Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 26: Disfrutar la victoria (1)

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


Si bien faltaban dos días para que comenzara el Festival de Cine, muchas de las personas que iban a participar ya estaban llegando a la isla Lido, Venecia, donde sería. El director Li Wei había llegado anteayer, por lo que Tang Feng llamó para avisarle en cuanto llegó. Cuando habló con él, se enteró de que Gino vendría al día siguiente.

Todos tienen sus propias cosas que hacer. Habría una fiesta después de la ceremonia de apertura del Festival de Cine el primer día, por lo que no había necesidad de apresurarse en llegar con mucha anticipación.

El director le dijo que el jurado del festival había elogiado mucho sus interpretaciones, y que aunque Tang Feng, como recién llegado a la industria cinematográfica, tenía pocas probabilidades de ganar algún premio, el haber sido nominado para el premio al mejor recién llegado y al mejor actor era ya era algo extraordinario.

Li Wei lo felicitó previamente por teléfono y en ese momento Tang Feng se enteró de las nominaciones.

Anteriormente, había estado viajando con Lu Tian Chen, luego con Charles y Albert, por lo que había olvidado que el Festival de Cine anunciaría la lista de nominaciones por adelantado.

En cualquier caso, poder obtener dos nominaciones ya era un gran éxito para él.

¿Necesitaría llamar a Lu Tian Chen o a Charles para informar sobre su seguridad? Después de que Tang Feng colgó su llamada con Li Wei, no marcó ningún otro número. Miró a Albert, quien lo había estado observando y pensó que aunque ahora le guste al hombre, eso no significaba que pudiera desafiar su autoridad.

¿Quién puede amar a alguien de por vida? Puede que la persona que juró amarte para el resto de su vida en el momento de la proposición le diga lo mismo a otra persona después de tres o cinco años, y quizás durase aún menos con un hombre imprevisible como Albert.

Tang Feng no creía que fuera lo suficientemente atractivo como para hacer que Albert se enamorara de él por el resto de su vida. Su actual obsesión es una novedad y tendrá curiosidad por un tiempo. Después de que pasen estas sensaciones, muy pocos logran seguir enamorados.

—Te dije que te llevaría a Venecia con anticipación, ¿no? —Albert sonrió suavemente como de costumbre, el hombre se levantó y caminó a su lado, mirando el teléfono que había colgado—. Has hablado con el director, así que ahora puedes estar tranquilo. Oh, casi se me olvida una cosa, tienes que ir por la alfombra roja con el equipo de filmación en la inauguración. Aunque siempre es un lugar donde las estrellas femeninas luchan por lucirse, mi Tang Feng no debe verse mal.

No supo cuándo, el título de Albert para Tang Feng había cambiado.

Diferentes personas lo llaman de formas distintas. A Lu Tian Chen le gusta llamarlo por su nombre de pila, Charles siempre le decía “bebé”, mientras Albert agrega un posesivo “mi” delante de su nombre, para declararlo suyo.

Al estar atrapado entre tres hombres diferentes, comenzaba a preguntarse cuándo fue que se había vuelto tan atractivo.

Albert quería encargarse de su ropa para ese día, el actor no tuvo problema con ello. Ahora todo lo que usaba era suyo, excepto él como persona, todo lo demás le pertenece. La mayor parte de su equipaje se había quedado con Lu Tian Chen.

Haciendo cálculos, se dió cuenta de que había pasado más de medio mes desde que Charles lo secuestró y luego terminó en un yate con Albert.

Desde que estaba con Albert, Tang Feng no había escuchado ninguna noticia acerca de Charles o de Lu Tian Chen, no sabía dónde estaban ni qué estaban haciendo.

¿Estaban listos para renunciar a él?

Aun si fuese cierto, Tang Feng no se sentiría triste o decepcionado. No creía que estuviera a la altura suficiente como para provocar una pelea entre varios hombres de gran poder para obtenerlo. Mucho menos ser como esas mujeres a las que describen en la historia siempre como el pecado de las dinastías cambiantes, cuando ellas ni siquiera pueden protegerse.

El número de personas que lo han dejado todo en un ataque de ira por una mujer o un hombre es, al fin y al cabo, demasiado escaso.

Llegaron a Venecia en hidroavión al mediodía. Después de hablar con el director Li Wei, Albert llevó a Tang Feng a acomodarse en el hotel. Más tarde, unos sastres vendrían a tomarle las medidas al actor y como pasado mañana sería la apertura del festival, tendrían que darse prisa, no podrían hacerse grandes cambios, pero sí modificarlo un poco para que la ropa se adapte a su figura.

El tipo de cuerpo de Tang Feng es relativamente bueno, por lo que estima que no habrá que hacer muchas alteraciones.

El actor estaba sentado junto a la ventana del hotel tomando café, ocasionalmente comiendo algún pequeño tentempié y, sobre todo, leyendo un libro en silencio, mientras Albert hacía lo mismo a su lado.

Después de pasar unos días con el rubio, descubrió que la vida del hombre era realmente aburrida.

Aunque a Lu Tian Chen no le gustaba hablar demasiado, sobre todo cuando no estaba familiarizado con la otra parte. Era demasiado vago para mostrar una cara sonriente y decir unas palabras a personas desconocidas. Una vez familiarizado, Lu Tian Chen conversará siempre y cuando el tema del cual desees hablar no le resulte una molestia.

En cuanto a Charles, el gran oso, realmente sabe ser halagador, con él siempre puede reír sin preocupaciones.

En comparación con Lu Tian Chen y Charles, Albert era muy aburrido.

Tang Feng descubrió que lo que más le gustaba hacer a Albert era leer libros. Además de leer libros, también leía libros, pero a esa persona no le gustaba discutir y solo le gustaba leer libros en silencio.

Esta forma de relacionarse era realmente buena, no se molestaban entre sí, pero era un poco extraña con el tiempo.

Bostezó en secreto, ya había leído varios libros de fama mundial en los últimos días y ahora le adormece ver las palabras.

Hacía mucho tiempo que no practicaba algún arte marcial y sentía muchas ganas de ejercitar.

—Es aburrido estar conmigo, ¿verdad? —Albert lo miró, el actor había tratado de disimular el bostezo, no sabía cuándo el rubio lo había notado y le dió un poco de vergüenza.

—Yo soy el que te molestó mientras leías. Puedes quedarte aquí leyendo, voy a ir al gimnasio a moverme un poco.

Cada uno puede tomarse un tiempo para hacer sus cosas, no era necesario que estén pegados todo el tiempo.

—No voy a huir, tampoco creo que pueda —agregó al ver que el otro no dejaba de mirarlo.

—Me vas a hacer sentir culpable si dices eso. Sé que te gusta el kung fu. ¿Has practicado con otros? —dijo Albert, dejando el libro que tenía en la mano, un libro de filosofía sobre Hegel.

—Una vez entrené con Lu Tian Chen —Pero, aun así pagó un pequeño precio por ello. Tang Feng sintió que era una pérdida pensar en eso, era condenable. A veces se sentía como si siempre estuviera siendo intimidado por Lu Tian Chen y por Charles.

Era realmente una contradicción. Por un lado, Tang Feng sentía que era injusto que hubiera estado por debajo, pero en realidad él mismo no tenía interés de ponerse por encima de ellos.

—Él ganó —afirmó Albert.

—Hmm —Tang Feng asintió, había acertado.

Albert se levantó, se quitó lenta y metódicamente la chaqueta, la dejó a un lado y le dijo: —Te enseñaré.

♦ ♦ ♦

Una persona sería lo es en todos los aspectos y si realmente te considera un hombre, no se contendría durante una sesión de práctica.

—¡Oh! —Su cuerpo cayó fuertemente al suelo. Tang Feng respiró hondo mientras se frotaba la cintura, donde le dolía. Lu Tian Chen abusó de él una vez y estuvo bien, pero ahora Albert lo dejó caer más de una vez.

—¿Todavía puedes levantarte? —el rubio sonrió levemente.

—De nuevo —Tang Feng apretó los dientes y se levantó.

Albert es menos propenso a aflojar que Lu Tian Chen. Solo dos movimientos directos lograron derribar al actor. Movió ligeramente su dedo: —Fuiste tú quien me atacó primero, ahora es mi turno de atacar. Recuerda como lo hice.

—De acuerdo —Tang Feng respiró hondo y se apresuró a concentrarse, recordando cómo Albert había esquivado, evitando su ataque mientras lo sujetaba y lo dejaba caer.

El rubio no le había dicho con anticipación que lo atacaría, sucedió tan rápido que de repente se encontró en el suelo. Después de aprender a evitarlo como Albert, logró esquivar con éxito el primer golpe, aunque casi fue golpeado con el movimiento que le siguió.

Se separaron de un tirón y Tang Feng sintió que el corazón le latía con fuerza.

Esta es la diferencia entre ejercicios y combate real. El oponente no se detendrá para darte la oportunidad de recuperar el aliento y no mostrará piedad.

La tercera vez que no pudo esquivar el ataque de Albert, este hizo un movimiento en falso e inmovilizó al actor directamente debajo de su cuerpo.

Justo después, el rubio se quitó la corbata y la usó para atarle las manos por detrás. Esta acción rápidamente hizo que Tang Feng se sintiera un poco confundido.

—Albert, ¿qué estás haciendo? —acostado boca abajo en el suave suelo alfombrado, no tardó en sentir que las manos de Albert recorriendo su pecho, desabotonando su camisa.

—Gané y como ganador, tengo derecho a disfrutar mi victoria.

La gente de su tipo se siente con derecho de hacer lo que quiera si tienen una razón que los respalde.

—¡No puedes hacer esto! —¿Cómo resultaron las cosas de repente así? Antes de que Tang Feng pudiese sacudir su cuerpo para girarse, Albert lo volteó y le arrancó la camisa.

—Uno de los errores que cometió Quasimodo fue tener la autoestima tan baja que tuvo miedo de confesar su amor a la diosa que admiraba, pero yo no lo repetiré —el rubio se inclinó hacía abajo con una sonrisa tirando de las esquinas de su boca—. En un duelo entre caballeros, quien se convierte en el ganador se queda con la persona que ama.


Sakuya
Como odio a este personaje, simplemente no lo trago.

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