Traducido por Shisai
Editado por Sakuya
Corregido por Shiro
Chi Yan solo consideró posibilidades inocentes, ya que lo primero que le vino a la mente fue el claro recuerdo de cómo lo empujaron por las escaleras y las minúsculas huellas que quedaron marcando su piel.
Sin embargo, estaba perplejo ya que nunca se había quitado la botella del cuello, y hasta el momento había sido claramente efectiva, era evidente por la forma en que lo había protegido del fantasma en la universidad. ¿Qué clase de cosa podría ponerle las manos encima con las cenizas de Ye Ying Zhi cerca?
Aun así, cuando conectó los puntos sobre lo bien que había estado durmiendo el mes pasado y, sin embargo, se despertaba letárgico, ya no podía mantener la calma. Se quedó despierto toda la noche, alerta y consciente de cualquier sensación a su alrededor, no obstante, no sucedió nada extraño.
Como el día siguiente casualmente era un fin de semana, una vez que llegó la mañana, sin demora, se preparó rápidamente y se dirigió al templo. Al llegar, se le encogió el corazón cuando le dijeron que el sacerdote Zhang y su discípulo habían regresado a su ciudad natal con pocas probabilidades de regresar.
Chi Yan estaba en pánico. Había visitado los templos vecinos anteriormente, y había más estafadores que personas con capacidad de ayudar. Además, de entre las personas con talento con las que se había encontrado, solo el sacerdote Zhang había logrado auxiliarlo.
—Tenemos un nuevo sacerdote aquí, el Sacerdote Liu. Él tiene una muy buena reputación y es honesto. Puedes intentar preguntarle —le ofreció el personal del templo al notar su ansiedad y saber que era un visitante regular.
Sin opciones, decidió que no estaría de más preguntarle a este sacerdote, y rápidamente accedió a verlo.
Era un hombre alto y delgado de mediana edad, incluso parecía mucho más joven que el sacerdote Zhang. De inmediato supo que era una persona directa.
—¿Qué problemas estás enfrentando? —le preguntó apenas lo vio. No teniendo actitudes detectivescas ni intenciones de resolver un caso.
—Mi factura de electricidad se excedió mucho este mes —dijo a su vez, tras pensarlo un poco, con intenciones de continuar explicando las discrepancias.
Estaba a la mitad de su explicación cuando el sacerdote Liu lo interrumpió:
—Bueno, deberías consultar con la oficina de Servicios Públicos, ¿por qué estás aquí? Llámalos y averigua cuál es el problema, tal vez alguien está robando tu electricidad.
Ansioso, rápidamente le dijo sobre las marcas en su cuerpo.
El sacerdote lo miró extrañado.
—Joven muchacho, eres soltero, ¿verdad? —Chi Yan asintió.
—He visto casos similares al tuyo antes. Deberías ir al hospital. Hmm, aunque eso podría no ser muy útil. Simplemente te estás reprimiendo demasiado, por lo tanto, estás buscando liberación en tus sueños. Tu mejor apuesta es encontrar rápidamente un compañero.
No pudo evitar sonrojarse ante el significado entre líneas de las palabras del sacerdote Liu, sintiéndose tímido, ansioso y extremadamente torpe. ¿Estaba insinuando que las marcas fueron hechas por él en su sueño? ¡Este sacerdote no tenía EQ! [1]
Chi Yan dejó de preguntar, sintiendo que esta persona no podría darle ninguna sugerencia confiable. Pero para demostrar que no era solo alguien que encontraba problemas donde no los había, sacó a relucir lo que el sacerdote Zhang le había dicho que hiciera:
—Anteriormente, el sacerdote Zhang me había aconsejado llevar las cenizas de alguien. Sólo temía que este método perdiera efectividad.
Quería consultar con el hombre frente a él cuándo este método podría dejar de ser efectivo para poder estar preparado para ello. No esperaba que lo interrumpiera nuevamente.
—¿Quién te dijo que hicieras algo tan oscuro? Dejando a un lado todo lo demás, ¿no crees que es desafortunado llevar las cenizas de alguien y ponerle un altar en casa? Si quieres mi consejo, devuelve las cenizas rápidamente y quita la tableta espíritu de tu casa —dijo mientras fruncía el ceño.
Ya decepcionado con las respuestas del sacerdote Liu a sus dos primeras preguntas, Chi Yan definitivamente no tenía intención de seguir su consejo para deshacerse de la botella. Sin las cenizas del Tercer Maestro, sabía que ya habría sido asesinado varias veces en los últimos meses. Al ver que este hombre era tan ignorante, decidió despedirse.
—Un joven como tú debería investigar más el lado científico, y no ser tan supersticioso —le aconsejó nuevamente con buenas intenciones.
Aunque el sacerdote Liu no fue de mucha ayuda, sus palabras todavía lo consolaban. El problema con sus facturas de electricidad probablemente no era de naturaleza sobrenatural, y debería consultar con el proveedor. En cuanto a las marcas… su cara se enrojeció. Aunque no se consideraba alguien que pudiera hacer algo así, comenzó a considerar la posibilidad de que pudieran haber sido hechos por él mismo inconscientemente. Pensó en que incluso había personas que caminaban sonámbulas, así que esto no parecía inverosímil.
Aun así, continuó teniendo problemas durante los días siguientes y solo comenzó a relajarse después de que no pasó nada. Además, las incomodidades que sentía por las mañanas habían disminuido, y se preguntó si no habría estado demasiado cansado debido a la gran carga de trabajo antes de las vacaciones del Año Nuevo Chino.
Pronto, Chi Yan se distrajo con otra cosa: su tío le estaba pidiendo que volviera a la ciudad de Shiming para pasar las vacaciones.
A pesar de ser su único pariente, no eran muy cercanos, y pensó que sería incómodo para él y su tía si fuese en la víspera del Año Nuevo Chino. Además, ella tenía la intención de juntarlo con su sobrina, y no podría evitarlo esta vez. Solo la idea de la cita a ciegas le daba un dolor de cabeza.
Pero al final, no pudo declinar. Sus abuelos habían fallecido allí, y habiendo sido criado por ellos, tenía la responsabilidad de visitarlos durante el Año Nuevo. Así, Chi Yan planeó ir al quinto día y quedarse una noche, utilizando el trabajo del día siguiente como excusa. Sus tíos no podrían obligarlo a quedarse.
En el pasado, su abuela hacía un gran alboroto por el festival, decorando la casa de punta a punta, asegurándose de que su tío y su familia se unieran a ellos para cenar. Al crecer con estas tradiciones, fue influenciado por ellas, y aunque vivía solo ahora, nunca dejó de arreglar la casa, dándole un aspecto festivo.
Su abuela tenía la costumbre de colgar el letrero de “Prosperidad” en la víspera del Año Nuevo Chino, y él continuó con la tradición. Los chinos creían que este signo podría ayudar a atraer la buena suerte y ahuyentar la mala suerte. Cuando Chi Yan colocó el letrero en la puerta de entrada, esperaba que esto también contribuya a mantener a raya a los fantasmas.
Sin embargo, una vez que la puerta se cerró detrás de él, sopló una ráfaga de viento y una esquina del cartel ondeó, aunque no era obvio a menos que uno mirara de cerca. Se sabía que el letrero de prosperidad no debía colocarse cuando la familia todavía estaba de luto. Esto debería ser tomado aún más en cuenta por él, dado que vivía con alguien cuyo período de duelo aún no había finalizado.
[1] EQ = Inteligencia emocional.