Traducido por Lucy
Editado por Sakuya
Mientras Shi Xiaobai reflexionaba, grandes cantidades de información se agolparon en su cerebro. Toda la información relativa a la técnica de [Masaje de Dios] fue metida a la fuerza en su cerebro en cuestión de segundos, permitiendo que la “habilidad ofensiva”, [Masaje de Dios], alcanzara el Reino de Fundamentos Arraigados.
No leíste mal, ¡es una habilidad ofensiva!
Mientras las aplicaciones parpadeaban sin parar en su cabeza, no pudo evitar titubear y decir:
—¿Esto es de verdad posible?
Después de comprender con plenitud las profundas complejidades, de repente sintió la nota informativa, “mediante el uso flexible, puedes resolver todos los problemas del mundo”, muy razonable.
No había problemas en el mundo que no pudiera resolver. Y si había alguno, no era el problema del problema, ¡sino el problema de cómo usabas la técnica de [Masaje de Dios]!
Shi Xiaobai, que estaba inmerso en esta experiencia, no se dio cuenta de que el joven de pelo plateado y la chica de pelo rojo pasaban a su lado. Solo en el momento en que desaparecieron de la multitud, alcanzó a verlo.
Solo esta mirada fue suficiente para identificar la verdadera identidad de esa persona.
—¡Alto! —gritó con todas sus fuerzas, levantó a Chen Lingcun y empezó a usar [Pasos de Cangrejo] para cargar contra la multitud.
Mientras la atravesaba, con el uso continuo de movimientos falsos, hizo que la densa multitud se abriera camino para él.
Mucha gente se asustó al verlo, entraron en pánico y chocaron con otros.
—¡Aiyah! —resonaron unos cuantos gritos y gruñidos dolorosos.
No se preocupó por esto en ese momento porque sabía que tenía que perseguir, porque el hermano mayor que Chen Lingcun siempre había estado buscando estaba justo delante.
—¡Alto! ¡Chen Lingcun está aquí!
Bramó una vez más, y muy pronto, vio a través de la brecha abierta por la multitud la espalda del joven de pelo plateado que hacía tiempo que se había detenido.
La chica pelirroja a su lado ya se había dado la vuelta para mirarlo, su rostro revelando una expresión de sorpresa. Sin embargo, ella solo estaba sorprendida por el alto logro en su técnica de movimiento.
Ella recibió su respuesta muy rápido, porque él ya se había puesto delante del duo, o podría decirse, delante del joven de pelo plateado.
Giró la cabeza para mirar a su compañero y se sobresaltó de inmediato. Era la primera vez que veía expresiones tan ricas en su rostro. El por lo general frío y calmado chico estaba revelando muchas expresiones de dolor.
Solo cuando rastreó su mirada llena de emociones complejas, se dio cuenta de que había un adolescente de pelo plateado siendo llevado por Shi Xiaobai.
Se iluminó de repente. La débil presencia y la mirada del pelo plateado eran muy similares.
Este adolescente es su…
—La intuición de Este Rey no puede estar equivocada. Tú eres el hermano mayor de Chen Lingcun.
El joven no lo negó, sino que miró preocupado a su inconsciente hermano, antes de decir:
—¿Cómo está Pequeño Cun?
Shi Xiaobia lo bajó de sus hombros y lo empujó hacia el joven que lo tomó en respuesta, sosteniéndolo en brazos.
Se encogió de hombros.
—Se le agotó su fuerza divina y fue incapaz de mantener su estado como montura, por lo que está en un estado durmiente por el momento.
El joven reaccionó tras un momento de conmoción, antes de que sus ojos destellaran con un brillo solemne.
—¿Alguien descubrió su identidad?
Después de escuchar esto, Shi Xiaobai dudó por un momento antes de asentir.
—No te preocupes. Todos los problemas han sido resueltos por Este Rey. Solo tienes que cuidar bien de él. Este Rey lo entregará.
Al oír esto, el joven mostró una expresión de sorpresa y duda, mientras decía:
—Ya que conoces mi identidad, creo que el Pequeño Cun te ha contado muchas cosas. Debes comprender que no puedo estar con él. En el momento en que me vea, se sentirá culpable, y cuando yo le vea…
Cuando escuchó esto, su expresión apacible se volvió muy seria. Pensándolo un poco, mencionó:
—Dijo que los juguetes que le diste eran muy aburridos.
Al oír esto, la respiración del joven de pelo plateado se entrecortó mientras mostraba una sonrisa burlona.
—Lo sé…
—No lo sabes.
Shi Xiaobai dijo con voz profunda:
—No sabes que los juguetes no eran las cosas que de verdad le hacían feliz, sino porque estabas a su lado, acompañándole.
Las cejas del joven de pelo plateado se crisparon mientras miraba con ternura al adolescente de pelo plateado que tenía en sus brazos y que no había visto en muchos años. El adolescente parecía bastante crecido ahora.
Shi Xiaobai dijo con seriedad:
—En la coyuntura más peligrosa, había pedido un último deseo a Este Rey, deseaba que Este Rey le comunicara las palabras “gracias” y “lo siento”.
El joven de pelo plateado abrió un poco la boca y dijo con una sonrisa irónica:
—La persona para decir lo siento y gracias, debería ser yo.
Shi Xiaobai guardó silencio por un momento antes de usar un tono más serio para decir:
—Dijo que ser tu hermano menor era lo más afortunado de su vida.
Al oír esto, la mano que usaba para abrazar a Chen Lingcun se agarró con más fuerza. Sus ojos se iluminaron antes de volverse sombríos.
—No, mi existencia es solo una desgracia para él.
Si no hubiera abandonado en secreto la aldea en aquel entonces, si su identidad no hubiera sido descubierta por aquella organización, si no hubiera revelado el secreto del dragón sagrado blanco dorado después de ser hipnotizado, sus compañeros de clan no habrían muerto. Chen Lingcun tampoco se derrumbaría y se culparía a sí mismo.
Su existencia era una especie de desgracia.
—Todavía estás vivo, y él también está vivo. Esta es la mayor fortuna. —Shi Xiaobai señaló con el dedo a Chen Lingcun y dijo en voz alta—: Piénsalo bien. Si un día muere de repente en un lugar desconocido, ¿qué tipo de sentimiento tendrías?
El corazón del joven de pelo plateado dio un respingo. No podía evitar preguntarse cuáles serían sus propios sentimientos si su hermano muriera solo en un rincón desconocido de este mundo.
De seguro sentiría un gran dolor, un dolor tan doloroso que intentaría ahogar sus penas en alcohol, y esperaría usar el alcohol para adormecer por un tiempo el dolor.
Shi Xiaobai dijo en voz alta una vez más:
—¿Sentirás pesar cada minuto y segundo una vez lo perdiste?
El joven de pelo plateado abrió la boca y fue incapaz de responder. ¿Se arrepentiría?
Por supuesto que sí, tal vez… incluso le costaría respirar por el arrepentimiento que lo abrumaría.
En ese momento, Shi Xiaobai volvió a decir con voz profunda:
—No te lamentes solo cuando hayas perdido. Necesita tu compañía, porque el que estés vivo es lo más afortunado para él.
Al oír esto, el joven de pelo plateado guardó silencio durante unos instantes mientras abrazaba con fuerza a Chen Lingcun. Miró con seriedad a los ojos de Shi Xiaobai y dijo con sinceridad:
—Gracias.