Villana en un otome, ¿cómo acabaron las cosas así? – Capítulo 216: La primavera en Kaldia (12)

Traducido por Herijo

Editado por Sakuya


—¿Tienen algo que quieran decir?

Esa escena fue simplemente demasiado irreal y surrealista —comentó Ratoka más tarde, después de ser testigo desde un costado.

Estaba parada con los brazos cruzados, adoptando una postura intimidante, frente a tres que estaban arrodillados en el suelo.

No hace falta decir que los responsables de este incidente son Oscar, Claudia y Nathanael.

—Eh… ¡Lo siento! Fue demasiado divertido sincronizarme con Oscar para intercambiar golpes contra mi hermano…

—Lo lamento… creo que me dejé llevar por un momento…

—Lo siento. Sentí que moriría si no hubiera bloqueado o desviado sus movimientos.

—Entiendo. Oscar, ve al comedor y prepara una mesa para nosotros.

Realmente no podía retenerlo aquí, responsabilizándolo de esta situación, ya que parecía que ya estaba al borde del colapso, así que decidí que se fuera pronto. Bueno, supongo que no puedo evitar sentirme un poco… apenada por Oscar.

Después de ver a Oscar entrar a la mansión tras hacer una reverencia, desvié mi mirada hacia los hermanos Rolentsor, quienes parecían sumamente nerviosos. Luego, observé el patio, o lo que solía ser el patio, un espacio que no tenía ni un año de antigüedad.

Se había diseñado pensando en el área de juegos de Rashiok o mi sitio de entrenamiento, así que no tenía decoraciones.

Aunque no las tenía, ahora estaba destrozado… ¿Qué hicieron para que quedara así? Había grietas, partes del suelo se hundían mientras otras se elevaban; era un completo desastre.

Las baldosas de la parte trasera estaban rotas, la terraza estaba cubierta de polvo, y hasta el césped estaba en pésimo estado.

Si no se le llama a esto un desastre, ¿entonces qué es?

De hecho, ¿qué sucedió aquí? ¿Es realmente algo que un humano puede causar? Oscar hizo bastante para mantenerse con vida en medio de esa contienda. De hecho, creo que hizo un trabajo excepcional.

Fue un enfrentamiento temerario.

Se suponía que era un duelo de cortesía basado en la técnica imperial de espada o lanza. Y, en esencia, no se desvió de esa idea… Pero es difícil aceptarlo.

—Ehm… ¿Eliza?

—¿Qué ocurre?

—¿Estás enfadada…?

En respuesta a la pregunta de Claudia, mostré una expresión de decepción.

A pesar de que preguntó con seriedad, si me cuestionaran sobre si estaba molesta, diría que mi sentimiento es otro.

Más bien, me asombra la habilidad de los hermanos para crear tal caos… ¿Quizás porque parece algo irreal?

Recuerda a esas escenas típicas de mangas shounen.

Pero no puedo estar molesta indefinidamente.

Tras soltar un suspiro, los llamé por sus nombres.

—Nathanael, Claudia. —Se enderezaron al instante, como si hubieran reaccionado a un estímulo.

—Planeo celebrar la ceremonia de boda de Claudia aquí, en este patio.

—¡Limpiaremos este lugar con todas nuestras fuerzas!

Ante la respuesta sincronizada de los hermanos, solté otro profundo suspiro.

Bueno, con esto, supongo que la primera etapa de la primavera ha concluido.

Vaya, vaya… o más bien, con un sentimiento de alivio, solté otro aliento, distinto de un suspiro esta vez.

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