Traducido por Ichigo
Editado por YukiroSaori
El tiempo transcurría lentamente en el invernadero de Pameradia, que hoy también recibía la cálida luz del sol.
Cordelia estaba disfrutando de su tiempo, mientras bebía té, pero como si cortara su estado de ánimo, los sonidos de pasos, la puerta abriéndose, y una voz alegre, resonaron en la habitación.
—¡Señorita, mira esta herramienta de escritura! Creo que es maravillosa.
La voz pertenecía a una pequeña sirvienta de la casa Pameradia, Lara. La cual, entró al invernadero mientras alzaba con fuerza el lápiz que Cordelia le había encomendado, acercándose hasta ella le entregó un trozo de papel.
En el papel había palabras escritas por ese lápiz.
—Oh, es verdad. Las letras parecen muy claras ahora.
Lara, al ver la sorpresa en el rostro de Cordelia puso las manos en la cintura y posó de forma triunfal.
Por eso Cordelia no pudo evitar decir:
—Pero… Tu prueba de escritura tiene algunos errores.
—Me alegraría que hicieras como si no lo hubieras visto.
—Desgraciadamente, puedo verlo escrito de forma nítida y clara. Además, olvidaste abrir la puerta en silencio.
Lara, ya había terminado sus clases de modales con Aisha, hace mucho que no se comportaba de esa manera, por lo que Cordelia pudo adivinar lo emocionada que estaba. Ella también estaba feliz, y pensó que el comportamiento de Lara era lindo. Pero… también era malo dejar que otros sirvientes la vieran actuar así.
—Ves, Lara. Por eso te dije que te calmaras, ¿no?
La siguiente persona en aparecer fue el mago de análisis de la casa Pameradia, y asistente de Cordelia, Ronnie Eris. Era una persona talentosa que había obtenido excelentes resultados en la Real Academia de Magia, pero también era una persona frívola, que actuaba a su antojo, lo que provocaba que sus colegas le dieran consejos cándidos. Sin embargo, Cordelia veía con buenos ojos su personalidad despreocupada, por lo que no suponía ningún problema.
Sin embargo, cada vez que Lara era regañada por su comportamiento esta replicaba diciendo que era culpa de Ronnie y su mal ejemplo. A menudo Cordelia también pensaba que Ronnie debería comportarse de forma fiable hasta cierto punto, pero de esa manera no sería él mismo.
—Señorita, ¿qué pasa? Estás frunciendo el ceño; sería malo que las arrugas se marcaran en su rostro.
—Es verdad… Solo porque lo haya pensado, no significa que vaya a funcionar de alguna manera.
—No es nada.
Cordelia respondió secamente a Ronnie, que la miraba con curiosidad, y volvió a dejar caer sus ojos sobre el trozo de papel que había recibido de Lara.
—Si podemos hacer buenos utensilios de escritura como éste, la próxima vez intentemos hacer papel más barato.
Una vez terminados los útiles de escritura, se distribuirán entre los escolares del feudo de Pameradia, incluida la aldea de Caina. Será necesario elaborar panes para usarlos como borradores, los lápices son más fáciles de elaborar que los bolígrafos.
Quería preparar papel la próxima vez, cuando se logren tener los borradores aumentará la necesidad de papel.
—Ronnie, ¿podría pedirte que consigas papel a través de la empresa de Eris?
Puedo consultar estas cosas con él porque es el tercer hijo de una casa mercantil extremadamente rica, ¿no? pensó Cordelia.
—Dime, Ronnie. La empresa Eris es esa gran tienda, ¿verdad? —preguntó Lara sorprendida.
—¿Oh ¿Nunca has oído el nombre completo de Ronnie, Lara?
Se le ocurrió a Cordelia, mientras miraba a Lara, que no habían tenido la oportunidad de presentarse adecuadamente. Ya que Lara solo había dicho su nombre, Ronnie siguió su ejemplo. Parecía que habían perdido la oportunidad de decir sus nombres, puesto que ya conocían el nombre de pila del otro.
Pero, si Lara le preguntaba, entonces Ronnie no lo ocultaría.
—Bueno… es enorme. —Parecía que le costaba contestar, e incluso dudaba.
Pero, a Lara no parecía importarle cómo estaba actuando.
—¡¿Ronnie es un joven maestro?!
Cordelia no pudo evitar reírse de lo sorprendida que estaba Lara con sus ojos muy abiertos por la sorpresa, pero Ronnie se mantuvo tranquilo.
—Joven maestro. Joven maestro, eh… Joven maestro. —murmuró Cordelia.
Eran palabras demasiado lindas para describir al adulto Ronnie.
—S-Señorita, por favor no se ría… Sus hombros están temblando.
—Porque, ya sabes…. Pero, sí, Ronnie es un joven maestro.
—¡Ah, ya te he dicho que pares!
Cordelia se burló de él, y Ronnie se puso rojo y contraatacó. Era una mirada rara en Ronnie. Se enfurruñó mientras Cordelia no podía dejar de reírse. Lara los miró fijamente y llegó a una especie de entendimiento.
—Ya veo. Así que por eso Ronnie bebe el té con tanta elegancia.
—¿Eso crees?
—Siempre se descuida mucho, pero cuando sostiene una taza… Me pregunto si es por la forma en la que usa los dedos. Es muy cortés. Creo que las puntas de sus dedos son diferentes a las normales.
Lara dijo eso, y Cordelia se sorprendió un poco.
—Le prestas mucha atención.
—¡N… No! Solo lo estaba observando.
—¿Mm?
¿Cuál es la diferencia?
Se preguntó, pero si lo pensaba, el tema ya se había desviado bastante.
Primero, volvamos a hablar del papel, Cordelia volvió a su línea de pensamiento original.
El precio del papel que se utilizaba a diario en el reino no era terriblemente alto, pero seguía siendo caro. Hay muchas personas que necesitan escribir las cosas para poder recordarlas, sería beneficioso para ellos conseguir un paquete de papel barato para aprender. De seguro intentarán escribir tanto como les fuera posible en cada papel, pero al final, siempre habrá inconvenientes a la hora de revisar las notas.
—Ronnie, vamos a volver a hablar del papel, pero ¿es posible que consigamos un papel barato de la empresa, aunque la calidad baje un poco?
—Bueno… no creo que sea imposible. La empresa no almacena cosas que no sean de buena calidad, porque esa es su política, pero lo utilizan en la tienda. ¿Pido que me envíen una muestra?
—Gracias.
—Yo también debería darte las gracias. Mi familia me ha dicho que haga promociones de ventas. Pero… Bueno, sería bueno conseguir presupuestos competitivos. Conozco otros fabricantes de papel y mayoristas. Si esa forma es más barata, será mejor para tus finanzas, ¿no?
—Gracias. Realmente te faltan habilidades para los negocios, ¿no es así, Ronnie? —dijo Cordelia, en broma, pero Ronnie pareció irritado.
—¡Aaah! Por supuesto, ¡no puedes decírselo a mi familia! Me han dicho que no tengo talento para los negocios, ¡incluso en los mejores momentos!
—Fu, fu, fu, por supuesto que no diré nada. Sería terrible que dijeras que tu trabajo es malo y lo dejaras.
—Oh, eso no ocurriría aunque me delataras. Es fácil trabajar aquí y no puedo pagar la matrícula de la Academia de Magia yo solo. Además, el té es delicioso.
—Oh… Vaya, ¿es así?
Aun así, ¿no sería conveniente para él que no dijera nada? pensó ella y sonrió irónicamente.
Después de eso, siguieron charlando, y Ronnie abrió la boca como si recordara algo.
—Ah, ahora que lo pienso, hay un rumor que circula por la mansión.
—¿De qué se trata?
—Dicen que el joven Cyrus se va a casar finalmente. Bueno, aunque digan eso, lleva mucho tiempo comprometido, así que ya debe ser hora de que se case… Mm… Si no recuerdo mal, está comprometido con la señora de la Casa Alcott… ¿verdad?
Lara miró a Ronnie, que estaba tratando de recordar la información, y se aclaró la garganta una vez, llamando nuestra atención.
—Christina Alcott. Su padre es el conde Alcottt, que se dedica a la fabricación de seda. Produjeron la mitad de las telas de los vestidos presentados a la familia real y viven en Flora.
—Lara… ¿Cómo sabes una información tan detallada?
—Es información importante para alguien que sirve a las damas nobles, ¿verdad? La profesora Aisha me dijo que es mejor que yo sepa estas cosas.
Ronnie se sorprendió, y Cordelia confirmó secamente la información a Lara, que parecía estar divirtiéndose demasiado.
—Entonces, esa señorita Christina se convertirá en tu hermana, ¿verdad, señorita? Espero que sea una buena persona.
—Por supuesto, la he conocido antes. Es extremadamente hermosa y tranquila.
Christina Alcott. Una mujer gentil con cabello blanquecino y ojos verdes oscuros.
Cyrus Pameradia, el hijo mayor de la Casa Pameradia, que se va a casar con ella, se parecía tanto a su padre que la gente a su alrededor no dejaba de decir cosas como: “Estoy seguro de que el señor Elvis se veía así cuando era más joven”. También era el subcomandante de la primera unidad de guardias imperiales, y ha ganado muchas veces competiciones de artes marciales. También parecía ser bueno en el estudio, por lo que ella pudo ver en los libros que pidió de la biblioteca.
Había oído que Cyrus y Christina se comprometieron cuando él tenía siete años y ella tres. La pintura de los dos cuando estaban juntos parecía que eran ángeles. Y, la aparición de los dos juntos ahora desprendía un ambiente como de cuento. Ambos eran tranquilos, por lo que parecían cuadros reales.
Así de callados eran los dos. Sí, extremadamente.
Realmente los dos son muy silenciosos.
Si el estado de ánimo no es malo, ya sea que estén animados o callados, entonces está bien, pensó Cordelia. Sin embargo, se preocupó al pensar que Christina podría ser una dama dócil.
La Casa Pameradia era un poco peligrosa. Era una casa a la que se enviaba a espías y asesinos, aunque era raro. Le preocupaba que una dama dócil se desmayara si se enteraba de eso. Cordelia no estaba sugiriendo que Christina fuera pusilánime, pero no era algo que ocurriera en otras familias.
Quizás… El hecho de que no me asuste es porque soy parte de la familia. Me pregunto si me he vuelto insensible a ello.
Cordelia quiso preguntarle a Ronnie cuántos incidentes habían ocurrido en el último año, pero decidió no hacerlo porque Lara estaba allí. No quería que Lara se preocupara por cosas extrañas. Y, el número de ataques probablemente podría contarse con una mano, e incluso en el peor de los casos, dos manos eran suficientes.
Pero, es difícil imaginar que al conde Alcott no se le ocurriera ninguna contramedida después de decidir el compromiso de su hija a los tres años.
Ella no sabía qué parte sugirió el compromiso, pero probablemente predijo que alguien sin valor no podría convertirse en esposa de la casa Pameradia. Su madre, que lo había abandonado todo, era probablemente una excepción, pero el estatus, la historia, la riqueza y la fama… Los celos que uno recibía aumentaban cuanto más alta era la posición. Por lo tanto, se necesitaba una cierta cantidad de valor para no ser aplastado… O eso parecía.
—Si es así, entonces el problema sería… Sí, eso es.
—Señorita, ¿qué pasa?
—Mi hermano es un hombre de pocas palabras, así que me preguntaba cómo conversaba con la señorita Christina.
No creo que tengan una relación fría, como la de nuestros padres, pero ¿se llevan bien? Cordelia se sintió un poco incómoda al respecto.
No creo que tengan una mala relación, pero me pregunto… ¿Cómo es la gente que tiene su compromiso decidido a una edad temprana?
Nunca he estado en esa situación, así que no lo sé. Si estuviera obligada a aceptarlo entonces… pensó Cordelia, y su expresión se volvió sombría.
—Ja, ja, ja. Hablan como si fuera normal, ¿no?
Ronnie se rió a carcajadas ante la preocupación de Cordelia, pero luego fue ladeando la cabeza con desconcierto.
—Tengo la sensación de que nunca he escuchado más de diez palabras del joven Cyrus.
—No, no creo que sea posible… Es un misterio.
Me gustaría que mi hermano Cyrus hablara más adelante de la señorita Christina… pensó Cordelia, y escuchó el sonido de la puerta del invernadero abriéndose. Miró lentamente en esa dirección y vio a Cyrus, de quien acababan de hablar.
—Cordelia, ¿estás libre?
—¡Hermano Cyrus!
—Lo siento, ¿te he sorprendido?
Cyrus, que se parecía a Elvis, también tenía la misma expresión que él… En otras palabras, no tenía expresión. Cordelia negó con la cabeza, ante Cyrus, cuya voz se parecía incluso a la de Elvis.
—¿Cuál parece ser el problema?
—Christina viene a la Capital Real para el Festival de la Fundación.
—Vaya, ha pasado mucho tiempo.
El Festival de la Fundación.
Este festival celebraba el día en que el rey fundador del Reino de Crista fue coronado. El festival comenzaba con un desfile siete días antes, una ceremonia de celebración que se realizaba continuamente desde la antigüedad, y la apertura de parte del castillo. Además, cada día estaba repleto de numerosos actos, como demostraciones de caballeros y torneos de artes marciales abiertos al público. Muchos turistas acudían a la Capital Real en esa época del año para participar en esos grandes eventos. Por ello, muchos vendedores ambulantes también se reunían en la Capital Real, y una parte de la plaza se convertía en un mercado, que normalmente no se podía ver allí… O eso había oído ella.
Sin embargo, Cordelia nunca había podido ver el festival.
No era porque no quisiera hacerlo. Al contrario, si quería. Sin embargo, el hecho de que la gente se reuniera aquí significaba que su padre, Elvis, y sus dos hermanos caballeros tenían más trabajo que hacer. Incluso si alguien la acompañara, probablemente se preocuparían de que una niña estuviera entre una multitud de gente.
Me duele molestar a mi padre cuando probablemente piensa mucho en mi bienestar.
Mi padre podría hacer arreglos si digo que quiero ir. Pero me siento mal si digo algo irrazonable durante un período de tiempo en el que probablemente esté cansado. Y aunque no vaya ahora, debería poder ir una vez que crezca… Cuando pensó eso, no pudo evitar soportarlo.
Así que, aunque estaba celosa de que Christina participará en el festival, se preguntó por qué había venido a decirle eso y esperó a que siguiera hablando.
—Ella se quedará en la Capital Real por un tiempo, incluso después de que el Festival de la Fundación haya terminado.
—De acuerdo.
—Ella dijo que quería ver la Capital Real después del Festival de la Fundación. Su criada no está familiarizada con la Capital Real. ¿Te importaría prestarle a Emina?
Ya veo, si ese es el caso entonces no había nadie más adecuado para el trabajo que Emina, pensó. Emina, la criada a cargo de Cordelia, estaba acostumbrada a la Capital Real y solía ser una noble, por lo que también sabía mucho sobre la estética noble. También sería tranquilizador para Christina, ya que probablemente estaría ansiosa por estar en un lugar desconocido.
—No me importa. Se lo diré a Emina.
Cordelia también estaría encantada de que ser guiada por la Capital Real por Emina aliviará cualquier ansiedad que tuviera Christina por vivir en la Capital Real en el futuro.
Pero, al contrario que Cordelia, que había respondido con una sonrisa en la cara, Cyrus se quedó en silencio, y la miró sin expresión.
—¿Hermano? ¿Pasa algo?
¿Quería hablar conmigo de otra cosa? Ella ladeó la cabeza, extrañada, y Cyrus habló tras un momento de silencio.
—Habla tú también con ella.
Volvió a hablar, y Cordelia se sorprendió un poco.
Hay una diferencia de diez años entre nosotros, por lo que ambos actuamos de forma un poco reservada con el otro; pero siempre que nos encontramos hablamos aunque sea por unos momentos. Si Christina viene aquí para reunirse con mi hermano Cyrus, no tendremos mucho tiempo para hablar… Detuvo su línea de pensamiento allí, al darse cuenta de un detalle.
—Mi hermano tiene que trabajar. ¿No es así?
—Sí.
Sí, su cita era diferente a la habitual, y era al final del Festival de la Fundación. El trabajo de Cyrus no terminaba al finalizar el festival, más bien sus tareas probablemente se acumularían. No sería de extrañar teniendo en cuenta su posición.
—Bien, hermano.
Cyrus asintió ante la respuesta de Cordelia.
Pero mientras respondía, sus pensamientos se mezclaban.
Pero… Es una pena ya que era una buena oportunidad para que se encontraran.
Pensó que no se podía evitar, y sabía que no podía hacer nada al respecto. Cyrus tampoco parecía estar decepcionado. Pero, eso también la ponía ansiosa.
No, mi hermano nunca muestra ninguna expresión. Y, por el contrario, debería pensar en esto como una oportunidad. También voy a vivir con la señorita Christina durante varios años. Es una gran oportunidad para llevarme bien con ella.
Cordelia recapacitó positivamente. Si es así, quiero pasar mucho tiempo con ella. Entonces, se le ocurrió un plan.
—Hermano, ¿podría acompañar a la señorita Christina en su recorrido por la Capital Real? Si es posible, entonces puedo hablar mucho con ella.
Cyrus permaneció en silencio ante la propuesta de Cordelia. Parecía estar pensando en algo, pero ella no podía saberlo, ya que su expresión no cambiaba. Después de un rato, habló, sin dejar de ser inexpresivo.
—No me importa, si no te descontrolas demasiado. También necesitas el permiso de padre y Christina.
—De acuerdo.
¿A qué se refiere con descontrolada…? Aunque pensó eso, respondió con firmeza.
Se le ocurrían unas cuantas cosas a las que se referían las palabras de Cyrus, pero no tenía intención de que él las conociera…
Como era de esperar del próximo jefe de la casa.
A Cordelia le entraron sudores fríos, pero la conversación ya había terminado para él.
—¿Has oído hablar del nombre Clive Leif Eames…?
—¿Eh? Sí, sí es el nombre… Es el hijo del marqués Eames, ¿no?
Ella se sorprendió por el repentino nombre y rápidamente sacó la información de su mente.
—Nunca he hablado con él, pero he oído rumores de que ha vuelto de sus estudios en el extranjero.
Sin embargo, el hecho de que ella conociera el nombre no significaba que Clive fuera alguien que ella conociera. Tenían una edad diferente, y ella no sabía cómo era él, en absoluto.
Sin embargo, en contraste con la curiosidad de Cordelia, Cyrus parecía entender algo.
—¿Hermano?
—No, me preguntaron qué clase de persona eras en el castillo el otro día.
—¿Por qué preguntó por mí?
—No lo sé, por eso te pregunté. Pero, podría estar relacionado con la investigación si nunca has hablado con él antes.
—¿Investigación…?
¿Es una palabra que se usa para los humanos? Cordelia dudó, así que repitió la palabra y Cyrus asintió.
—El hijo del marqués Eames es igual que el marqués Flantheim; ambos permanecen al lado del príncipe heredero. No hace mucho que regresó del extranjero. Es un poco mayor, así que parece que será utilizado como supervisor.
—¿Qué tiene eso que ver conmigo?
—Puede que haya querido averiguar las candidatas a reina para su alteza.
Cyrus habló con ligereza, y Cordelia casi tensó el rostro. En contraste, Lara levantó la voz en secreto, sorprendida.
—Vaya.
—¿Yo? Imposible.
—Yo no diría eso si piensas en tu linaje y edad.
—Pero… Es cierto, su alteza está cerca de ese joven Vernoux. Cuando se trata de amor, él podría ser libre de elegir a quién ama, al igual que la Casa Flantheim. Si se decide, podría incluso acoger a alguien del pueblo.
Dijo eso mientras equipaba su sentido, en respuesta a Cyrus. Sacó desesperadamente materiales para refutar, pero su propia afirmación no debería ser demasiado extraña. Sin embargo, incluso se podría decir que era solo una ilusión, ya que nunca había interactuado con esa persona antes…
Pero, al menos en el juego, el príncipe no daba valor al estatus social.
Dejando de lado si estaba influenciado por Vernoux o no, era seguro por el conocimiento que Cordelia tenía de él. La heroína era hija de un conde, pero su primer contacto fue cuando vivía en la ciudad. Incluso en la historia, había pequeñas escenas dispuestas en pequeños trozos, y ella recordaba que mostraban un evento al final donde el príncipe se enamoraba de ella, mientras vivía en el pueblo.
Antes de que la heroína fuera acogida por el conde, por su apariencia, tenía alrededor de diez años… ¿verdad? No se dijo su edad, pero probablemente tenía alrededor de esa edad.
Entonces, no sería extraño que el príncipe y la heroína ya hayan interactuado. Si lo han hecho, entonces espero sinceramente que el príncipe alimente ese importante recuerdo y profundice su relación con la heroína. Si no lo han hecho, entonces quiero que se encuentren lo antes posible. No interferiré con sus destinos en absoluto. Así que, por favor.
¡Este no es el momento de pensar eso!
Miró a Cyrus mientras dejaba atrás sus desviados pensamientos. Se concentró en sus ojos y apeló a que no tenía intención de casarse con el príncipe, pero Cyrus no pareció reaccionar a su expresión.
—El estándar exigido a la reina no cambia, no importa lo que su alteza piense. Para llegar a ser reina, se exige todo tipo de educación, incluyendo etiqueta, idiomas extranjeros, política y derecho. El conocimiento y la conducta pueden convertirse en la espada o la armadura de uno, pero si no los tiene, entonces su posición podría verse afectada. Si influyen en la diplomacia, entonces afectaría al futuro de este reino.
»El hijo de la casa Eames probablemente está buscando una dama cercana a la edad de su alteza porque sabe esto.
Tiene razón…
Ella no podía refutar ninguna de sus palabras. Incluso si tuviera que responder tendría que admitir que las elegidas tendrán que trabajar muy duro. Pero por los momentos no puede recomendar a una joven desconocida.
Para empezar, en el juego, “Cordelia” se sintió ofendida por el comportamiento grosero de la heroína cuando se toparon… No tiene sentido defenderla ahora, supongo.
Sin embargo, no debería ser un problema porque la heroína trabajará muy duro para mejorar. Por ejemplo, ella sonreiría incluso si Cordelia le echara encima una bebida en una fiesta nocturna.
Por otro lado, sentía cierta simpatía por la heroína. Ella entró en el mundo de la nobleza a una edad tardía, y por lo tanto había tenido que aprender todo de una vez. Además, la educación de la candidata a reina no podía ser comparada con la de una dama noble normal.
Cualquier dama noble tiene un cierto grado de educación; la cuestión es saber cuántas damas nobles han trabajado a fondo en su carrera.
Se espera que crezcan, pero no querían más de lo que tenían en primer lugar.
—Aunque el hijo del conde Eames no anduviera preguntando por las candidatas, su alteza no puede decidir su propia pareja matrimonial. Incluso se podría decir que tiene una personalidad cautelosa.
—Tienes razón…
Pero si ese es el caso, entonces quiero ser considerada rápidamente como una candidata inadecuada.
Sin embargo, aunque lo desee, es bastante difícil concluir si lo soy. Podría ser posible si me hago la tonta delante del hijo del conde Eames, pero entonces me perdería si la gente que nos rodea me considerara una tonta. No quiero dañar mi reputación. Si pienso así, la evolución ideal sería “ni buena ni mala”.
Cordelia se quedó callada mientras reflexionaba, y Cyrus continuó.
—Bueno, en cualquier caso, no me parece que tenga ningún mérito que la actual tú se case con el Palacio Real. Para empezar, estás en una posición fácil para llamar su atención, pero tú misma no deseas acercarte a él. No creo que su alteza, que está rodeado de tanta gente, se interese especialmente por ti. Además, hay muchas otras damas encantadoras alrededor.
¡¡Es cierto!! Ella estaba totalmente de acuerdo con sus palabras. Mientras sonreía y respondía. Entonces, él continuó:
—No habría ninguna desventaja fatal aunque te casaras con él.
Esas palabras le entraron por un oído y le salieron por el otro.
Es fantástico que a mi hermano, el próximo jefe de la casa, no le importe.
Ese pensamiento era muy importante para Cordelia en este momento.
Pero, aunque la conversación ha terminado, mi hermano todavía parece estar pensando en algo. No podría decirlo, ya que su expresión no ha cambiado, pero tengo la sensación de que es la misma que tenía mi padre antes de decir algo.
Cordelia pensó eso, y Cyrus comenzó:
—Además, sé que es un poco tarde para preguntar… Pero, he oído que declaraste algo interesante cuando eras más joven, ¿todavía quieres casarte con papá?
—¿Eh? Sí. Si hay un hombre como papá, entonces me gustaría casarme con él.
Cordelia se sintió decepcionada por la repentina pregunta de Cyrus y se quedó algo desconcertada. Y si era posible, ella no quería que él preguntara eso aquí. De ninguna manera se arrepentía de ese comentario, de hecho, incluso lo defendería.
Pero… tuvo la sensación de sentir una mirada tibia en su espalda. Si era posible, quería evitar que le preguntaran eso delante de Ronnie y Lara.
Cyrus no prestó atención a Cordelia y continuó su interrogatorio.
—Entonces, ¿quieres elegir a tu propio marido?
—¿Eh?
—Solo quiero escuchar la opinión general.
—Creo que es difícil para mí hablar de la opinión general sobre esto… No importa, creo que sería feliz si pudiera conocer a alguien maravilloso.
Ella anhelaba el amor, pero el problema ahora mismo era el comienzo, “cómo hacer un encuentro”. Por lo tanto, todavía no podía imaginarse a sí misma encontrando el amor y casándose. Por eso, no pudo evitar dar una respuesta segura, aunque fueran sus verdaderos sentimientos, Cyrus parecía estar pensando.
—Hermano, ¿por qué quieres saber eso?
Ella nunca le había oído hablar de eso. No, ni siquiera había hablado de eso con su hermano Isma, con quien hablaba más. Cyrus respondió a la pregunta de Cordelia sin dudar.
—Me preguntaba en qué estaría pensando Christina. Se comprometió conmigo a la edad en que le dijiste eso a papá.
—Ah…
—Me voy al castillo. Te he quitado tiempo.
—Ah, sí…
Hoy era probablemente su día libre, ya que estaba en la mansión en ese momento. Pero todavía tenía trabajo que hacer porque era un tiempo ocupado.
La señorita Christina no es la única persona cuyos sentimientos desconozco; tampoco sé cómo se siente mi hermano. Pero, tengo la sensación de que entiendo un poco sus sentimientos, por lo preocupado que está por la señorita Christina, aunque esté ocupado.
Si no, podría haber enviado una carta para preguntar por el asunto de Emina, y no se habría tomado el tiempo de ir a casa en absoluto.
¿También me dejarían emocionarme un poco…?
Cordelia aún no tenía idea de lo que podía hacer. Aun así, quería ser una mediadora para Cyrus y Christina.