El Perseguido – Capítulo 29: Murió

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya

Corregido por Shiro


Chi Yan se puso más ansioso al momento de sentir que unas manos frías se envolvían alrededor de su cintura.

Todavía no había reaccionado cuando una voz, que contenía un rastro familiar de ternura, le habló al oído.

—¿Me extrañaste?

Era Ye Ying Zhi.

—¿Estás bien? ¿Cómo has llegado hasta aquí?

Chi Yan era solo un mortal. Encerrarlo no tenía sentido, a menos que formasen parte de una red de tráfico de personas. Él entendía lo que planeaban. Desafortunadamente, el viejo Maestro Tang, tal vez incluso toda su secta, habían decidido eliminar a Ye Ying Zhi desde que descubrieron su existencia.

Originalmente pensó que su relación con Ye Ying Zhi era como un caso civil de perfil bajo que justificaba discreción, que nadie perdería su tiempo con ellos. Pero ahora, parecía que el viejo Maestro Tang y su secta los consideraban como un caso criminal. Para ellos, los malignos espíritus dañinos deben ser eliminados a toda costa. Las anteriores medias verdades, medias mentiras, eran solo un cebo.

Ye Ying Zhi viniendo a encontrarlo, era casi el equivalente a entrar en una trampa.

—Si no podían atraerme, ¿cómo iban a dejarte ir? —dijo asintiendo.

La puerta todavía estaba bien cerrada, pero se escuchaban pasos desordenados viniendo del otro lado de la misma. Incluso si los sonidos eran muy silenciosos, estaba claro que las pisadas pertenecían a más de una persona.

Esta delgada puerta de madera fue capaz de evitar que se fueran, pero no pudo impedir que los sonidos de la conversación entraran en la habitación.

Chi Yan pudo escuchar el caótico canto profundo y a la gente caminando para colocar talismanes en la puerta.

Podía distinguir la voz del viejo Maestro Tang cada vez que cantaba.

—Tío mayor, ¡ese joven todavía está dentro! —decía Tang Guangyuan ansiosamente—. El poder de la Formación de Ocho Trigramas de Castigo Malvado [1] no es algo que el alma de una persona común pueda soportar. Ese joven ya tiene una constitución débil, su alma probablemente no sea fuerte para empezar. Me temo que esto lo convertirá en un tonto… ¡incluso le costará la vida!

¿El viejo Maestro Tang estaba hablando de él? ¿Iba a morir?

—Guangyuan, ¡no seas compasivo! —regañó una voz anciana estricta—. No es más que un espíritu recién fallecido, ¡sin embargo, no pudiste contrarrestarlo en absoluto! Si no lo exterminamos hoy, puede que sea demasiado tarde mañana. Para entonces, solo podremos ver cómo daña al mundo viviente. Mingshan, llévate a tu tío mayor Guangyuan para que descanse…

El canto desde el otro lado era cada vez más fuerte. Era tan ruidoso que la cabeza de Chi Yan estaba zumbando. Perdió su fuerza y se apoyó contra la puerta mientras se deslizaba.

Todavía era de día, pero la habitación se oscureció por completo, como si toda la luz hubiera sido extraída. Al mismo tiempo, aparecieron en el suelo unos patrones de vetas rojas. Parecía una antigua y secreta formación de tótem.

Su conciencia se hizo borrosa. Solo podía sentir que Ye Ying Zhi se sentaba a su lado y lo abrazaba.

Su abrazo tenía un rastro de frialdad escalofriante, pero él era la única cosa clara en su confuso estado. Chi Yan inconscientemente tomó la iniciativa de abrazarlo más fuerte, apoyándose en su hombro.

—Duele la cabeza… —murmuró en voz baja con los ojos cerrados.

Un beso helado fue plantado sobre su frente y se quedó ahí, no dispuesto a terminar el contacto.

Su conciencia volvió a la normalidad en una fracción de segundo y su cabeza también dejó de sufrir tanto.

Chi Yan abrió los ojos. Podía ver una capa de energía negra que envolvía su cuerpo. Cuando esta entró en contacto con el aire circundante, fue como el agua al enfrentarse con el fuego, una reacción volátil continua. Sin embargo, este flujo constante de energía oscura permaneció para protegerlo.

Sabía que esta energía debía ser de Ye Ying Zhi. Él era quien estaba sufriendo la peor parte del daño de esta extraña formación.

¿Pero por cuánto tiempo podría soportar esto?

—Ye Ying Zhi… —dijo suavemente.

Como si supiera lo que quería decir, la otra parte reveló una leve sonrisa.

—Sé bueno. Estoy bien —dijo colocando un dedo sobre sus labios para evitar que hablara.

Sus ojos se curvaron, viéndose tan relajados como esa noche en el autobús fantasma, cuando regresaba de la residencia de Tang Guangyuan. Le sonrió de la misma manera cuando dijo: “¿Quién hubiera pensado que serías tan tonto y subirías al autobús equivocado?”.

De la misma manera que lo hace cada mañana mientras lo ve desayunar y le preguntaba qué quería comer.

Chi Yan no pudo evitar cerrar los ojos y tomar la iniciativa para besar sus labios.

Antes, aunque quería creer en él y aceptarlo, su corazón todavía tenía un poco de inquietud, un poco de vacilación, un poco de aprensión. Hilos de miedo aún enraizados en su corazón. Incluso si estaba enterrado profundamente en el suelo, no significaba que las semillas no existieran.

La energía negra persistente en sus cuerpos continuó ardiendo. El brillo rojo en el suelo se volvió más y más brillante. Su campo de visión era de total oscuridad. Chi Yan buscó a tientas y abrazó el cuerpo del otro, confiando en la tenue luz roja para observar cuidadosamente sus rasgos y grabarlo en su corazón.

Mientras respondía al beso de Ye Ying Zhi, repitió su nombre en su corazón.

Ying Zhi… Ye Ying Zhi… Más y más profundo, este nombre se hundió en su ser, destruyendo cualquier raíz de vacilación en el proceso.

Un rato después, finalmente se separaron el uno del otro. Chi Yan descansó contra su hombro, recuperando el aliento.

—Ye Ying Zhi, ¿cómo te enredaste conmigo…? —dijo como hablando para sí mismo con una leve sonrisa.

No sonaba como si se estuviera quejando, sino que sonaba como un amante actuando mimado preguntando “¿Qué parte de mí te gusta?” Pero Chi Yan era tímido, era imposible para él preguntar directamente.

Ye Ying Zhi no habló durante mucho tiempo. No fue hasta que Chi Yan había cerrado los ojos, desistiendo de recibir una respuesta, que lentamente contestó.

—Cuando aún estaba vivo, siempre sentí que estaba buscando algo, pero no sabía lo que era. En ese momento, mi salud no era muy buena. Originalmente se suponía que iba a morir antes, pero no estaba dispuesto. Usando cualquier medio posible, me esforcé por vivir, aunque fuera solo por un día más… Esperando encontrarlo… Al final, morí, pero luego apareciste. Fue entonces cuando lo supe. Lo encontré.

Tomó la mano de Chi Yan y la colocó donde se suponía que debía estar su corazón. Ese lugar no tenía señales de vida, ni siquiera el más mínimo movimiento, pero era bastante cálido.

—A partir de ese momento, quería mantenerte a mi lado como fuera, para que nunca pudieras dejarme —Estas palabras honestas fueron a la vez espontáneas y estructuradas racionalmente, como si expresaran los deseos de su alma.

Los fantasmas eran diferentes de los humanos. Utilizarán todos los medios necesarios para lograr sus deseos, para saciar sus antojos.

—A-Yan, no me dejes —Se agachó, besando ligeramente los cabellos esparcidos en su frente.

—Oh —Chi Yan se quedó atónito. Bajo la protección de la energía negra, pudo mantenerse sobrio, pero su somnolencia y su cansancio continuaron aumentando. Su mente subconsciente fue la que respondió—. Entonces abrázame

Ye Ying Zhi sonrió, extendió la mano y lo atrajo hacia sí en un abrazo.

—Tonto, ¿no te he estado abrazando todo este tiempo?

Le acarició la espalda. Los ojos negros como la tinta estaban completamente tranquilos, observando cómo Chi Yan entraba lentamente en el oscuro y dulce paisaje de los sueños.

La energía oscura alrededor de sus cuerpos se hizo aún más densa. Se fue extendiendo gradualmente. En realidad, fue capaz de condensar y llenar la habitación.

Donde hay un fuego enorme y poca agua, ese líquido se evapora; pero dentro del vasto océano, ¿qué tipo de yesca podría encenderse?

—Sé bueno, duerme bien —dijo Ye Ying Zhi, revelando una expresión tierna y tocando con suavidad la cara de Chi Yan.

Su sonrisa nunca desapareció, la comisura de su boca aún se levantó mientras se paraba. Sostuvo a la persona en su abrazo con fuerza, derribando la puerta con una sola patada.

La misma puerta que Chi Yan no pudo abrir, sin importar cuánto lo intentara, era como un pedazo de papel para él. La energía negra emitida por su cuerpo se expandió y brotó violentamente a través del umbral.

Justo al otro lado de los escalones de piedra, los distintos rostros reflejaron una expresión de terror.

♦ ♦ ♦

Cuando Chi Yan despertó, notó que estaba en el hospital y Ye Ying Zhi estaba junto a su cama.

—Antes de entrar, avisé anónimamente a la policía que había actividades de culto ilegales en la montaña —explicó antes de que hablara—. Que querían aprovechar el otoño y quemar la montaña. Cuando llegaron los investigadores, ya te habías quedado dormido, así que te llevé a una roca junto a la carretera. Pensaron que caíste en un estado de coma y te enviaron al hospital —Debido a que ese grupo de practicantes de las artes no eran taoístas legítimos, sintió que su informe era bastante preciso.

—¿Dónde están ahora?

—Por supuesto que no me pueden encerrar —dijo sonriendo al saber a quiénes se refería—. Una vez que salí, los encerré a todos dentro de esa habitación. Ya que fueron ellos los que colocaron la formación allí, que cosechen lo que sembraron. ¿Quién sabe? Tal vez los policías enviados a investigar ya los dejaron salir —Por supuesto, no les sería tan fácil sacarlos.

—A-Yan, no desperdicies energía en personajes secundarios —dijo sonriendo y sus ojos se curvaron un poco. Era imposible ver a través de él.

—Ye Ying Zhi… —Chi Yan lo llamó en voz baja—. En este momento, ni siquiera le tengo miedo a la muerte… Realmente no hay nada que pueda dar para compensarte ahora.

—Entonces quédate conmigo para siempre —le dijo tomando su mano.

Justo cuando estaba a punto de decir algo, una enfermera entró.

—Cama número 7, ¿con quién estás hablando? —dijo, mirándolo de forma extraña. Chi Yan le dio a Ye Ying Zhi una mirada avergonzada.

—Nadie. Solo estoy repasando recetas —tosió.

Ye Ying Zhi le arqueó una ceja.

—Mientes espantoso. Nunca te he visto cocinar.

Disparates. Claramente cociné todos los días cuando te hacía esas ofrendas, gruñó en secreto. Ni siquiera podía replicar ya que había un extraño presente.

La enfermera aceptó a regañadientes su explicación. Entró, comprobó el ritmo cardíaco y la presión arterial. Todo era normal. Ella le contó cómo lo encontraron inconsciente en las montañas y lo enviaron al hospital.

—No necesitas preocuparte. Solo enfócate en recuperarte. No encontramos nada malo, probablemente solo experimentes fatiga. Ya contactamos a tu amigo. Vendrá a recogerte pronto.

Chi Yan todavía se preguntaba qué amigo, cuando un Xu Jiang, agotado por el viaje, entró corriendo.

Se sintió conmovido y se disculpó al mismo tiempo. No pensó que que él sería quien viniera por él.

Xu Jiang era como un hombre en una misión, sin importarle nada. Había pronunciado el nombre de Chi Yan justo cuando la enfermera estaba a punto de ponerse en contacto con sus familiares. Después de recibir la noticia, corrió de inmediato. Sabía que su amigo no tenía familia inmediata, y su mejor amigo era él mismo. Preguntó por su condición y se sintió aliviado después de escuchar que no tenía ninguna enfermedad grave. Habló con el médico y decidieron que se quedara en el hospital durante una noche más. Si nada surgía, podría irse al día siguiente.

Agarró una silla y se sentó junto a la cama mientras jugaba en su teléfono.

—¿Chizi? ¿Dónde está tu pareja? —le preguntó mientras jugaba—. ¿No estabas en una relación desde la primavera pasada? Ni siquiera me la has presentado. ¿Por qué saliste de excursión por tu cuenta? Te hospitalizaron, pero ni siquiera te ha hecho una llamada.

Chi Yan miró a Ye Ying Zhi, quien le besaba el rostro y le acariciaba el cabello de vez en cuando, y respondió ambiguamente.

—Murió.


[1] Puede que se refiera al Pa Kua del I Ching. Aquí les dejo un enlace a quienes quieran profundizar en el tema. 😉

https://yinyyangyoga.wordpress.com/trigramas-i-ching/

Shisai
Chizi es el apodo que Xu Jiang le dio a Chi Yan (capítulo 6)

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