Traducido por Sharon
Editado por Yonile
—Philiane, ¿el equipaje ya está preparado?
—Sí, podemos partir en cuanto guste.
—Gracias.
Después de que Tiararose escuchara de Aquasteed que atenderían el festival de Sandrose, ella y Philiane comenzaron con los preparativos de inmediato. Era un país que quería visitar por lo menos una vez en su vida, así que estaba emocionada a pesar de saber que sería problemático por Saravia. Por otro lado, también le preocupaba el calor del desierto.
—Tenemos agua suficiente, y tomaremos varios descansos en el camino.
—Por supuesto. Espero que podamos tener un viaje agradable.
Como siempre, Philiane estaba más que preparada, e incluso había empacado la crema protectora y sombreros para el sol.
—Creo que con esto no tendremos problemas, pero por favor, avíseme de inmediato si algo más sucede.
—Sí, por supuesto.
Las dos se miraron y se sonrieron entre sí. En ese momento, un golpe hizo eco a través del cuarto.
—Me pregunto quién será. No tengo un buen presentimiento…
—Iré a dar un vistazo.
El visitante era quien Tiararose había supuesto.
—Hey, Rose. Hoy estás más hermosa de lo habitual.
—Rey Saravia… No le di permiso para entrar a mi cuarto.
—Por favor, no digas algo tan formal como eso, Rose. Somos amigos cercanos, ¿verdad?
—Además, no soy Rose. Mi nombre es Tiararose. Por favor, evita crear apodos para mí —dijo de manera directa, pero Saravia no pareció afectado por su tono. En su lugar, se rió con fuerza mientras se sentaba en el sofá frente a ella.
Detrás de Saravia estaba Philiane, que lucía agotada de tener que lidiar con este monarca. Era fácil imaginar que había intentado detenerlo, pero que él había insistido en entrar a la habitación.
Además, detrás de ella estaba el ayudante cercano de Saravia, Izzet.
—Entonces, ¿por qué está aquí hoy?
—Eres tan fría, gatito. No necesito razones para encontrarme con la persona que amo.
Tiararose quería lanzar un suspiro muy profundo, sin preocuparse por las consecuencias, pero hizo su mejor esfuerzo para contenerlo. Este tipo tan frívolo era el rey de Sandrose, así que no podía ser irrespetuosa, incluso cuando él se comportaba de manera tan liberal.
Saravia debió sentir algo en el silencio de Tiararose, porque se rió con fuerza.
—Y además… Como ya sabes, estaré causándote algunos problemas a partir de ahora, así que vine a disculparme.
—En ese caso, por favor hágalo con sir Aquasteed, no conmigo.
—Por supuesto, pero creo que te causaré más problemas a ti, gatito.
El problema del que Saravia estaba hablando se refería a la crisis de agua del oasis de Sandrose.
Había escuchado que la temperatura aumentaría aún más cuando el espíritu de fuego, Salamandra, despierte. Pero… el agua del oasis había estado disminuyendo mucho más de lo que había calculado.
Tiararose y los demás también se habían dado cuenta que el agua disminuiría con el aumento de la temperatura. Siendo ese el caso, el oasis podría incluso terminar secándose… Y era por esa razón que el rey, sintiendo el peligro, había viajado hasta Marineforest por una solución.
Como Marineforest estaba bendecida con agua y comida, no tenían problemas en aceptar a algunas personas que estaban buscando ayuda, pero el problema era que el número de inmigrantes se había salido de control, y Aquasteed tenía que lidiar con ello.
—Los ciudadanos deben estar inquietos ahora mismo. ¿Está seguro que está bien hablar conmigo en un momento así? —le preguntó Tiararose, implicando que él debería regresar a su país pronto.
—No hay problema… El festival será bastante grande esta vez porque vamos a revivir el oasis. La cantidad de agua puede estar disminuyendo ahora mismo, pero no desaparecerá.
—Ya veo…
Las palabras de Saravia habían logrado convencerla un poco.
¿La familia real realizará ese festival del que estaba hablando Grail?
Como confiaba en lo que el Rey Hada del Cielo le había dicho, la actitud de Saravia no le resultó tan extraña.
En otras palabras, podrían unirse al festival que se llevaba a cabo una vez cada cientos de años. Tiararose estaba un poco preocupada, pero al mismo tiempo se sentía honrada de poder participar.
—Rey Saravia, ¿realizará la Danza de Brujas? Estoy esperando ansiosa por ello.
—¡Si va a observarme, daré mi mejor esfuerzo, gatito! —dijo Saravia, guiñándole el ojo—. Espéralo emocionada.
Luego de eso, extendió su cuerpo y su mano a través de la mesa hacia Tiararose. Ella intentó escaparse de inmediato, cuando en ese momento una voz los interrumpió.
—Rey Saravia. Ya le he pedido que no le haga nada a mi esposa, ¿verdad?
—Oh, es Aqua. La atmósfera con el gatito estaba por ponerse buena, y lo arruinaste~.
—¡Sir Aqua!
Aquasteed, que había llegado para visitar a Tiararose durante su descanso, entró en el cuarto. Luego se sentó al lado de su esposa, rodeando su hombro con uno de sus brazos.
—No puedo bajar mi guardia para nada… —suspiró.
—Ahora mismo solo estás refregándome a tu mujer —se encogió Saravia, hundiéndose en el sofá. En ese momento, miró a Aquasteed y le hizo una pregunta ligera—: ¿No estás ocupado?
—Estoy extremadamente ocupado gracias a cierta persona. Planeaba visitar Sandrose junto con Tiara, pero… Parece ser que solo podré unirme al viaje más tarde.
—¿Eh? ¿Es así?
—Bueno, sí.
Como se mencionó durante la conversación entre Tiararose y Saravia, había un gran número de personas llegando desde Sandrose, y quien tenía que lidiar con ellos era Aquasteed. Por ello, aunque al principio había pensado en visitar Sandrose junto con su esposa, ahora no tenía más opción que comenzar su viaje más tarde.
Al escuchar esto, la expresión facial de Saravia se iluminó.
—¡Eso es genial! —exclamó—. Podré escoltar a Rose. Tú puedes tomarte tu tiempo, Aqua.
—Como dije, no uses un apodo cariñoso con mi esposa.
—Ja, ja, ja.
Incluso cuando era el rey quien lo decía, Saravia se mantuvo imperturbable.
—Tsk. De verdad quería ir porque eres alguien que presiona su suerte de esta manera…
—Um, sir Aqua… Si está preocupado, Philiane va a acompañarme, así que estará bien.
Estaba implicando que no se involucraría con el rey extranjero puesto que estaría trabajando también. Sin embargo, Saravia era un monarca después de todo, y no podía rechazarlo de manera directa.
—No te preocupes —le dijo Aquasteed con gentileza al verla tan estresada por este punto—. Por supuesto que no pretendo dejarte con el rey Saravia. Hice preparativos para tus guardaespaldas.
—¿Hm? El guardaespaldas del gatito es el Caballero Tarmo, ¿verdad? ¿O hay otros?
—Sí, es cierto.
Saravia le dio una mirada de reojo cuando Aquasteed chasqueó sus dedos y, al instante, dos Reyes aparecieron.
Uno poseía largo cabello verde, y la otra hermoso pelo plateado que danzaba en el viento. Se trataba del Rey del Bosque Keith, y la Reina del Mar Pearl.
—Hey, Tiara. Pearl y yo iremos a Sandrose contigo.
—Será difícil para una dama ir sola, así que te acompañaremos.
—¿Los dos harán como mis guardaespaldas? —preguntó Tiararose, parpadeando con fuerza por la sorpresa.
—Es correcto —confirmó Pearl.
¡Pensar que los Reyes Hada serán mis guardaespaldas, esto es demasiado extravagante!
El hada de mar de fuerte voluntad, la Reina Hada Pearl. Con largo cabello blanco atado y alcanzando sus hombros, ojos dorados que son la marca de un rey, el kimono de varias capas envolviendo su cuerpo, y su boca cubierta por el abanico, su apariencia no podía describirse más que como refinada.
Sin darse cuenta, Tiararose terminó mirando a Aquasteed a su lado, y él le regresó una sonrisa. Parecía estar diciéndole que no había manera en que él fuera a dejar a su esposa ir por su cuenta.
Tiararose terminó tragando con fuerza y asintiendo.
—Gracias por tu consideración.
—El viaje será muy largo, así que por favor, ten cuidado. Si algo sucede, asegúrate de consultar con aquellos que te rodean.
—Sí.
Aquasteed acarició con suavidad la cabeza de Tiararose, y la tensión que no había notado en sus hombros se disipó.
—Sin embargo… Dejando a Keith a un lado, me sorprende que Pearl esté dispuesta a acompañarme.
—Bueno, tengo que pagar mi deuda ya que me has dado parte de tu poder mágico para recuperarme. Espero que esta vez pueda ser de alguna utilidad.
—Es así…
Tiararose siempre pensó que había algo de distancia entre ella y Pearl. Por eso, aunque solo fuera porque buscaba pagar su deuda, estaba feliz de que pudieran tener tiempo para pasarlo juntas.
Además, Pearl odiaba a los hombres. Tiararose podría usar eso como excusa para alejar a Saravia… Solo pensar en eso le provocó una sonrisa.
Después de que la conversación entre los tres llegara a una pausa natural, Saravia se puso de pie y se arrodilló frente a Keith y Pearl.
—Por favor, permítanme saludar a los dos Reyes Hada.
Sin un rastro de su personalidad frívola, la voz baja y calmada de Saravia hizo eco a través del cuarto.
—Ah… Permitiré tu saludo —respondió Keith, fijando sus ojos entrecerrados en el rey.
—Soy Saravia Sandrose, rey del Reino de fuego Sandrose. Es un honor para mí conocer a los Reyes Hada en esta vida.
—Soy Keith, el Rey Hada del Bosque.
—Soy Pearl, la Reina Hada del Mar.
Tiararose pensó que Saravia por fin lucía como alguien de la realeza, ya que se estaba presentando con una actitud refinada totalmente diferente de su usual actitud coqueta. No pudo evitar pensar que sería bueno si pudiera comportarse de esta manera siempre… Por supuesto, no lo dijo en voz alta.
Después de los saludos, todos retomaron a sus asientos. Tenían que discutir el itinerario del viaje a Sandrose.
Los seis miembros de la comitiva serían Tiararose, Keith, Pearl, Philiane, Elliot y Tarmo. Además, añadiendo a Saravia con su ayudante cercano, Izzet, serían ocho personas en total. Sumado a ellos estarían las sirvientas y los guardaespaldas.
—Bueno, entonces… El tiempo de partida será en tres días. Yo partiré en diez. Como iré con más rapidez y menos gente, probablemente llegaré a Sandrose y me uniré al grupo cinco días después de que ustedes lleguen.
—Bien, entendido. Estaré esperando su llegada, sir Aqusteed.
Aunque Tiararose se sentía algo sola por no poder verlo por un tiempo, tenía que fortalecer su voluntad porque, después de todo, ella también era parte de la realeza.
Aquasteed le dio a Saravia instrucciones detalladas sobre la ruta, y confirmó que no habría problemas. Debían pedir consejo porque tenían que asegurarse de que tomarían el camino menos peligroso para poder llegar con seguridad.
—Hmm… —dijo Saravia, mirando el mapa abierto en la mesa con ojos serios. Entonces, señaló un cierto lugar—. Lo confirmaré de nuevo más tarde, pero creo que hay una construcción planeada por esta ruta, así que sería mejor rodear este camino. Viajar por la noche es peligroso, así que tenemos que pensar medidas para contrarrestar eso. Bueno, supongo que no será peligroso si no salimos de los carruajes por nuestra cuenta.
—Será mejor tomar un desvío entonces. Si es posible, será preferible evitar el lugar para no correr riesgos.
—Entendido.
Tiararose era alguien que tomaba decisiones apresuradas incluso cuando se le advertía de lo contrario. Por ello, Aquasteed decidió que lo mejor sería seleccionar la ruta más segura desde el comienzo, y eso significaba tomar un desvío.
Después de confirmar el resto del programa, la discusión terminó sin problemas. Saravia, Keith y los demás dejaron la habitación.
Aquasteed estaba totalmente agotado, y Tiararose se reclinó contra él.
—¿Sir Aqua…? Estás trabajando duro.
—Sí… Por suerte pudimos hacer algo de progreso. Supongo que realmente no me gusta la idea de separarnos, Tiara.
—Tienes que trabajar, así que no hay otra opción. No podremos vernos por un tiempo, así que permíteme mimarte antes de mi partida.
Tiararose abrazó la cabeza de su agotado marido con fuerza, y la colocó en sus piernas. A continuación, lo acarició con suavidad y le dio una sonrisa gentil.
Aquasteed le dio una sonrisa amarga, pensando que si seguía haciendo eso terminaría quedándose dormido.
—Tus piernas son tan cómodas que es problemático, Tiara.
—¿Qué estás diciendo? —rió Tiararose al escucharlo—. Puedes dormir un poco. Después de todo, es importante tener un sueño reparador. La productividad de tu trabajo caerá si no duermes, ¿sabes?
—Bueno, eso es cierto, pero… dormir es una pérdida de tiempo cuando por fin podemos pasar algo de tiempo juntos.
—Cielos…
Escuchando eso, el rostro de Tiara se sonrojó sin quererlo.
Sir Aqua dice cosas bastante vergonzosas sin parpadear…, pensó, sintiendo los latidos de su corazón aumentar de velocidad.
—Ah, pero podría ser capaz de dormir si me das un beso, Tiara.
—¡¿Eh…?!
—¿No dijiste que me mimarías? —le preguntó con una sonrisa sugestiva. Tiararose gimió.
En efecto, había dicho que le daría cariño, así que quería cumplir su deseo.
Han pasado muchos años desde que nos casamos. Me pregunto cuánto tiempo más mi corazón seguirá latiendo con fuerza en momentos como estos.
No podía calmarse para nada.
A diferencia de mí, él siempre parece genial y tranquilo…
Aquasteed era gentil, y su sonrisa era maravillosa. Siempre la guiaba, y algunas veces se mostraba travieso… pero amaba todas y cada una de sus partes.
Observó a su esposo en sus piernas por tanto tiempo, que la próxima vez que él habló fue solo con un ruido cansado.
—¿Hmm?
Tiararose se dio cuenta que de verdad debía querer dormir al ver sus ojos cansados. Acarició su cabeza con suavidad, y deseó que por lo menos por este día, pudiera conseguir un sueño de calidad.
Después de todo, ella ya no podría hacerlo una vez partiera hacia Sandrose.
—Ten un buen descanso, Sir Aqua.
—Sí… Solo por un momento…
Tiararose besó a Aquasteed con gentileza, pasando sus dedos por su cabello. Después, volvió a besarlo. Sintiéndose cómodo y cálido, Aquasteed se durmió.
♦ ♦ ♦
Después de eso, los días parecieron pasar en un instante, y finalmente llegó el momento de partir hacia Sandrose.
Philiane y Elliot habían completado todos los preparativos, así que lo único que faltaba era subirse en los carruajes.
—Tiara, no puedes hacer nada descuidado, ¿entendido?
—Por supuesto, sir Aqua.
—Si el rey Saravia te hace algo, por favor no te contengas y usa tu poder mágico. ¿Entendido?
—U-Um… Lidiaré con ello apropiadamente.
Como Tiararose no podía hacerle nada al rey de otro país, le dio una sonrisa vaga. En ese momento, Keith interrumpió la conversación.
—Yo, el Rey Hada que ha bendecido a ambos, estaré acompañándola, ¿sabes? Te prometo que protegeré a Tiara si algo sucede.
—En efecto, tengo confianza en tus palabras, cuando dices que vas a protegerla, pero…
Keith lucía como alguien que causaría otro tipo de problemas, así que Aquasteed se sentía incómodo con esto. Aun así, entre todo el grupo, era el más confiable. Como su posición como Rey Hada le otorgaba poder sobre Saravia, podría alejarlo sin contenerse si este decidía hacerle algo a Tiararose.
—Te lo dejaré a ti, Keith.
—Sí, haz eso.
Aquasteed extendió su mano derecha, y Keith hizo lo mismo. De esta manera, ambos chocaron los puños. Los dos tenían un fuerte deseo por proteger a Tiararose, al punto en que las palabras no eran suficientes para describirlo. También reconocían la fuerza del otro, así que podían confiar en que la protegerían.
Al verlos, Tiararose no pudo evitar pensar que por fin habían bajado la guardia y se habían hecho amigos.
—Keith y Pearl estarán conmigo, así que no sucederá nada. En cuanto al rey Saravia, estoy segura de que no hará nada indiscreto en público.
—Sé eso, pero es difícil calmar mis sentimientos —dijo Aquasteed, y abrazó a Tiara con fuerza.
En ese momento, ella no pudo evitar pensar qué haría si la situación fuera inversa. Si una hermosa mujer se acercara a Aquasteed… Solo pensarlo le provocaba molestia.
Sir Aqua debe estar experimentando eso ahora mismo…
—¡Por favor, no bajes la guardia bajo ningún concepto!
—Sí, lo prometo.
Tiararose de repente reaccionó con entusiasmo y una sonrisa. Al verla, Aquasteed envolvió su meñique con el suyo y ambos hicieron una promesa.
No obstante, para ser honesto, Aquasteed no pudo calmar del todo sus preocupaciones, ya que a menudo las acciones de su esposa tendían a tomar caminos impredecibles.
—Bueno, es momento de que partamos, gatito.
—¡Rey Saravia!
—Tu carruaje es diferente del de Tiara, así que por favor regresa a tu lugar, sir Saravia.
Tiararose, Keith, Pearl y Philiane estaban en el mismo vehículo. Saravia estaría viajando junto con su ayudante cercano, Izzet. El rey extranjero se quejó hasta el final, pero Aquasteed y Keith nunca le permitirían acercarse tanto. Por supuesto, la mujer odia-hombres Pearl, también estaba de su lado.
Después de hablar por un tiempo, una ráfaga de viento sopló, y Grail apareció. Además, estaba en su forma femenina de cabello largo.
—Esperen un minuto, ¿estaban planeando dejar Marineforest sin despedirse de mí?
—¡¡Grail!!
La dueña de este grito frenético fue Pearl, que ahora mismo estaba al lado de Keith.
Últimamente, Grail había estado usando su forma de hombre en lugar de esta, así que Tiararose no pudo evitar preguntarse qué estaba sucediendo… pero cuando recordó el fuerte odio hacia los hombres de Pearl, todo tuvo sentido.
—Puedes escuchar todos los sonidos dentro de Marineforest, ¿verdad? —replicó Pearl con fuerza, recuperándose de la sorpresa de ver a Grail enojado—. Adquieres información para ti de esta manera, ¿verdad?
—Por supuesto, pero quería escucharlo de tu boca directamente, Pearl.
—No seas mimado, no había otra opción. De cualquier forma, tienes esa apariencia otra vez…
Pearl quería que Grail dejara de preocuparse de ella y mantuviera su forma masculina, como solía hacer. Sin embargo, él siempre priorizaba los sentimientos de Pearl, así que era inevitable.
—Tsk. ¿Debería ir yo también a Sandrose? Keith, iré en tu lugar, tú quédate aquí.
—No escupas tonterías. Pearl y yo iremos.
—Las palabras solas no van a atravesar tu cabeza, ¿verdad…?
Los Reyes Hada comenzaron a discutir de imprevisto, y Aquasteed suspiró. Ya estaba preocupado por el viaje, y algo como esto sucedía antes de que siquiera partieran. De todas formas, se rehusaba por completo a que Grail los acompañara.
—Grail.
—Tsk, lo entiendo. Aquasteed, tienes una expresión aterradora ahora mismo.
—Si no se van pronto, llegarán tarde por la noche a la ciudad donde deben descansar.
—Supongo… —suspiró Grail. Luego, se giró de inmediato hacia Pearl—. Por favor, cuídate mucho. No creo que vayas a ver a la Salamandra, pero si algo sucede, por favor infórmame de inmediato.
—Lo entiendo. No te preocupes, estaremos bien —respondió ella.
—Bien, ¿deberíamos partir? —intervino Keith.
Una vez los dos subieron al carruaje, Tiararose comenzó a sentirse triste por la momentánea despedida, y abrazó a Aquasteed con fuerza. Podrían verse de nuevo pronto, pero no podía evitar sentirse solitaria.
—Me iré ahora, sir Aqua.
—Partiré tan pronto como pueda, así que espera por mí, ¿sí?
—Sí. Bien, me iré ahora.
—Sí.
Tiararose le dio una sonrisa cálida, y Aquasteed la besó gentilmente en los labios. Estaba avergonzada, pero decidió que no se preocuparía porque no podrían verse por un tiempo… Y ese pensamiento la sorprendió.
Dejando los labios de los que no quería separarse, Tiararose por fin abordó el carruaje. Philiane la siguió de inmediato, y llegó el momento de salir.
Tiararose observó por la ventana, y sacó su mano para saludar.
De esa manera, el viaje hacia Sandrose comenzó.
Noooooo
Quedó en la parte más emocionante
Espero las actualizaciones
Muchas gracias ❤️