Un día me convertí en una princesa – Epílogo – Capítulo 12

Traducido por Dalia

Editado por Sakuya


—Me conoces y hay algunas cosas extrañas. —Lucas murmuró para sí mismo y me preguntó—. ¿Entonces me dirás quién demonios eres?

—Si te lo digo, ¿me creerás?

¡Pero todo lo que tengo para decir no es más que un ciclo de confusión, maldita sea!

Me reí y resoplé ante el segundo Lucas frente a mí. ¡No se puedo formar una amistad con el bárbaro que devoró a mi Blackie! Pero, aún puede oír mis palabras…

Lucas entrecerró los ojos al siguiente momento. Poco después, me sorprendió la sonrisa comprensiva que apareció en sus labios.

¡Oh, espera! ¿Es esa la sonrisa que hace cuando va a hacer alguna locura? Sentí una sensación de peligro instintiva y di un paso atrás.

¡Maldito tramposo! Justo en ese momento, algo afilado pasó frente a mí. Las cañas tras de mí habían sido cortadas por algo invisible, comenzaron a volar a través del campo de visión en el viento.

—Oh, ¿lograste esquivarlo? ¿Te sientes bien?

Al escuchar el comentario, como si fuera inesperado, solté una risa nerviosa.

¿Es el mismo tipo que me atacó hace un momento?

—Tú… ¿Estabas tratando de matarme?

—¿De qué estás hablando? No tiene sentido.

Lucas, que parecía tener la misma edad que yo, se rio como si eso fuera una tontería. Pero después de escuchar lo que dijo, no pude evitar abrir la boca.

—Ha pasado un tiempo desde que encontré a alguien interesante, entonces, ¿cómo podría matarlo tan fácilmente? Y si de verdad quisiera matarte, ¿crees que seguirías en una pieza y hablando, amiga?

Este… esto… ¿Tú y yo acabamos de conocernos por primera vez? ¿Pero no es un poco exagerado para una primera reunión?

—Entonces, ¿por qué estás atacando de repente?

—Donde yo vengo, esto es una forma de saludo.

¡¿Qué tontería es esta?!

Pero a Lucas no le importaba si me sorprendía o no, continuó.

—Solo vine porque sentí una ola mágica interesante, pero parece que será más divertido de lo que pensaba.

Fue en ese momento cuando sentí que la persona frente a mí se había movido repentinamente, pero no había desaparecido. En un abrir y cerrar de ojos, Lucas apareció a mi lado, retorciendo mi cabello entre sus dedos y tirando de el mientras susurraba.

—¿Te gustaría venir conmigo?

Sus ojos rojos se acercaron a los míos antes de que pudiera reaccionar, mirándome con una dulce sonrisa que parecía tentadora.

—Tengo tantas preguntas sobre ti.

Sentí una discrepancia entre sus palabras y sus acciones que no encajaba con el Lucas que conocía. Sin embargo, al menos, esa sonrisa en su rostro era la misma que la del Lucas que yo conocía.

Quizás por eso sigo conmocionada por el hecho de que me atacó hace un momento.

Lo miré a los ojos y pregunté: —Ir juntos, ¿a dónde piensas llevarme?

—A mi casa.

Por otro lado, también resultaba atractiva la idea de adentrarse en el ámbito privado de Lucas, una faceta que rara vez compartía. También era cierto que me sentía un poco en conflicto porque no sabía si tendría otra oportunidad en el futuro.

Pero, rechacé su invitación…

—No, no es un lugar al que pueda ir sola.

La persona frente a mí inclinó la cabeza con curiosidad.

—¿Qué pasa? ¿Acaso hay algún problema conmigo? Porque no pareces la clase de persona que necesita pedir permiso.

Por supuesto, él no entendió.

No obstante, este Lucas no era la primera persona a la que quería expresar esas palabras. Nuestra conversación había tomado un rumbo extraño, pero lo más extraño era que ni Lucas ni yo parecíamos obsesionados con ello. El rostro de Lucas parecía irritado, como si no le gustara que no cediera.

—¡Eh!…

De repente, algo me pareció sospechoso, así que me alejé de él. Como si estuviera esperando, un agujero se abrió justo donde yo estaba parada originalmente. Las cañas, cortadas una vez más, revoloteaban vertiginosamente en mi campo de visión.

—Oye, ¿no estás exagerando un poco? —Se sentía un poco más absurdo que antes y lo desafié. ¡Es una serie de ataques como estos! Además, ¿no es ese poder bastante fuerte?

—Fuiste la primera persona a la que invité a mi torre, pero me dolió que rechazaras la oferta. Entonces, tengo que asumir la responsabilidad. —El antiguo Lucas dijo esto con voz fría.

Inmediatamente, sentí un fuerte flujo de poder mágico en su mano. Abrí la boca avergonzada cuando me di cuenta de que hablaba en serio.

—No te preocupes. Incluso si una extremidad se cae, la volveré a colocar.

—Ahora, espera un minuto, Lucas…

Para ser honesta, tenía un corazón incrédulo hasta ese momento. Pero ¿había alguna razón para que creyera que él no me lastimaría? Lucas liberó su mana con un poder asesino hacia mi verdadero yo.

Como si estuviera demostrando que todo era una broma hasta ese momento, un estruendo como una explosión atravesó mis tímpanos. Por supuesto, levanté mi magia para defenderme, pero Lucas era un monstruo tan poderoso que mi escudo se rompió en el proceso.

Después de un tiempo, cuando el mana que me había consumido se disipó por completo, recuperé la conciencia y examiné rápidamente mi cuerpo.

¡Whoa Whoa! ¿Mis extremidades están bien? ¿Y mi cabeza? ¿Está firmemente sujeta?

Sorprendentemente, no parecía haber sufrido heridas. Aturdida, levanté la cabeza hacia el chico que tenía delante.

—Keuf…

Y cuando el denso polvo que lo rodeaba se asentó, encontré a Lucas gimiendo y sosteniendo su pecho entre los restos de una caña que había sido arrancada horriblemente.

¿Eh? ¿Por qué está haciendo eso de nuevo?

—Tú… ¿Qué demonios me has hecho?

No obstante, me miró confuso y dijo algo que no pude distinguir si fue un lamento o una grosería. Me quedé perpleja por su reacción, como si me hubiera hecho daño a mí misma.

—No, ¿qué te hice…? ¿Qué hiciste tú, no yo?

—Lo que hiciste… realmente te mataré.

Vaya, este chico. No sé por qué, pero siento que estoy muy molesta. Al mirar su rostro distorsionado, parece que sostenerlo con las manos le causa mucho dolor.

Je, je, estaba pensando en tener una conversación con él cuando se calmara, pero al verlo mirándome como si fuera a matarme, supongo que no podemos comunicarnos con palabras.

—Uf, eh, entonces, Lucas, tengo un toque de queda, así que me iré.

—¿Eh? ¿A dónde vas? ¿No vas a venir conmigo? ¿Quieres morir?

—Boo… estar herido es algo peligroso. Yo también tengo tu edad, así que ten mucho cuidado.

Lucas apretó los dientes, pero no pudo moverse de su asiento para intentar detenerme, como si estuviera experimentando mucho dolor.

Aun así, por si acaso, rápidamente chasqueé los dedos y salí del lugar. Me preocupaba que este tipo me persiguiera de nuevo, pero afortunadamente eso no sucedió. Me estremecí al pensar que la personalidad de este idiota sería aceptada en el palacio en cualquier mundo.

♦ ♦ ♦

—¿Estuviste aquí todo el tiempo?

Pero estaba claro que había subestimado demasiado al Lucas de este mundo. Al día siguiente, cuando vi al tipo que apareció de repente frente a mí, sentado encima de la estatua del ángel, me horrorice.

—¿Por qué esparciste el olor del poder mágico por todo el palacio imperial? Me costó mucho encontrarte, fue molesto.

¿El olor del poder mágico? ¿Qué clase de idiota es?

Este tipo… De alguna manera, incluso en el mundo original, me dijeron que me estaba buscando, pero supongo que fue porque estabas rastreando mi magia. Si subo de nivel, ¿podré hacer lo mismo que Lucas?

—Terminaste herido ayer, ¿estás mejor ahora?

—Eso es gracioso. ¿Me traerás un biberón y medicina? Después de todo fue culpa tuya que mis órganos casi explotaran.

—¡¿Por qué sería mi culpa?! ¡Tu trataste de asesinarme!

Oye, ¡estaba tan preocupada por este tipo! ¡Te presté atención, pero apareces diciendo algo así! ¡Hmph, eres el asesino de Blackie! ¡Desaparece, vamos, desaparece!

—Por eso vine al palacio imperial hoy para buscarte y vi algo interesante —dijo Lucas con una sonrisa burlona—. ¿Hay una chica aquí que se parezca a ti? Aparentemente, esa princesa parece ser la dueña original de la bestia divina que comí

—¡Qué… qué! ¿Viste a Athanasia?

—Pero hasta donde yo sé, no hay princesas gemelas en este país —respondió.

Un viento caliente sopló entre Lucas y yo, encima de la estatua del ángel. Lucas preguntó mientras agarraba mi cabello que ondeaba frente a sus ojos.

—¿De dónde vienes realmente?

Realmente no sé qué hacer… Cuando nos encontramos ayer, quería ser honesta acerca de mi situación y preguntarle si sabía algo que pudiese hacer sobre mi situación actual.

Sí…, pero aparentemente no estaba de humor para hablar en serio.

—¿No vas a hablar? Entonces lo resolveré por mi cuenta —dijo Lucas.

Mientras pensaba en ello, dibujó una sonrisa torcida en sus labios de nuevo y soltó mi cabello que sostenía en su mano. ¡No, espera! ¡Aún no ha pasado ni un minuto! No, ¿cuánto es 1 minuto? ¡¿Creo que solo han pasado unos 10 segundos?! ¡Hmm! Y antes de que pudiera abrir la boca para decir algo, Lucas se había ido.

¡Vaya, qué tipo tan innecesariamente temperamental! Por cierto, espera. ¿Vas a averiguarlo por tu cuenta? Qué demonios.

Estoy aquí de todas maneras, y si muero, ¿cómo podrías enterarte de algo más sin mí…

En ese momento, me asusté por el pensamiento que pasó por mi mente. Y mis presentimientos eran correctos. ¡Después de moverme de un lugar a otro por teletransportación, lo que presencié fue que Lucas secuestró a la princesa Athanasia!

—¡Oye! ¡Lucas, idiota! —Estaba desplomada en los brazos de Lucas como si se hubiera desmayado. Al ver mi rostro, sonrió como un gato conforme con su travesura.

—Esa expresión en tu rostro es muy agradable. Me gusta como te ves ahora.

—¿Qué demonios estás haciendo? Dejala ahora mismo.

—Rescatala si puedes.

Después de soltar palabras tan incoherentes, el viejo Lucas saltó desde la terraza. Naturalmente, lo seguí, pisando la barandilla y volando hacia arriba.

—¡Lucas!

Finalmente, lo alcancé en el jardín de flores rojas. Sin embargo, como si estuviera esperando que lo atrapara, se dio la vuelta y me miró de nuevo con una sonrisa desagradable en su rostro.

¡Oh, ese bastardo va a usar la teletransportación ahora mismo! Invoqué magia en mi mano para detener a Lucas.

¡Espera! No obstante, en el momento en que mi poder mágico golpeó a Lucas, sentí un golpe en mi pecho y un gran dolor se precipitó.

—¡Puaj! —Gemí y agarré mi pecho. Parecía que el mana destruido a la fuerza se convirtió en un frío trozo de hielo y se incrustó en mi corazón. Mi mano, que había perdido su fuerza, se deslizó lejos de Lucas.

—De todos modos, la obra de hoy parece haber terminado aquí. Entonces nos vemos la próxima vez.

Al verme colapsar en el suelo y quejarme de dolor, Lucas me dedicó una sonrisa impresionantemente hermosa. No tuve más remedio que mirar impotente mientras desaparecía con la princesa Athanasia.

Incluso después de que la ola de magia desapareciera, no pude levantarme de inmediato.

—¿Princesa Athanasia?

Después de un rato, la voz baja de alguien atravesó mis oídos mientras me agarraba el pecho y gemía.

Al principio, no me di cuenta de quién era la persona que se me acercaba. Pero pronto se arrodilló frente a mí para que pudiera verle la cara.

—¿Estás bien?

Fue Ezekiel quien me preguntó con una cara ligeramente sorprendida.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 

error: Contenido protegido