Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 8: Perdido (3)

Traducido por Shisai

Editado por Sakuya


El hombre se sintió como si estuviera flotando en el océano, subiendo y bajando con las olas.

Intentó extender la mano y agarrar algo, pero no podía agarrar nada, su cuerpo estaba demasiado débil y su conciencia un poco desorientada. Tardó unos minutos en aclarar un poco su mente, recordó que él y Li Xidong estaban viendo las fotos juntos. Un ladrón tomó y corrió con la cámara. Este entró en una calle llena de lugareños y turistas y las luces estaban encendidas. Hilarantemente, gritó para atrapar al ladrón, pero los lugareños no parecían estar escuchando lo que estaba diciendo. Más tarde saltó para atrapar al ladrón, y cuando estaba a punto de retirar la cámara, el ladrón de repente le arrojó algo, el olor era un poco acre, y ya era demasiado tarde para contener la respiración. El olor acre se extendió rápidamente, y luego el mundo entero pareció estar al revés, con la cabeza dando vueltas.

Con su última conciencia y reflejos físicos, Tang Feng golpeó la cámara y corrió hacia un área llena de gente. Al ver a Su Qicheng y Li Xidong, se acercó y agitó la mano como para gritar “ven aquí rápido” o algo así, pero simplemente no podía escucharse a sí mismo.

Desafortunadamente, antes de que llegaran Su Qicheng y Li Xidong, los dos fueron agarrados repentinamente por un grupo de lugareños, les taparon la boca y ambos fueron apartados.

Tang Feng sintió que lo sostenían por detrás cuando se desmayó, trató de volverse para ver quién lo sostenía, pero sabía lo que estaba haciendo, extendió la mano y tapó sus ojos. Fue sumergido en una tranquila oscuridad. ¿Había sido secuestrado de nuevo?

La vida es más emocionante que las películas. Por una vez, no es Su Qicheng. El otro parecía haber sido capturado también. ¿Entonces quién fue?

¿Un enemigo del dueño del cuerpo?

¿O Albert salió de la nada?

Su cabeza todavía está un poco mareada. No dolía, solo estaba mareado, como cuando uno está medio dormido, medio despierto, medio sumergido. Medio consciente y con sueño, pero no sin poder mantener los ojos completamente abiertos.

Trató de moverse, tenía las manos y los pies libres, no estaba atado ni encadenado. Estaba acostado, no se sentía duro, ni un piso frío, se sentía como una cama tamaño king.

Como secuestrador, le debían de estar pagando bastante bien según el trato hasta ahora.

No había ningún olor desagradable en el aire, pero sí un olor a agua de mar y un leve olor a pescado. El mar es el mar, y si no estuviera tan mareado que su cuerpo temblara de vez en cuando, pensaría que está en un barco.

¿A dónde va el barco? ¿Quieren arrojarlo al mar para alimentar a los peces?

A Tang Feng no le gusta la sensación de estar asfixiado, ni cree que tenga la invencible buena suerte de renacer por segunda vez.

—Ah… —Trató de sentarse sujetándose la frente, pero alguien rápidamente lo tomó por los hombros y lo empujó hacia abajo, y resultó que había alguien, simplemente no se dio cuenta.

Desvió la mirada, pero antes de que pudiera ver el rostro del otro hombre, se inclinó y lo besó en los labios con algo de fuerza, dándole una sensación dominante.

El aliento de la otra parte era fresco y olía a menta. Tang Feng pensó que no tenía esperanzas, alguien lo había besado. Aún analizando esto y aquello.

Sintió una presión varonil en su pecho, y el otro hombre no perdió el tiempo en quitarse la remera, un par de cálidas y regulares… palmas callosas acariciaron su pecho y hombros con un poco de fuerza, de un lado a otro, deteniéndose de vez en cuando para besar o chupar.

Duele un poco, mañana habrá un hematoma.

No es una mujer hermosa, ¿porque seguía siendo secuestrado?

—Bebé, ¿me extrañaste?

El hombre se inclinó hacia su oído y lentamente dejó escapar un suspiro. Una voz ambigua y familiar resonó en el oído de Tang Feng. Esa voz, ese tono de voz y esas palmas algo familiares.

—Ch-arl-es…

Tang Feng escupió confusamente y de forma entrecortada. Al escucharlo, no solo hizo que el chico encima de él sonriera con satisfacción. Tang Feng se sintió aliviado de reconocerlo.

No va a morir porque está siendo violado, pero no va a ser fácil para nadie, ¿es Charles el que lo secuestró?

Charles es mejor que cualquiera de los demás.

—Muy inteligente, cariño —Charles sonríe y vuelve a presionar su cuerpo contra él, gimiendo mientras destroza los pantalones del hombre. —¿Me extrañaste? Te he extrañado. Mírate. Estás divirtiéndote con ese idiota de Lu Tian Chen. ¿Has estado pensando en mí?

Sakuya
Charles me caes mal, eso fue violación…. -_-

Tú eres el idiota.

Tang Feng no tuvo el tiempo ni la energía para responderle a Charles, su cabeza todavía estaba confundida.

—Estoy mareado… —dijo y trató de agarrar la mano de Charles.

—Era solo para hacerte dormir, absolutamente sin efectos secundarios tóxicos, para promover un buen sueño. Si quieres, podemos hacer algunos ejercicios sudorosos y ayudar a aumentar el vínculo entre nosotros.

Eso no es lo que estaba tratando de decir…

Tang Feng pronto sintió cierta urgencia de que Charles estuviera encima de él, ¿estaba este oso en celo de nuevo?

—¡Ugh! —Algo del dolor hizo que el hombre gruñese suavemente, y cuando el lugar comenzó a temblar se sintió aún más mareado, y todo el asunto no era culpa del océano, ¡era culpa de Charles, ese idiota con cabeza de esperma!

♦ ♦ ♦

No recuerda lo que sucedió después, pero Tang Feng se durmió mientras temblaba.

Efectivamente, después de una siesta su cabeza no estaba mareada, pero sus miembros estaban doloridos e incómodos.

Su cuerpo estaba envuelto en una manta suave como un gusano de seda. Tang Feng parpadeó suavemente, y cuando se despertó, escuchó… la voz de Charles, pero es poco probable que el otro chico estuviera hablando con él.

—¿De confianza? Si me ayuda, le devolveré esas fotos. Mira, le devuelvo sus fotos ahora, señor Su, ¿verdad?

Charles estaba sentado justo en la cabecera de la cama, con una mano en la cintura de Tang Feng durante la conversación, mientras él estaba acostado mirando en dirección a Charles, este último no se dio cuenta de que Tang Feng se había despertado.

—Charles, todos somos hombres de negocios, te conseguí a Tang Feng, y lo separé de Lu Tian Chen. Incluso si me lo devuelves, no puedes simplemente cruzar un puente, tomar a alguien y tirarlo del barco —La voz era la de Su Qicheng.

—Tsk, tsk, tsk, Sr. Su, es realmente raro. ¿No quiere ir a casa y prefiere seguirme? Para que conste, no estoy interesado en su tipo —Charles sonrió y le dio un apretón al trasero de Tang Feng—. Pero amo a mi bebé Tang.

¡Oso cachondo, malvado y repugnante!

Tang Feng suspiró interiormente al escuchar esto, ¿qué está pasando con Lu Tian Chen y Charles? No puede ser que se hubiesen peleado, ¿verdad?

¿Por qué parece que Charles y Su Qicheng están trabajando juntos?

—Charles, Tang Feng y yo desaparecimos juntos, sí soy el único que regresa, ¿Lu Tian Chen no me vería y sabría que fui yo quien ayudó ahí? —dijo Su Qicheng con voz pensativa.

—¿Le tienes miedo? —Charles dijo, todavía cínico, con una sonrisa provocativa.

—El miedo es una cosa, pero a nadie le gusta ser perseguido por Lu Tian Chen por venganza —Su Qicheng hizo una pausa y agregó: —Lo conoces tan bien, deberías saber cómo es su carácter.

—Vamos, no hables de esto aquí, ¿por qué no te vi pensando en eso cuando me prometiste ayudar? No me vengas con eso ahora. Baja del barco cuando llegué a Tailandia. Si no lo haces, con mucho gusto te arrojaré al océano y te alimentaré a un tiburón, tu elección —Charles estaba impaciente, por lo que invitó a Su Qicheng a salir.

Después de que Su Qicheng salió, Charles se dio la vuelta y presionó a Tang Feng, besó la oreja del hombre y sonrió.

—Querido Tang, sé que estás despierto, y es culpa de Su Qicheng que el ruido te haya despertado.

—Fuiste tú quien hablaba como un oso rugiendo —Ahora que se descubrió que estaba despierto, lo primero que hizo no fue preguntar dónde estaba o por qué. Quería saber porque unía fuerzas con Su Qicheng y que pasaba entre él y Lu Tian Chen.

Tang Feng miró al sonriente Charles, recordando cómo este tipo lo drogó ayer y golpeó a Charles en la cara con un puño.

—¡Ay! Cariño, te has vuelto tan poderoso que me dejaras desfigurado. —Charles se inclinó con una mirada en su rostro.

Estrechando su mano, Tang Feng lanzó otro puñetazo al hombro de Charles.

El primer golpe por haberlo drogado y el segundo por aprovecharse de él ayer.

—¡Estúpido oso! —El tercer golpe fue pura ira amistosa, y por arruinar sus vacaciones.

Por cierto, ¡también era su culpa que una oficina de justicia penal internacional lo interrogará!


Sakuya
Para las amantes de charles… no me odien… xD pero no trago a este sujeto, lo odio…. x_x

Una respuesta en “Una Verdadera Estrella – Volumen 3 – Capítulo 8: Perdido (3)”

  1. Mmm… Sakuya, yo también me uno… así no se hacen las cosas… 😏 que bueno que le diste sus buenos golpes bebé 😛 gracias por actualizar, esta historia me encanta 😍

Responder a CecilianoBueno Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido