Traducido por Herijo
Editado por Sakuya
Las historias tanto del Vizconde Rogshia como de Ogren estaban llenas de exageraciones y mentiras. En primer lugar, ambos estaban involucrados en la creación de esta sustancia adictiva, puramente por el feo deseo de obtener ganancias de cualquier manera posible, y ahora que ha sido expuesto, ambos están tratando de asegurarse de que el otro cargue con toda la culpa.
Crear secretamente velas que contienen narcóticos con cera de abejas, contrabando de drogas, evasión de impuestos… Cualquier discusión que tuvieran en la superficie sobre el compromiso de sus hijos solo era un camuflaje para sus actividades secretas, un profundo pantano en el que me han arrastrado porque descubrí lo que realmente estaba sucediendo detrás de lo que parecía ser un simple conflicto de compromiso.
Me pregunto cuánto tiempo va a continuar esta farsa.
Todas las pruebas que el Conde Terejia me ayudó a recopilar de sus actos ilegales, modifiqué la evidencia para que beneficiara al Vizconde Rogshia, y se la presentaré a los sacerdotes cuando terminen con sus argumentos.
El hecho de que el Vizconde Rogshia todavía tiene una gran deuda prevalece, pero la persona que realmente tiene la llave para las perspectivas futuras del Vizconde Rogshia es el Conde Freche. Por el mero precio de 20 millones de arcs, una suma insignificante para él, al menos, el Conde Freche podrá adquirir grandes cantidades de tierra fértil en la región de Greenfield y extensas instalaciones de apicultura. Es bueno para todos nosotros que el Conde Freche aceptara el plan de su hijo menor, Cornell, de pagar la deuda del Vizconde Rogshia y esencialmente ganar el control del dominio de Rogshia.
Lo retorcido de la familia Ogren seguramente debe estar conectado con la familia principal detrás de ellos, los Nordsturms. El Conde Terejia quiere encontrar una conexión concreta en algún lugar para poder arrastrar al Marqués Nordsturm frente a la Casa de los Lores, así que esta vez estoy actuando como su pieza de ajedrez con este objetivo final en mente.
Parece que el problema entre los Ogrens y los Rogshias llegará a su fin pronto. Sin embargo, sentí una sensación incómoda inesperada en mi oído, por lo que levanté la cabeza instintivamente.
—¿Hay algún problema?
Quizás fue un movimiento demasiado repentino que causó que los sacerdotes que estaban escuchando fría y calmadamente e incluso los dos vizcondes que habían estado discutiendo tan ferozmente, centraran su atención en mí. Podía oír un tono agudo a lo lejos, aumentando de volumen, haciendo que mis oídos temblaran ligeramente.
—Creo que, puede que haya algún tipo de conmoción fuera.
—¿Eh?
Uno de los sacerdotes señaló rápidamente a un guardia que estaba delante de la puerta de esta sala para que la abriera.
En ese instante, todos pudimos oír claramente algún tipo de conmoción. Además, había un tipo de sonido extraño en el aire, casi como el susurro de las hojas.
Justo en ese momento, los guardias desde afuera entraron precipitadamente en la sala, gritando —¡Hay un incendio! ¡Hay un incendio cerca! ¡Evacuen a un lugar seguro!
Todos se levantaron al unísono. Si es solo un simple incendio, este otro sonido que estamos oyendo es demasiado extraño.
—Dado que esta es una situación de emergencia, este juicio terminará por el momento. Todos, síganme.
Uno de los sacerdotes, que parecía absolutamente pálido, tomó la delantera, mientras los guardias escoltaban a ambos vizcondes. Como Feria aún parecía perdida acerca de lo que estaba sucediendo, tiré de su brazo. Como le hice una señal con la mano a Oscar para que fuera a buscar las pruebas documentales contra el Vizconde Ogren y ahora estamos separados, ¿podremos encontrarnos adecuadamente después? No debería estar tan lejos.
Pero, aun así, qué momento tan inoportuno para tal alboroto. Espero que esto no tenga un impacto negativo en la resolución de este incidente.
A un ritmo acelerado, salí del templo de la iglesia donde se efectuaba el juicio. Lo que vi a continuación me hizo dudar de mis ojos, y todos quedaron sin palabras.
El cielo en sí era carmesí. Aunque era la tarde, el aire mismo parecía estar ardiendo. Desde la dirección del distrito de los plebeyos, se podía ver humo negro elevándose aquí y allá, y un polvo ardiente y brillante podía verse flotando por todas partes en el aire.
—¿Son estas… polillas de fuego? No puede ser. ¿Tal enorme cantidad?
El Vizconde Rogshia hizo ese comentario en un estado de estupor. Bueno, me sentí de la misma manera que él mientras miraba al cielo carmesí. Hay un número incontable de polillas de fuego revoloteando en el cielo.
Con su extraño zumbido, donde quiera que las polillas de fuego volarán como olas sobre los edificios de los plebeyos, un nuevo fuego brota vigorosamente. Los gritos resonaban por todas partes. Todos se quedaron sin palabras ante esta situación anormal.
—¿Qué es exactamente lo que está pasando aquí?
—En cualquier caso, evacuemos… esta área es peligrosa.
Ocurrió justo cuando el sacerdote se dio la vuelta. De repente una gran fuerza me golpeó, y mi cuerpo chocó contra una pared. Debido al impacto, no pude respirar por un momento. Me desplomé flácidamente al suelo contra la pared, ya que no pude convocar ninguna energía.
—¡Nadie se mueva! ¡No se muevan!
Alguien está presionándome con fuerza en la espalda. Es el Vizconde Ogren, que es aún más ruidoso que antes y suena casi histérico. Cuando de alguna manera logré girar mi cabeza, también vi a dos hombres desconocidos de ropa negra retirando sus espadas de los cuerpos de los guardias que acaban de emboscar.
El grito de Feria perforó el aire y vi al Vizconde Rogshia colapsar en el suelo sin pronunciar una palabra.
—¿¡Qué es todo esto!?
Esas fueron las últimas palabras que el sacerdote juez dijo alguna vez. El zumbido, anunciando como las polillas de fuego se acercaban a nosotros, encontró su fin y fue borrado de la existencia instantáneamente.
El jardín de este templo también empezó a humear. A medida que el fuego comenzó a extenderse aquí también, alcanzó la túnica de uno de los guardias muertos en el suelo. Sólo podía mirar las lenguas de fuego expandiéndose con asombro.
—¡Qué excelente! ¡Todos ustedes pueden ser quemados vivos por este fuego!
La voz gritando del Vizconde Ogren estaba eufórica mientras seguía pisándome la espalda, y un momento justo después de que sentí algo frío en la parte posterior de mi mano izquierda…
—¡¡¡Uu ahhhhhhh!!!
El sudor comenzó a recorrer todo mi cuerpo mientras me retorcía de dolor y gritaba instintivamente. Mi mano izquierda está muy caliente. Está ardiendo de dolor. El Vizconde Ogren había tomado una lanza de uno de los guardias muertos, y la había clavado a través de mi mano fijándola al suelo.
La risa enloquecida del vizconde mientras se alejaba corriendo incluso ahogó los sonidos de Feria intentando luchar y escapar del agarre de uno de los atacantes vestidos de negro. Los sonidos crepitantes del fuego, los gritos y el zumbido de las polillas, en cualquier caso, estaba rodeada de nada más que sonidos horribles, y el dolor de mi mano izquierda pronto se convertiría en la menor de mis preocupaciones.