Al borde de lo impresionante – Capítulo 84

Traducido por Sharon

Editado por Sakuya


Li Mingyu y Li Yuewen caminaban por las calles, ambos en silencio, perdidos en sus pensamientos.

—Hermano, esa chica no es para nada linda —dijo Li Yuewen después de un largo rato.

—Pero te gusta y confías en ella, ¿verdad? —sonrió él, diciendo lo que su hermana pensaba.

—¡Hmph! —Ella se giró y se rehusó a volver a hablar.

—Es muy similar a esa persona —dijo por lo bajo Li Mingyu, su mirada perdida.

—¿Cómo? Una es una chica para nada linda y fiera, mientras que la otra es nuestra gentil y fuerte tía Rui. ¿Cómo se parecen? —le regresó ella, molesta.

—Sus miradas son las mismas, muy determinadas. —Las palabras suaves de Li Mingyu hicieron que su hermana quedara en silencio. La escena de Claire declarando que se volvería fuerte con su mirada determinada, pasó por su mente.

—¿Entonces esperaremos diez días? —preguntó Li Yuewen.

—Sí. Hacer que venga con nosotros a entrenar no es una mala idea. Además, quiero ver cómo es la hija de la tía Rui —dijo insipidamente.

—¡Hmph! —bufó Li Yuewen. Dejó de caminar por un momento, pero luego continuó.

Su hermano sonrió y sacudió su cabeza, siguiéndola. Comprendía a su hermana a la perfección, era alguien de lengua filosa, pero corazón suave, diciendo lo opuesto a lo que sentía.

♦ ♦ ♦

Al día siguiente, Claire se subió en Leopardo de viento para ir al Gremio de Magos en busca de Cliff, porque como un Mago Oscuro, si no ocultaban el aura de Walter, entonces no había forma en que pudiera caminar a la luz del día. Además, estaba en la lista de los más buscados del Templo de la Luz. Los últimos días Walter estuvo encerrado en su cuarto, haciendo “cultivación en interiores” para recuperar su poder anterior.

Jean ya estaba ahí cuando Claire llegó. ¿Quién sabía cómo hizo para llegar antes? Una cosa estaba clara: no había dejado de disculparse por abandonar el lado de Claire el día en que terminó en peligro por Alice. Ahora la seguía incluso más de cerca.

Como ella conocía el camino, entró fácilmente al laboratorio de Cliff. Al llegar, escuchó gritos extraños provenientes del interior.

—¿Maestro? —Claire estaba sorprendida, y no se molestó en tocar la puerta, entrando sin demora, pero sólo vio un humo denso cubrir el cuarto. Cliff estaba gesticulando salvajemente, intentando dispersarlo.

Después de encargarse de el, Cliff sonrió y la saludó.

—Ah, Claire, ¿has llegado?

—Maestro, ¿qué estás haciendo? —le preguntó ella confundida y alarmada por el estado del cuarto.

—Hah, Lawrence, esa vieja cabra, me dijo que hiciera algunos cristales pequeños que pudieran sentir auras oscuras. —Cliff sacudió la cabeza, frustrado—. Después de un largo tiempo, logré crear algunos que ocultan un aura oscura, pero no al contrario.

Cliff señaló el cuarto, avergonzado, pero al escucharlo, Claire se sintió feliz.

—¿Bolas de cristal que pueden ocultar el aura oscura?

En verdad era afortunada.

—Es cierto. Son fáciles de hacer, pero hacerlas sentir el aura oscura es difícil. —se rascó la cabeza, molesto. 

No sabía qué es lo que pretendía Lawrence, sólo le dijo que algún tipo de poder oscuro estaba infiltrándose lentamente, comiéndose a figuras influyentes desde el interior, pero no le explicó lo que estaba sucediendo y sólo le pidió crear el complicado objeto. 

¿Eso serviría para encontrar el problema?

—Oh, maestro, ¿son estos? —Claire estaba mirando la pila de cristales en la mesa.

—Sí. Todos son inútiles. Si te gustan, puedes tomarlos como accesorios. —Cliff miró al producto experimental con la cabeza inclinada, preguntándose qué pasó.

—Oh, bien, maestro. Gracias. Me iré ahora. —Ella tomó los cristales sin mostrar nada de cortesía, y se giró para irse. Cuando alcanzó la puerta, el anciano le habló.

—Claire, ¿para qué me estabas buscando?

—No era nada, sólo quería ver al maestro por un momento y pedirte que tengas cuidado con tu salud —dijo, dándole una sonrisa brillante, y luego se fue.

Cliff asintió feliz, su corazón cálido. Parecía que la siempre independiente Claire sabía cómo cuidar de su maestro.

Cuando ella regresó a la casa de Camille, tocó la puerta de Walter. Su rostro delicado y lindo apareció, mostrando confusión al verla.

—Claire, ¿qué sucede tan temprano?

—¿Pueden estos ocultar el aura oscura de tu cuerpo? —Claire sacó la bolsa de cristales y se los dio. Una vez Walter los vio, abrió los ojos y la miró con incredulidad.

—Estos, estos son cristales perfectos. ¿Dónde encontraste tantos? Cielos, son muchos. ¿Sabes cuánto cuesta esta bolsa en el mercado negro?

Claire frunció el ceño, preparada para recuperar la bolsa.

—Si no la quieres, regrésala. ¿Para qué estás gastando tu aliento? —En su interior, ella suspiró. Como se esperaba, la ocupación de Mago era muy cara. Incluso objetos que eran usados como experimentos eran caros. Luego volvió a suspirar. Cliff en verdad gastaba dinero como el agua.

—Lo quiero, ¿por qué no lo querría? Ahora puedo salir al aire libre. —Walter la abrazó rápidamente. Luego levantó la mirada y dijo—: Claire, me has tratado muy bien. ¿Quiere decir que tú sientes por mí…?

Antes de que pudiera terminar, un grito miserable reverberó por la casa, despertando a todos.

Cuando miraron, vieron a Claire sin expresión caminar por el pasillo, mientras Walter se sostenía la cabeza, agachado en el suelo, gimiendo de dolor.

Por la tarde, Emery llegó a la casa de Camille con notas del banco doradas. Naturalmente, tenía la orden del duque Gordan de traer a Claire a casa.

—Maestro… —Claire miró a Emery, sintiéndose emocionada. Él había hecho todo lo que pudo por ella sin pedirle nada a cambio, por lo que tenía una posición muy importante en su corazón.

—Claire, Su Gracia y el señor esperan que puedas regresar pronto a casa. Por supuesto, quien más te quiere de regreso soy yo —rió Emery. Viendo a Claire frente a él, se sentía agradecido. Su amada discípula parecía haber mejorado bastante. No faltaba mucho para que superara a su maestro.

—Maestro, regresemos juntos a casa después de la subasta. —Claire miró al sonriente Emery. Naturalmente, comprendió que él raramente sonreía, y sólo lo hacía con sinceridad frente a ella.

—Sí. Su Gracia dijo que, si te gustaba algo, no dudes en notificármelo. Me dio mucho dinero.

La voz de Emery era algo mimosa. Claire le sonrió sin responder. 

♦ ♦ ♦

La subasta de esta vez no tenía nada excepcional. El objeto más valioso ya había sido robado por Summer y ella.

Como pensaba, no había nada que tomara su atención, pero compró unos guantes decorados para Qiao Chuxin para proteger sus manos cuando usara su arco. Esto hizo que el inocente corazón de Qiao Chuxin se emocionara, pensando que Claire era la mejor persona en el mundo entero.

Por otro lado, enfureció a Summer y volvió a Walter aún más desdeñoso. Si esa pequeña demonio era considerada una buena persona, entonces todo el resto del mundo también lo era.

Una vez la subasta terminó, el grupo regresó a la mansión Hill.

Naturalmente, el duque Gordan los saludó personalmente en el gran salón.

—Claire, es genial verte de regreso. 

Su mirada aterrizó en el grupo detrás de su nieta. Al instante, sus ojos brillaron. Todos eran personas fuera de lo común. Claire en verdad había reunido a muchas personas poderosas a su lado en un corto periodo de tiempo. Y ninguno de ellos caminaba frente a ella, todos siguiéndola de cerca. Uno podría decir a simple vista que Claire era su líder. El duque sintió una pizca de respeto, pero no lo mostró. En su lugar, les saludó con calidez.

—Claire, has regresado —la saludó por fin el marqués Roger, que había estado de pie a un lado todo este tiempo.

—Oh. Sí, padre, he regresado —le respondió Claire, también contra su voluntad. El marqués tosió en silencio antes de responder.

—Tu cumpleaños es en diez días. En ese momento, tu madre y segundo hermano regresarán. Tu hermano mayor está haciendo guardia en la frontera y no podrá llegar.

—Oh —dijo Claire, luego se giró hacia el duque Gordan y agregó—: Abuelo, mis amigos están cansados ahora. Quiero dejarles descansar.

—Está bien —concordó el duque, asintiendo con una sonrisa. La expresión del marqués Roger cambió ligeramente, pero no dijo nada ante la mirada de advertencia de su padre.

Sólo después de que Claire se los llevara a descansar y el salón se calmara, pudo decir algo.

—Padre, mira la actitud de Claire, no me trata como a un padre. ¡Incluso trajo a esa multitud de irrespetuosos a la casa!

—Roger… —dijo Gordan con una mirada cansada—. ¿Cuándo aprenderás a juzgar a las personas? ¿Crees que aquellos que siguen a Claire no tienen educación? ¿Y te preguntas a quién culpar por la actitud de tu hija? Observa bien a esas personas. Cuando el tiempo llegue, tendrás que retirar tus palabras

El duque suspiró ligeramente y se alejó, dejando a su hijo confundido atrás.

2 respuestas a “Al borde de lo impresionante – Capítulo 84”

  1. Roger es un idiota, no todo cambia en un corto tiempo y todavía, menosprecia a los amigos de su hija, que tipo más es…… Ok, me calmo. :v
    Gracias por otro capítulo, vibras positivas y saludos.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido