Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 119: Aún cortos de personal

Traducido por Herijo

Editado por Sakuya


Oscar ha venido desde el Fuerte Jugfena para convertirse en mi caballero, y ha pasado aproximadamente un mes desde su llegada, pero antes de que me diera cuenta, Bellway se ha ocupado corriendo por toda Arxia organizando una reunión entre los territorios de la región de Jugfena: Kaldia, Jugfena y Genas, y por parte del Conde Terejia, hay una cantidad asombrosamente aún mayor de trabajo por hacer.

Tengo que escribir la propuesta de presupuesto para las actividades de la orden de caballeros para los próximos dos años, planes de entrenamiento y regulaciones para los futuros caballeros, todas estas son cosas que debo abordar de inmediato. También tengo que crear algunos nuevos formularios, diseñar el jardín para la mansión, hacer algunas propuestas para nuevas recetas de calabaza, decidir el tipo de alimento para los caballos, y así sucesivamente.

Lo verdaderamente aterrador es que de alguna manera Oscar está logrando ayudarme a hacerme cargo de todo este trabajo mientras viaja entre la capital real y los dominios de Jugfena.

¿Cómo sucedió?

Agarré mi cabeza. Pensé que solo era una persona seria, pero ¿acaso es otra persona increíble como Claudia? La velocidad con la que hace las cosas es del nivel de Claudia.

—Finalmente hemos completado todo.

Oscar lo dijo con una expresión orgullosa en su rostro, pero todo lo que dije fue —Ya veo—con un tono de voz despreocupado. Es agradable que sus ojos estén brillando con entusiasmo, pero también puedo ver fatiga en ellos. Se está sobrecargando de trabajo.

—Ya casi hemos terminado de hacer los arreglos con el territorio real de Jugfena y el territorio de Genas, la reunión con ellos debería estar programada para finales de este verano. Se ha acordado que todos nos reuniremos en la mansión del Marques Genas.

—Ahh, fue más fácil de lo que esperaba. Te dejaré el seguimiento. Aunque aún no te has convertido oficialmente en mi caballero, me duele tener que pedirte que hagas tanto trabajo no relacionado para mí…

—No, me gusta hacer estas cosas.

Es decir, es un adicto al trabajo. Debe ser como el Conde Terejia en esto, pero a diferencia del conde, Oscar incluso disfruta trabajando y tiene un fuerte sentido de logro al terminar las cosas. Solo me di cuenta de esto recientemente, pero parece que Oscar tiene la misma cara que Claudia cuando gira su lanza, cada vez que está trabajando en algo. Me pregunto qué es lo que le resulta tan divertido, pero no diré nada. Si es algo que no entiendo sobre los sentimientos, tengo aún más razones para no preguntar.

—Es de gran ayuda que termines tu trabajo tan rápido, pero recuerda descansar de vez en cuando y mover un poco tu cuerpo…

Los ojos de Oscar me recuerdan a los peces muertos flotando en un estanque. Intenté sugerirle que se refrescara, pero…

—Por favor, no te preocupes. Siempre que tengo tiempo libre, entreno tanto como puedo con Claudia.

Aunque estaba sonriendo, sentí que el color de sus ojos se volvía aún más estancado. Por supuesto, me refería a hacer un ejercicio ligero, y no al tipo de entrenamiento intensivo que implicaría entrenar junto con Claudia.

Me juré a mí misma que dejaría de interferir con Oscar y sus razones para gustarle tanto trabajar. Si me acerco demasiado, me contagiaré de su adicción al trabajo. Voy a fingir que no veo nada.

Sin embargo, ¿por qué tiene tiempo libre para entrenar con Claudia a pesar de que tiene tanto trabajo que hacer todos los días?… Me torcí el cuello intentando pensar en ello, pero aunque sentía que me iba a dar un dolor de cabeza por pensar demasiado en todo esto, no pude detenerme.

Tener un nuevo subordinado capaz, que se une a mí, es la mejor noticia. Felicidades para mí. Oscar ha podido hacerse cargo de parte del trabajo del Conde Terejia, así que mi esperanza de que la carga de trabajo del Conde disminuya finalmente se ha hecho realidad. Como era de esperar, todavía me falta personal, y una vez más me di cuenta a través de mi fatiga que los recursos humanos son de vital importancia para mí.

Fuera de la ventana, el sol comenzaba a ponerse. Encendí un candelabro e inicié los cálculos de los informes de ingresos fiscales de Kaldia que tenía sobre mi escritorio.

En Arxia usamos un tipo de dinero en papel llamado Arcos, pero como Kaldia es en su mayoría un dominio cerrado con poco contacto exterior, usamos en su mayoría un sistema de trueque. Comerciar alimentos y otros bienes con territorios que están mejor, así como intercambiar bienes por efectivo, se considera todo trabajo del señor del territorio. Debo recolectar los bienes que cada aldea da como impuesto, intercambiarlos por otros artículos necesarios con otros territorios y lo que quede después de dar lo necesario a cada aldea es mi ganancia.

En Kaldia, la parte del señor del territorio es actualmente del 30%. Esta es una tasa más baja que la mayoría de los otros territorios, pero no es un problema. Además de los ingresos fiscales, también recibo el 60% de los ingresos de las ventas de los cultivos de trigo cultivados por el ejército de Kaldia. En el este de Arxia, la tierra es menos adecuada para cultivar trigo y el centeno es el cultivo principal, por lo que el precio del trigo es más alto.

Y en cuanto a una nueva fuente de ingresos fiscales, estoy pensando en las calabazas que trajeron mis nuevos ciudadanos. El verano pasado, intenté cultivar calabazas alrededor de la mansión, en el pueblo de Claria, y en el nuevo pueblo Pioneer, y fue un éxito, así que este año estoy pensando en tener dos pueblos más que empiecen a cultivar calabazas.

No quería empezar tan grande al principio, porque tendría que establecer precios y un sistema, pero a partir del próximo año definitivamente quiero añadir más campos y comenzar a desarrollarlo completamente. Los cultivos de trigo están limitados por las áreas donde pueden crecer y no pueden ser cultivados en el mismo campo durante todo el año, pero el centeno es un cultivo más resistente que crece en climas más difíciles y tierras infértiles durante períodos de tiempo más largos. Además, creo que voy a usar la rotación de cultivos entre el trigo y las calabazas para prevenir que cualquier desastre importante afecte al siguiente también. Solo soy una aficionada en la agricultura y solo tengo mi sentido común para basarme en ello, pero creo que es mejor que no hacer nada en absoluto.

Además de los cultivos, también quiero aumentar el número de ganado en Kaldia, ya que la tribu Shiru se ha tomado la molestia de traer ganado con ellos. Quiero aumentar el número, hasta donde sea factible para mí, para empezar a comerciar con productos lácteos. Pero hay muchas cosas que necesito considerar primero, para no poner demasiada carga en mis ciudadanos.

El año pasado, gracias a los carpinteros del señor Carson, la vida en el pueblo Pioneer ha comenzado finalmente a estabilizarse. Este año han tenido un gran éxito en la fabricación de trampas para atrapar peces en aguas poco profundas, así que también necesito pensar en métodos de distribución para los peces. Dado que no tenemos los medios para conservar el pescado crudo y transportarlo a otros territorios, esto probablemente tendrá que limitarse a enviar pescado crudo a otros pueblos.

Aunque Oscar también ha reducido mi cantidad de trabajo, todavía hay tantos proyectos de mejora en los que trabajar para el territorio. Solía anotar todas las ideas que tenía en papel, y he llenado seis páginas enteras. Me pregunto cuándo seré capaz de terminar de convertir todas esas ideas en realidad.

La edad del Conde Terejia también está avanzada, por lo que mi trabajo aumenta cada año, pero con el aumento del nivel de vida en mi territorio, también me trae más trabajo. Uno de los mayores problemas es que pocas personas saben leer, así que solo el Conde Terejia, Bellway, y yo, así como Oscar que acaba de unirse a nosotros, somos los únicos que manejamos la totalidad del papeleo ya que no hay nadie más para hacerlo.

Después de terminar con el papeleo, me recliné en mi escritorio débilmente, agotada, un sonido parecido a un gemido logró escapar de mi garganta sin mi permiso.

¿Debería hablar con mi institutriz, la señora Marshan, para ver si estaría interesada en un puesto directo bajo mi mando como funcionaria civil? Como también es nobleza, puede registrarse directamente para un puesto de oficial civil. Puedo hacer que se encargue de las tareas sencillas como calcular los ingresos fiscales primero, para disminuir la carga de trabajo general.

Cuando pensé en que el Conde Terejia podría no estar mucho más tiempo, me empezó a doler el estómago. No importa quién, pero tal vez necesito empezar a buscar mi próximo guardián. Ya no necesito ayuda para dirigir mi territorio, pero como soy menor de edad, todavía necesito un adulto cerca para varias cosas.

La raíz de todos mis problemas es que no tengo suficiente personal…

Una vez más suspiré, y otro gemido escapó de mí.

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