Disfruta de los árboles en flor durante el camino de regreso – Capítulo 3 (1)

Traducido por Shiro

Editado por Ayanami


La escena del pasado volvió al presente.

El emperador decretó un edicto, Li Cong Qing fue asignado como el oficial encargado de realizar la inspección imperial, por lo que, viajaría a las provincias de Erhe y Chunan para llevarla a cabo. De ese modo podría revisar, directamente, la condición de las personas y escuchar la voz del pueblo.

El emperador, probablemente, era incapaz de seguir aguantando a este gusano y su desfachatez, usando esta inspección para echarlo.

Muchos de los oficiales pensaron esto, sin embargo, varios funcionarios, de alto rango, que vieron a Li Cong Qing en el estudio imperial ese día, tenían una opinión diferente. Hasta ahora, tuvieron que seguir resistiendo con gran dificultad, y no se atrevían a comentar con otras personas este secreto que no podía ser divulgado, casi explotando de tanta contención.

Que la corte envíe una inspección imperial era algo común, representar al emperador quien, a menudo, no podía viajar largos trayectos para inspeccionar el mundo. Aunque, esta vez, era un poco especial ya que le había ordenado a Wei Xiao Miao viajar junto con el representante.

Desde su niñez, Wei Xiao Miao había sido escogido para desempeñar el papel de asistente personal del tercer príncipe —actualmente el emperador —Toda la educación y formación a la que tuvo que someterse fue totalmente diferente a la de otros asistentes del palacio. Naturalmente, su estatus tampoco era el mismo. Además, creció junto con el emperador, se podría incluso decir que eran inseparables, como un cuerpo y su sombra, siempre juntos.

Él no era un mero asistente personal del emperador. También era el jefe del departamento de Asuntos Internos del palacio, y es quien ocupa la posición más alta en el palacio Interno, como un oficial de tercer rango. A pesar de ser un eunuco con un rango inferior, en comparación al de otros funcionarios de alto rango, en el palacio Interno tenía total control de las decisiones sobre los aspectos de vida esencial. En la Corte Imperial, más o menos, tenía algo de influencia. La mayoría de los funcionarios de alto rango los respetan, hasta cierto grado.

Era inusual que un asistente tan importante le fue otorgado a Li Cong Qing para que le acompañe, por supuesto, esto llevaría a otra teoría. Quien realmente fue asignado a llevar a cabo la inspección fue en realidad Wei Xiao Miao. El otro, simplemente, era un tigre de papel[1] para guardar las apariencias.

De hecho, esa era la verdad. Li Cong Qing estaba asumiendo esta tarea para visitar varios lugares pintorescos. Todos los asuntos relevantes, serian manejados por Wei Xiao Miao. Él sólo estaba a cargo de sentarse en el carruaje de caballos y divertirse en cualquier lugar al que lleguen. Apenas, conservando algo de respeto, aunque, más bien, es alguien bastante irresponsable, sólo se preocupaba de descansar y vivir tranquilamente, este pensamiento voluntarioso, era el único que poseía.

El emperador fue cómplice de este tipo de pensamiento voluntarioso, para dejarlo vivir cómodamente a su antojo, permitiéndole hacer como quisiera de acuerdo a su temperamento. Pero, esta vez, el permitirle abandonar su lado, durante tanto tiempo, le hacía no poder evitar sentir renuencia a separarse de él.

Esta vez, la partida de la inspección imperial de la capital tampoco se llevó a cabo como solía hacerse. Antes, el inspector imperial, después de la cortesía al recibir el edicto imperial, seleccionaría una fecha de partida según su conveniencia. Pero, que el emperador mismo sea quien lo despidió desde la capital hasta las afueras de ésta y, que incluso subiera al carruaje para hablar con él — ¡era un secreto! —

Bueno, esta «charla secreta» no era del tipo que estaba prohibida a los menores de dieciocho años, debido al vívido espectáculo que los lectores adultos esperaban. Ese tipo de asuntos limitados, se habían llevado a cabo de forma tosca y salvaje hace tres días. Era innecesario hacerlos una vez más en el carruaje de caballos. ¡Demasiado agotador!

♦ ♦ ♦

—Verdaderamente, me siento renuente a dejarte ir a ese lejano lugar. —Song Yu lo sostenía en sus brazos, besándolo, con el pesar de tener que separarse de él.

—Entonces, no me hagas ir —dijo Li Cong Qing, mientras bostezaba agotado.

Como estaba a punto de irse, el emperador lo estaba forzando, a medias, a pasar la noche en el Palacio Imperial. Pasando la noche primaveral[2], apasionadamente, tres veces seguidas lo agotó. Anoche, le estaba permitiendo hacer lo que quisiera, lo cual derivó en que el emperador no lo dejó ir hasta temprano en la mañana. Afortunadamente, debido a las preparaciones para la inspección imperial, no tendría que asistir a la corte de la mañana, por lo que, podía darse el lujo de dormir hasta entrada la mañana, y levantarse más tarde de lo usual. No tendría que sufrir los jaloneos y codazos de Zhougong en el Gran Salón de Audiencias.

A decir verdad, no estaba interesado, en lo absoluto, en ir al lugar donde el «el cielo es alto y el emperador lejano»[3]. Por un lado, tenía que padecer el desgaste del viaje, y por el otro, tenía que separarse de su amante el emperador. A pesar de que nunca lo dijo en voz alta, desde el fondo de su corazón, lamentaba tener que separarse de Song Yu, él también está renuente. Después de todo, se había acostumbrado a darse el gusto de la compañía del otro. Por lo que, el tener que separarse para partir en un largo viaje, no lograba hacerse la idea.

—Hay un asunto que, por supuesto, comprenderás más adelante —dijo Song Yu, como si hubiese un significado profundo detrás de sus palabras.

—Su Majestad ha confundido a este humilde servidor.

—Cong Qing, quiero que recuerdes una cosa.

— ¿A qué se refiere?

—Pase lo que pase, yo siempre estaré aquí esperándote.

—Regresaré tan pronto pueda. —Li Cong Qing estaba un poco confundido, al no lograr comprender el significado de sus palabras, pero tampoco preguntó más.

—No tienes que apresurarte. Sólo regresa cuando te apetezca. —Song Yu lo miró significativamente —Sin embargo, no me hagas esperar demasiado, habrá un día en el que mi paciencia inevitablemente se agotará.

—Su Majestad… —No podía deshacerse de la sensación de que el emperador no se comportaba como de costumbre. Cada palabra que dijo, parecía contener una pista. ¿Qué le está insinuando?

—Ahora ve. Sé cuidadoso en el camino. Cuídate mucho. No me hagas sentir ansioso. ¿Entendido?

—Hmm, lo sé.

Ambos bajaron del carruaje juntos. Li Cong Qing, una vez más, le rindió cortesía al emperador con una reverencia, mientras juntaba las manos frente a su pecho a modo de despedida. Luego, desapareció lentamente del campo de visión del otro. Pero, los funcionarios de alto rango, que acompañaban al emperador en esta despedida, habían enloquecido debido a su propia imaginación salvaje y desordenada.

El emperador y el asistente del Ministerio de Ritos deben tener algún tipo de aventura… ¡AAHHH…!

Era lo que querían gritar a los cielos.

⧫ ⧫ ⧫

El grupo para la inspección imperial viajó con poco equipaje y, tan sólo, unos pocos asistentes. En total, sumaban catorce personas. Aparte de Li Cong Qing y Wei Xiao Miao, hay dos oficiales más que los siguieron en este viaje, además de cuatro guardaespaldas a caballo, tres asistentes y tres conductores de carro. Los cuatro guardaespaldas a caballo los custodiaban en una formación de diamante, ubicados cada uno al frente, atrás y a los lados de la caravana.

Los otros pasajeros, se encontraban divididos en tres carruajes.

Li Con Qing y Wei Xiao Miao compartían uno. El suelo de su carruaje estaba cubierto por una capa de alfombra gruesa y suave, para proporcionarles mayor comodidad. La pequeña mesa a un lado, estaba fija con un pedazo de metal delgado, para que el juego de té magnético permaneciera en su lugar de forma segura sobre la superficie.

—Xiao Miao, ya me conoces, con respecto a los asuntos de otras personas no me gusta entrometerme. Aunque, no puedo evitar preguntar. ¿Por qué Su Majestad quiere que me acompañes en este viaje? —Preguntó Li Cong Qing, con un tono de voz indiferente.

—Su Majestad quiere que este servidor asista al señor Li.

—Debe ser más que eso.

A pesar de que este señor Li, usualmente, es descuidado y distraído en apariencia, hay ocasiones en las que sorprende a las personas con su aguda observación. Wei Xiao Miao no pudo evitar quedarse sin palabras, no sabía qué debería decir con respecto al asunto del príncipe…

—Chunan…nunca he estado allí antes. Me pregunto qué tipo de lugar será —dijo, mientras apoyaba, sin energía, su barbilla sobre su mano —El séptimo príncipe, tres años atrás, pidió ser enviado a Chunan. En ese momento, muchas personas estaban extremadamente conmocionadas. ¿Por qué un príncipe iría a un lugar donde los pájaros no defecan y las gallinas no ponen huevos[4]? Eso era como pedir el destierro por voluntad propia.

Wei Xiao Miao permaneció en silencio.

—Olvídalo, de igual forma, nunca entenderé la forma de pensar de esta gente de la familia real. Es mejor que duerma. —Dicho esto, bostezó, tras lo que inclinó su cuerpo para recuperar el sueño perdido.

Wei Xiao Miao tomó una pieza de seda para cubrir su cuerpo, ocupándose atentamente de la persona más amada de su maestro. Había entrado al palacio cuando tenía nueve años. A los diez, fue escogido para servir a su maestro actual, el emperador. En un abrir y cerrar de ojos, quince años habían pasado. Nunca había visto al emperador consentir a alguien tanto. Hasta el punto en el que no aceptó más concubinas imperiales. Incluso ha ido disminuyendo sus visitas al harem imperial.

Si alguien quisiera apuntar a la persona que mejor comprende la aventura…mejor dicho, la vida romántica entre el emperador y el asistente del Ministerio de Ritos, no sería otro más que Wei Xiao Miao. Él, silenciosamente, lo presenció desde el inicio hasta ahora. En silencio, les ha ayudado a conservar este secreto.

Si, por curiosidad, se le llegase a preguntar, cuál fue el punto de inflexión, qué tipo de encuentro fatídico reunió a estas dos personas hasta ahora, diría que, fue hace aproximadamente seis años, en el Fiesta de la Primavera durante la cual se llevó a cabo el intento de asesinato.


[1] Que tiene una apariencia, atemorizante, pero que no muerde. En otras palabras: gobernante/oficial bueno para nada.

[2] Noche lujuriosa.

[3] Al parecer, es un proverbio usado para referirse a un lugar donde uno puede hacer lo que desee sin temor a la interferencia del poder o autoridad superior. Aunque no le encuentro mucho sentido.

[4] Proverbio con el que se refieren a un lugar remoto y desolado.

Shiro
Tchan~ tchan~ tchan~ ¿Un asesinato?

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