Vida en el campo – Capítulo 12: ¡Estoy de vuelta!

Traducido por Jenei

Editado por Sakuya

Corregido por Beemiracle


[Aine]

Ese día estaba preocupado por Daigorou, así que de inmediato decidí ir a mi casa en el bosque.

Con eso dicho, fui a los establos para conseguir un caballo y Yuan, que parecía a punto de derrumbarse, dijo que vendría conmigo porque era peligroso.

No, no, ¿no es más peligroso viajar con una persona herida?

Le dije que iría solo pero Yuan no escuchaba, diciendo que sería más divertido montar con alguien o algo, así que hice que el guardia del Palacio se lo llevara.

Como todavía se estaba recuperando de sus heridas, pudieron contenerlo en poco tiempo y sin mucho esfuerzo.

—¡Aine! ¡¿Por qué estás haciendo esto?!

—Yuan, estás débil. Deberías descansar. Tengo que prepararme para salir, también.

—Aine…

—Buenas noches, Yuan —me despedí con una sonrisa, y él bajó la mirada con una cara roja.

—Mi viaje tan esperado con mi hermano… Es frustrante que mi cuerpo no se mueva —murmuró con una expresión amarga.

¿Qué pasa con el viaje entre hermanos?

Lo conozco desde que era pequeño, pero, ¿soy el único que se ha dado cuenta que la personalidad de Yuan se ha estado poniendo más rara últimamente?

Mientras me preguntaba sobre la extrañeza de Yuan, incliné la cabeza hacia el guardia del Palacio que lo contenía y corrí apresuradamente a los establos.

Por desgracia, mi caballo no estaba allí, pero me llevé el caballo de Yuan.

♦ ♦ ♦

[Leichel]

—¡Increíble! ¡Para que ese idiota viva en el Jardín de la señorita Liliana…!

¿Qué es lo que piensa padre? Después de que el anterior rey y la señorita Liliana fallecieron, solo aquellos que tuvieran el permiso del monarca podrían entrar en ese jardín. ¿Por qué se lo dio a ese idiota don nadie? ¡Incluso a mí sólo me ha llevado allí una vez de niño!

¡Me estoy volviendo loco de ira!

Tiré violentamente libros, documentos y una lámpara de mesa al suelo. La lámpara hizo un estruendo cuando se rompió. Vi mi reflejo en el fragmento de vidrio cuando pase sobre él.

—Debo convertirme rápidamente en el rey y sacar a ese hombre del castillo.

Para engañar no sólo a mi hermanito sino también al rey…

♦ ♦ ♦

[Aine]

Cuando llegué a mi vieja casa, el sol estaba brillando.

Aa… Daigorou, por favor, que estés vivo, recé, precipitándome abajo del caballo y hacia la puerta.

La casa que fue violentamente invadida por soldados la última noche, ahora estaba pacíficamente tranquila.

—¡Daigorou! ¡Mike! —llamé pero no hubo reacción. Con un mal presentimiento, me dirigí a mi cuarto.

Daigorou, Mike, ¿a dónde fueron?

Mi cabeza estaba llena de malos pensamientos que no desaparecían. Busqué en toda la casa por los dos, pero no pude encontrarlos. Mis ojos comenzaron a humedecerse.

Es mi culpa. Todo es mi culpa.

Tan pronto como me senté en la silla, la puerta de entrada se abrió.

—¡Aine!

—¡Crash!

—¿Estás de vuelta tan rápido? ¿Estás bien?

—Crash, Daigorou y Mike… ¡No están aquí! —lloré, aferrándome al pecho de Crash. Mirando mis ojos húmedos, Crash pareció sorprenderse por un segundo, pero pronto se rió mientras acariciaba suavemente mi cabeza.

—Esos dos están conmigo. Con la casa así ¿no es peligroso? Mi casa podría ser pequeña, pero debería ser más segura. Mira, ¿no es peligroso? —dijo Crash y señaló los escombros en el suelo.

¡Ah! ¡Me alegro de que esos dos estén sanos y salvos! Las lágrimas que estuve conteniendo se desataron después de escuchar esas palabras. Estaba tan feliz que no dejaban de caer.

—¡Muchas gracias! Muchas gracias, muchas gracias…

Lo abracé inconscientemente. El cuerpo de Crash tembló pero pronto me acarició la cabeza.

—Bien, vamos a verlos. Daigorou especialmente estará emocionado de verte.

—¿Daigorou está bien?

—S-Sí… Está bien. Él está bien.

Cuando levante mi mirada, de repente me cubrió los ojos con la mano. ¡Está oscuro! Aunque mi visión ya estaba borrosa por las lágrimas.

—¿Por qué me cubres los ojos? ¡Tu mano se mojará!

—Porque es veneno.

—¡¿Veneno?!

—Por favor, tenga paciencia conmigo…

¿Paciencia con qué? ¡No lo entiendo! 

Como no sabía qué hacer, entré en pánico y él quitó su mano. Sin preámbulo, comenzó a caminar, así que apresuradamente fui tras él.

—Hablando de eso, eras de la Guardia Real de padre, ¿eh? —comenté mientras caminábamos cuesta abajo. Para mi sorpresa, él se arrodilló y bajó la cabeza.

—Así que lo has oído, Su Alteza Aine. Incluso si es por una misión, por favor perdone mis innumerables groserías.

—Qué… ¡Por favor detente! ¡No es nada!

—No.

¡Cuando está arrodillado, sólo puedo ver a un Guardia Real!

Su rango probablemente es muy alto. Por ahora, quería que actuara como de costumbre, pero él no cedía.

No llegaremos a ninguna parte a este ritmo, así que me incliné a su altura.

—Crash, por favor levante la cabeza —dije, y cuando lo hizo, se encontró con mis ojos. No tiene la apariencia apacible habitual, sino la mirada aguda de un soldado—. Pude vivir en el campo gracias a ti. Una persona ingenua como yo… Todo es gracias a Crash. Además, salvaste a Daigorou y a Mike. ¡No puedo agradecerte lo suficiente! —hablé, sin desviar los ojos—. Podría ser solo una misión y un príncipe ingenuo, ¡pero para mí eres mi maestro! Así que por favor deja de hablar tan formalmente y permanece así —sonreí para terminar, y él respiró hondo.

—Seguro que eres algo, Aine —dijo eso mientras se reía.

Estaba tan feliz que lo abracé sin pensarlo, pero me dijo que me detuviera, diciendo que le gustaría mantener su vida y me rechazó.

—Seré asesinado por el rey y el Gran General.

—¿Padre y Yuan? ¿Por qué?

—Lo entenderás a su tiempo. Ahora, Daigorou debe estar cansado de esperar, así que vamos.

—¡Sí!

—¿Estás seguro de permanecer de esta manera…? —susurró pero no pude escucharlo.

♦ ♦ ♦

—¡¡Waa!! ¡Daigorou!

Cuando llegamos a la casa de Crash, en el momento en que abrimos la puerta de entrada, Daigorou vino volando hacia mí y me lamió la cara.

—¡Daigorou! ¡Pareces animado!

“¡Estoy bien, estoy bien!” parecía decir meneando la cola. Le abracé con fuerza y acaricié su cara.

—¡Estoy muy contento de que estés bien!

Escuchando un fuerte maullido lloroso, volteé a ver a Mike y besé su nariz.

Después de dar a Daigorou un golpe de gato, se acercó a mí, y ya que estaba en el suelo por el saludo animado de Daigorou, se subió a mi estómago y se durmió.

—Estuvieron esperando ansiosos tu regreso. Esa fue una bienvenida muy apasionada —comentó asombrado Crash de pie a mi lado y con las manos en su cintura. Luego sonrió—. Bienvenido, Aine.

—¡He vuelto!

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