Al borde de lo impresionante – Capítulo 83

Traducido por Sharon

Editado por Sakuya


—Oh, no es nada. Déjame la perla, la estudiaré. Si les gusta algo, cómprenlo.

Claire sacó algunas notas de banco y se las dio a Summer, quien las aceptó feliz y tiró de Qiao Chuxin para seguir comprando. Ben las siguió de cerca.

—Señorita, ¿sucede algo? —Claire no era la única con sentidos agudos, Jean también sintió algo raro.

—Haha, esta perla no es tan sencilla. —Jugó un poco con el objeto, y de repente pretendió que lo había dejado caer. Desde la esquina de sus ojos vio a dos personas entrar en pánico.

—¿No es sencilla? —Jean miró la perla en las manos de su señorita, pero no vio nada inusual.

—Lo sabrás pronto. —Claire observó a los dos jóvenes de cabello rubio y ojos azules acercarse a través de la multitud. Una sonrisa astuta apareció en sus labios.

—Buenas noches, linda señorita —dijo el hombre cuando se acercó lo suficiente.

—Buenas noches —saludó casualmente.

—Si puedo ser presuntuoso al preguntar, señorita, ¿está dispuesta a dejar partir esa perla en su mano? Le pagaremos el precio que pida.

Evidentemente estaba ansioso, para decir algo como eso en el instante en que se vieron.

—¿La perla? —Claire jugó con la joya casualmente. Luego continuó con indiferencia—. Ustedes dos tienen bastante previsión. Se trata de un objeto único, un tesoro invaluable. Dejarla, es… es difícil decidir. Y no parece que este sea el lugar apropiado para hablar.

La complexión de la mujer rubia se oscureció, mirando mal a Claire, quien le sonrió.

—Bien. Entonces señorita, ¿dónde quiere ir a hablar? —La mirada del hombre no se despegó de la perla.

—Hemos hablado mucho tiempo, pero no sé sus nombres u orígenes —dijo Claire. Vio con claridad cómo la mujer parecía querer decir algo, pero el hombre la detuvo con una mirada.

—Mi nombre es Li Mingyu, y esta es mi hermana menor Li Yuewen —se presentó

—Soy Claire. Encantada de conocerlos. —Claire vio la mirada aguda de Li Yuewen y se rió por dentro. La mujer parecía querer robar la perla e irse.

¡Espera un minuto! ¿Su apellido es Li? ¿Li Mingyu?

Claire frunció el ceño, intentando recordar el nombre familiar. Una vez que lo pensó, su expresión cambió.

¡Alguien del clan Li!

Nunca se hubiera imaginado que aparecerían en un lugar como este. Uno de los cuatro grandes clanes de Lagark, a los que pertenecían Feng Yixuan y Shui Wenmo del clan Feng y del clan Shui. El clan Li, al que las persona frente a ella pertenecían también era parte de esos cuatro. Sin embargo, el clan Li había declinado en los últimos años. Recientemente había rumores de que una nueva generación había ascendido e intentaba revivir al clan Li, con Li Mingyu como su líder.

Nunca hubiera pensado que una perla tan ordinaria pudiera atraer la atención de tal persona. Ya había experimentado las habilidades de la mujer, por lo que el hombre, como su hermano mayor, debía ser mucho más poderoso.

—Vamos a buscar un lugar en el que hablar. —Los ojos de Claire brillaron, y una sonrisa brillante apareció en su rostro. Aquellos que la conocían sabrían que era su rostro al planear.

Llamó a Summer y guió a los hermanos Li a la casa de Camille.

Él sonreía como si la primavera hubiera llegado mientras les hacía té a todos. Claire ignoró por completo el instinto asesino que podía ver en sus ojos. Sabía que quería decirle: “Tú, maldita mocosa, ¿qué piensas que es este lugar, que no paras de traer personas?”

—Nuevo líder del clan Li, hable. ¿Qué quiere con esta perla? —Claire levantó la taza, sonriendo ligeramente. Las expresiones de los hermanos cambiaron al instante, pero ella se apresuró a intervenir—. No se preocupen. Confío en todos aquí. Si quisiera darles problemas, no los hubiera traído. Además, ya me he encontrado con la señorita Li antes.

—¿Cuándo te diste cuenta? —La expresión de Li Yuewen se oscureció.

—Tu mirada es muy única. Fiera pero hermosa.

La respuesta de Claire congeló a la mujer. Era la primera vez que alguien describía así su mirada. Por lo menos no era una mala descripción.

Li Mingyu observó a las personas del cuarto y se crispó un poco. Ninguno parecía preocuparse por ellos. Las dos chicas charlaban tranquilas mientras observaban los accesorios desplegados en la mesa, luciendo felices. El hombre vestido de negro bostezó, aburrido, mientras se inclinaba en el sofá y observaba a las mujeres. Un joven que parecía un caballero estaba de pie a un lado con su cabeza baja. La única persona normal era el hermoso hombre que estaba colocando pasteles en la mesa con cuidado. ¡Solo Claire les prestaba atención!

—Las personas de Li quieren revivir el clan, y estás ansioso por conseguir la perla en mi mano. ¿Esos asuntos están relacionados? No hay manera que el líder de la nueva generación, Li Mingyu, esté paseando sin cuidado por otros países para comprar tesoros —dijo Claire jugando con la perla en su mano. Los hermanos la observaban con intensidad, mientras la Onda Azul en el bolso de Li Mingyu vibraba con intensidad.

—Bien, te lo diré —dijo él después de pensarlo un poco.

—¡Hermano! —le llamó ella ansiosa, intentando detenerle.

—Está bien. Ella es de esa persona… —Li Mingyu no terminó lo que estaba por decir.  Li Yuewen vio la mirada en sus ojos y suspiró. Luego asintió y no volvió a hablar—. Pero espero que podamos hablar en un lugar más privado —pidió.

—No hay problema. Profesor, tomaré prestado tu estudio —le dijo a Camille, que arreglaba los bocadillos. Entonces dirigió a los dos al estudio.

Él aplastó el pastel en su mano, y luego levantó la mirada sonriendo como una flor.

—Muy bien, no hay problema.

Jean los siguió en silencio y guardó la puerta fuera del estudio.

Claire estableció una barrera mágica antes de sentarse. Los hermanos Li la imitaron, sus miradas no abandonaron la perla.

—La perla que tienes está relacionada con la resurrección del clan Li —dijo Li Mingyu, sorprendiéndola.

—Para ser sinceros, su nombre es Perla Azul y originalmente era parte de la Ola Azul. —Li Yuewen sacó el bronce de la mochila y se lo mostró. Claire vio que, como decían, había una cavidad del mismo tamaño que la perla en su mano.

—¿Entonces?

—La Ola Azul es la llave. Una vez esté junto con la Perla Azul, indicará dónde está el tesoro. El día en que lo encontremos, es el día en que el clan Li revivirá —reveló lentamente el hermano mayor.

—¿Cuál es el tesoro? ¿Y cómo revivirá al clan? —preguntó Claire confundida.

—Es un artefacto… La Espada de la Ola Azul. Nuestros ancestros la crearon después de mucho tiempo y esfuerzo. Cuando el clan Li estaba en la cima, la espada fue escondida para que las generaciones posteriores no confiaran en su poder y lograran progresar. Sin embargo, con el clan declinando día tras día, necesitamos del artefacto —dijo Li Mingyu, pero Claire siguió teniendo dudas.

—Después de decirme tanto, ¿no temes que pueda robarles la Ola Azul y encontrar el tesoro por mi cuenta? —dijo con un tono casual.

—No tienes el poder. Puedo tomar tu vida ahora mismo —intervino Li Yuewen con desdén.

—Pero ni siquiera podrás pensar en dejar el lugar, sin mencionar buscar el artefacto para revivir a tu clan —le regresó Claire con indiferencia. La mujer la observó, apretando los dientes. ¡Esa chica no era para nada linda!

—Aunque lo encuentres, no tendrá sentido. La Espada de la Ola Azul sólo puede ser desenvainada con la fuerza suficiente y con la sangre del clan Li. Y podrás usarla sólo cuando te acepte. Requiere fuerza de voluntad, determinación implacable y alguien del clan Li para usarla —dijo Li Mingyu sin apresurarse.

Al escucharlo, Claire lo miró interesada.

—¿Todos los artefactos tienen inteligencia? ¿Pueden elegir a su dueño?

—Naturalmente. Los artefactos no son ordinarios.

—Puedo darte la Perla Azul, pero tengo una condición —dijo Claire lentamente, acariciando la perla en su mano.

—¿Qué condición? —preguntó Li Yuewen de inmediato.

—Quiero ir con ustedes y ver el artefacto. Entrenaré en el camino —dijo sin despegar la mirada de la perla.

—¿Entrenar? En realidad, ahora mismo eres tan débil como un pollito —rió Li Yuewen.

—Me volveré fuerte —dijo Claire, increíblemente seria. Levantó la mirada y miró a la otra mujer directamente.

La sonrisa en el rostro de Li Yuewen se congeló. Al instante quedó perdida en la mirada determinada de Claire. Ella guardó la perla.

—Además, necesitan esperar diez días.

—¿Por qué? —frunció el ceño Li Yuewen, disconforme.

—Será mi cumpleaños, es la primera vez que lo celebro. No me gustan tales ocasiones, pero el abuelo ya ha invitado a muchas personas. No puedo irme —dijo con cuidado, sonando impotente.

Los hermanos se miraron entre sí, y ambos vieron una expresión compleja en el oro.

—Muy bien. Diez días no es mucho. Espero que cuando llegue el momento, respetes tu promesa —dijo de repente Li Mingyu poniéndose de pie—. Estaremos esperándote en el hotel más grande en la puerta este en diez días.

—Está bien —asintió Claire, también levantándose—. Los llevaré a la salida.

Después de despedirse de los hermanos Li, Claire regresó al salón principal y vio que Summer y Qiao Chuxin seguían mirando los accesorios. No pudo evitar sonreír.

2 respuestas a “Al borde de lo impresionante – Capítulo 83”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido