Vida en el campo – Capítulo 18: La Guía del Gato General

Traducido por Jenei

Editado por Sakuya

Corregido por Beemiracle

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[Aine]

Oí el sonido de los caballos a lo lejos. Esos soldados probablemente han venido a capturarme. Paré lo que estaba haciendo.

No, tal vez es Leichel mismo quien vino hasta aquí para atrapar al criminal. Es decir, a mí.

Para escapar de su aviso, corrí al patio trasero y me escondí dentro del jardín de flores.

Llegué a la casa de la princesa Liliana.

♦ ♦ ♦

[Leichel]

La última vez que monté un caballo fue cuando era un niño que estaba emocionado por su primera lección…, recordé mientras respiraba pesadamente.

Cuando bajé del caballo, Yuan, que estaba detrás mío, también bajó y ató el animal cerca del estanque de la tortuga.

Si fuera cualquier otro día, iría a verla antes de entrar en la casa, pero no tengo tiempo ahora. Debo ver a Aine de inmediato.

—Hermano, por favor, mire esto —me llamó Yuan mientras me apresuraba hacia la puerta principal.

Cogió el cubo y me lo trajo. Cuando lo miré pensativamente, vi a Kamekichi escondido en su propia cáscara. Alguien lo puso en el balde. Kamekichi nos miraba fijo sin moverse.

—¿Qué significa esto?

—Hermano, subamos rápidamente a la casa. Aine podría haber…

Incapaz de soportar lo que podría escuchar después, corrí dentro. Cuando abrí la puerta, una sensación muy incómoda se apoderó de mí.

Las cosas que estaban allí el día anterior habían desaparecido. El lugar se sentía sin vida.

Regresó al estado de cuando Aine no estaba aquí.

Asombrado por el mismo espectáculo, los hombros de Yuan temblaron.

—Vamos al segundo piso.

Fue entonces que el gato de Aine me escupió, pasó por mi pierna y maulló una vez.

—Lo siento, pero no tenemos tiempo para prestarte atención —le dije mientras lo miraba, luego lo sacudí y subí hacia la habitación de Aine.

Allí, encontré una escena que parece estar diciendo “Acabamos de ser empacados”.

En la parte superior de la cama, una maleta abierta con la ropa de Aine, zapatos, vajillas y otros artículos esenciales. Todos los marcos, jarrones y macetas que estuvieron presentes hasta ayer se han ido.

Aine ha desaparecido de este lugar, y de mi vista… 

Me sorprendió el repentino empuje de la realidad. Es cierto que solía no querer verlo, y que pensé que podía controlarlo, pero no creí que él se iría lejos de mi alcance. Una emoción muy oscura se apoderó de mí.

—Nunca lo perdonaré.

—¿Eh?

—Él es mío. No lo perdonaré por haber desaparecido egoístamente.

—¡H-Hermano! ¡Como pensé, tú, hacia Aine…!

—¡Ay! ¡Tú! ¡¿Qué estás haciendo?!

De repente, el gato me arañó. A pesar de que fue a través de mi ropa, todavía duele.

No tengo tiempo para ser arañado por ti. 

Cuando traté de atraparlo, el gato pasó por mis pies y se dirigió a la puerta.

Y entonces, se detuvo y me miró, dándonos la espalda. Como si nos estuviera diciendo que lo siguiéramos.

—Ya veo, ¿nos llevarás a él? —le pregunté, y movió la cabeza como si estuviera asintiendo—. Bien, encabeza el camino. Vamos, Yuan.

—¿H-Hermano?

—Él me trajo cuando atacabas a Aine. Este chico trabaja para mí. ¿Debería llamarlo General Gato?

—Este gato es…

Yuan estaba sin palabras. Cuando noto que no nos estábamos moviéndonos, un maullido salió de su garganta.

Nos guió a un jardín de flores detrás de la casa. Hay uno antes de entrar en la mansión, pero nunca supe que había otro en la parte trasera. Yuan también parecía sorprendido, ya que estaba mirando por todas partes.

El jardín de flores en la parte de atrás había crecido más que el del frente. Las flores me llegaban hasta mi cintura. Con esta inmensidad y cantidad, además de la altura, si uno se agacha no sería capaz de verse. Cuando el General Gato vio nuestras caras atribuladas, empezó a correr.

—¡Oi! ¡¿A dónde vas?!

¡No puedes abandonarnos después de guiarnos hasta aquí!

Pisamos el jardín de flores mientras corríamos a toda prisa. Empujamos flor tras flor, y de alguna manera me las arreglé para correr en la misma dirección. Fue muy difícil perseguir al General Gato en este jardín. Chasqueé la lengua mientras corríamos.

—¿Aine?

—Hermano, Yuan.

Bajo el árbol, allí estaba Aine. Encima de sus rodillas, el General Gato estaba sentado con una cara feliz.

Cuando Aine nos vio, su expresión se entristeció y comenzó a llorar.

—Vinieron para atraparme ¿no? Porque rompí mi promesa y entré en el Castillo.

—Ai…

—Descansen con tranquilidad. Me voy de este lugar. Viviré lejos de la vista de ambos. Realmente estoy causándoles problemas —me cortó por la fuerza—. Ya he decidido.

Es una conversación unilateral.

Y así, llevando al General Gato, se levantó e inclinó la cabeza con la intención de salir rápidamente. Cogí su mano.

—Eso no va a suceder.

—¿Hermano?

—No te permito salir de este lugar. ¿Planeas ir en contra de la voluntad de padre?

—Planeo hablar con padre y hacerle entender. De todos modos, no puedo quedarme aquí. Por eso, por favor, suelta mi mano, hermano.

Aine intentó soltar su mano para escapar de mi agarre. Sin embargo, en lugar de soltarlo, ejercí más fuerza para impedir que se fuera.

Nunca dejaré ir esta mano.

Cuando reforcé mi agarre, Aine mostró una expresión de dolor.

—Eso duele, hermano.

—Hermano, por favor suelta su mano.

Yuan se interpuso entre ambos para separarnos. Tiene los ojos fríos. Probablemente está pensando “¿Qué diablos está haciendo con el precioso cuerpo de Aine?”.

Chasqueé mi lengua y de mala gana solté mi agarre. Dejé una huella en su muñeca de mi mano.

—Aah, Aine, pobrecito. Debe haber dolido —dijo Yuan mientras soplaba en el brazo enrojecido de Aine. En ese momento, su cuerpo se estremeció. Con esa reacción, el General Gato cayó de sus brazos y salió corriendo.

—¿Qué…?

—Aine, no hemos venido a capturarte. Estamos aquí para disculparnos.

—¿Pedir disculpas…?

—Sí. Y-Yo me perdí en mis deseos y te ataqué. Soy consciente de que hice algo que no se puede deshacer. Lo siento mucho.

—Te equivocas, es porque no te di la bienvenida correctamente…

—Te equivocas. Hermano, tú no hiciste nada malo. Incluso si me hubieras guiado a la sala de estar, el yo en ese momento sin duda habría hecho lo mismo —dijo Yuan, sacando pecho con confianza, y la cara de Aine se contrajo. Yo también retrocedí. ¿De dónde viene su confianza?

Como pensaba, mi hermanito es un verdadero pervertido, confirmé inconscientemente.

Yuan ignoró mi reacción y continuó hablando.

—Estoy enamorado de Aine. No puedo imaginarte fuera de mi vista. Voy a enloquecer. Por eso, por favor no desaparezcas…

Era como escuchar el grito del corazón Yuan. Aine debe haber sentido lo mismo, porque cuando le miró a la cara parecía a punto de llorar.

—No puedo, no puedo, Yuan.

—Aine.

—No puedo quedarme aquí. Si estoy aquí, los dos se volverán extraños.

—No sé dónde oíste eso, pero no es cierto. Al contrario, nos volveremos locos si desapareces.

—No es eso, Yuan. De hecho, he oído muchas cosas dolorosas, pero eso no es todo. —Aine bajó suavemente los ojos y se volvió hacia mí, quien estaba observando con los brazos cruzados—. Abandoné mi puesto como candidato sucesor. No poseo ninguna posición política. No estoy haciendo nada. Aun así, vivo sin problemas en el jardín de la señorita Liliana. No hay manera de que sea perdonable —dijo con una voz delicada.

Era cierto que lo encontré indigno de vivir en este Castillo. Pero este hombre, ha llegado el punto en ya no podemos considerarlo nuestro hermano.

Este tren de pensamiento fue iniciado por esos nobles, pero no puedo negar que la persona a quien se le ocurrió esta idea es, en cierto modo, un genio.

—Puedo ser un príncipe, pero no tengo ningún deber, solo soy una pérdida de espacio. No tengo buenas razones para estar aquí. En su lugar, voy a vivir solo en el campo…

Tiré del cuerpo de Aine para impedirle hablar.

—Tu pequeño cerebro está sufriendo. Estás pensando demasiado.

—P-Por favor, para hermano, este es un problema muy serio. Si el yo inútil se queda en el Castillo, te causará problemas.

—Hah…

Era tan divertido que bufe. Preguntándose la razón de mi risa, Aine arrugó las cejas.

—¿Qué es tan gracioso, hermano?

—¿Estabas planeando huir con eso?

—¿Eh?

—¿Porque eres un plebeyo inútil y nos estás causando problemas? No me hagas reír. ¿Quién dijo que eres problemático? Nunca lo hemos dicho, ni Yuan ni yo alguna vez, ¿verdad?

—P-Pero…

—Sin peros. ¿No es porque estás cuidando el jardín de la señorita Liliana que no te dan ninguna posición política? ¿No estás siguiendo las órdenes de papá? No pareces convencido.

Aine, que estaba entre mis brazos, me miró fijamente. Sus ojos observando hacia arriba no reflejaban miedo en absoluto, por el contrario, él no sabe que se ve lindo.

Suprimiendo la sensación inadecuada que me acompañaba, acaricié su cabello. Su pelo negro era tan suave, que se sentía bien al tacto.

Aine pareció haberse calmado un poco después de haberle acariciado.

—Eso es porque me gusta la agricultura y la jardinería que lo hago. Incluso si no soy yo… —dijo con suavidad, apretando los labios.

—Si quieres una posición oficial, te daré una.

—¿Eh?

Sus ojos cambiaron de color al instante. ¿Estaba complacido de ser útil? Mi mirada quedó atrapada por Aine, e instintivamente bajé mis labios a los suyos.

—Deberías ser mi esposa. ¿No está bien así? —dije.

—¡Hermano! ¡Solo por eso, no voy a perdonarte! ¡Además, ya está decidido que Aine será mi esposa! —gritó Yuan de repente, y el rostro de Aine enrojeció al instante.

—¿Espo… sa…? —repitió, sin entender lo que estaba sucediendo. No pude contener mi risa.

—Está bien. Desde que empezaste a vivir aquí hace unos días, entendí que tenerte aquí es muy cómodo. Calienta mi corazón.

—¿Ah, eh?

—El desayuno también es delicioso. Creo que quiero tomar café todos los días. Me encontré con las mujeres que vinieron al Castillo, pero te quiero a ti.

Cuando intenté besarlo de nuevo, Yuan me empujó con fuerza. Además, abrazó a Aine muy fuerte.

Este maldito pervertido. 

Miré al pervertido con cejas fruncidas. Ese tipo que me mira con tanta arrogancia es muy molesto.

—¡N-No puedo! ¡Hermano, soy un hombre! —gritó Aine, sin darse cuenta de nuestro conflicto.

—No hay ningún problema en particular. Ya compartimos un beso.

—B-Be…

—¡Ahaha! Ver tu cara cambiar de expresión es tan divertido.

—Y-Yo… No lo haré. ¡No lo haré!

Debe estar confundido. Aine, que repite sus palabras una y otra vez, parece estúpidamente adorable.

—Espera, hermano. Aine es mi novia.

—¿Sigues diciendo eso? ¡Obviamente él es mío!

—Nope. Ya he jurado mi voto con mi beso.

—¿Qué dijiste? Oi, préstame a Aine.

—¡No quiero! ¡No puedes hacer un voto! ¡No lo permitiré!

—Esta es una orden como tu hermano mayor, dámelo —dije con severidad, y Aine intentó estirar su mano. Sin embargo, Yuan lo impidió manteniéndolo más apretado.

—No lo harás, Aine.

—Oi, Yuan. Aine tiene el derecho de elegir. En comparación con un pervertido como tú, obviamente soy mucho mejor.

—¡Pervertido! ¡Por favor, no digas esas palabras tan acusadoras, hermano!

—¿No tienes conciencia? ¿La última vez estuviste lamiendo el culo de Aine, y dices que no eres un pervertido?

—¡Fue una ceremonia necesaria antes de la penetración! ¡Si no se hace, Aine tendrá dificultades!

—¿No tenías miel? No debería tener necesidad de lamerlo.

—¡Tch! —chasqueó la lengua Yuan. Recordando su perversidad, Aine intentó salir de sus brazos.

Es una decisión razonable. 

Agarré esos brazos y rodeé su cintura. Con su rostro enrojecido, Aine trató de apartar mi pecho para ganar distancia.

—H-Hermano, de todos modos, por favor, deja de bromear.

—No estoy bromeando. Te voy a hacer mi esposa. Vamos a hacerlo hoy.

—¡No se puede! Si haces algo así, Carl y los otros oficiales…

—Cállate un poco, Aine.

—Eh- ¡¿Nnuu…?!

Conecté su boca ruidosa con la mía. Solo logré tocarlo un poco hace un rato pero, los labios de este tipo son suaves. Voy a besarle hasta que esté dolorido. Es tan mullido, como malvaviscos.

Cuando abrí ligeramente mis ojos, me encontré con la cara enrojecida de Aine.

En ese momento, como si un interruptor hubiera sido empujado, metí mi lengua dentro de su boca con avidez.

—¡¿Nnn…!? N-Nn… Haa… Nna…

Perseguí la lengua que se retiraba. Mientras estaba en ello, tanteé el interior de su boca locamente. Como para avergonzarlo, deliberadamente hice sonidos húmedos que hicieron que sus orejas se pusieran rojas.

Además, es muy difícil soportar sin quitarse la ropa. Es demasiado lindo que mi autocontrol no funciona, así que estiré la mano para levantar la camisa, pero Yuan jaló el cuerpo de Aine hacia él, liberándolo.

—Haa, wa… Nn…

—Aine, ¿estás bien? Pido disculpas porque suceda una cosa tan sucia. Bueno, entonces, vamos a reescribirlo…

—¡Tu semental! ¡No te dejaré!

Le di una patada voladora a Yuan y de alguna manera logré detenerlo. ¡Como si permitiera que este idiota lo tocara!

Cuando respiré profundamente y miré a Aine…

¿Es por mi beso? Sus mejillas están teñidas de rojo y las lágrimas que retuvo comenzaron a fluir.

—Aine… —le susurré, acercándolo al abrazar su cintura. Su cuerpo se estremeció.

—Ah…

—Si reaccionas así, no podré detenerme.

—N-No puedes… Por favor detente.

—Eso es, hermano. Te detendré a cualquier precio.

No sé cuando revivió, pero Yuan volvió a Aine y se encontró con sus labios. Bueno, tuve éxito. Decidí que los dejaré ir por ahora y ver cómo va entre ellos.

—Nn, ah, Yua… Nn, haa… Nnh…

—Aine… Haa…

—Fuwaa, nn… Gh-

Es francamente aburrido. Además, este tipo es mío. Viendo el cuello blanco de Aine, lo chupé ligeramente, y un moretón rojo apareció después. Tracé la parte posterior de su cuello hasta sus orejas.

De repente, su hombro saltó de una manera divertida.

—¡Aa~…! Nchu, ha~a, nnhaa~… Her… mano… Naa… Nu…~

—Aine, ¿te gusta en tus oídos…?

—¡Nyaa~! ¡Le, n~ uu…! Wa… Nn…

Cuando toqué debajo del abdomen de Aine, su miembro se endureció. Cuando me reí un poco, Yuan notó la condición de Aine, y se encontró con mis ojos.

—Aine, estás reaccionando, ¿eh? Como tu hermano más joven, tomaré la responsabilidad y cuidaré de esto por ti. Aquí.

Después de decirlo, Yuan lo lamió, y Aine, que no pudo soportarlo, levantó un dulce gemido.

—Yuan, volvamos dentro de la casa. Hacerlo afuera por primera vez sería lamentable.

—Tienes razón. Ahora, Aine, vamos.

—Haa, yo no…  Ah… Quie… ro…

Yuan llevó a Aine y se volvió a la mansión.