yate. Aunque no es tan colorido como las grandes ciudades, prefieren tener una vida pacífica y con pocas ambiciones, a diferencia de la gente en las abarrotadas grandes ciudades.

Los criados aquí están obviamente muy satisfechos con sus vidas. Durante la comida, algunas chicas le hablaron de Albert, siempre de buena manera.

Supongo que no se atreven a decir nada malo.

Quizás estas palabras fueron deliberadas y les ordenaron mencionarlo, pero ayudaron a Tang Feng a entender mejor a Albert.

El actor no era la primera persona en venir a la isla, pero era el único que ha estado ahí más de dos días. El rubio también había traído a algunos hombres guapos y bellas mujeres a la isla antes, pero pasaban una noche y se iban al día siguiente.

—Al maestro no le gusta tener extraños en su casa —Al decir esto, la criada lo miró con especial atención, como si quisiera ver qué tipo de hombre era que lograba quedarse en la isla durante dos días consecutivos.

Sakuya
Alguien que fue secuestrado y amenazado

Resulta que Tang Feng se quedó no solo durante dos días, sino también durante un tercer, cuarto y quinto día.

No vio a su anfitrión en esos días. Aunque las criadas le dijeron que el hombre estaba en la isla, lo que lo sorprendió un poco.

Pensó que Albert aprovecharía a visitarlo a menudo, pero se había mantenido alejado durante varios días. Todavía tenía algunas cosas sobre las que quería hablar con él y si bien no sabía cuál sería la respuesta que obtendría, aun así debía intentarlo.

Debía asistir a un festival de cine en Venecia dentro de diez días y no podía imaginar cómo afectaría al equipo si desaparecía repentinamente. Incluso si Lu Tian Chen le explicara al director Li Wei, iría en contra de sus principios. Una cosa era ausentarse del festival de cine, pero no hacer lo que había prometido le incomodaría.

Albert no lo mantendría como prisionero, Tang Feng estaba convencido de ello.

Además, también recibió otra noticia de las criadas. Unos días antes de que él y Albert llegarán a la isla, llegó otro helicóptero con otras dos personas, pero la diferencia era que Tang Feng estaba en una cómoda habitación con criadas que lo cuidaban, mientras que los otros dos estaban encerrados en una cabaña.

¿Quizás son Su Qicheng y Li Xidong?

Tang Feng se acordó de ellos y se sintió culpable por involucrar a Li Xidong. Si no fuese por él, el joven no estaría envuelto en toda esta situación.

En cuanto a Su Qicheng, solo puede decir que este hombre tuvo la peor de las suertes este año. Cooperó con Charles y terminó siendo encerrado tanto por este como seguramente por Albert.

Por la descripción de las doncellas sobre la apariencia de los dos hombres, supuso que estaba en lo correcto. Probablemente Charles se marchó a toda prisa, olvidando a Su Qicheng y a Li Xidong y Albert se los terminó llevando.

Como Albert no vino a verlo, tomó la iniciativa de ir a buscarlo.

Tang Feng transmitió su intención a una de las criadas. Esta se fue rápidamente y no lo hizo esperar demasiado. Regresó después de dos o tres minutos, sosteniendo un flamante traje tang blanco bordado con nubes auspiciosas en plateado.

Shisai
El origen del Traje Tang se remonta a la dinastía Qing (1644-1911). Es una túnica corta con cuello y solapas grandes y redondas, que se fijan en la parte delantera. En la década de 1940, se hizo popular en China de nuevo. Comparado con el estilo antiguo, las mangas se volvieron más largas y anchas. Fueron agregados bolsillos de parche y el número de botones se convirtió en estándar a siete. Esta chaqueta se lleva con un juego de pantalones.

—No es para que me lo ponga yo, ¿verdad? —Tang Feng levantó una ceja.

—El maestro le solicita que se cambie de ropa y luego fuera a almorzar con él. Señor, cámbiese de ropa y salga enseguida, lo esperaremos afuera. —La criada agregó una oración después de acercarle la ropa—. ¿Necesita que lo ayudemos a cambiarse?

—No… puedo hacerlo yo mismo.

Tang Feng se paró frente al traje y tomó un par de zapatos suaves del mismo color y diseño a su lado. No pudo evitar reírse.

Albert, ¿esto es acorde a tu sentido de la estética?

Luego de ponerse la ropa, se miró en el espejo. Si no fuera por el pelo corto y afilado, realmente luciría como un hombre de la antigüedad, pero incluso un hombre de esa época no usaría este tipo de ropa.

El traje tang había sido personalizado, tenía un buen corte, lo hacía ver esbelto y las telas finas y los patrones delicados revelaban que Albert tenía buen gusto, aunque un poco extraño y especial.

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