¡Me convertiré en la villana que pasará a la historia! – Capítulo 17

Traducido por Yonile

Editado por Lugiia


Tan pronto como termino de cenar, vuelvo a mi habitación.

Había estado planeando tener todo lo que necesito listo antes de mi gran partida, pero… no podía pensar en nada que realmente necesitara preparar.

Como solo voy a ir al pueblo para observar su condición con mis propios ojos, no necesito llevar nada conmigo.

—¡Ali~! ¡Duke ha venido a verte!

¿Qué? ¿Él está aquí? ¿En este momento?

¿Cómo puede tener sentido eso? Debo haber oído mal lo que Albert…

—¡Ali!

¿O no…? Salgo de mi habitación y me dirijo al salón donde normalmente recibimos a nuestros invitados.

Duke vino a verme… ¿para qué exactamente? Ni siquiera hemos hablado mucho…

Bueno, desde luego, Alicia estaba loca por Duke en el juego, pero yo no. No podría enamorarme, no sabiendo cómo se desarrollará esta historia.

Así que no tengo ni idea de por qué habría venido hasta aquí solo para verme.

Cuando entro en el salón, veo a Albert y Duke esperándome.

Los saludo a ambos, haciendo una pequeña reverencia.

—Duke dijo que tiene algo que le gustaría darte, Ali —dice Albert antes de que pueda preguntar qué asuntos tienen conmigo.

Ante sus palabras, me mantengo callada. Solo los miro realmente sorprendida, incluso cuando Duke sonríe con suavidad y camina hacia mí.

Ugh, este tipo es realmente peligroso. Con una cara como esa, haciendo una expresión tan tierna mientras camina de esta manera…, se siente como si mi corazón latiera con fuerza fuera de mi pecho.

Puedo sentir mi pulso acelerando con cada paso que da hacia mí.

—Llego un poco tarde, pero feliz cumpleaños —dice Duke, ofreciéndome una pequeña caja.

Sus palabras son tan inesperadas que siento que me pongo rígida por la sorpresa. Nunca hubiera imaginado que Duke alguna vez me daría un regalo de cumpleaños.

Quiero decir, durante todo el juego, nunca le dio a Alicia ningún tipo de regalo.

Por un momento fugaz, me pregunto si Duke realmente podría sentir algo por mí, pero después de pensarlo un poco más, dudo que ese sea el caso. Duke  y yo tenemos una diferencia de edad de cinco años, así que tal vez él solo piensa en mí como una hermana pequeña.

Honestamente, no hemos conversado lo suficiente como para poder adivinar por qué me estaría dando un regalo.

—Gracias —le digo, tomando la caja de su mano—. ¿Puedo abrirlo?

—Por supuesto.

Habiendo recibido el permiso, quito la tapa de la caja, pero en el momento en que veo lo que hay dentro, estoy tan sorprendida que instantáneamente la cierro de nuevo y mis ojos se abren como platos.

¿Eso era…? ¿Será que vi mal?

—¿No te gusta?

—N-No. No es eso… Um, esto… —le aseguro de inmediato que no es que no me guste, pero expreso mi sorpresa como una pregunta, con la esperanza de que confirme lo que acabo de ver. —¿Es un collar…?

—N-No, um, esta piedra preciosa es…

—Ohh, es un diamante.

Así que no lo vi mal.

Incluso si es el hijo del rey, ¿no es demasiado extravagante darle un regalo como este a una niña de ocho años?

—Ali, si no te disgusta Duke, entonces deberías aceptarlo con gratitud —dice Albert, adivinando mis pensamientos después de ver mi expresión.

No es que me desagrade… De hecho, es todo lo contrario, así que le hago una profunda reverencia y le doy las gracias una vez más.

Una villana no debería ponerse nerviosa solo porque recibió una joya cara, pero no puedo evitarlo. Parece que no puedo aceptar lo que acaba de suceder como realidad.

—Ya que he terminado lo que venía a hacer, me despediré por hoy —dice Duke, antes de darse la vuelta y salir de la habitación.

¿Realmente vino hasta aquí solo para darme un regalo?

¿Ni siquiera quiere al menos hablar con Albert antes de irse?

Al final, estoy tan sorprendida por todo este giro de los acontecimientos que incluso me olvido de despedirlo.

Me quedo allí por otro momento, completamente estupefacta, y luego miro hacia la caja en mi mano. Saco la tapa una vez más y reafirmo su contenido. Realmente es un diamante.

El valor de los diamantes en mi mundo anterior ni siquiera se puede comparar con lo caros que son en este país, ¿sabes? Son increíblemente valiosos aquí.

Así que para recibir uno como regalo… Y nada menos que para una niña de ocho años…

Es alucinante. A pesar de que todo sucedió ante mis ojos, mi cerebro todavía parece no poder procesar lo que acaba de ocurrir.

Sigo de pie allí, en silencio, mirando el diamante. Mientras observo que brilla hacia mí, casi parece haber una tenue luz azul parpadeando desde sus profundidades.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido