Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 121: Mis memorias restantes

Traducido por Herijo

Editado por Sakuya


Solo estaba un poco sorprendida. Después de todo, estamos en la capital real, ya había considerado que podríamos encontrarnos algún día.

Si logro sobrevivir lo suficiente para llegar ahí, ya sabía que me encontraría con los personajes del juego otome en la escuela de nobles. Esto es antes de lo que esperaba, pero no es gran cosa.

Lleva un traje de monje a medida…, una túnica blanca similar a un abrigo largo, y tiene un abundante cabello negro que está limpio y bien cuidado. Creo que está a punto de llegar a la adolescencia, alrededor de los 12 años más o menos. Tiene unos ojos morados inusuales que reflejan la luz del sol de manera hermosa, como joyas.

No sé su nombre real, pero en el juego otome solo se le llamaba Alb. Es solo que, hay una gran diferencia entre los dibujos en el juego y el chico frente a mí. Alb tenía una cara ligeramente desfigurada, era un joven que no dejaría una buena primera impresión con su apariencia. El niño frente a mí aún tiene una cara muy saludable.

¿Qué le va a pasar en los próximos cinco años antes de que llegue a la escuela de nobles?

Alb no es su nombre original, es un nombre nuevo que le dan después de entrar a la iglesia y convertirse en monje. Según mis recuerdos, en las presentaciones de los personajes del juego, dice que su “nombre de monje es Alb”.

Al menos eso es lo que decía en el manual de instrucciones. A decir verdad, nunca lo conocí en el juego en absoluto. En cuanto a por qué, es porque solo jugué  por recomendación de mi hermana menor, y solo estaba a punto de comenzar mi segunda partida en otra ruta cuando morí.

Entonces, no sé qué tipo de posición tiene Alb, cómo es su trasfondo o personalidad, ni recuerdo la mayoría de las cosas que mi hermana podría haberme contado.

Por supuesto, él es un ser humano vivo, y no hay ninguna evidencia de que se comportará de la misma manera que el personaje del juego, por lo que esto no debería ser un problema.

[Sakuya: ¡Exacto! Tú sí sabes.]

Solo recuerdo una cosa que mi hermana me dijo sobre Alb. Solo entra en la historia después de que Eliza es ejecutada, pero aparte de eso, no tengo detalles sobre él.

—¿Un uniforme de caballero formal?

Cuando me vio, su primera reacción fue de sorpresa, murmurando para sí mismo. Revisé mi uniforme nuevamente, luego volví mi línea de visión al chico.

—Estoy aquí para una ceremonia ritual, para establecer una orden de caballeros en mi territorio.

—¿Vaya, eres señor de un territorio? ¿Tan joven?

—Mi padre murió bastante temprano.

Solo di una breve explicación, pero el chico estaba asintiendo, parece que entiende lo que estoy diciendo. Después de todo, existen otros ejemplos de niños que heredan la posición de su padre como señor de un territorio cuando el padre muere joven… Bueno, eso suele limitarse solo a los niños, aunque cuando es una niña la que queda atrás, generalmente son otros parientes masculinos los que tienen una mayor prioridad cuando se trata de la herencia.

Normalmente, la mayoría de las familias nobles tienen muchos parientes. Incluso si no están relacionados por sangre, también se toma en cuenta a los que se casan en la familia. Sin embargo, no hay un precedente como la familia Kaldia, donde todos los miembros de la familia fueron masacrados y solo quedó una persona para heredar el título. Bueno, es problemático explicar tanto, y no tiene sentido, así que guardaré el aliento.

—Si viniste aquí por un ritual, ¿por qué estás aquí caminando en el jardín? ¿Podría ser, te perdiste?

—No. Llegué antes de lo programado, así que simplemente pensé que pasaría algún tiempo caminando.

Incluso después de aprender que era una señora de un territorio, es decir, una noble, no cambió su tono de voz conmigo en absoluto. Debe ser de una familia noble de bastante alto rango. Como es uno de los personajes principales del juego otome, tal vez sea incluso de la familia real de Melloart.

En Arxia, donde la iglesia y la ley están profundamente entrelazadas, los monjes no son personas que abandonan la vida mundana, sino que más bien dedican sus vidas a ser ejecutores de la ley. En otras palabras, los monjes no abandonan por completo sus vidas y posiciones pasadas.

Por eso no me parece extraño si no cambia su tono de voz al hablar conmigo. Por el contrario, como es un monje, debería estar usando un discurso cortés con él.

—Ah, está bien entonces.

Después de saber que no era una niña perdida, sonrió levemente. Hubiera sido difícil de detectar si no lo estuviera mirando directamente todo este tiempo, fue un cambio tan mínimo, pero de alguna manera logró ser expresivo.

—¿Te encargas de este jardín?

—Ahh. Solo riego las plantas… Aunque, todavía no estoy acostumbrado, así que no soy muy bueno. Te recomiendo que no vayas más allá de los setos de ahí. Estás usando un bonito uniforme de caballero, sería una pena ensuciarlo.

Me dio un consejo mientras fruncía el ceño. Aunque su expresión facial parecía gruñona, pude leer con precisión sus sentimientos. Tiene altas expectativas de sí mismo y está insatisfecho con su propia baja calidad de trabajo. Fue una expresión que me hizo sentir bastante cercana a él.

—Entendido, me daré la vuelta, pero no ahora mismo.

—¿Por qué es eso? ¿Hay algún tipo de problema?

—Es…, el caballero que está recibiendo la ceremonia se siente demasiado nerviosa… y pidió estar sola por un rato. Quería darle un poco más de tiempo.

—Ya veo. Entonces, no voy a regar donde estás parada por el momento.

—Lo siento por las molestias, y gracias por entender…

Tiene un tono de voz bastante pasivo. De alguna manera, se siente tan similar a mí, suena casi monótono. Tal vez notó que lo estaba observando, volvió a sonreír levemente. También esbocé una leve sonrisa, pero tal vez mis mejillas apenas se contrajeron, al igual que el chico frente a mí. Siento una especie de afinidad con él.

—Ya que todavía no voy a volver, tengo algo de tiempo libre. ¿Charlamos?

—¿Charlar?

Me pregunto si le importa, cayó en silencio después de decir solo una palabra. Dejó de trabajar en las plantas e indicó con su mano que lo siguiera. Me llevó a un espacio abierto con un banco de piedra llano que parecía estar bien cuidado. Se sentó en un extremo, y me indicó que me sentara en el otro.

Bueno, no se considera de buena educación que niños y niñas se sienten en la misma silla. O debería decir que no es bueno si alguien está mirando, y todavía apenas puedo poner la excusa de que todavía soy una niña pequeña. Estuve confundida por un momento, luego recordé otras situaciones en las que la gente me confundió con un niño, y me senté junto a él sin decir nada. Realmente no tengo la costumbre de charlar ociosamente conmigo misma o con otros, así que decidí preguntarle qué tema le gustaba.

—Entonces, ¿sobre qué te gustaría charlar?

—Cualquier cosa está bien. Por ejemplo… oh, ¿qué tal esto? ¿Por qué no me cuentas sobre tus amigos? ¿Qué tipo de cosas te gusta hacer con tus amigos?

Cuando me hizo esta pregunta con cierta alegría, sentí como si me hubieran golpeado con un rayo.

¡Una conversación sobre amigos, es algo de lo que apenas tengo de qué hablar!

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