Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 116: Chica problemática

Traducido por Herijo

Editado por Sakuya


Existen ocho puertas diferentes en la capital real que conectan el distrito de los nobles con el distrito de los plebeyos. En el centro está el palacio real, luego ocho calles se despliegan desde el como los radios de una rueda, formando el distrito noble, y las puertas están en los bordes exteriores.

Mi casa de la ciudad resulta estar en las cercanías de la puerta sureste, y la residencia de la familia Rogshia a la que he sido invitada hoy está cerca de la puerta sur. Somos vecinos más cercanos de lo que esperaba, pero desafortunadamente hay muchas calles que no son lo suficientemente anchas para los carruajes, por lo que tuve que cabalgar hasta ahí yo misma.

Como estoy montando a caballo, me puse mi acostumbrado atuendo de caballero. Aún no se ha desarrollado ropa de equitación para mujeres en Arxia, y usar algunos vestidos formales o faldas iría de lo imposible a lo increíblemente incómodo para montar. Para las criadas, sus ropas son más suaves y fáciles de mover por el bien de sus trabajos, pero la ropa para los nobles es tan pesada y difícil de mover. Honestamente, es realmente muy incómodo… voy a usar lo que me gusta en su lugar.

—Bueno, parecemos estar bastante relajados hoy, Vizcondesa Kaldia.

Y el resultado es que los sirvientes de la familia Rogshia tuvieron una primera impresión negativa de mí. La familia Rogshia es de la región de Greenfield, que es un poco retrógrada con respecto a la posición social de las mujeres. Mientras que Arxia es un poco patriarcal, Greenfield exagera esto a otro nivel por completo.

Así que me insultaron con sarcasmo, y recordé mi tiempo con la Sra. Galton. Sin embargo, debo decir que es inadecuado enfadarse por este grado de desaire, por lo que incliné lentamente y elegantemente mi cabeza.

—Este es un atuendo formal según la ley, ¿hay algún problema?

—Este no es un lugar oficial como la Casa de los Lores. ¿No crees que sería cortés que las mujeres vistieran ropas que las hagan parecer mujeres?

—Dado que estoy conociendo a su maestro por primera vez, creo que en realidad sería más cortés para mí llevar este tipo de atuendo formal.

Ya se ha quedado sin palabras para contrarrestarme, el sirviente simplemente se quedó ahí en silencio con una mirada de molestia. Detrás de mí, pude escuchar a Claudia que llevaba ropa de criada haciendo lo mejor posible y fallando en ahogar sus risas. Como ella es una chica que quiere convertirse en caballero a pesar de su género, por supuesto que también estaría en contra de tales ideas fijas sobre el género.

El sirviente nos guió a la residencia de la familia Rogshia, y en mi camino solo vi sirvientes masculinos dentro. Incluso el trabajo que normalmente harían las criadas, lo estaban realizando sirvientes masculinos. Parece que en lugar de desdeñar el trabajo que algunos pensarían que debería dejarse a las mujeres, piensan que es más importante que las mujeres no trabajen en absoluto. Deben ser muy rígidos en sus creencias.

—Amo, la Vizcondesa Kaldia ha llegado.

—Ahh, bienvenida y muchas gracias por venir, Lord Kaldia.

El sirviente nos guió a una sala de recepción con una gran ventana que permitía que la habitación estuviera iluminada brillantemente. Fuera de la ventana podía ver un jardín, y la habitación era agradable y cálida gracias a la luz del sol que entraba sin obstáculos.

—Muchas gracias por invitarme hoy.

—Para nada, debería ser yo quien se disculpe, causándote molestias al venir hasta aquí por los problemas de mi familia.

El Vizconde Rogshia tenía una sonrisa suave, y su edad se mostraba a través de los muchos cabellos blancos en su cabeza, parece ser una persona gentil a pesar de la atmósfera de esta residencia. Cuando tomé asiento, inmediatamente hizo que su hija, la problemática en persona, fuera llamada.

Comparado con la actitud de los sirvientes, hay una sorprendente discrepancia con cuán agradable parece ser el Vizconde Rogshia. Es una sensación extraña e inquietante.

—Padre, ¿me llamaste?

Su hija apareció poco después de ser llamada. Tenía el cabello de color azul claro, que parecía casi transparente cuando era bañado por la luz del sol de la ventana. Creo que es una chica bastante linda. Sé que se supone que tiene 15 años, pero tiene el comportamiento gentil de su padre y parece más joven que su edad.

—Lord Kaldia. Esta es mi hija, Feria.

Mientras ponía su mano gentilmente sobre su hombro, el Vizconde Rogshia me presentó a su hija. Tal vez ella no esperaba ser presentada a un niño mucho más joven que ella, había una mirada de confusión en su cara.

—Feria, este es Lord Kaldia. Adelante, saluda.

—E-esta bien. Mi nombre es Feria Rogshia, Lord Kaldia…

Aunque tartamudeó un poco, su voz era clara. Me miró directamente y pude decir que tenía una voluntad fuerte. Sentí que probablemente era el tipo de chica vivaz y activa en lugar de tranquila y obediente, y suspiré mentalmente.

Su padre parece ser una persona tranquila y gentil, y al menos no parece adherirse a las costumbres especiales de la región de Greenfield todavía. Feria es probablemente un tipo similar a Claudia, el más difícil para mí de tratar.

—Mi nombre es Eliza Kaldia. Es un placer conocerte.

Honestamente, qué molesto. Incluso si Feria no quiere comprometerse con el hijo del Vizconde Ogren y quiere cancelar el compromiso, mi trabajo es negociar de alguna manera para que Feria acepte el compromiso, pero no será fácil con la personalidad de su padre que probablemente deja que Feria haga lo que quiera.

Una vez más, maldije a los nobles del norte que me metieron en este asunto tan molesto.

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