Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 5: Viejos amigos

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


Su Qicheng tenía un acompañante en cada costado, muy chic.

Tang Feng recordó que cuando vio por primera vez a Su Qicheng, realmente quería girar los ojos. En ese momento, Su Qicheng parecía educado y mantuvo una sonrisa amable para todo el mundo. Pero cuanto más contacto tengan con ese tipo de persona, más pueden ver la oscuridad que hay bajo esa hermosa piel.

Lu Tian Chen se levantó y extendió su mano, ayudando a Tang Feng a pararse.

Acababan de terminar una pelea y estaban sudorosos. Cuando estaban tensos y concentrados, no se sentían cansados ​​en absoluto. Mientras se relajaban, comenzaron a sentirse un poco doloridos e incómodos.

Tang Feng se apoyó contra el soporte y miró a las tres personas desde la puerta.

El primero que vio no fue Su Qicheng sino Ge Chen, quien le regresó la mirada, luciendo orgulloso cuando entró en contacto con la vista de Tang Feng.

En respuesta, sonrió ligeramente y no se sintió enojado. Simplemente pensó que Ge Chen también era muy interesante, incluido Su Qicheng, estas personas eran muy interesantes.

Su Qicheng habló como si tuviese un cuchillo en su boca. Mencionó a Lu Tian Chen y Ge Chen, como para decirle a Tang Feng que Ge Chen tuvo una relación con Lu Tian Chen. Por cierto, castigó a Ge Chen, quien lo había traicionado.

Tang Feng no sabía si lo que decía lastimaba a Ge Chen, pero al menos lo que decía Su Qicheng no podía herirlo.

—Presidente Su, ¿qué sentido tiene pararse ahí? ¿Quiere venir y probarlo? —Tang Feng miró brevemente a Lu Tian Chen y luego volvió a mirar a Su Qicheng, haciéndole un gesto para que se acerque.

Provocación desnuda, llena de bromas.

La expresión de Su Qicheng pareció rígida durante medio segundo, pero pronto volvió a la habitual mirada de “caballero” y sonrió suavemente hacia Tang Feng.

—Tang Feng, has aprendido mal con Lu Tian Chen.

Este tono realmente le puso la piel de gallina.

Aunque tenía ganas de pelear con Su Qicheng, Lu Tian Chen le hizo una señal directamente al guardaespaldas en la puerta. Varios guardaespaldas se acercaron y los empujaron, haciendo que se sintieran un poco avergonzados.

—¡No me toques! —Ge Chen gritó con disgusto, lleno de vitalidad, sin ninguna debilidad.

El protagonista masculino de la República de China lucía una sonrisa educada. Se puso de pie detrás de Su Qicheng. El cociente emocional de estos dos hombres fue juzgado de inmediato.

—Sr. Lu, ¿está tan ansioso por alejarnos? —Su Qicheng los miró desde lejos, su boca un poco rígida.

Lu Tian Chen les dio la espalda, tiró de Tang Feng y caminó hacia el vestuario. Ninguno miró hacia atrás, pero Tang Feng pensó que Su Qicheng debería estar enojado con Lu Tian Chen.

—¿Va a vomitar sangre?

La mejor forma de dañar a una persona orgullosa no es respondiendo, sino ignorándolo, un ataque psicológico.

—¿Él? —Le rodeó la cintura con un brazo, se inclinó más cerca de Tang Feng y respiró alrededor de su cuello. —Su Qicheng no se asfixia tan fácilmente.

—¿Qué estás oliendo? ¿No te sientes disgustado con el olor a sudor? —El actor empujó a Lu Tian Chen.

—Es fragante.

Estas palabras sorprendieron a Tang Feng, miró a Lu Tian Chen con asco.

—¡Estás enfermo!

♦ ♦ ♦

En un viaje al mar de seis días y siete noches, se encontraron con gente conocida.

—¿Qué tan pequeño es este mundo? ¿Crees que Su Qicheng repentinamente quiso viajar o sabían que estábamos aquí y nos siguieron? —comentó acostado en la cama, sintiéndose refrescado después de bañarse, mientras Lu Tian Chen le frotaba medicamento.

Si realmente habían venido sabiendo que estarían aquí, temía que Su Qicheng quisiera hacer algo malo.

—A ellos les gusta perseguir. —Lu Tian Chen no estaba muy interesado en este tema. Puso más medicina en las palmas de su mano, lo frotó con fuerza y luego lo aplicó sobre los moretones que tenía Tang Feng en la espalda.

Esta fue una lesión accidental durante la prueba de la tarde. A Tang Feng no le importó. ¿Cómo podría la pelea no dejar algunos moretones?

También tenía algunas marcas en la parte posterior de su muñeca de cuando fue agarrado fuertemente por Lu Tian Chen. El presidente se sentó a su lado y limpió el exceso de medicina. Salió de la cama y se lavó las manos.

Cuando regresó, Tang Feng todavía estaba acostado en la cama en la misma posición que antes.

—¿No quieres moverte? —Lu Tian Chen se acercó con una sonrisa, sentándose en la cama y frotando suavemente al hombre hacia atrás, como si la seda debajo de su mano fuera de buena textura.

—Volvamos a hacerlo de nuevo en dos días. —Tang Feng todavía estaba acostado, y lo miró con ojos brillantes. —Simplemente lo pensé y sentí que me faltaba algo de experiencia práctica. La mejor manera de mejorar la fuerza es tener más comparaciones contigo.

—Hablemos de eso en un par de días.

Tang Feng se giró y presionó a Lu Tian Chen en la cama, la situación se invirtió al instante. Presionó el hombro y el cuello de su oponente con las manos y enganchó los labios.

—No lo creo, volveremos a hacerlo en dos días. Dame la respuesta ahora, si o no. —Se inclinó de forma provocativa mientras lo decía.

Las manos de Lu Tian Chen no se quedaron quietas, acariciaron al otro lentamente, subiendo desde el tobillo. Tocó con un poco de fuerza para poner la carne de gallina a Tang Feng. Antes de que Lu Tian Chen tocará su…

Tang Feng tomó las manos del otro para detenerlo.

—Responde. —Repetido de nuevo.

—Dime una forma… en que pueda rechazarte. —Con un ligero suspiro, Lu Tian Chen envolvió sus brazos en el cuello del otro.

♦ ♦ ♦

Su Qicheng, quien fue expulsado la última vez, no se molestó en acosarlos. Pero, aun así, lo siguieron encontrando y lucía disgustado con ellos.

Tang Feng fue al gimnasio a correr, Su Qicheng estaba montando una bicicleta a su lado. Pero el problema era que Su Qicheng generalmente se ponía pálido en menos de media hora de ejercicio y Tang Feng todavía estaba contento sobre la cinta y conversando con Lu Tian Chen sin bajar el ritmo.

En cuanto a Ge Chen, el hombre siempre de blanco no vendría a tal lugar con olor a sudor, pero el protagonista masculino de la República de China a menudo seguía al presidente Su.

También usó un chaleco cuando vino al gimnasio. Aunque su piel era blanca pero un poco musculosa, ocasionalmente miraba a Tang Feng y mostraba una sonrisa amable, que era más halagadora que Ge Chen.

No hay nada correcto o incorrecto en este tipo de cosas, y este es el entorno general de la industria del entretenimiento. Tang Feng no lo prejuzgo porque estaba apegado a alguien. Cuando realmente no ha conocido a una persona, no puede hacer juicios precipitados.

—Aquí vamos de nuevo.

Tang Feng, quien estaba sentado en la tumbona, disfrutando como soplaba la brisa del mar, sosteniendo una tableta y leyendo una revista, vio a Su Qicheng en ángulo.

Los tres no estaban lejos de ellos. Su Qicheng se quitó la ropa y solo usaba bañador, la estatura también se mantuvo bien, al igual que el protagonista masculino de la República de China.

Tang Feng parpadeó cuando vio a Ge Chen, creyendo que no era el único que seguramente lo estaba mirando.

Ge Chen no parece que suela tomar el sol. En este momento, su piel lucía blanca, iluminada por el sol, y era llamativo con el fondo del mar y el cielo azul detrás. Llevaba una camiseta blanca suelta con hombros descubiertos y que le llegaba justo debajo de la parte inferior de las nalgas, mostrando débilmente un pequeño triángulo negro con dientes apretados, un par de delgadas piernas blancas debajo, gafas de sol en forma de estrella en el puente de la nariz y a primera vista la gente pensaba que era un poco bello.

Tal destaque atrajo inmediatamente la atención de muchos hombres y mujeres, Tang Feng no pudo evitar susurrarle a Lu Tian Chen a su lado: —De hecho, Ge Chen se ve bonito.

El presidente Lu inmediatamente pellizcó las piernas de Tang Feng: —¿Te gustan los chicos hermosos?

—Los chicos hermosos no son malos, son bastante lindos.

En este momento, Lu Tian Chen miró a Tang Feng con una expresión sin palabras, y después de un largo tiempo de estar callado, dijo: —No es adecuado para ti.

—¿Por qué? —Tang Feng preguntó de inmediato.

—Eres del tipo que debería ser atendido, no de los que cuidan a otros.

Tang Feng sonrió tan pronto como lo escuchó. Quien dijo que Lu Tian Chen no era bueno para expresar palabras, no era inferior a Charles al decir palabras dulces.

—Dime con sinceridad, ¿Charles estaba haciendo algo terrible? ¿No pueden hacer negocios legítimos? —Preguntó con voz baja.

—No hay un blanco y negro absoluto en este mundo. Lo mismo es la venta de armas. El gobierno tiene justificación para vender. Otras personas que roban negocios son considerados contrabando ilegal. Si se excavan tumbas, el gobierno lo llama a proteger la civilización, y hacerlo de forma privada es robo de tumbas. Una simple verdad es que quien tiene el poder tiene derecho a hablar. —Lu Tian Chen estrechó la mano del hombre suavemente—. Ya sabes de algunas cosas, no hay necesidad de profundizar.

Después de que Tang Feng lo escuchó, solo suspiró en secreto. Entendió lo que dijo Lu Tian Chen, porque había estado en rubro del entretenimiento durante mucho tiempo y visto todo tipo de personas. También vio bastante de las reglas ocultas en este mundo.

Muchas cosas que se pensaban que eran simples cuando eran jóvenes, eran muy complicadas.

—No hagas malos negocios. —Sabía que, con su estado, no debería interferir en la vida del otro, y Tang Feng no creía que Lu Tian Chen fuese a cambiar nada solo porque se lo pedía.

Pero todavía quería y tenía que decirlo.

—Um… —Lu Tian Chen solo palmeó el dorso de la mano del hombre.

Shisai
Los caps no son largos, pero me cuesta traducirlos, ¿porque no estudié chino? La versión en inglés parece MTL

2 respuestas a “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 5: Viejos amigos”

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