Villana mimada por el príncipe vecino – Capítulo 107: Una carta de invitación a Sandrose

Traducido por Sharon

Editado por Yonile


El reino de Sandrose consistía principalmente de un desierto, donde la arena transmitía el calor del sol ardiente. Era extremadamente caliente durante el día, y las noches eran tan frías que uno podría congelarse. Para ser honestos, no era un ambiente fácil en el que vivir.

Sin embargo, la rosa del desierto que florecía en tales condiciones era tan hermosa que la mayoría de las damas decían que querían verla por lo menos una vez en sus vidas.

Como el agua no estaba disponible en las casas, las personas debían buscarla del oasis todas las mañanas.

Hoy, una mujer se acercó a hacer exactamente eso… cuando se dio cuenta de algo inusual.

Algunos adultos cerca lucían confundidos y preocupados. Ella se preguntó qué podría estar sucediendo, pero cuando vio el oasis, se dio cuenta que la cantidad pareció haber disminuido comparada con la del día anterior.

—El agua del oasis está decreciendo… ¿Qué está pasando?

—Es la primera vez que veo esto en mis sesenta años de vida.

—¿Podría ser…? ¡¿Está secándose?!

La inseguridad entre la gente creció de inmediato, y todos intervinieron para opinar.

Sería bueno si solo fuera un error, pero el agua era algo necesario todos los días. No había manera en que se equivocaran. La conmoción entre la multitud creció junto con sus sentimientos de inseguridad.

♦ ♦ ♦

—¡Rey Saravia, el agua del oasis de Sandrose está disminuyendo…!

—Ya veo. ¿Eso es todo lo que tienes que reportar?

—¿Eh? S-Sí…

—Puedes retirarte a descansar.

Ahora mismo, se encontraban en un cuarto que fue preparado para Saravia dentro del Castillo de Marineforest. La habitación tenía cortinas de naranja vibrante, pero el color parecía encajar con la personalidad llamativa de Saravia, quien antes fue llamado frívolo por Tiararose.

Sin embargo, ahora mismo, él no parecía para nada frívolo.

Saravia Sandrose, el rey del reino de Sandrose. Tenía piel morena y corto cabello dorado. Sus ojos rojos eran estrechos, y era difícil determinar en qué estaba pensando solo con su expresión. Hasta ahora, había conseguido todo lo que quería en su vida. Decía haberse enamorado de la personalidad valiente y determinada de Tiararose, por lo que estaba quedándose en Marineforest en un intento de conquistarla.

En el cuarto se encontraban Saravia, su ayudante cercano Izzet, y un caballero que llegó a entregarle el reporte del oasis. Este hombre se había apresurado sobre su caballo para informar al rey sobre esta extraña ocurrencia. Su aliento seguía fuera de control mientras escupía las palabras para cumplir su deber tan rápido como le fue posible.

El oasis podría estar secándose… Era un gran problema, por lo que el caballero estaba sorprendido con la respuesta tranquila de Saravia. Había pensado que por lo menos se sorprendería.

Como el rey le dijo que se retirase, no había nada que podía hacer. Después de que le hiciera reverencia y dejara el cuarto, Saravia dejó escapar un pequeño suspiro.

—Tengo que regresar al país pronto. Supongo que debo apurarme y terminar con los preparativos…

—Es cierto. No puedes estar lejos del país por tanto tiempo cuando está en ese estado —respondió Izzet, presionándolo ligeramente al escuchar su respuesta despreocupada. Las cosas se estaban volviendo bastante serias, y estaba preocupado por el futuro.

Izzet era el ayudante cercano del rey. Tenía la misma piel morena de los ciudadanos del desierto, y cabello plateado. Su personalidad era sincera, por lo que no eran pocas las veces en las que resultó manipulado por el libre y descontrolado Saravia.

Ahora mismo, estaba realizando varios arreglos, pero había algo que le preocupaba.

—¿Qué sucedió con la joya que le entregó a Lady Tiararose? Estableciste las bases para lidiar con la actual situación, ¿verdad?

—Ah, ¿te refieres a la joya que le di a Rose?

Izzet estaba hablando del incidente donde Saravia visitó a la reina actuando como un comerciante. La joya roja que le había presentado entonces se llamaba “Lágrima de la Salamandra” oficialmente, y se decía que fue formada por el llanto del espíritu de fuego, pero no estaba determinado si era cierto.

—Si todo sale bien, el poder mágico se concentrará en la Lágrima de la Salamandra… Me pregunto cómo será —suspiró Saravia, mientras decía que no sabía cómo resolver la situación—. No puedo salvar a la Salamandra con mi poder… Sé que fue malo de mi parte presentarle a Rose esa joya sin contarle la verdad, pero no tenía garantías de que todo saldría bien.

—Por cómo lucía el caballero de recién, la situación debe haber dado un giro para peor. Si no lo arreglamos de manera apropiada, podría terminar en una rebelión, ¿sabe?

—Estoy aquí para que eso no suceda.

—Rey Saravia…

Saravia dio un respiro profundo y cerró sus ojos.

Desde tiempos antiguos, la Salamandra había dormido bajo la tierra de Sandrose. No, sería más correcto decir que el reino fue construido en el lugar donde la Salamandra dormía. El espíritu y la familia real habían hecho una alianza.

La Salamandra dormiría, pero cada cientos de años despertaba por el hambre. La familia real, entonces, cumpliría su deber y la alimentaría con poder mágico.

Hasta ahora, la realeza había sido capaz de proveerle la magia necesaria, así que no habían surgido problemas. Sin embargo, esta vez, no podían hacer eso y tuvieron que recurrir a otro método.

En lugar de Saravia, decidieron hacer que Tiararose proveyera el poder para la Salamandra.

—Ya que obtuvo la bendición de los Reyes Hada, pensaron que podría funcionar. Al parecer, dieron justo en el blanco a pesar de que al principio solo sugirieron este plan porque fue lo único que se les ocurrió.

Ahora mismo, Saravia había quedado completamente encaprichado con Tiararose, al punto en que pensar en ella le provocaba una sonrisa.

—No esperé que hubiera otro ser humano que poseyera un poder mágico que concordara con la frecuencia de la Salamandra, además de la familia real de Sandrose.

—Estábamos investigando pensando que no tendría caso. Los seres humanos normales no podrían cumplir el requisito. Me pregunto quién diablos es Rose.

Al parecer, no todos podían transferirle su poder a la Salamandra.

Justo como Saravia explicó, necesitaban que el poder mágico coincidiera con su frecuencia. La posibilidad de encontrar a alguien que pudiera hacerlo era igual a encontrar una aguja en un pajar. No, en primer lugar, ni siquiera era probable que una persona así existiera. Y a pesar de que era lo que pensaban, no tenían más opción que alimentar a la Salamandra, así que se lanzaron a investigar.

Continuaron con su búsqueda secreta. Al principio, pensaron que tendrían posibilidad de encontrar a alguien con un poder mágico único en Marineforest, la tierra bendecida por las hadas. Sin embargo, las personas bendecidas por hadas comunes tenían un poder normal.

Luego, pensaron que Aquasteed podría ser un candidato posible, ya que fue bendecido por un Rey Hada. Su poder mágico, en efecto, era mejor que el de una persona promedio, pero su frecuencia no coincidía con la Salamandra. En el momento en que estaban por rendirse… decidieron que harían un último intento confirmando la frecuencia del poder mágico de Tiararose, y así descubrieron que coincidía.

La razón podría atribuirse a que se trataba de una persona reencarnada como la villana del juego, por lo que su alma y estado era mayor al de otros… Por supuesto, Saravia no sabía este hecho.

—Si vamos a darle el poder mágico de Lady Tiararose a la Salamandra, tendremos que invitarla a Sandrose, ¿huh? En primer lugar, ¿le has explicado la situación?

—Le enviaré una invitación al festival, así que debería estar bien. Es probable que no puedan rechazarme después de los intercambios que hemos tenido.

Sabía que Aquasteed podría no querer dejarla ir, después de ver lo sobreprotector que era, pero ese tipo entendía que había una necesidad de separar los asuntos privados y públicos.

—En cuanto a la explicación… Primero le daré una mirada a la situación con la Salamandra. Lo mejor sería si pudiéramos obtener el poder mágico de la joya.

—Es cierto. Si el rey Aquasteed determina que es peligroso, podría no traer a su esposa consigo.

—Sí.

A diferencia de su personalidad normal, Saravia asintió con poca confianza. Ya que no estaba seguro si el recién despierto espíritu podría estar satisfecho con tan poco poder mágico.

♦ ♦ ♦

Unos días más tarde…

—Sir Aquasteed, tiene una invitación —dijo Elliot, alcanzándole al rey la carta mientras trabajaba en su oficina.

—¿Mm?

Él se encontraba sentado en su silla de cuero negro, mientras observaba varios reportes extendidos a lo largo de su escritorio. Su oficina tenía una atmósfera tranquila, pintada de negro principalmente. A través de la ventana entraba un viento ligero, por lo que se sentía muy cómodo.

—Esto es… Una invitación de Sandrose, ¿huh? Y por supuesto, es de parte del rey Saravia.

Usando un cuchillo especial, sacó la carta y leyó el contenido. Se trataba de una invitación al “Festival de Fuego y Agua” de Sandrose. Esta era una celebración anual, pero no solían invitar a la familia real de otros países.

Aquasteed leyó la carta con sospecha, y al final largó un pequeño suspiro.

—Como se esperaba, no puedo rechazar una carta oficial… Creo.

—Es cierto. Además, parece ser que este año será más grande de lo habitual.

—Ya veo.

Por lo que escucharon de Grail y los demás, era fácil imaginar que se relacionaba con el caso de la Salamandra. Rogando que no volviera a convertirse en una situación problemática, Aquasteed volvió a suspirar.

—Se le escapará la felicidad si sigue suspirando, ¿sabe?

—Elliot… Eso solo es una superstición.

—Hmm, no estoy tan seguro —dijo su ayudante cercano con una sonrisa gentil.

Tenía cabello castaño con trazos de naranja. Normalmente era gentil, pero era un hombre capaz que hacía muy bien su trabajo. Ahora mismo, Elliot estaba trabajando aún más duro para poder obtener una posición noble y proponerse a Philliane.

Tomando un sorbo del té negro, Aquasteed se preguntó qué debería hacer.

—Tiara y yo, los dos tendremos que participar del festival. Ya que el clima es bastante drástico en Sandrose, te dejaré a cargo de un cronograma adecuado para que podamos tener tiempo de disfrutar la visita.

—Entendido. Para Lady Tiararose, además de Philliane y Tarmo, me aseguraré de disponer algunos caballeros que actúen como su guardaespaldas.

—Sí, por favor.

Además, tendremos que llevar regalos…

Por la invitación, todavía tenían tres meses hasta que el festival se llevara a cabo. Aun así, el viaje a Sandrose en carruaje tomaría cerca de quince días, así que no había mucho tiempo.

—Sin embargo, Sandrose es bastante cálido. Tendremos que preparar ropa adecuada para el clima…

—Es cierto. Sobre todo para Tiara, que a diferencia de nosotros dos, no tiene el entrenamiento adecuado. Será un viaje duro para ella. Por favor, cuéntale sobre la situación a Philliane y haz que comience a preparar los vestidos tan pronto como pueda.

—Entendido —asintió Elliot, dejando el cuarto para comenzar a arreglar los horarios con Philliane.

Mientras tanto, Aquasteed continuó escribiendo y leyendo los documentos. Ya que debería ir a Sandrose, tendría que alejarse del castillo cerca de un mes.

Viendo su futuro tan ocupado, no pudo evitar que otro suspiro se escapara de sus labios.

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