El Perseguido – Capítulo 3: Funeral

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya

Corregido por Shiro


Shisai
Se recomienda leer los capítulos de esta novela solos y en una habitación con poca iluminación para mayor efecto. Muajajaja

Después de la reunión con el sacerdote Zhang, Chi Yan sintió como si las telarañas de su cabeza hubiesen sido despejadas, y ahora un objetivo estaba a la vista. Aunque sería una tarea difícil obtener las cenizas de Ye Ying Zhi…

Para cuando llegó a casa, ya era la 1 p.m. Como era un día nublado, la casa estaba oscura y lúgubre. Debido a la pesadilla, no había dormido bien la noche anterior, y se sintió invadido por una sensación de somnolencia. Después de un rápido cambio de ropa, cayó en la cama.

Aturdido, escuchó el sonido de zapatillas golpeando contra el piso, como si alguien estuviera caminando. Abrió los ojos, pero no pudo ver nada. No fue hasta que intentó encender la luz que se dio cuenta de que no podía mover su cuerpo, similar a la parálisis del sueño. Sin embargo, si bien algunas cosas podrían tener una explicación científica, esto podría no aplicarse necesariamente en su situación. Trató de concentrar toda la energía de su cuerpo en el colgante de jade en su pecho, pero gradualmente fue sintiendo que no podía recuperar el aliento. De repente, el sonido se detuvo y su cuerpo se recuperó.

Luego se dio cuenta de que su teléfono estaba sonando y lo recogió rápidamente. El identificador de la llamada mostraba ‘Tío’.

—Hola tío, ¿todo bien?

Sintiéndose sediento, se levantó y fue a la cocina a servirse un vaso de agua. Después de dar y recibir los saludos habituales, su tío Du Ming Jing fue directo al grano.

—Xiao Chi, ¿podrías venir durante el fin de semana? Es el funeral del Tercer Maestro Ye y estoy en el extranjero, así que necesito que vayas con tu tía. También sería una buena oportunidad para conocer a más personas. Expandir tu círculo social solo te traería beneficios.

Si bien él no era muy cercano a su tío, no había discordia entre ellos. Sabía que su tío pensaba en él como un bueno para nada, un joven sin ambiciones que no sabía cómo arreglárselas en la vida. Siendo parte de una generación más vieja, su tío probablemente estaba de acuerdo con el proverbio, “Cuantos más amigos tengas, más opciones tendrás en la vida”. Sin embargo, su prima estaba en el extranjero, y no había otros parientes por el lado de su tía que pudieran representar a su familia y acompañar a su tía.

Normalmente, Chi Yan habría utilizado cualquier excusa para rechazarlo, pero ahora esta era una oportunidad de oro para él. Estaba a punto de anochecer lo que significa que había dormido durante cinco horas. Una cara apareció en el alféizar de la ventana, lanzándole una espeluznante sonrisa. Bajó la cabeza rápidamente, fingió no haber visto nada y salió de la cocina. Buscó el colgante en su pecho y respondió sin ninguna vacilación.

—Claro, iré. Me pondré en contacto con la tía directamente, entonces.

Su tío se sorprendió de la velocidad con la que estuvo de acuerdo, pero pensó que finalmente había entrado en razón y colgó después de darle algunos detalles.

♦ ♦ ♦

Era un viaje de dos horas en tren desde la ciudad de Sumin a la ciudad de Shiming, y había uno que salía a las 6:30 de la mañana. A pesar de que el sol sale mucho más temprano durante el verano, él no se atrevió a conducir solo. Guardó cuidadosamente los dos amuletos de papel que el sacerdote Zhang le regaló en una mochila y compró un boleto de tren. En comparación a manejar sin compañía, el que hubiese más personas le daba tranquilidad. Después de llegar a la ciudad de Shiming, su tía había arreglado que un automóvil lo llevara al cementerio.

Aunque no era cercano a su tío, eran parientes consanguíneos, mientras que su tía era una desconocida para él. Como era una ocasión especial, no llevaba maquillaje, y era obvio que había cuidado bien su piel. Habló gentil y educadamente con Chi Yan, tratándolo como a un invitado.

Todos mantuvieron la voz baja, caminando ordenadamente de puntillas, casi temerosos de hacer algún ruido. Chi Yan y su tía estaban de pie en la parte posterior, y podían ver el ataúd negro colocado en el medio de la habitación, así como la foto colocada en frente del mismo.

Chi Yan echó un vistazo e inclinó la cabeza, rezando en su corazón:

Sr. Ye, por favor, ten piedad de mí, permíteme tomar prestadas tus cenizas. Prometo adorarte todos los días y encender incienso para ti durante las festividades. Salvar una vida es como construir una pagoda de siete pisos. Si me salvas, seguramente descansarás en paz en el cielo…

Cuando llegó el momento de llorar y presentar sus respetos, lo hizo sinceramente como los demás. Como él y su tía no eran cercanos, se volvió incómodo que estuvieran juntos durante un largo período de tiempo, por lo que su tía no lo limitó. Por lo tanto, al finalizar la ceremonia, Chi Yan silenciosamente se dirigió al crematorio.

Fue más fácil de lo que pensaba obtener las cenizas. Le dijo a un empleado que era compañero de clase del señor Ye y que había prometido ayudarle a esparcir sus cenizas en el mar, y le pidió que lo asistiera. Luego le entregó dos cajas de cigarrillos de primera calidad y algo de efectivo.

El empleado aceptó las cosas y estuvo de acuerdo sin decir mucho. Llevaba tiempo trabajando allí, y a pesar de que había tabúes en los que creía, no era supersticioso y creía que no había nada una vez que una persona moría. Las cenizas solo eran residuos tras la cremación y como mucho solo se pueden usar para conmemorar. Como el joven dijo que las esparcirá en el mar, simplemente tomaría su palabra y cumpliría su pedido. De todos modos, no era como si alguien fuese a descubrir esto.

Chi Yan había ordenado una tableta inmediatamente después de recibir la llamada de su tío. También había comprado un dije de botella de porcelana en línea y lo había traído consigo. Encontró un lugar tranquilo, enrolló el amuleto de papel en un pequeño tubo y vertió las cenizas en él antes de meterlo con el amuleto en la botella. Asegurándose de que la tapa de la botella estaba apretada, la enhebró a través de la cuerda roja, colgándola al lado del colgante de jade. No se veía fuera de lugar, luciendo como una especie de adorno intrincado.

Sus abuelos habían fallecido poco después de mudarse a vivir con su tío a la ciudad de Shiming. Ahora estaban enterrados uno al lado del otro, descansando en paz eterna en esta tierra. Como sus tumbas estaban cerca, decidió visitarlas. Informó a su tía, y ella lamentó no poder acompañarlo ya que tenía cosas que resolver en ausencia de su tío. Chi Yan le dijo que estaba bien ya que tenía un billete de tren de regreso y que luego podría regresar a su casa por su cuenta.

El camino al cementerio estaba bordeado de hileras de pinos y ciprés, lo que daba lugar a una atmósfera sombría. Mientras que el cementerio tenía una fuerte energía yin, debido a los sentimientos de luto sinceros de los vivos por los muertos, la energía era pura y él no temía estar allí.

Llevando crisantemos blancos y una tela limpia que había comprado, Chi Yan encontró la tumba de sus abuelos de memoria. Mientras les hablaba sobre los recientes problemas de su vida, limpió las lápidas y se deshizo de las viejas flores secas, ordenando las flores nuevas cuidadosamente. Al ver que se estaba haciendo tarde, decidió irse. Cuando se volvió, las caras originalmente sonrientes de sus abuelos se habían vuelto serias. Si uno miraba más de cerca, se podía ver la preocupación reflejada en sus miradas. Pero él no lo vio. Así como tampoco notó una sombra oscura, de forma humana, que se aferraba a su espalda.

Shisai
Perfecto para leer en un día de lluvia, sola en casa. Lo bueno es que tengo gatos, dicen que son sensibles a los fantasmas así que me fio de ellos.

2 respuestas a “El Perseguido – Capítulo 3: Funeral”

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