La Reina que pretende ser independiente – Capítulo 33: ¿Que es lo mejor que se puede hacer?

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya

Corregido por Sharon


[POV: Shane]

Recientemente, siento que he tenido menos oportunidades de ver a Leo-sama.

Nuestras “reuniones de Othello” que teníamos todas las noches hasta hace un tiempo se han vuelto escasas. En cambio, me envia un pequeño ramo de flores en los días en que no puede venir.

De repente, perder algo que se había convertido en un hábito me afectó mucho.

Un día, Elma-sama, una de las Concubinas con la que me hice amigo desde la fiesta del té, vino a tomar té a mi habitación.

—Shane-sama, no has estado bien últimamente.

—Estoy bien, estoy un poco ocupada con el trabajo. Gracias por preocuparte.

Bueno, Elma-sama, que se estaba sonrojando un poco, se veía realmente encantadora cuando bebía su té. Ella debe haber tenido una buena razón para convertirse en Concubina a una edad tan joven. Aun así, no muestra su lado oscuro en absoluto.

—Por cierto, he escuchado algunos malos rumores en el Palacio Interior, pero no te preocupes por ellos.

—¿Malos rumores? No estoy del todo desinteresado en esos asuntos.

—Oh, ¿es así? Entonces, no te preocupes.

Aunque Elma-sama se interrumpió con impaciencia, estaba bastante interesado en continuar el tema.

—Por favor dime sin aires. Elías, ¿sabes cuáles son los rumores? —le pregunté en voz baja cuando lo vi contenerse.

—No… Eso es… —respondió vacilante.

—Si sabes, apúrate y respóndeme.

—Um, eso, es solo un rumor, así que por favor no se preocupe… Su Majestad el Emperador parece haber ido y venido al Palacio Interior últimamente, y hay rumores de que finalmente se ha aburrido de la Emperatriz.

Oh, eso debe haber sido difícil de decirme.

—Entonces, ¿hay tales rumores? Realmente no me importa, así que está bien.

Para restaurar la atmósfera que se había hundido un poco, Elías ofreció los dulces que Elma-sama preparó.

Después de comerlos, ella regresó a su habitación, pero de camino a la salida, me habló una vez más.

—Soy tu amiga, así que si algo está sucediendo, puedes hablar conmigo —insistió mientras tomaba mi mano.

En la fiesta del té, respondí que no me importaba, pero sinceramente tengo sentimientos que no puedo entender.

Cuando pienso en la sonrisa de Leo-sama dirigida a otras personas, mis sentimientos parecen hundirse aún más.

Como pensé, prefiere a una mujer real.

Me quedé atónito por mis sentimientos contradictorios al pensar eso.

Hasta ahora, actué para que Leo-sama no me quisiera, pero ahora pienso que me gustaría agradarle más que las Concubinas. Esa noche, pensé mucho sobre eso y no pude dormir.

A la mañana siguiente, me entregaron flores como siempre,  para informarme que no nos reuniremos esta noche.

Cuando vi ese ramo, no pude evitar pensar en su voz suave y confortable susurrando palabras dulces a una mujer. Estaba enojado conmigo mismo.

Hasta ahora, las puse junto a la ventana de tal forma que no sobresalieran. Cuando miraba las flores que recibía, los malos pensamientos se deslizaban en mi mente.

Es la primera vez que me enojo con las flores que tanto amo.

Sin embargo, hoy tuve que discutir un poco de trabajo con Leo-sama, así que no pude evitar sentirme deprimido. Tuve que forzarme a mí mismo a ir a su oficina, incluso si no tengo ganas de enfrentarlo.

Como de costumbre, llamé a la puerta y entré a la habitación, y allí estaba Leo-sama, reclinado en su silla, pareciendo un poco cansado.

Al ver esa figura, recordé cómo quería ayudar a esta persona con el trabajo.

Y antes de darme cuenta, noté cómo habían cambiado mis sentimientos.

Esta comprensión, me dio respuestas a la serie de emociones que me tenían abrumado desde ayer.

Ah, me gusta esta persona. 

Ese pensamiento gradualmente me tranquilizó.

—Oh, Shane, ¿qué pasa? —me preguntó Leo-sama, y sentí mi cara ponerse roja cuando nuestros ojos se encontraron. Sin una palabra, salí de la habitación por la vergüenza.

Aunque no corrí, mi corazón latía violentamente. Me senté inmediatamente mientras mi mano sostenía el lado izquierdo de mi pecho.

Me sentí cohibido, y la sensación de depresión desapareció, pero no sé qué hacer.

Una respuesta en “La Reina que pretende ser independiente – Capítulo 33: ¿Que es lo mejor que se puede hacer?”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido